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muy frías en invierno; otro inconveniente presentan que contribuye al mismo fin, y es que, como sobre este piso sólo descansan las guardillas, se encuentra casi completamente desampara do y expuesto á los rigores de la estación; como no puede tener mucha elevación, pues el edificio, en apariencia, debe terminar en el alero del tejado, la altura está limitada por la visual que desde dicho punto se dirige á la acera opuesta en calles de órdenes inferiores, y la que va al eje de la calle en las de primer orden; de esto proviene que las habitaciones, aun con los fríos del invierno, resulten ahogadas, por falta de aire respirable; por último, la altura é que se encuentran hace su ascensión sumamente molesta y perjudicial; y si á esto se une que en esta parte hay que aprovechar más el terreno por la falta del espacio correspondiente á la supresión de la primera crujía, la escalera tiene que ser de mayor pendiente, de escalones altos y estrechos, y muchas veces el ancho de los tramos más reducido. En las poblaciones muy populosas de los países fríos se emplean para las cubiertas de los edificios las llamadas á la Mausard ó armaduras quebradas, en que cada faldón tiene dos inclinaciones difeferentes Cy Dy Ey F (en la fig. siguiente re

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presentamos sólo las líneas generales reducidas á sus ejes, y en ella A y B son los de los muros de fachada), á las vertientes Cy F'se les da una gran inclinación sobre la horizontal, y entonces el espacio comprendido en el trapecio abde se ocupa con los sotabancos, que tienen, sobre los que hemos descrito ligeramente, la ventaja de tener vistas directas á la calle, y el mayor espacio correspondiente á la diferencia que hay entre la crujía de fachada, que no se puede ocupar en los primeros, según hemos dicho, y la distan cia fb, que media entre la vertical del ángulo de la armadura y el muro de fachada correspondiente. En España, donde ni por su clima ni por sus condiciones pueden prosperar las armaduras á la Mausard, se hacen los sota bancos del primer sistema, y para que no se vean desde la calle, lo que produciría mal aspecto, se rematan los muros de fachada con un ático ó balaus. trada, cubriendo con zinc la parte que comprende la primera crujía, para formar una especie de terrado como desahogo del sota banco, y los que se hacen de esta manera resultan en condiciones más ventajosas que los que no tienen tal modificación. Los sotabancos se imponen en pobla ciones grandes, en las que, valiendo muy caro el terreno, se trata de aprovechar todo lo posible, y no permitiéndose dar á los edificios altura á voluntad, sino que ésta está limitada por el ancho de las calles según las Ordenanzas, proporcionan un medio de crear un piso más, allí donde las Ordenanzas no lo permiten. Los sotabancos son habitaciones incómodas y malsanas, que debían proscribirse.

SOTABASA (de sota, debajo, y basa): f. ant. Arq. Plinto, zócalo, etc., en que estriba la basa.

SOTABRAGA: Mil. Pieza de hierro que sujeta fuertemente el eje á las gualderas de la cureña. Se llama también así á otros herrajes que tienen objeto análogo.

SOTACOLA (de sota, debajo, y cola): f. ATA

HARRE.

SOTACORO: m. SOCORO.

SOTADO: m. Zool. Género de insectos del orden coleópteros, familia cerambícidos, tribu lamiínos. Los insectos de este género están carac terizados por ofrecer las mandíbulas muy largas y robustas; cabeza no retráctil, muy cóncava entre sus tubérculos anteníferos; frente transversal; antenas pubescentes, brevemente franjeadas por debajo y un poco más largas que el

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cuerpo; ojos muy granulosos; protórax transversal o no, rugoso ó granuloso é impresiouado por encima, atravesado por dos surcos flexuosos á alguna distancia de su base y de su borde anterior, un poco redondeado é inerme lateralmente; escudo en forma de triángulo curvilíneo; élitros alargados, regularmente convexos, truncados ó provistos de una pequeña espina sutural en su extremidad; patas robustas, largas, las anteriores un poco más que las otras; femures lineales, los posteriores sensiblemente más cortos que el abdomen; tibias del mismo par más largas que los tarsos; el quinto segmento del abdomen muy largo y en forma de un triángulo curvilíneo; cuerpo alargado, muy robusto y pubescente.

Todas las especies, entre las cuales el tipo del género es el Sotades platypus, presentan sus tegumentos de color grisáceo, con una banda más clara, muy irregular y atravesando los élitros en su parte media; estos órganos, así como el protórax, presentan un aspecto más ó menos rugoso ó granuloso.

SOTALBO: Geog. Lugar con ayunt., al que están agregados los barrios de Bandadas, Palacio y Riatas ó Arriatas, p. j., prov. y dióc. de Avila; 576 habits. Sit. al pie de la sierra de Peñalgiiete, cerca de Mironcillo y Solosancho. Terreno montuoso en gran parte y bañado por el río Muñico; cereales, garbanzos, algarrobas, cáñamo y horta

lizas.

SOTALUGO: m Segundo arco con que se aprietan los extremos ó tiestas de los toneles ó barriles.

SOTAMINISTRO: m. SOTOMINIStro.

el SOTAMINISTRO le dió una severa repren sión, y él la oyó con tanta paz y modestia que no respondió palabra.

P. JUAN EUSEBIO NIEREMBERG. SOTAMO: Geog. Manantial de aguas termales en el dep. y prov. de Llanquihue, Chile, en la costa del abra de Reloncaví. Consta de dos fuentes, en el fondo de un pequeño receso en la parte septentrional del río. La inferior, cubierta durante la alta marea, tiene olor azufrado y sabor salino. Su temperatura alcanza hasta 41°

centígrados. La superior dista pocos m. de la otra, es inodora, de sabor agradable, produce al aire ligera efervescencia, como si tuviese ácido carbónico libre y su temperatura es de 22° centígrados (Espinoza, Geog. de Chile).

SOTANA (del b. lat. subtāna; del lat. subtus, debajo): f. Vestidura talar, generalmente sin mangas y con aberturas en ambos costados, para sacar los brazos por ellas, que usan los eclesiásticos. Usáron la también los estudiantes de las universidades.

-¿Quieres roballe? - No más
De la SOTANA raida,

El ferreruelo y sombrero.

LOPE DE VEGA.

el tal papel ponía de vuelta y media, y más negro que su SOTANA, al susodicho autor cillo.

ISLA.

otra cosa

Otra cosa es con SOTANA; esto es, será si usted viene de canónigo, etc. JOVELLANOS.

- SOTANA: fig. y fam. Azotaina, zurra.
De monje á clérigo ufana
Le pasó su liviandad,

Y el santo por caridad
Le dió una linda SOTANA.

MANUEL DE LEÓN.

- Aqui está el agua, que más fresca no la bebe el rey; como que ha estado en el só

TANO...

BRETÓN DE LOS HERREROS.

- SÓTANO: Arq. y Const. Tienen por objeto los sótanos ó bodegas conservar toda clase de provisiones en toda su pureza, y especialmente los vinos, que son los que más pronto pueden malearse. Deben estar bien secos y á bastante profundidad, para que su temperatura quede constantemente comprendida entre 12 y 14° centígrados tanto en verano como en invierno; se. gún Rozier, si un sótano no tiene buenas condiciones la fermentación insensible de los vinos pasa bien pronto á fermentación ácida, que anuncia la descomposición de los principios constitutivos de aquél, y á la fermentación pútrida, último grado de descomposición; para conservar los vinos el mayor tiempo posible es necesario privarlos de las variaciones atmosféricas, á fin de impedir que se altere su fermentación insensible, de la que depende la calidad del vino, y por tanto han de tener los subterráneos las formas

y condiciones más en armonía con esta condición, que no es peculiar y exclusiva de los vinos, sino de la mayor parte de las substancias que en los sótanos se conservan; es preciso también que no sea posible lleguen á ellos ni la humedad, ni miasmas, ni olores de otros puntos, que siempre perjudican y á veces inutilizan por completo los comestibles que en los sótanos se conservan; por lo tanto deben situarse lejos de las calles, letrinas, alcantarillas, talleres, y por regla general de todos los sitios en que sean de temer las filtraciones de líquidos ó gases, cambios de temperatura ó vibraciones; la mejor exposición es mirando al Norte; conviene darles una ventilación moderada, puesto que un exceso de ella reseca las maderas de las cubas ó toneles y llega á enmohecerlas; si la ventilación es escasa deben estar preservadas de la humedad, que contribuye á la fermentación de las substancias orgánicas; los vinos se deben colocar en lugar separado del que ocupan las otras provisiones, especialmente de las que más susceptibles son de entrar en fermentación; pueden hacerse de uno ó más pisos, pero todos subterráneos, y componerse de una sola ó de varias salas, disponiéndolas de modo que cada una de las especies que hay que conservar se halle completamente separada de las demás, de manera que cada una ocupe sala separada, con comunicación únicamente con una galería general, y cerradas por sus respectivas puertas.

En cuanto á sus dimensiones, es muy difícil dar reglas generales; en las viviendas usuales su anchura está determinada de ordinario por la del edificio, mientras que en las bodegas subterráneas de algunos países vinícolas es, por el contrario, el sótano el que determina las dimensiones de la vivienda. Respecto de su construcción, sí es interesante dar algunas indicaciones: cuando la excavación ha llegado á la profundidad del suelo del sótano señalado en el plano y se encuentra terreno sólido, basta continuar la excavación 25 ó 30 centímetros más, sólo en las zanjas de cimientos, para los muros gruesos; pero si el suelo no ofrece resistencia suficiente, se consolida por los medios ordinarios para asegurar la estabilidad de la obra; al llegar las fundaciones á la altura del suelo del sótano se replantean los muros, se ponen las reglas que han de guiar la edificación, haciendo los de recinto y los de crujía que han de servir de estribos para las bóvedas, cuidando al replantear de señalar sobre los cimientos los huecos de puertas, y comenzando por construir la escalera de bajada: estas operaciones deben hacerse con el

SOTANEAR: a. fam. Dar una sotana, zurra ó mayor cuidado y sujetándose en absoluto á los

reprensión áspera.

SOTANÍ (de sotana): m. Especie de zagalejo corto y sin pliegues.

SÓTANO (del lat. subtus, debajo): m. Pieza subterránea y embovedada que hace parte de un edificio.

-Puede el sóTANO llegar,
Si importara, hasta el terrero
De Palacio; etc.
RUIZ DE ALARCÓN.
¿Dónde estará

El SÓTANO en esta casa?
RAMÓN DE LA CRUZ.

planos, cuidando de hacer desaparecer toda señal que pudiera producir confusión al hacer la obra; pues como sobre los muros de ella ha de cargar todo el edificio, el menor error en esta parte sería causa de la destrucción de aquél; la altura de los arranques de bóvedas y las penetraciones en estas últimas necesaria para las puer tas y tragaluces debe hallarse perfectamente estudiada también, para evitar toda causa de error, especialmente cuando, como es muy frecuente, son dichos muros de mampostería; terminadas estas operaciones se procede à la construcción de las bóvedas, para lo cual se comienza por colocar las cimbras ó formaletes, según los casos, y á levantar un andamio, y terminado

todo se procede á la construcción de la bóveda, construcción que debe ser muy esmerada, colocando todos los mampuestos á baño flotante de mortero y bien apisonados, poniendo especial cuidado en la colocación de las contraclaves, y sobre todo en la de la clave, que se montará sobre dos lechos de mortero, haciendo que penetre bien en su lugar á golpes de mazo, siendo muy conveniente el empleo de un mortero débilmente hidráulico y desechando en absoluto el mortero de yeso. Para las pequeñas bóvedas por arista ó en rincón de claustro, á que dan origen las penetraciones de las puertas, se comienza por hacer una cimbra de panderete que se recubre de una capa de yeso tendido con la llana, y una vez seco se trazarán en la superficie las líneas que marquen los planos de junta, colocando las dovelas ó mampuestos de modo que llenen bien las condiciones de aparejo que necesitan estas bóvedas, trabajo que presenta en ocasiones grandes dificultades de construcción, especialmente cuando los obreros son poco prácticos en esta clase de obras y no tienen conocimiento alguno del corte de piedras; una vez cerradas las bóvedas se rellenan sus riñones por la parte superior, sobre que se ha de montar otro piso, con piedra machacada bien apisonada, proveniente de los recortes de otras piedras y de los materiales menudos que se encuentren, y que se colocan á baño flotante de mortero, enrasando todo de nivel por el trasdós de la bóveda para poder colocar el solado inmediatamente encima, después de haber enrasado todo con un baño de mortero. Cuando el terreno es fuerte, como roca ó tierra muy compacta y dura, la excavación no se hace á cielo abierto, sino que se la va dando la forma que ha de tener, sacando las tierras ó piedra sobrante y dando á la bóveda la sección de un arco ojival ó también de medio punto; en el mismo terreno se abren nichos para la colocación de las tinajas, en lugar de formar habitaciones separadas.

Hemos dicho que una de las condiciones indispensables de los sótanos es que estén perfectamente secos constantemente, condición de la más alta importancia, no sólo para las frutas, los caldos y los tubérculos, sino para los toneles que puedan encerrar á los segundos, pues en un sótano húmedo los aros de los toneles se oxidan ó pudren muy pronto, así como las duelas, viéndose obligados los cosecheros, para evitar el desastre que es consiguiente á este accidente, á liar los toneles con cuerdas con alguna frecuencia, lo que representa un gasto considerable; una cueva se conserva seca si se ha abierto en un buen terreno que no pueda ser atravesado por las aguas, circunstancia que se encuentra en muchos países y más especialmente en los vitícolas; mas cuan. do esto no sucede, cuando las aguas bañan el suelo á escasa profundidad, ó cuando las cuevas se encuentran húmedas una parte del año ó se llenan de agua por efecto de las crecidas de los ríos próximos, no hay más remedio que sanearlas, acudiendo á procedimientos especiales de construcción, uno de los cuales consiste, antes de comenzar las fundaciones de los muros, en abrir una excavación general de unos 25 á 30 centímetros de profundidad, que se rellena de hormigón hidráulico, sobre el que se comienzan á elevar los muros, que se construyen con buenos materiales y mortero hidráulico también, enluciendo después los muros con una capa de buen cemento hidráulico de unos 4 á 5 centímetros de espesor, ó bien con mortero de cemento que tenga dos tercios de arena. Sobre el rastrillo de hormigón formado se establece una bóveda plana invertida que tenga de 3 à 4 centímetros de flecha por metro de cuerda, y un espesor de una á dos hiladas de ladrillos de plano; se rellena de mortero de cemento, y se recubre con un enlucido semejante al de las paredes.

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postería á baño de cemento, y sobre este contramuro, como sobre el rastrillo, se viste un enlucido de cemento; el piso conviene que quede en bóveda invertida, para que á la parte baja del badén así formado vayan á parar y se reunan las filtraciones que, ya de los caldos encerrados ó del piso y paredes, puedan sobrevenir, reuniendo en un punto del sótano todas aquéllas, en un pequeño pocillo al que con pequeña inclinación van á parar dichos badenes, y del pocillo es fácil retirar todas las filtraciones. En algunas localidades se emplea otro procedimiento para desecar los sótanos, pero resulta tan costoso casi como el que acabamos de indicar, y sus resultados son poco satisfactorios: consiste en guarnecer la parte posterior de los muros del sótano, es decir, la que está en contacto con las tierras, desde la parte baja de las fundaciones hasta el nivel del terreno exterior, con un contramacizo de 30 á 40 centímetros de espesor, de barro de arcilla con muy poca agua y bien apisonado, establecer igualmente en el piso un macizo de lo mismo de unos 50 centímetros de espesor y sobre éste un rastrillo de fábrica de mampostería, con mortero de cemento ó una pasta puzolánica, ó bien con mor. tero fabricado con cal grasa y teja machacada y tamizada (puzolana artificial). V. PUZOLANA.

SOTAO: Geog. Río de Méjico, en el est. de Oaxaca, dist. de Villa Juárez. Lo forman varios arroyos que nacen al pie del cerro Yomini, reco. rre 12 kms., y se une al Tanetze por el E.

sus condiciones no procede colocarlos en construcciones cerradas; así, por ejemplo, las maderas de construcción que no deben usarse sino después de bien secas, para lo que es preciso que se encuentren en una atmósfera fresca y constantemente renovada, al abrigo del sol y de la lluvia, han de colocarse en sotechados ó construc ciones abiertas, donde están, no como en almacén, sino sufriendo la operación previa de la desecación; los muelles para mercancías de gran volumen de las estaciones de canales y vías ferreas deben hallarse cubiertos de las influencias citadas, y sin embargo no procede muchas veces recoger aquéllas en almacenes cubiertos, y entonces es necesario también un sotechado. El sistema de construcción es muy sencillo: unos pies derechos sostenidos sobre basas de sillería; esB

A

I

D E Sotechado (planta)

tos pies derechos se unen en la parte superior por una serie de carreras que cierran el recinto formado por los pies derechos, y de trecho en trecho por otras que atirantan la construción, sobre la que se coloca una armadura con su cubierta: en construcciones más esmeradas pueden unirse los pies derechos por la parte de las basas por un zócalo de fábrica, cuidando que no exceda su altura de 50 á 60 centímetros á partir del suelo,

SOTAQUIRA: Geog. Dist. de la prov. del Centro, dep. de Boyacá, Colombia, sit. en una play dejar dos ó tres huecos sin zócalo para que sea nicie y á 2 705 m. de alt.; 6900 habits. Tela

res.

SOTARA: Geog. Volcán de Colombia. Extinguido ya, de forma cilíndrica y de 4580 m. de alt., se halla en los Andes Colombianos, hacia la parte más meridional del dep. del Cauca, en el gran nudo que da nacimiento á las tres cordilleras que forman el sistema orográfico de la República; su antiguo cráter toca el límite de las nie. ves perpetuas, y á la simple vista sólo se perciben sus flancos escarpados inaccesibles (Esguerra, Diccionario Geog. de Colombia).

SOTARIZ: Geog. Aldea de la ayuda de parroquia de San Vicente de Sariña, ayunt. y partido judicial de Chantada; prov. de Lugo; 99 habitantes.

SOTAVENTARSE (de sotavento): r. Mar. Perder una ó muchas embarcaciones el barlovento respecto de un punto cualquiera.

SOTAVENTO (del ital. sottovento): m. Mar. Costado del navío opuesto al barlovento ó parte por donde da el viento.

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fácil la entrada y salida de carros y caballerías que pudiera ser necesaria; á veces los sotechados se cubren con un tabique de carga por el lado de los vientos dominantes ó por dos lados opuestos, y en otras ocasiones se ponen por la parte superior, entre los pies derechos, unas guardamalletas de tabla ó de palastro, con objeto de que sin impedir el paso de las mercancías ó efectos que en el sotechado han de depositarse queden aquéllas más resguardadas de la lluvia y de los rayos solares muy oblicuos. También conviene, á fin de que los objetos depositados no tomen la humedad del suelo, elevar éste unos 30 centinetros, con un entarimado que permita la libre circulación del aire por debajo, y mejor quedará si en el piso se dejan algunos claros entre las tablas, colocándolas de modo que formen una reji lla de separaciones muy estrechas que permita la libre circulación del aire en todos sentidos; otras veces se eleva algo menos el piso hacién. dole de fábrica, y cuando convenga que se halle al nivel del suelo, y sin embargo bien saneado, se tiende una capa de hormigón de unos 20 centímetros de espesor, bien enrasada con el suelo y encerrada en un encintado de adoquines ó losas que enlace al propio tiempo las basas entre sí; alrededor del sotechado se abre una cuneta de saneamiento que recoja las aguas de lluvia é im

- SOTAVENTO: Mar. Parte que cae hacia aquel pida su entrada, al correr por el piso, en el so

lado.

SOT DE CHERA: Geog. Lugar con ayunt., partido judicial de Villar del Arzobispo, prov y dióc. de Valencia; 682 habits. Sit. al pie de un peñasco, cerca de Chera y Siete Aguas. Terreno montuoso; cereales, vino, aceite y legumbres; dos escuelas públicas de patronato, subvenciona das por la testamentaría de la condesa de Almodóvar

SOT DE FERRER: Geog. P j. y dióc. de Segorbe, prov. de Castellón de la Plana; 1018 ha bitantes. Sit. á la izq. del río Palancia, cerca de Soneja. Terreno llano en parte, con feraz huerta; cereales, aceite, vino y legumbres. A poca distancia del pueblo pasa la carretera de Soria á Valencia.

SOTEAPÁN: Geog. Mun cip. del cantón de Acayucán, est. de Veracruz, Méjico; 2330 habitantes. Forman la municip. el pueblo de Soteapán y ocho congregaciones. || Pueblo cap. de la municip. de su nombre, cantón de Acayucán, est. de Veracruz, Mejico; 570 habits. Sit. á 42 kins. al N. de Acayucán.

Cuando se trata de desecar una cueva vieja hay que hacer una operación semejante, comenzando por excavar el suelo á profundidad suficiente para establecer un rastrillo de hormigón y colocar encima la bóveda invertida; si las fábricas de los muros son buenas se las pica y rasca perfectamente para que agarre bien el enlucido de cemento con que deben vestirse, según hemos dicho; pero si, por el contrario, los muros son de fábrica mediana ó malamente hecha ó muy - SOTECHADO: Arq. y Const. Es el sotechado degradada y se encuentran los materiales como una construcción muy elemental, pero necesaria podridos en la superficie, hay que demoler un en muchas ocasiones, cuyo objeto es resguardar cierto espesor de ellos y levantar en lugar de la de los ardores del sol de las aguas de lluvia parte demolida un contramuro de ladrillo ó mam-objetos determinados de gran volumen, que por

SOTECHADO (de so, debajo, y techado): m. Lugar cubierto con techo.

techado, á cuyas aguas se les da salida con otra cuneta en pendiente por el lado en que sea más fácil hacerlo; para la entrada de carros se tienen unos tableros armados y bastante resistentes que se tienden para cubrir las cunetas por el lado en que el paso sea necesario. En muchas ocasiones la cubierta avanza uno ó dos faldones opuestos por fuera de los pies derechos, formando marquesina, no sólo para resguardar mejor el sotechado, sino para que los carros puedan cargar al abrigo de la lluvia bajo aquéllas y sin entrar en el sotechado. Pueden ser los pies derechos postes de fábrica, pies derechos de madera, columnas de fundición ó hierros en T ó doble T, y en este último caso se colocan entre cada dos pies derechos A y Bó By C (fig. anterior) unas cortinas de palastro ondulado que encajan en las ranuras que forman los pies derechos y pueden recogerse arrollándose en la parte superior, sistema que presenta la ventaja de poder cerrar á voluntad las comunicaciones que sean necesarias y guar dar con seguridad en el sotechado toda clase de materiales; en este caso constituyen verdaderos almacenes cubiertos, y más si, como en esta ocasión se hace, se completa el cierre por la parte superior con las guardamalletas de que antes hemos hablado, que entonces deben ser también de palastro.

SOTEIRA: Mil. Diosa protectora de los oprimidos. Es la misma que Artemisa (véase esta voz).

SOTELO: Geog. Aldea del ayunt. de Trabadelo, p. j. de Villafranca del Bierzo, prov. de León; 225 habits. || Lugar de la parroquia de Santa María Magdalena, ayunt. de Forcarey, partido judicial de La Estrada, prov. de Pontevedra; 368 habits.

- SOTELO (CRISTÓBAL DE): Biog. Capitán español. N. hacia 1483. M. en 1541 ó 1542. Después de haber militado en Europa marchó al Perú, donde su consejo fué tenido en mucho, y figuró entre los almagristas que más se señalaron en el servicio de su causa. Acompañó á Diego de Almagro en la entrada de Chile; peleó en Abancay contra Alonso de Alvarado; fué delegado a las conferencias de Mara, y como capitán de infantería peleó en la batalla de las Salinas (6 de abril de 1538), donde cayó prisionero de Hernando Pizarro. Confiscados sus bienes, vivió en Lima en la mayor pobreza y tomó parte en la conspiración contra la vida de Francisco Pizarro, después de cuyo asesinato Diego de Almagro el Mozo le hizo su teniente de gobernador y general de su ejército por muerte de Juan de Rada. Sotelo, que dejó al poco tiempo dicho cargo, fué luego nombrado Maestre de Campo. En tal concepto, activó con mucha inteligencia y energía en el Cuzco la organización de la gente y fabricación de armas y pertrechos para la campaña contra el gobernador Vaca de Castro; pero á causa de antiguas y enconadas rivalidades, vino á las manos estando enfermo, y en su propia casa, con García de Alvarado, otro de los principales capitanes almagristas, y perdió la vida en la contienda, gracias á la ayuda que traidoramente prestaron á Alvarado Juan Balsa y Juan García. Otros detalles de su vida se haIlarán en las Cartas de Indias (págs. 511, 513 y 845), publicadas por el Ministerio de Fo

mento.

SOTELO (JUAN DE DIOS): Biog. Marino español. N. en el Ferrol (Coruña) á 9 de julio de 1793. M. en Madrid á 11 de marzo de 1860. Obtenida plaza de guardia marina (5 de septiembre de 1806), sentó plaza de tal en el departamento del Ferrol (17 de octubre), no obstante su menor edad, habiendo concluído sus estudios elementales. Ya en 22 de agosto de 1809 empezó á navegar en la fragata Venganza. En octubre de dicho año salió la fragata para incorporarse á la división de buques de guerra apostados en Tarragona. Allí y en las costas adyacentes concurrió á las operaciones incesantes é imprevistas de la guerra de la Independencia. En agosto de 1810 dió la vela la fragata Venganza para Cartagena y Alicante, conduciendo caudales y pertrechos de guerra para el ejército de Valencia, regresando en el siguiente octubre al punto de su salida, donde rindió un importante servicio auxiliando las operaciones de guerra contra las tropas invasoras en aquel puerto, en el que la marina cooperó tan inmediata y activamente en el curso de los sucesos del memorable asedio precursor del término de aquella guerra memorable. La fragata Venganza sostuvo muchas veces á las lanchas cañoneras, que con frecuencia operaban contra las baterías y las de igual clase armadas por los franceses. Distinguióse también Sotelo, ya saliendo para Veracruz con un convoy que conducía tropas y artillería, ya transbordado en este puerto al bergantín de guerra correo San Luis Gonzaga, al mando del teniente de navío Luis de los Ríos, llevando la correspondencia á Cádiz, de donde salió en 16 de marzo de 1813 conduciendo asimismo la correspondencia para la América septentrional, tocando sucesivamente en Puerto Rico, Habana y Veracruz. En julio del mismo año salió de este puerto para Tampico en busca de caudales, regresando luego á España en enero de 1814. En 17 de mayo transbordó Sotelo á la corbeta Descubierta, que se preparaba para ha cer un viaje de circunnavegación. Salió en efecto de Cádiz para Lima en 15 de junio, llegando á su destino en 13 de octubre siguiente. De este punto salió para Manila (1.° de diciembre), á donde llegó en 9 de febrero de 1815. De allí salió la corbeta para Cádiz (16 de enero de 1816), verificando su regreso por el Cabo de Buena Esperanza, dando fondo en 13 de mayo en el punto de su destino, concluyendo con felicidad y acierto este viaje alrededor del mundo. Ascendido Sotelo (mayo de 1815) á alférez de navío, durante su viaje de regreso á Europa, desempeñó luego importantes cruceros con la misma corbeta, al siTOMO XIX

guiente año, sobre el Cabo de San Vicente, pero tuvo que desembarcar á causa de enfermedad. Ya restablecido fué embarcado, á principios de mayo de 1816, en la corbeta Diamante, que salió de Cádiz (1.° de abril de 1817) escoltando un convoy de tropas para varios puntos de Costa Firme en conserva de la corbeta Descubierta. Verificado el desembarco de las tropas en Cumaná en 20 de mayo de aquel año, Sotelo salió á luego sobre Tortuga, y en 7 de julio, sobre Cucruzar sobre la isla Margarita y Caruyano, y maná, se unió á la corbeta Bailén para auxiliar con ella el desembarco y toma de la isla Margarita, dando fondo con el convoy en la isla de Coche. Reunida esta fuerza (13 de julio) con otra división procedente de Cartagena, convoyada por la Descubierta, dieron todos la vela fondeando en la ensenada de Mangles de la isla Margarita. La Diamante fué colocada á la parte de tierra de todos los buques para proteger el desembarco de las tropas, que se ejecutó el 14 al amanecer bajo proteger este hecho de armas con la lancha arlos fuegos del enemigo. Sotelo fué destinado á mada de su buque, haciendo fuego al enemigo y tomando parte en una reñida acción de la que resultaron bastantes muertos y heridos por ambas partes. Pronunciado en retirada el enemigo, el ejército, al mando de su general Pablo Morillo, avanzó, habiendo antes recogido nuestras lanchas los heridos del combate. En la parte Norte de la isla Margarita, Sotelo fué destinado á mandar una lancha armada para proteger la toma del puerto por el ejército que avanzaba por tierra. Tres días sostuvo el fuego contra el castillo que tenían los insurgentes, cubriendo aquel punto, contestando á un vivo fuego de las baterías enemigas y de dos flecheras que éstos tenían con cañones de á ocho, hasta el día 9 en que reapareció el ejército y el puerto fué tomado por nuestras lanchas apresando aquéllas. Empeñado el ejército en otras operaciones y descubierto el puerto á los enemigos, fué Sotelo comisionado para demoler el castillo é inutilizar su artillería, operación arriesgada y difícil de practicar á la vista de los contrarios, y que ejecutó sólo con los marineros de su lancha y 12 soldados que por su estado no podían seguir al ejército. Con esta escasa fuerza emprendió Sotelo con resolución su acometida, mas la superioridad de las fuerzas enemigas que lo defendían obligó á suspender la operación. Pero con el fuego de la lancha logró hacer retirar á los contrarios, y desembarcando nuevamente la concluyó. Por este distingnido hecho y otras acciones notables se concedió á Sotelo la cruz de la marina de Diadema Real. Regresando con un convoy á España, la corbeta Diamante, y por tanto Sotelo, tuvo que sostener (24 de junio de 1818) un combate sobre el Cabo de Santa María contra una corbeta y dos goletas insurgentes de Buenos Aires, que pretendieron apoderarse del convoy. La corbeta Diamante les presentó audazmente el combate, y después de un sostenido fuego logró ahuyentar á los buques insurgentes, causándoles notables averías. Acreditó su celo en los años siguientes ejerciendo distintos cargos; fué ascendido á brigadier de la armada (12 de febrero de 1840), y nombrado (8 de abril) Ministro de Marina, Comercio y Gobernación de Ultramar. En 5 de junio obtuvo la gran cruz de Isabel la Católica. Salió (día 11) de Madrid acompañando á la reina en el viaje de Barcelona, y dimitió (día 18) el cargo de Ministro de Marina, por consecuencia del trastorno político verificado en aquella plaza. En los sucesos políticos de aque llos días expuso su vida en diferentes ocasiones, y de un modo más grave en Alicante, donde estuvo á punto de ser asesinado al ser violentamente sacado del vapor francés Océano, y encerrado en un cuarto alto del castillo de Santa Bárbara, en el que permaneció desde el 2 de octubre hasta el 2 de noviembre, día en que lo condujo un ayudante de plaza á Valencia. Allí el Capitán General le puso en libertad. Hallandose en el Ferrol recibió (julio de 1842) Sotelo la placa de la Orden de San Hermenegildo. Nombrado comandante general interino de aquel dep. (9 de febrero de 1844), ejerció el cargo hasta el 5 de junio, y elegido (septiembre) diputado á Cortes por la provincia de Cádiz, se trasladó á Madrid (enero de 1845), donde se le nombró vocal de la Junta de Dirección de la Armada. En 3 de enero de 1847 fué condecora do con la gran cruz de San Hermenegildo, y en 18 del mismo mes nombrado senador del reino.

Capitán General del departamento del Ferrol en 2 de febrero de 1848, desempeñó este cargo hasta 2 de febrero de 1854, tiempo en que pasó con igual cargo al departamento de Cádiz. En 22 de abril de 1857 volvió á ser Capitán General del departamento de Cartagena, cargo que dejó en 2 de febrero de 1859. Por entonces ascendió á Teniente General. En Madrid fijó su residencia para seguir tomando parte en las deliberaciones del Senado, y allí murió en la fecha citada.

SOTEÑO, NA: adj. Que se cría en sotos. SOTERIÓPOLIS: Geog. ant. C. de la Cólquida, llamada también Dioscurias.

SOTERO (SAN): Biog. Papa. N. en Fondi. M. en 177. Fué nombrado obispo de Roma bajo el reinado de Marco Aurelio, en el año 162 según Lenglet-Dufresnoy, en el 161 según el P. Pagi, y en el 168 según Fleury. Combatió la herejía de los montanistas ó catafrigas. Su memoria es honrada por la Iglesia el día 2 de abril.

SOTERRAMIENTO: m. Acción, ó efecto, de so

terrar.

SOTERRÁNEO, NEA: adj. ant. SUBTERRÁ

NEO.

acudieron al lugar señalado, y en una capilla SOTERRÁNEA de S. Dionisio dijo la misa el P. Fabro, que era el único sacerdote. P. BARTOLOMÉ ALCÁZAR.

- SOTERRÁNEO: m. ant. SUBTERRÁNEO.
SOTERRANO, NA: adj. ant. SUBTERRÁNEO.
- SOTERRANO: m. ant. SUBTERRÁNEO.
SOTERRANO, NA: adj. ant. SUBTERRÁNEO.
Cascote echamos en tierra
Hasta abrir un boquerón,
Por donde seguro puedas
Ser Piramo SOTERRANO
De una Tisbe comadreja.

TIRSO DE MOLINA.

- SOTERRAÑO: m. ant. SUBTERRÁNEO.
... era un SOTERRAÑO hondísimo, donde echa-
ban los hombres facinerosos.

FR. JUAN DE LA PUENTE.

SOTERRAR (del lat. sub, debajo, y terra, tierra): a. Enterrar, poner una cosa debajo de tierra.

dejan sobre la sepultura algunas viandas, prefiriendo aquellas de que más gustó en vida el SOTERRADO. JOVELLANOS.

En la agricultura desahogada y próspera, van las sangraderas SOTERRADAS, y están hechas de fagina ó césped, de losetas y guijarros, etc. OLIVÁN.

- SOTERRAR: fig. Esconder ó guardar una cosa, de modo que no parezca.

SOTES: Geog. V. con ayunt., p. j. y prov. de Logroño, dióc. de Calahorra; 506 habits. Sit. al extremo septentrional de la sierra de Moncalvillo, cerca de Navarrete y Nájera. Terreno montuoso en parte, regado por el riachuelo Salado; cereales, vino, aceite y legumbres.

Novempopulania (Aquitania), sit. entre los VaSOTIATES: m. pl. Geog. ant. Pueblo galo de satos al N. y los Elusatos al S.; ocupaban el actual cantón de Nerac (Lot-et-Garonne), y fueron sometidos por Craso, lugarteniente de César. Su cap. era Sottiates, hoy Sos.

SOTICO: Geog. Aldea del ayunt. de Onzonilla, p. j. y prov. de León; 75 habits.

SOTIEL CORONADA: Geog. Lugar del ayunt. de Calañas, p. j. de Valverde del Camino, prov. de Huelva; 2153 habits.

SOTIELLO: Geog. Aldea de la parroquia de Santiago de Agüeiro, ayunt., p. j. y prov. de Oviedo; 57 habits. || Lugar de la parroquia de San Juan de Cenero, ayunt. y p. j. de Gijón, prov. de Oviedo; 200 habits. Aldea de la paroquia de San Martín de Moreda, ayunt. de Aller, p. j. de Labiana, prov. de Oviedo: 72 habits. Lugar de la parroquia de San Antolín de Sotiello, ayunt. y p. j. de Lena, prov. de Oviedo; 297 habits. V. SAN ANTOLIN DE SO

TIELLO.

SOTIK: Geog. Región ó dist. del Kavirondo, 73

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SOTILLO: Geog. Aldea del ayunt. de Valdeprado, p. j. de Reinosa, prov. de Santander; 86 habits. V. con ayunt., al que están agregados los lugares de Alameda y Fresneda de Sepúlveda y el barrio de Aldehuela, p. j. de Sepúlveda, prov. y dióc. de Segovia; 266 habits. Sit. cerca de Duratón y Duruelo. Terreno desigual, por el que corre el arroyo Sancho Flaite, que contribuye á formar el río Duratón; cereales, garbanzos, algarrobas y hortalizas. | Río de la prov. de Soria, también llamado Moñigón y Merdancho. Nace en la vertiente meridional del puerto de Oncala, en el sitio llamado el Mirón, del término de Estepa de San Juan, si bien debe la mayor parte de su caudal á varios arroyos que descienden de las sierras de Alba y Castilfrío y se le reunen en los términos de Cirujales, Villares y Almajano. Hasta cerca de su desembocadura su cauce es muy somero, lo que permite aprovechar sus aguas para el riego de pequeñas vegas y prados á su paso por Renieblas, Velilla y Ventosilla, cuyos términos atraviesa sucesivamente en su marcha de N. E. á S.O. Desagua en la orilla izq. del Duero bajo el cerro de la antigua Numancia, á los 25 kms. de su nacimiento. Este río, aun cuando sometido al régimen variable de los arroyos que le forman, es siempre de poco caudal (Descripción do la prov. de Soria, por P. Palacios). En el itinerario de este río, publicado por la Comisión Central Hidrológica, figuran á la dra. La Estepa de San Juan, Cirujales, Velilla y Garejo, y á la izq. Aldealices, La Aldea, Renieblas y Ventosas.

- SOTILLO (EL): Geog. Cortijada del ayuntamiento de Gualchos, p. j. de Motril, prov. de Granada; 114 habits. V. con ayunt., p. j. de Cifuentes, prov. de Guadalajara, dióc. de Sigienza; 244 habits. Sit. en un valle, cerca de Torrecuadrada. Terreno quebrado y áspero bañado por el río Tajuña, que corre entre los términos de Cifuentes y El Sotillo; cereales, hortalizas y frutas; cría de ganados.

- SOTILLO DE BOEDO: Geog. Lugar del ayuntamiento de Sotobañado y Priorato, p. j. de Saldaña, prov. de Palencia; 116 habits.

- SOTILLO DE CABRERA: Geog. Lugar del ayunt. de Benuza, p. j. de Ponferrada, prov. de León; 194 habits.

- SOTILLO DE CEA: Geog. Lugar del ayunt. de Joara, p. j. de Sahagún, prov. de León; 131 habitantes.

- SOTILLO DE LA ADRADA: Geog. Villa con ayunt., p. j. de Cebreros, prov. y dióc. de Avila; 1851 habits. Sit. en la falda de una pequeña sierra, cerca de La Adrada. Terreno montuoso, por el que corre el río Tiétar; cereales, vino, aceite, cáñamo, hortalizas y frutas; cría de ganados.

- SOTILLO DE LA RIBERA: Geog. V. con ayuntamiento, al que está agregada la v. de Pinillos de Esgueva, p. j. de Aranda de Duero, prov. de Burgos, dióc. de Osma; 1409 habits. Sit. cerca de Gumiel del Mercado. Terreno de pequeños valles y llano; cereales vino y hortalizas; fab. de aguardiente.

- SOTILLO DE LAS PALOMAS: Geog. Villa con ayunt., p. j. de Talavera de la Reina, prov. y dióc. de Toledo; 486 habits. Sit. no lejos de la sierra de San Vicente, en terreno bañado por el río Guadiervás, que se une al Tiétar. Cereales, vino y garbanzos; cría de ganados.

SOTILLO DEL RINCÓN: Geog. Lugar con ayunt., al que está agregado el lugar de Molinos de Razón, p. j. y prov. de Soria, dióc. de Osma; 657 habits. Sit. á la dra. del río Razón, cerca de Valdeavellano. Cereales y hortalizas; cría de ganados; paños.

- SOTILLO DE RIOJA: Geog. Lugar del ayun

tamiento de Redecilla del Campo, p. j. de Belorado, prov. de Burgos; 51 habits.

- SOTILLO DE SANABRIA: Geog. Lugar del ayunt. de Cobreros, p. j. de Puebla de Sanabria, prov. de Zamora; 312 habits.

SOTILLOS: Geog. Lugar del ayunt. de Cistierna, p. j. de Riaño, prov. de León; 56 habits. SOTILLOS DE CARACENA: Geog. Lugar del ayunt. de Montejo de Licera, p. j. de Burgo de Osma, prov. de Soria; 57 habits.

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- Soro: Sitio poblado de malezas, matas y árboles.

Tiene un SOTO que sustenta
Con su caza, y entretiene

A sus vecinos y dueños.

TIRSO DE MOLINA.

- BATIR EL SOTO: fr. BATIR EL MONTE.

-SOTO: Geog. Lugar del ayunt. de Posada de Valdeón, p. j. de Riaño, prov. de León; 217 habitantes. Lugar del ayunt. de Oseja de Sajambre, p. j. de Riaño, prov. de León; 260 habits. || Lugar del ayunt. de Valderrueda, p. j. de Riaño, prov. de León; 150 habits. || Aldea de la parroquia de Santa María de Nogueira, ayunt. y partido judicial de Chantada, prov. de Lugo; 87 habitantes. | Lugar de la parroquia de San Martín de Soto, ayunt. de Aller, p. j. de Labiana, provincia de Oviedo; 319 habits. || Aldea de la parroquia de San Salvador de Cibuyo, ayunt. y p. j. de Cangas de Tineo, prov. de Oviedo; 60 habits. Lugar de la parroquia de San Salvador de Sobrecastillo, ayunt. de Caso, p. j. de Labiana, prov. de Oviedo; 185 habits. || Lugar de la parroquia de San Martín de Lorio, ayunt. y partido judicial de Labiana, prov. de Oviedo; 157 habits. | Lugar de la ayuda de parroquia de San Tirso de Godos, ayunt., p. j. y prov. de Oviedo; 130 habits. Lugar de la parroquia de Santa María de Cangas de Onís, ayunt. de Parras, partido judicial de Cangas de Onís, prov. de Oviedo; 173 habits. | Lugar de la ayuda de parroquia de Santa María de las Nieves de Espinaredo, ayuntamiento de Piloña, p. j, de Intiesto, prov. de Oviedo; 112 habits. Lugar de la parroquia de San Salvador de Moro, ayunt. de Ribadesella, p. j. de Cangas de Onís, prov. de Oviedo; 141 habits. | Aldea de la parroquia de Santa María de Blimea, ayuntamiento de San Martín del Rey Aurelio, p. j. de Labiana, prov. de Oviedo; 84 habits. Lugar de la parroquia de San Pedro de Soto del Barco, ayunt. de Soto del Barco, p. j. de Avilés, prov. de Oviedo; 141 habits. || Lugar de la ayuda de parroquia de San Andrés de Oviñana, ayunt. de Sobrescobio, p. j. de Labiana, provincia de Oviedo; 401 habits. Lugar de la parroquia de San Pedro de Soto, ayunt. de Salas, p. j. de Belmonte, prov. de Oviedo; 189 habits. Aldea de la parroquia de Santa María de Soto, ayunt. de Regueras, p. j. y prov. de Oviedo; 100 habits. Lugar de la parroquia de San Saturnino de Soto, cab. del ayunt. de Ribera de Arriba, p. j. y prov. de Oviedo; 423 habits. | Lugar del ayunt. de Hermandad de Campo de Suso, p. j. de Reinosa, prov. de Santander; 285 habits. Lugar del ayunt. y p. j. de Villacarriedo, prov. de Santander; 60 habits. V. SAN PEDRO, SAN SATURNINO Y SANTA MARÍA DE SOTO.

- Soro: Geog. Prov. del dep. de Santander, Colombia; tiene por cap. la c. de Bucaramanga, que lo es del dep., y comprende además los distritos de California, Florida, Girón, Lebrija, Los Santos, Matanza, Piedecuesta, Río Negro, Suratá, Tona, Umpalá y Vilches.

- Soro: Geog. Pueblo con agencia municipal en el dist. Jamiltepec, est. de Oaxaca, Méjico; 890 habits. Sit. en un llano, á 138 kms. al O. de la cab. del dist.

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- SOTO (EL): Geog. Cortijada del ayunt. de Chercos, p. j. de Purchena, prov. de Almería; 134 habits. | Lugar del ayunt. y p. j. de Piedrahita, prov. de Avila; 175 habits. | Aldea del ayunt. de El Pueyo de Araguás, p. j. de Boltaña, prov. de Huesca; 14 habits. | Lugar de la parroquia de San Pedro de Maceda, ayunt. de Maceda, p. j. de Allariz, prov. de Orense; 97 habitantes.

- SOTO DE BUREBA: Geog. V. del ayunt. de Quintanaélez, p. j. de Bribiesca, prov. de Burgos; 96 habits.

- SOTO DE CANGAS: Geog. Lugar de la parro quia de Santa Eulalia de Abamia, ayunt. y p. j. de Cangas de Onís, prov. de Oviedo; 227 habits.

- SOTO DE CERRATO: Geog. V. con ayuntamiento, p. j. de Baltanás, prov. y dióc. de Palencia; 324 habits. Sit. en una vega, á la izquierda del río Pisuerga. Terreno llano. Cereales, vinos y hortalizas.

- SOTO DE LA BARCA: Geog. Aldea de la parroquia de Santa María de Barca, ayunt. y partido judicial de Tineo, prov. de Oviedo; 85 habitantes.

- SOTO DE LA ENSERTAL: Geog. Lugar de la parroquia de San Martín de Grazanes, ayunt. y p. j. de Cangas de Onís, prov. de Oviedo; 134 habits.

- SOTO DE LAS DUEÑAS: Geog. Lugar de la parroquia de San Pablo de Sorribas, ayunt. de Parres, p. j. de Cangas de Onís, prov. de Oviedo; 151 habits.

- SOTO DE LAS FOJAS: Geog. Aldea de la pa. rroquia de San Salvador de Fene, ayunt. de Fene, p. j. de Puentedeume, prov. de la Coruña; 84 habits.

- SOTO DE LA VEGA: Geog. Lugar con ayun. tamiento, al que están agregados los lugares de Huerga de Garaballes, Requejo de la Vega, Santa Colomba de la Vega y Vecilla de la Vega, y las aldeas de Alquidón, Garaballes y Oternelo de la Vega, p. j. de La Bañeza, prov. de León, dióc. de Astorga; 2379 habits. Sit. en terreno llano, fertilizado por las aguas del río Orbigo. Cereales, cáñamo y hortalizas; cría de ganados.

- SOTO DEL BARCO: Geog. Ayunt. formado Santiago de Ranón, Santa María de Riberas y con las parroquias de San Pedro de Corrada, San Pedro de Soto del Barco, con la cab. en el lugar del Campo, de la parroquia de San Pedro de Soto del Barco, p. j. de Avilés, prov. y diócesis de Oviedo; 3 929 habits. Sit. à la dra. del río Nalón, cerca del mar y de la ría de Pravia, en la carretera de Gijón al Ferrol. Terreno oncidra, avellana, hortalizas y frutas; cría de gadulado, con pequeños montes ó colinas; cereales, nados; fab. de hierro. V. SAN PEDRO DE SOTO DEL BARCO.

SOTO DE LOS BELTRANES: Geog. Caserío del ayunt. de Alguazas, p. j. de Mula, prov. de Murcia; 72 habits.

- SOTO DEL PORCAL: Geog. Caserío del ayuntamiento de Ribas de Jarama, p. j. de Alcalá de Henares, prov. de Madrid; 55 habits.

- SOTO DE LUINA: Geog. Lugar de la parroquia de Santa María de Soto de Luiña, ayuntamiento de Cudillero, p. de Pravia, prov. de Oviedo; 224 habits. || V. SANTA MARÍA DE SOTO

DE LUINA.

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- SOTO LA MARINA: Geog. Lugar del ayuntamiento de Santa Cruz de Bezana, p. j. y pro vincia de Santander; 492 habits.

- SOTO LA MARINA: Geog. Villa cab. de la municip, de su nombre, dist. del Centro, est. de Tamaulipas, Méjico, sit. en la margen izq. del río de su nombre, á 134 kms. al E. de la c. de Victoria. Puerto de cabotaje de la parte céntrica del litoral de Tamaulipas, en los 23° 3' 5" latitud N., en las márgenes del río del mismo nom. bre. Por su proximidad á la cap. del est. y con las fincas rústicas y valiosas de su parte central, está llamada á ser en día no lejano el puerto de exportación de cuantiosos y ricos productos naturales de comarcas agrícolas de mucha importancia, pero se necesita que la barra que comunica á su río con el golfo reciba el contingente de mejoras de que es susceptible. La municipalidad de Soto la Marina tiene 3 490 habitantes, distribuídos en cuatro haciendas y 76 ranchos.

- SOTO Y AMÍO: Geog. V. con ayunt., al que están agregados los lugares de Bobia, Camposa linas, Canales, Carrizal, Formigones, Garaño, Irian, Lago, Quintanilla, Santovenia, Villaceid, Villapodambre y Villayuste, y el barrio de la Magdalena, p. j. de Murias de Paredes, provincia de León, dióc. de Oviedo; 2 084 habitantes. Sit. en la carretera de Benavente á Canero por León y Cangas de Tineo. Terreno desigual; cereales, cáñamo y hortalizas; cría de ganados.

- SOTO (HERNANDO DE): Biog. Conquistador español. N. en Villanueva de la Serena (Badajoz) hacia 1496 ó en 1500. M. á 25 ó 27 de junio de 1542 ó en 1543. Hidalgo de nacimiento, hallábase en la América central cuando Pedrarias Dávila, gobernador del Darién, confió á varios capitanes la conquista de los territorios vecinos. En aquellas correrías se distinguió Soto, que era entonces muy joven, pues dichas campañas se verificaron desde 1516 hasta 1520. Acompañando á Francisco Fernández de Córdoba, que por orden de Pedrarias salió (1523 ó 1524) de Panamá con una escuadrilla, desembarcó Soto, que ya tenía título de capitán, en las costas de Nicaragua. Fernández, que ejercía las funciones de Teniente General, fundó á Bruselas en el pueblo indio de Orotina; estuvo en la provincia de Nequecheri; levantó la ciudad de Granada á orillas del lago del mismo nombre; pasó á la provincia de Imabite; echó los cimientos de la ciudad de León; recorrió el lago y parte del río de San Juan, aunque sin llegar a su desembocadura; conquistó y colonizó parte de Nicaragua, sosteniendo rudos combates y fundando ciudades que aún existen, y en el territorio de Honduras llegó hasta cerca de Olancho. En todas estas empresas debió de tomar parte Soto, pues sabemos que en aquel tiempo no se separó de las fuerzas que mandaba Francisco Fernández. Este, en Olancho, supo que cerca se hallaba Gil González Dávila. Contra él envió á Hernando de Soto con fuerza suficiente y orden de capturar al que consideraba como rebelde; pero Gil González, en un pueblo de indios llamado Toreba, acometió de improviso á los de Soto á favor de la obscuridad de la noche. Empeñado el combate, al poco rato Soto, no obstante la sorpresa, llevaba la mejor parte. Visto lo cual, Gil González recurrió á un engaño, y levantando la voz exclamó: Señor capitán, paz, paz por el emperador Suspendióse la lucha; y aunque no faltó quien dijera á Soto que aquel grito era una estratagema de González, que sin duda aguardaba refuerzos, Hernan do no dió crédito a tales palabras, y entró en pláticas de arreglo. Cuando en ellas estaba llegó la gente que González había dejado en San Gil, y á la que había llamado á toda prisa. Sin respeto alguno á la fe empeñada, Gil González cayó sobre su adversario, al que derrotó completamente y le quitó 130 000 pesos de oro bajo.

Después, dejando en libertad á Soto y á otròs caciones. Durante la primera noche se adelantó prisioneros, marchó á Puerto Caballos. No por la que mandaba Gonzalo de Salazar, la cual lo dicho perdió Soto el crédito de que gozaba, estuvo á punto de naufragar ó de causar el nauantes bien logró fortuna y honores, y fue primer fragio de la capitana. Soto quiso cortar la cabeza regidor de León. En ella acogió a Nicolás de á Salazar, dice Herrera, «sabido que lo hecho Rivera el Viejo, que, á nombre de Francisco Pi- fué por ambición, pero las sumisiones y disculzarro, fué á proponerle que tomase parte en la pas y las muchas intercesiones le salvaron. Con conquista del Perú. Soto se unió á Pizarro en feliz viaje, á los quince días de navegación, llehombres aguerridos y 10 caballos. Pizarro, rePanamá con dos buques, en los que llevaba 60 garon los españoles á la Gomera, una de las Canarias. En ella se detuvieron tres días, y á su gió para segundo de sus tropas, no sin oposición edad de diecisiete años, muy hermosa, llamada conociendo la importancia de Hernando, le eli- señor pidió Soto una hija natural que tenía, de de los hermanos de Francisco. Fué Soto el pri- doña Leonor de Bobadilla, para que acompañase mer español que habló con Atahualpa, en su á su mujer y para proporcionarla un casamiento carácter de embajador mandado (1532) por ventajoso. Accedió el padre, y la armada contiFrancisco Pizarro al campamento del inca (véa- nuó su viaje, que siempre fué feliz. Cerca de Cuba se ATAHUALPA), y logró que éste aceptase la in- se apartaron las naves destinadas á Veracruz, y vitación de pasar á Caxamarca ó Cajamarca. En con las 10 restantes llegó Soto á Santiago de su prisión Atahualpa tomó gran cariño á Soto, Cuba, cuyos habitantes, al distinguir las velas, en el que vió siempre un defensor. «Hernando las tomaron por enemigas, por lo cual, desde la de Soto, escribe el peruano Ricardo Palma, era playa dieron á la capitana falsas señas para proverdaderamente caballeresco, y tal vez el único curar su naufragio. Deshecho que fué el error, corazón noble entre los ciento setenta españoles cuando las naves se acercaron más, cambiaron las que apresaron al hijo del Sol. Aún es fama que señas, pero no tan á punto que la quilla de la este conquistador pasaba horas acompañando en capitana no diese un gran golpe en una peña. su prisión al desventurado monarca y enseñán- Sin embargo, el daño fué escaso. Desembarcó dole a jugar al ajedrez. El discípulo llegó á Soto; tomó posesión del cargo de gobernador, á aventajar al maestro.» Obedeciendo órdenes de la vez que el obispo Fray Bernardo de Mesa de Pizarro, acompañó Soto á Diego de Almagro su silla; fueron uno y otro obsequiados con danen una exploración, y con este último se ha- zas, saraos y máscaras; se jugaron cañas y toros; llaba en 1534 en Vilcas, á poca distancia de se corrieron sortijas, en que interesaron joyas de la ruta que seguía Alvarado, que aspiraba á dis- oro y plata, seda y brocados como premio a los putar el botín á los conquistadores del Perú. vencedores, y tomando parte en las fiestas los Al tener noticia de los planes de Alvarado, dis- que acababan de desembarcar, duraron aquéllas puso Almagro que Hernando de Soto se quedase casi tres meses. En este tiempo Soto visitó los luchaban en aquella parte del país. Regresó Soto en Vilcas haciendo frente à un cacique con quien pueblos inmediatos á Santiago de Cuba, dandoles cuanto consideró necesario para su aumento al lado de Pizarro cuando Atahualpa ya había y pacificación; compró muchos caballos para la sido decapitado. Gran enojo manifestó por el jornada de la Florida, y, como en la isla abuncrimen de sus compañeros; y disgustado cada daban los de excelente raza, juntó en breve una día más con la conducta de los Pizarros, regresó lucida monta para su tropa. Noticioso del incená España (1536) con 17 700 onzas de oro que le dio y saqueo de la villa de San Cristóbal de la correspondieron en el rescate del inca. Un bio- Habana por los corsarios franceses, dispuso que grafo francés, Fernando Denís, resume así su el capitán Mateo Aceituno pasase con gente por vida en el Perú: «Resuelto, inteligente, infati- mar á reparar sus ruinas. Como debía ausentarse, gable, ganó bien pronto el favor de los Pizarros, nombró por su teniente de gobernador á Gonzaque en muchas ocasiones le emplearon en misio- lo de Guzmán para que administrase justicia en nes peligrosas ó delicadas; también estuvo en- la ciudad de Santiago y su comarca. Para los cargado particularmente de la guarda de Ata- negocios superiores del gobierno de la isla dejó hualpa, cuando el inca perdió su libertad.» Y plena autoridad á su mujer. En seguida continuó Palma escribe: «La historia es injusta. Toda la los preparativos para ir á la Florida, siéndole engloria, en la conquista del Perú, refleja sobre tonces muy provechoso el auxilio de Vasco PorPizarro, y apenas hace mención del valiente y callo de Figueroa. A últimos de agosto del año caballeroso Hernando de Soto.» Ya en España, de 1538 salió la armada, con viento favorable, Soto contrajo matrimonio en Madrid (1537) con del puerto de Santiago para el de la Habana, á Inés de Bobadilla (otros la llaman Leonor é Isa- donde se dirigió Soto por tierra con los caballos bel), hija de Pedrarias Dávila. Gozaba pacífica- y el resto de las tropas. Los caballos eran 350. mente en Sevilla el fruto de sus campañas cuan- Con corta diferencia de días llegaron á la Habado los exagerados relatos de Cabeza de Vaca so- na el ejército terrestre y la armada, aunque ésta bre la Florida le inspiraron el deseo de intentar tardó algo más. Soto socorrió con su propia hala conquista de una comarca que creía no menos cienda á los vecinos para que pudieran reedificar rica que el Perú. Vendió sus bienes, juntó una sus casas, y atendió en lo posible á la reparación tropa de 620 infantes y 123 jinetes, armó por su de iglesias, altares é imágenes. También dispuso cuenta cuatro navíos, y obtuvo de Carlos I el que el sevillano Juan de Añasco, excelente matítulo de Adelantado de las tierras de la Florida rino y cosmógrafo, saliese con dos bergantines á y gobernador de Cuba. Recibió autorización para descubrir, sondear y demarcar los puertos y basacar de España hasta 1000 hombres destinados hías de la Florida para que sirviese este conociá la conquista de la Florida, llevando también miento á la posterior navegación de la armada. el título de marqués, que vincularía en un terri- En la Habana confió á Mateo de Aceituno la torio de 30 leguas de largo y 15 de ancho, que construcción de una fortaleza que protegiera al elegiría en la provincia que iba á conquistar. puerto y á la villa, y que comenzó á levantarse Juntáronse en Sanlúcar las naves preparadas, al fin del canal y boca del puerto, recibiendo el y llegado el plazo de su embarque, lo hicieron nombre de Real Fuerza. Al cabo de dos meses también las tropas que debían conducirse en volvió Añasco con algunas noticias de la Florida ellas. Pasada revista á la gente, en la que figu y dos indios de ella. Juzgando insuficientes aqueraban seis ó siete de los que en el Perú habían Ilos datos, hizo Soto que Añasco repitiera el viaacreditado su valor y adquirido algunas rique-je, que duró tres meses, y cuyo resultado dejó zas, se hallaron 950 españoles de guerra, fuera de la marinería, todos voluntarios y robustos, pues no había uno solo que tuviese canas; ocho clérigos, dos Dominicos, un Franciscano y un Trinitario. Soto socorrió con largueza á los que lo necesitaban, y en el día del embarque se hizo éste en siete naves grandes y tres pequeñas de que se componía la armada. Tomó Soto para sí, su mujer y familia, la capitana, llamada San Cristóbal; confió la segunda, nombrada la Magdalena, á Nuño Tovar, uno de los conquistado res del Perú, á quien hizo su teniente general, y en las otras naves dió el mando á las personas de mayor confianza. A esta armada se incorporó otra de 20 navíos que, destinada á Veracruz, debía estar subordinada á Soto mientras siguiesen las mismas aguas. En 6 de abril de 1538 salieron del puerto de Sanlúcar las 30 embar

satisfecho al gobernador de Cuba. Este, no bien supo que el virrey de Nueva España, Antonio de Mendoza, reunía gente para la conquista de la Florida, envió á un soldado gallego, Sanjurjo, para que mostrase á Mendoza las Reales órdenes y título de adelantado que se habían concedido á Soto. Volvió Sanjurjo, pasados algunos meses, diciendo que el virrey de Nueva España estaba pronto á favorecer la empresa de Hernando, y que Mendoza entendía que entre sus tropas y las de Soto no habría choques, ya porque se dirigían á diversas tierras, ya porque en la gran extensión de la Florida había campo para todos. Como Soto había dispuesto que los jinetes se trasladasen desde Santiago á la Habana en grupos de 50 y con intervalo de algunos días; como además las jornadas eran cortas, la última fuerza de caballería no llegó á la Habana hasta princi

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