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tevideo á fines del siglo pasado. Fué secretario del Cabildo en la época del general Artigas. Se incorporó á las filas de los patriotas contra el Imperio del Brasil en la cruzada libertadora de 1825. Ocupó los elevados puestos de individuo del Superior Tribunal de Justicia, presidente del Senado y Ministro de Gobierno, que desempeñó con inteligencia y conducta ejemplares. Tuvo la honra de presidir la primera gran Asamblea popular del año de 1842, contra el privilegio acordado exclusivamente por una de las Cámaras para la navegación á vapor en el Uruguay de la bandera inglesa. Murió á una edad avanzada, querido de sus compatriotas y respetado por todos los partidos.

- SOLANO ASTA-BURUAGA (FRANCISCO): Biog. Escritor y diplomático chileno. No se tiene conocimiento de su origen, pero es muy conocido por los empleos que ha desempeñado, ya como Ministro diplomático en países extranjeros, ya por sus escritos, entre los que principalmente merecen señalarse una Memoria sobre las Repúblicas de Centro América, y un Diccionario geográfico de la República de Chile. Fué Encargado de Negocios de esta República en los Estados Unidos de Norte América; enviado con varias misiones á los gobiernos de Perú y Costa Rica, intendente de Coquimbo y director general de Correos en su país. Es individuo honorario de la Sociedad Geográfica y Estadística Americana de Nueva York, y corresponsal de la Sociedad Geográfica de Madrid.

- SOLANO ORTIZ DE ROZAS (FRANCISCO): Biog. General español, marqués del Socorro y de la Solana. N. en la ciudad Mariana de Caracas, donde su padre ejercía el cargo de gobernador y Capitán General de aquella provincia, á 10 de diciembre de 1768. M. en Cádiz á 29 de mayo de 1808. Educóse en Madrid en el Seminario de Nobles y terminó sus estudios en la casa de pajes de Su Majestad Manifestada su aptitud y decidida afición á la carrera militar, fué destinado al regimiento de guardias de infantería española y después á otros cuerpos, en los que concurrió á la defensa de Orán y á varios servicios y comisiones. También figuró al principio de la guerra con la República francesa, siendo ya teniente coronel. En desempeño de este empleo hubo de pasar á Hostalrich como jefe del depósito de su regimiento, y no permitiéndole su ardor belicoso permanecer allí pasivo solicitó y obtuvo del general en jefe tomar parte en las operaciones, distinguiéndose en ellas constantemente, y en particular en la toma de Coliuvre y demás sucesos del Rosellón, niereciendo tan rápidos ascensos, á pesar de ser muy raros en aquella época, que concluídas las campañas ostentara la faja de Mariscal de Campo sobre honrosas cicatrices. Hecha la paz, y deseoso de adquirir mayores conocimientos en su profesión, logró permiso y autorización para pasar á Francia, y en tal concepto asistió á la guerra de Alemania incorporado al ejército que mandaba el célebre Moreau, granjeándose el aprecio y amistad de este general por sus brillantes prendas y entusiasmo militar Más tarde, cuando las vicisitudes políticas arrojaron de su patria á aquel guerrero, tuvo Solano en Cádiz ocasión de suavizar la amargura de su destierro con las demos traciones de un discípulo querido, y á la despedida le dejó Moreau su sable por memoria. De regreso Solano á España tomó parte en la introducción de la nueva táctica, y además de otros varios mandos y cargos desempeñó el del cordón sanitario cuando por primera vez in vadió la fiebre amarilla las prov. del Mediodía, tomando las más acertadas y oportunas providencias. Ascendido posteriormente á Teniente General, y nombrado Capitán General de los cuatro reinos de Andalucía y gobernador de Cádiz, manifestó en su gobierno extremado celo y conocimientos para la persecución de malhechores, mejoras de pública utilidad y ornato, institución de presidios correccionales y arreglo de muchos ramos. La prosecución de la guerra con los ingleses y alianza con Francia produjo el memorable combate de Trafalgar, y Solano desplegó todos los recursos de su espíritu caballeroso, de su genio y de su actividad, así en la correspondencia con los jefes enemigos como en el auxilio de los náufragos y heridos, y en las demás atenciones que eran necesarias para templar las resultas de aquel golpe fatal. Concedido por el Gabinete de Madrid el paso de las tropas francesas para ocu

par á Portugal, tomó Solano el mando de los
españoles destinados á la cooperación, fijando su
cuartel general en Setúbal, desde donde comu-
nicaba al gobierno oportunas y leales observa-
ciones, que éste, obcecado, desatendió entonces,
y cuando se disolvió después aquel cuerpo de
ejército organizado, que tan conveniente hubiera
sido como núcleo de resistencia a las órdenes de
un general de tanta valía, volvió Solano á Cá-
diz. Allí ejercía el cargo de Capitán General de
Andalucía y gobernador de dicha plaza cuando
la ciudad de Cádiz lanzó el grito de independen-
cia contra los franceses. En tropel corrieron los
paisanos (29 de mayo de 1808) á pedir armas al
Capitán General. Este los tranquilizó anuncian-gadier
do que iba a reunir inmediatamente un Consejo
de generales para proveer á la seguridad de la
patria. Los generales de tierra apoyaron los de-
seos del pueblo, pero los de mar acordaron no
atacar á la escuadra francesa, por considerar se-
bajó á la plaza de San Antonic para que los su-
gura la derrota de la española Un ayudante
blevados conocieran la resolución del Consejo.
La primera parte satisfizo á todos, que prorrum-
pieron en vivas y aplausos; pero el acuerdo re-
lativo á la escuadra desató la ira de los paisa-
nos, que llamando traidores á los del Consejo,
se dirigieron de nuevo al palacio de la capitanía
general. En un balcón del palacio vieron á un
hombre, muy parecido á Solano, que á los gritos
de la multitud respondía con signos negativos.
Entonces los sublevados rompieron el fuego con-
tra el palacio, buscaron y hallaron cañones, con
ellos destrozaron las puertas y allanaron el pa-
lacio Solano, por la azotea, pasó á la casa in-
mediata, que también fué allanada y cogido el
general Este, á quien sacaron á la calle dando
espantosos gritos y pidiendo la horca para el
traidor, caminaba con semblante sereno, pero al
llegar á la plaza de San Juan de Dios una mano
invisible le hirió por la espalda con tal acierto
que Solano en el instante quedó sin vida Una
solemne y fundada declaración de Fernando VII
rehabilité su memoria en 24 de agosto de 1817,
haciendo patente su inocencia y sus méritos.

costa de Caracas, disminuyendo así de tal modo el trato ilícito que en 1770, al terminar el gobierno de Solano, habían llegado á duplicarse en Venezuela los ingresos del Erario público. En 13 de septiembre del mismo año se le confió el gobierno y capitanía general de la isla de Santo Domingo, con la presidencia de su Real Audiencia, y habiendo pasado á desempeñar tan elevado cargo, lo ejerció con el mayor celo y acierto, estableciendo guardacostas que obtuvieron allí casi iguales resultados que en Venezuela, en la persecución del contrabando. En 1773, después de haber servido cerca de diez años empleos tan superiores á su graduación, fué ascendido á bride la armada. Promovido á jefe de escuadra (1779), fué destinado Solano á la del mando del general Antonio de Arce, que se habili taba en el departamento del Ferrol. Salió con la escuadra, y reunido sobre el Cabo Finisterre con la combinada de Francia y de España á las ordenes de los generales Luis de Córdoba y el conde de Orvilliers, penetraron todos en el Canal de la Mancha, persiguiendo y encerrando dentro de sus puertos á las escuadras inglesas y apresando el navío inglés Ardiente, de 74 cañones. Regresó Solano á Cádiz con la escuadra combinada, y se le confirió (22 de febrero de 1780) el mando de una escuadra de 12 cañones que, protegiendo un numeroso convoy con 12000 hombres de tropas de desembarco, fué destinado á proteger y socorrer las plazas fuertes del continente de nuestra América septentrional y de las Antillas. Las dificultades de semejante expedi ción, contra la cual se hallaban apostadas divisiones y cruceros ingleses bajo el mando del célebre almirante Rodney, fueron hábil y sagazmente vencidas por José Solano, que tomando sobre sí la responsabilidad de variar la derrota que le había sido marcada logró poner en salvo en la Habana unas fuerzas de mar y tierra sin las cuales se habría visto luego muy comprometida la seguridad de aquellos dominios. Inmensos fueron los servicios prestados por Solano con su escuadra en la conquista de las Dos Floridas, y el general Gálvez no hubiera conseguido á viva fuerza la toma de la importante plaza de Panzacola sin la eficaz cooperación de los navíos de Solano, que dirigió él mismo en persona, demostrando su inteligencia y pericia militar y marinera Fué Solano ascendido á Teniente General (1782), y obtuvo, con retención del mando de la escuadra, el del apostadero de la Habana, consiguiendo otras ventajas sobre los buques y establecimientos ingleses. Después de terminada la guerra (25 de julio de 1784), recibió título de Castilla para sí, sus hijos y sucesores, con la denominación de marqués del Socorro, siendo desde subalterno caballero profeso en la Orden de Santiago. De regreso en España fué nombrado Consejero de Estado. En 1790 Carlos IV, por consejo de su Ministro de Marina Antonio Vaidés, confirió al marqués del Socorro el mando del poderoso armamento naval que se alistó con asombrosa presteza en los dep. de Cádiz y Ferrol. Salió el marqués de Madrid, y en Cádiz arboló su insignia en el navío de tres puentes El Salvador del Mundo, haciéndose desde luego á la mar y reuniendo sobre el Cabo Finisterre su escuadra, fuerte de 40 navíos, ocho fragatas y ocho buques menores; siguió en cruceros y operaciones en aquel paraje; influyó notablemente en la política internacional de entonces y en la paz que se ajustó después con la Gran Bretaña. Verificado esto se procedió al desarme de la escuadra, y el marqués del Socorro regresó á Madrid

- SOLANO Y BOTE (JOSÉ). Biog. Marino español, marqués del Socorro. N en Zurita (Cáceres) hacia 1726. M en Madrid á 24 de abril de 1806. Terminados sus estudios navales se enibarcó en el navío El Soberbio, uno de los de la escuadra del Mediterráneo, mandado por Juan José Navarro, titulado después, en premio de sus servicios, marqués de la Victoria. A los po. cos meses, en el propio buque y escuadra, se halló Solano en el combate naval de Cabo Sicié (22 de febrero de 1744) contra la escuadra inglesa del almirante Matews. Por su digno comportamiento fué ascendido á alférez de fragata, y con este hecho de armas inauguró Solano su carrera militar-marina, en la que había de adquirir alta posición y nombradía. Hasta tal punto había mostrado Solano su inteligencia y aptitud en su corto tiempo de servicio, que fué uno de los oficiales jóvenes designados para acompañar á Jorge Juan en su viaje á Inglaterra, Francia, Holanda y Rusia, con el objeto de estudiar todos los adelantos de la ciencia naval y la organización de sus respectivas marinas, servicio que desempeñó á satisfacción de su sabio jefe y con beneplácito del gobierno, obteniendo sucesivos adelantos en su carrera hasta el empleo de capitán de fragata en 1754, pasando entonces destinado á la América meridional, como comisario, para concurrir con los de la corte de Portugal á la demarcación de límites en los países pertene-á servir su plaza de Consejero de Estado, siendo cientes á ambas coronas al N. del río Marañón. agraciado con la gran cruz de Carlos III y más En los siete años que duró esta comisión con- adelante con la llave de gentilhombre de cátrajo Solano relevantes méritos, superando hasta mara de Su Majestad con ejercicio. Rotas de las dificultades topográficas de un país cuyas di- nuevo las hostilidades con Inglaterra, se le conversas tribus indígenas se hallaban en guerra firió (1796) el mando de la escuadra de América, unas con otras y disputaban el paso lo mismo fuerte de siete navíos y cuatro fragatas, y á la á españoles que á portugueses. Pero las tribus que en aquel paraje habían de agregarse las diquedaron apaciguadas y sometidas al dominio visiones de los generales Aristizábal y Apodaca. español, siendo ascendido S lano á capitán de En el mes de agosto de dicho año salió el marnavío por un servicio tan notable. Nombrado qués del Socorro de Cádiz con su escuadra; con (enero de 1763) gobernador y Capitán General ella destruyó los establecimientos ingleses en las de las provincias de Venezuela, cargo á la sazón ensenadas de Bull y Chateaux, arrasó las islas importantísimo por el estado del país, cuyas de San Pedro y Miguelón y quemó y echó á pirentas estaban disminuyendo de día en día por que más de 100 buques mercantes británicos. el incesante contrabando, sus acertadas disposi Regresó á España con sólo cuatro navíos, y esciones tuvieron resultados tan felices como pron-quivando la vigilancia de las escuadras inglesas, tos. En algunos meses se apresaron por los guardacostas españoles hasta 103 embarcaciones contrabandistas, y se desalojó á los ingleses de la

tomó fondo en la ría de Vigo. Volvió el marqués á Madrid y continuó en el ejercicio del cargo de Consejero de Estado. En 1802 se le dió el mando

de una escuadra que debía pasar á Nápoles, y al efecto se trasladó á Cádiz arbolando su insignia en el navío de tres puentes Principe de Asturias; salió de este puerto, y en el de la capital del reino de las Dos Sicilias embarcó en su escuadra á la princesa que debía desposarse con Fernando VII, entonces príncipe de Asturias, y también al príncipe heredero de Nápoles, que debia casarse con la infanta de España María Isabel de Borbón, á quienes transportó á Barcelona. Verificados en la capital del principado los regios desposorios, y teniendo el príncipe heredero de Nápoles y su nueva esposa que trasla darse á su país, se encomendó al marqués del Socorro este servicio con su escuadra, lo que hizo, por lo cual el monarca napolitano le concedió la gran cruz de San Jenaro. También en la promoción de gracias que hubo en dicho año con el indicado motivo fue ascendido á Capitán General de la armada. Restituído á Cartagena y desarmada la escuadra el marqués del Socorro regresó á Madrid á continuar sirviendo su plaza en el Consejo de Estado Su muerte fué universalmente sentida; y sin embargo de estar prohibido que donde el rey residiese se hiciesen honores fúnebres, Carlos IV levantó aquella prohibición para este caso especial, y en su consecuencia la guarnición de Madrid tributó al veterano general los honores correspondientes á su alta dig

nidad.

RA.

SOLANO (del lat. solanum): m. HIERBA MO

llámase todo género de SOLANO, generalmente strychun en griego. ANDRÉS DE LAGUNA.

-SOLANO: Bot. Género de plantas (Solanum) perteneciente á la familia de las Solanáceas, tribu de las solaneas, cuyas especies habitan en las regiones tropicales y templadas de todo el orbe y especialmente en América, y son plantas herbáceas, sufruticosas ó leñosas, con las hojas alternas, solitarias ó geminadas, enteras ó divididas de diversos modos, y las flores extraaxilares, laterales ó terminales, solitarias, geminadas ó reunidas en umbelas, racimos, cimas, corimbos ó rara vez panojas, y las corolas generalmente blancas ó violáceas, muy rara vez amarillas; cáliz con cinco ó alguna vez 10 divisiones; corola hipogina, enrodada ó rara vez acampanada, con tubo corto y limbo plegado, con cinco ó 10 divisiones, rara vez cuatro o seis, in

Solano

sertos en la garganta de la corola y salientes; filamentos muy cortos y anteras iguales ó muy poco desiguales, conniventes y abiertas por me dio de dos poros apicales; ovario con dos ó rara vez tres ó cuatro celdas y las placentas insertas sobre los tabiques, adheridas y multiovuladas; estilo sencillo y estigma obtuso; el fruto es una baya generalmente pequeña, con dos y rara vez tres o cuatro celdas; semillas numerosas, casi arriñonadas, con el embrión periférico arrollado en espiral y el albumen carnoso.

Solanum sodomæum L. - Arbusto de 6 á 15 decímetros, cubierto de pelos estrellados, con el tronco derecho ramificado y las ramas armadas de fuertes aguijones rectos, comprimidos, amarillos y punzantes; hojas verdes, y al fin casi lampiñas por la cara superior, más pálidas y revestidas de pelos estrellados por el envés, sinuadopinnatifidas, con los senos y lóbulos redondeados; corimbos cortamente pedunculados, con los pedicelos pelosos y provistos de aguijones; cáliz acrescente, con espinitas; corola violada,

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SOLANOIDE (del lat. solanum, hierba mora, y el gr. eidos, aspecto): m. Bot. Género de plantas (Solanoides) perteneciente á la familia de las Fitolacáceas, cuyas especies habitan en las regiones tropicales de América, y son plantas herbáceas ó sufruticosas, erguidas, con las hojas alternas, pecioladas, penninerviadas, enterísimas, con estípulas muy pequeñas y caedizas y flores dispuestaas en espigas ó racimos terminales ó laterales, en este último caso opuestos a las hojas; cáliz cuadripartido, con las lacinias herbáceas, iguales, revueltas en la fructificación; corola nula; cuatro á ocho estambres hipoginos, los cuatro más exteriores alternos, con las lacinias calicinales; filamentos filiformes aleznados, con las anteras biloculares y longitudinalmente dehiscentes, ovario sencillo, unilocular, con un solo óvulo fijo por la base y anfitropo; estilo muy corto, casi lateral; estigma sencillo ó acabezuelado; el fruto es una baya poco jugosa, casi globosa; semillas erguidas, ovoideas, casi globosas, con la testa crustácea y áspera; embrión anular con albumen feculento; cotiledones membranáceos, uno más grande exterior envolviendo al interior, y la raicilla ínfera.

SOLAPA (de so, debajo, y el b. lat. lapa, especie de vestido): f. Parte del vestido correspondiente al pecho y que dobla hacia afuera sobre la prenda de vestir. Unas veces sirve para abrigo del pecho, y otras meramente de adorno.

Desdobláronse silenciosamente las servilletas... y fueron izadas por todos aquellos buenos señores á los ojales de sus fraques como cuerpos intermedios entre las salsas las so

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-SOLAPA: Veter. Cavidad que hay en algunas llagas que presentan un orificio pequeño.

- SOLAPA: Art. y Of Es el trozo de tela que en las prendas de cuerpo vuelve en los delanteros por la parte superior, y que se une al cuello en su extremo interior, dejando por la parte más exterior, entre ambos, una abertura que entre sastres se conoce con el nombre de cran; las solapas generalmente forman en todas las prendas parte de los delanteros y son la continuación de las tiras de ojales y botones; por la parte interior de las prendas se refuerza el delantero y la solapa correspondiente con la inglesa, tira de ojales ó botones que se une por su canto exterior al del delantero a punto por encima, y además á pespunte en el frac; esta tira tiene 6 centímetros de anchura y corre de alto, á bajo en los delanteros; en las levitas la solapa es estrecha y lleva una pinza para disminuir el escote, y otra más corta donde comienza el cuello. Las solapas pueden ser de puntas agudas, rectas, obtusas y redondeadas, siendo más que nada la moda la que determina tales formas; en fracs y levitas generalmente las puntas son agudas ó en ángulo agudo, y algunas veces rectas ó de ángulo recto; en chaqués y americanas obtusas, y de ángulo obtuso y también redondeadas, en pardesús, gabanes, etc., así como en toda prenda en que haya necesidad alguna vez de desdoblar la solapa para

abotonar la prenda hasta el cuello, la solapa recta ó recta redondeada, pues al desdoblarla no ha de molestar al cuello de la prenda, en los batines y otras prendas la solapa es prolongación del cuello de la prenda, que, redondeándose al salir al pecho, desciende hasta los primeros ojales en disminución, hasta desaparecer en ellos. El corte del delantero que se destina á solapa rara vez es una recta prolongación del delantero, sino que va entrando en curva, de modo que al desdoblar la inglesa se ve un ángulo de separación de ambas piezas, inglesa y delantero, ángu. lo que tiene su vértice donde comienza la solapa, siendo su objeto que, al unir ambas piezas, la inglesa tire del delantero, cuya acción está favorecida por el cuello que se une á aquélla en su origen; en las prendas en que se ha de abotonar la solapa no sucede tal cosa, sino que delantero é inglesa son rectos en su unión, para que ajuste bien la prenda por delante al encontrarse toda ella abotonada de arriba á abajo.

SOLAPADAMENTE: adv m. fig. Con cautela ó ficción; ocultando una cosa.

y lo que peor es, abogan callada y SOLAPADAMENTE en los mismos procesos de pleitos. Fueros de Vizcaya.

SOLAPADO, DA (de solapa, ficción): adj. fig. Dícese de la persona que por costumbre oculta maliciosa y cautelosamente sus pensamientos.

Sólo diré à vuestra merced que en carta sobre la Teología escolástica, muestra una gran adhesión á los enemigos más SOLAPADOS y más perniciosos de la Iglesia; etc. ISLA.

SOLAPAMIENTO: m. Vet. SOLAPA; cavidad que hay en algunas llagas que presentan un orificio pequeño.

SOLAPAR: a. Poner solapas á los vestidos. - SOLAPAR: fig. Cubrir una cosa á otra. - SOLAPAR: fig. Ocultar maliciosa cauteloy samente la verdad ó la intención.

contra lo que suda y gime toda la Teología, halla razones y argumentos una mala conciencia, para SOLAPAR lo inicuo de una torpe ganancia.

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P JUAN MARTÍNEZ DE LA PARRA.

otras con alguna intención, que parece buena, se SOLAPAN las inclinaciones y pasio nes terrenas.

MARÍA DE JESÚS DE AGREDA.

- SOLAPAR: n. Caer cierta parte del cuerpo de un vestido doblada sobre otra para adorno ó mayor abrigo.

Este chaleco SOLAPA bien.

Diccionario de la Academia.

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SOLAPE: m. SOLAPA.

- SOLAPE: Carp. Parte de una pieza de madera que monta sobre otra; así, en los en tarimados por ejemplo, que se hacen á ranura y lengüeta desiguales, de modo que en la pieza inferior pueda colocarse un clavo sobre la mandíbula más saliente de la ranura, se dice á ranura y lengüeta con solape; cuanto mayor es el solape de una pieza sobre otra, tanto más segura está la unión, pero tiene el inconveniente de que se pierde más madera, de modo que tampoco debe exagerarse el solape de las piezas unas sobre otras; en la mayor parte de los huecos de balcón, así como en las puertas de dos hojas, la hoja volante descansa á solape sobre la durmiente; siendo conveniente para hacer el cierre más impermeable al exterior en las vidrieras de ventanas y balcones, para no desgastar las maderas con un gran solape, se coloca por la parte exterior de la hoja durmiente un listón de solape que cubra bien la junta, y otro semejante en la hoja volante, pero

colocado en el interior del hueco.

SOLAPO: m. SOLAPA.

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- SOLAPO: Vet. SOLAPA; cavidad que hay en algunas llagas que presentan un orificio pequeño. - A SOLAPO: m. adv. fig. y fam. Ocultamente, á escondidas.

el despensero á SOLAPO, me trae una botilla, que también caben justas dos azumbres, con que suplen las faltas del jarro. CERVANTES.

SOLAPONES (Los): Geog. Caserío del ayuntamiento y p. j. de Guía, prov. de Canarias; 63 habits.

SOLAR: m. Suelo donde se edifica la casa ó habitación, ó donde ha estado edificada.

JOVELLANOS.

los compradores de los bienes nacionales derribaron los conventos, no para reedificar en aquellos SOLARES, sino para enajenar los materiales del derribo, etc.

ANTONIO FLORES.

En dicho sexenio se han construído de nueva planta más de seiscientas casas, muchas en SOLARES, huertas y cercados, etc.

MESONERO ROMANOS.

SOLAR: Casa antigua de que procede una familia noble.

Falta dinero allí, la tierra es corta, Vino mi padre del SOLAR de Vega; Así á los pobres la nobleza exhorta.

LOPE DE VEGA.

disponer de ella libremente, no se puede mirar
como valor real de la cosa el que está sujeto al
capricho del comprador ó necesidad del vende-
dor de la cosa vendida. Así, pues, para que un
terreno cualquiera que reuna las condiciones se-
ñaladas en un principio se convierta en solar, es
preciso lo primero llevarle á la rasante con que
debe quedar la calle abierta, desde cuyo momen-
to ya se puede considerar como verdadero solar;
conviene no olvidar esta indicación, sobre la que
hemos de volver más adelante.

El problema más importante de los solares
es la determinación de su valor, problema difícil
de resolver, como vamos á demostrar al tratar de
hacerlo: el valor de una finca cualquiera se pue-

Yo pudiera sugerir otros medios relativos á de determinar por el valor en venta y el valor en la reedificación de SOLARES, etc. renta; el primero se compone del valor de las construcciones del del terreno, y éste á su vez y se compone del del terreno propiamente dicho y del más valor, según expresión de D. Fernando. de Madrazo, que adquiere el terreno por razón de lo edificado, con otro más valor que podemos agregar, que depende de la parte o sitio de la población en que el solar se encuentre, segundo más valor tan importante que, en la mayoría de las poblaciones, puede considerarse como el factor principal del precio, conviniendo que no olvide. mos esta segunda nota, que habremos de tomar más tarde en consideración. Para determinar el valor del metro cuadrado de solar, seguiremos la marcha y las mismas notaciones casi que han servido de base al citado Martínez para la deducción de sus fórmulas, sumamente notables, así como las del no menos notable arquitecto don Félix María Gómez, que han resuelto esta cuestión, á nuestro modo de ver, de la manera más racional posible, aun cuando no nos hallemos conformes en un todo con alguna de las conclusiones del primero. Si f es el valor de una peseta aumentada de sus intereses al tanto por 100 al fin de un año, y a representa el coste de la cons. trucción por metro cuadrado de solar en la época en que se quiera valorar aquél, la cantidad a á interés compuesto al cabo de taños, será evidentemente (V INTERÉS) aft; llamando a' el valor del metro cuadrado de solar que buscamos, en la época de la tasación, aft representará la cantidad en que se ha convertido a' al cabo del tiempo t al mismo interés; además, por metro cuadrado hay que tener en cuenta en el cálculo de la especulación de una finca urbana los gastos producidos por las reparaciones necesarias en la casa durante su vida, los bienes y valores perdidos, los gastos del seguro de incendios, de administración, pago de la contribución y la cantidad necesaria para amortizar el valor de la finca al fin de su vida, cantidades que las representaremos por c, incluyendo en ésta también los otros gastos que pueda haber, que pueden ser el alumbrado del portal y escalera, el pago de portería, el de agua, teléfono, alcantarillado, ascensor si es eléctrico, etc.; esta cantidad se reproduce anualmente como gasto, y por lo tanto en la primera anualidad el gasto será e, al fin de la segunda se habrá convertido por el interés que representa en ef, y, como ha vuelto á gastarse c, al fin del segundo año estos gastos serán c+cf=c(1+f);

-SOLAR: Arq. Para que un terreno constituya solar, es preciso, según se deduce de la definición dada por el distinguido arquitecto D. Manuel Martínez Muñoz, no sólo que se halle dentro de la periferia de un pueblo ó arrabal, sino que además, por su situación, forma, magnitud, condiciones higiénicas, económicas y de seguridad, y por las relaciones de contigüidad con las vías públicas y posesiones colindantes, sea susceptible de establecer en aquél construcciones ó edificios destinados á la necesidad, utilidad, comodidad y ornato de los pueblos. Nosotros por nuestra parte creemos que se necesita además otra condición que se ha hecho notar en Madrid desde el año de 1867, en que Martínez publicó su Manual de valuación de los solares y fincas urbanas, y que seguramente se ha observado también en todas aquellas poblaciones ó escampados sometidos á nueva urbanización, convirtiendo los que antes fueron yermos ó tierras de labor en solares, en cuyos terrenos los trabajos de explanación de las nuevas vías ó rectificación de rasantes de las antiguas han dejado los terrenos destinados á solares à diferente altura que la aprobada para vía pública, pues para convertir dicho terreno en edificio construído se necesitan trabajos de explanación más o menos costosos, pero siempre muy de tener en cuenta, siendo en ocasiones muy importantes, pues si se ceden estos terrenos á los propietarios en un precio mayor ó menor, el dinero que por ellos paga, el precio se aumenta con los gastos de explanación, siendo esto tan claro que, si suponemos dos terrenos señalados para solar en una misma calle, formando parte en un principio de una misma tierra de labor que como tal estaba valorada al mismo precio la unidad superficial, el propietario al cederla querrá también el mismo precio por pie ó metro cuadrado, y si resulta que una de las parcelas, por la rasante adoptada para la calle, se halla á 2 metros encima ó debajo de la rasante, y la otra, por la inclinación que antes tenía el suelo, llega al nivel de ésta, el propieta. rio del primer terreno tendrá que desmontar ó rellenar 2 m.3 por cada metro superficial para poner su parcela en las condiciones que la tiene el segundo sin coste alguno, y que una vez construídas todas las fincas de la calle, al tratar de venderlas ambos propietarios, suponiendo que sean de construcción, altura, etc., etc., idénticas, valdrán lo mismo una que otra, al menos por unidad superficial, sin lo cual el propietario que más ha gastado no encontraría comprador, y, en caso de una expropiación, el Estado, la Provincia ó el Municipio no abonarían seguramente mayor cantidad á uno que á otro de los propietarios de dichas fincas, bien entendido que miramos la cuestión bajo el aspecto legal, único en que se puede considerar, pues en otra clase de transacciones, como el dueño de una finca puede

al fin del tercer año esta cantidad se habrá con-
vertido en c(1+f)f, á la que habrá que agregar
lidad, y el total será c+c(1+f)f=c(1 +ƒ+ƒ3); Y
la misma cantidad c correspondiente á la anua-
si al cabo de n años la cantidad citada se ha con-
vertido en c(1±ƒ +ƒ2 +ƒ3...ƒ (n-1)), al fin del
año siguiente, teniendo en cuenta la anualidad c
correspondiente, será el total

c+e(1+f+f2+ƒ3... +ƒ (n − 1)}ƒ
=c(1+f+f2+ƒ3 + ... +ƒ3),

y por tanto al cabo del tiempo t será
ft-1
f-1

c(1 +ƒ +ƒ2 +ƒ3 + ... +ƒt − 1) = C

(1)

Como resulta ser el segundo factor del primer
miembro una proyección geométrica, cuya razón
es f, al cabo de los t años quedará la parte acce-
soria de la finca, llamando al aprovechamiento
de materiales, el dueño habrá perdido por la
muerte de aquélla la cantidad

aft+a'ft+c ft-1

- (a' + k)...,

(2)
f-1
puesto que las cantidades a y K quedan siem-

pre á su favor; vamos á encontrar otra expresión de la misma cantidad. Para que al cabo de los t años se haya obtenido una renta equivalente á esta pérdida, llamando P á la renta bruta anual, si al fin de cada año se separa la renta y se imcirá, la primera á los t - 1 años, la segunda á los pone á interés compuesto, cada anualidad produ t-2, y así sucesivamente, Pft - 1; Pft - 2... Pf1; Pfo, y la suma será

P(1 +ƒ +ƒ2 +ƒ3 + ...ƒt - 1) = pft - 1 (3) ƒ-1' por lo demostrado antes; y por tanto, para que el capital se anule, deberá establecerse la igualdad entre las expresiones (2) y (3)

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P-c

f-1

del solar, disminuye à medida que aumenta el tiempo; además Kes función de a; y si a es cero, es decir, si no hay construcción, también K es cero, porque no habrá aprovechamiento de materiales, y no habiendo construcción P-c será cero, luego el solar no valdrá nada.

Sobre este punto es sobre el que debemos llamar la atención, según hemos anunciado, no es tando conformes con la opinión de Martínez: el solar siempre tendrá su valor, en primer lugar porque es el producto de un trabajo que es el necesario para convertir la parcela en solar; en segundo por el que le dan las construcciones inmediatas y el sitio en que se encuentra, que son los que hemos llamado más valor y segundo más valor; pues si bien es cierto que si la población desaparece de las inmediaciones del solar éste pierde mucho, es preciso que para que pierda haya valido alguna cosa, y es cierto también que el solar mismo contribuye á su vez á aumentar el de los edificios inmediatos; es decir, que son factores que se completan mutuamente; además hoy se hace pagar una contribución á los solares, contribución que no podría exigirse si aquéllos no tuvieran valor. La consecuencia á que llega Martínez nace de dos cosas: primera, suponer que deben igualarse las expresiones (2) y (3), es decir, suponer desde luego que el solar no tiene valor alguno por sí, lo que no es exacto; en se gundo lugar, suponer que el producto bruto anual P por pie cuadrado de la finca es el producto bruto anual por pie cuadrado de piso de la finca ó zona de población de que se trate, multiplicado por el número de pisos que permiten construir las Ordenanzas, según el orden de la calle en que el solar está enclavado ó el que debe construirse con arreglo á las necesidades de la población; nosotros no hemos hecho esta sustitución, que no podíamos admitir como cierta: P debe ser la renta que el solar pueda producir por sí, renta efec tiva que se cobra en las grandes poblaciones, pues sabido es que en solares se colocan juegos de bolos, kioscos, etc., se dan bailes públicos, etc.; en una palabra, se arriendan para indus trias en las que muchas veces no entra para nada la edificación; y en esta hipótesis, cuando no haya construcción en el solar, c representará el coste de arreglo é igualado del piso del solar, la administración de productos, gastos de contribu ción, valla si la hay, etc., no pudiendo amorti. zarse nunca, pues el solar siempre existe; por tanto, aun admitiendo la igualdad de las expre siones (2) y (3), el valor intrínseco del solar será

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no pudiendo en ningún caso ser e igual á P, úni ca condición para que el valor del solar fuera cero, y si esto sucediera demostraría una mala

administración ó un mal aprovechamiento del solar, cuyos gastos deben ser siempre inferiores á los productos, es decir, que P debía ser mayor de lo que en realidad resulta, ó que los gastos de e son excesivos ó ambas cosas á la vez. En rigor, en el segundo miembro de la ecuación (5), y de la (6) que es su consecuencia, debe entrar una cantidad A independiente de las construcciones, que representa el valor intrínseco del solar; una cantidad D negativa siendo positiva A, que modifique el valor de A', por la forma que afecte el solar, y otra cantidad B positiva ó negativa que represente, ya las servidumbres que impone sobre los solares ó edificios inmediatos en el primer caso, ya las que sufre y cargas que sobre el mismo solar pesan; por lo tanto, el término que habrá que agregar á los segundos miem. bros de las ecuaciones (5) y (6) será

+(A-D+B).

Veamos ahora cómo se calculan los valores de las cantidades que entran en dichas fórmulas, para lo cual seguiremos al arquitecto Martínez. En primer lugar está f, que es en la que se convierte una peseta á interés simple al cabo de un año; en rigor es arbitraria y varía con la escasez ó abundancia de habitaciones, según los casos, y la que haya de dinero; sin embargo, el interés legal lo ha fijado la ley de expropiación forzosa, en un 3 por 100, de modo que en tal caso f=1,03. Los valores de P se pueden obtener por las relaciones dadas por los dueños de las fincas para el pago de la contribución, único valor legal; se puede deducir de los empadronamientos que hace la municipalidad y por las noticias que facilitan los inquilinos y administradores de las fincas, y también por las cantidades en que en la zona considerada y en el período de tiempo que se examinan figuran en los cambios de dominio en el Registro de la propiedad; pero como todos estos medios son defectuosos, porque según el objeto que el propietario ó el arrendatario se proponen pueden proceder de

mala fe alterando en más ó en menos las cifras exactas, lo más conveniente es deducir la renta por cada uno de estos procedimientos, obteniendo un valor medio entre todos los de la misma zona y calculados por el mismo procedimiento, y hallar después una media final entre todas las medias obtenidas, con lo que no se estará muy lejos de la verdad. Los valores de k sólo pueden deducirse por la experiencia ó la observación de los valores obtenidos en otras fincas semejantes por la venta de los materiales ó el aprovechamiento de otros, deducidos de dichos productos los costes de derribo, extracción y transporte de tierras, cascotes, etc. En cuanto á a, se determina con bastante aproximación por la comparación de precios y cubicación de las diversas obras. Para determinar A no cabe otro recurso que acudir al Registro de la propiedad, para saber los precios corrientes en la zona ó calle considerada, tomados de ventas hechas en época reciente, y teniendo en cuenta si los solares son de esquina, tienen salida á una sola calle, á dos opuestas ó á tres, ó si son manzanas completas, etc. Para determinar D, si L es la longitud de la fachada ó fachadas en metros, 7 la total de todas las medianerías, n el número de pisos que en la calle dada consientan las Ordenanzas, Nel nú mero de metros superficiales que tenga el solar de que se trata, y R el valor de un metro lineal de medianería con la altura media de un piso, se pueden hacer las consideraciones siguientes: el solar fuese un cuadrado D sería cero, pues es la forma más económica si se atiende á la construcción, y entonces l=3L, ó bien l - 3L=0; fuera de esta forma, el metro cuadrado de solar cerrado aumentará en (7 – 3L) – ; si la casa ó el solar tuviera mayor número de fachadas que una habría que compararlo con otros de forma cuadrada, del mismo número de fachadas é igual superficie, para deducir el valor que á D corresponde, siendo, para una casa de dos fachadas, (1-L) -; para tres, D=

Rn N

Rn N

-2)

L 3

)

que compararle con otros solares que se hallen en la calle de mayor importancia, y aumentar un sobre precio por la salida á las otras calles, pero esto sólo para lo que se refiere al valor de A. El valor de B le fijan las circunstancias que pueda tener el solar, y que sólo en cada caso se pueden tener en cuenta, valorando por separado las cargas que sufre y las que impone á los solares ó fincas inmediatas, para deducir el verdadero valor Respecto de c no es ocasión de ocuparnos aquí, pues no se refiere á los solares propiamente dichos, y procede más bien hablar de esta cantidad cuando llegue el caso de estudiar la tasación de fincas. Procedería ahora en rigor estudiar cómo cambia el valor del metro cuadrado de solar cedido para vía pública ó tomado de ésta para modificaciones en las alineaciones de fachadas, pudiendo suceder que la calle no cambie de orden, que pase de uno inferior á otro superior y viceversa, porqne cuanto más elevado es el orden de una calle, mayor número de pisos pueden levantarse en el solar, y por tanto mayor es la renta que produce la finca, para cuyo estudio sería preciso también atender á que el terreno tomado por el solar, aumentando la superficie de éste, puede dar más valor al metro superficial, ó si el solar es ya muy grande disminuirle por no poder hacerse habitaciones exteriores en toda la superficie, y que, viceversa, cuando se toma terreno del solar para vía pública, disminuyendo la superficie de éste, puede suceder que habitaciones que hubieran sido interiores se conviertan ahora en exteriores y aumente el valor de la finca, ó que disminuya notablemente por tener que reducir la capacidad de las habitaciones; pero este estudio, muy complejo, pues en muchos casos lo que se gana por un lado se pierde por otro, nos llevaría muy lejos de los limites que nos hemos trazado en el presente artículo, pudiendo, para estos casos, consultar obras especiales de las que ya hemos citado algunas, y hacer un detenido análisis del asunto; baste lo dicho hasta aquí para indicar la marcha que se debe seguir en cada caso.

- SOLAR: Geog. Caserío de la parroquia de San Andrés de Pravia, ayunt. y p. j. de Pravia, prov. de Oviedo; 57 habits.

- SOLAR: Geog. Morro y caleta de la costa del Perú, sit. en los 12° 11' 20" lat. S., cerca de la v. de Chorrillos. La caleta carece de abrigo, y es peligroso desembarcar en ella á causa de la rom

piente.

- SOLAR (PEDRO ALEJANDRINO DEL): Biog. Político peruano contemporáneo. N. en Lima á

26 de noviembre de 1829 Es doctor en Canones y en la Facultad de Matemáticas y Ciencias naturales. Fué catedrático á la edad de veintiún años, y antes de cumplir los treinta era decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Lima. Abogado de grandes aptitudes, ejerció la profesión con gran lucimiento y obtuvo (1866) el cargo de conjuez de la Corte Suprema Ocupó otros puestos importantes; logró ser elegido diputado (1869), y más tarde senador. En 1879, durante el gran conflicto nacional, se acreditó como patriota y como hábil político, sufriendo prisiones por protestar contra la dictadura. En aquellos días fué comandante militar del depar tamento de Tacna. En la guerra, no sólo ganó fama de bravo soldado, sino también de gran organizador de la defensa nacional. Tres veces ha sido presidente del Consejo de Ministros, la tercera desde 5 de abril de 1889, fecha en que tomó también las carteras del Interior, Policía y Trabajos Públicos, siendo presidente de la Répública el general Andrés Avelino Cáceres; pero el Gabinete presentó la dimisión, que fué admitida, en febrero de 1890. Poco después Solar era elegido primer vicepresidente de la República para el período comprendido entre el 10 de agosto de 1890 é igual día del año de 1894. Para la presidencia de la República alcanzó el triunfo Remigio Morales Bermúdez, que tomó posesión del cargo. Con el carácter de Enviado extraordi nario y Ministro plenipotenciario del Perú llegó Ꭱ ; Solar á Madrid en 1891. Allí, en el Ateneo, leyó (11 de febrero de 1892) una de las conferencias confiadas à hombres ilustres para celebrar el cuarto centenario del descubrimiento de América. Eligió por tema El Perú de los incas, y dividió en dos partes, una histórica y otra política, su conferencia, de la que dos día más tarde dijo un diario madrileño: «Supónganse las excelencias que pueden concurrir en un historiador

N

y para cuatro fachadas, como no hay medianería, En el caso de haber más de una

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fachada cuesta más la edificación; pero considerado el solar en sí, vale tanto más, por regla general, cuanto mayor es el número de fachadas ó el de calles á que tiene salida, y entonces hay

que conoce la historia política, religiosa y artís tica de su país, sus tradiciones y sus monumentos, y se tendrá idea del trabajo del ilustre peruano. Supóngase el amor patrio reverdecido con la lozanía de una planta tropical, manifestado con amor de hijo á su madre, y se tendrá idea de lo que fué la parte política de esa conferencia, de la que quedará grata memoria en el ánimo de todos los oyentes, y por extensión en el de todos los españoles. » Aún ejercía Solar el úl timo cargo citado cuando falleció (abril de 1894) el general Morales Bermúdez, presidente de la República del Perú; y como se encargara de la presidencia el coronel Borgoño, segundo vicepresidente, Solar protestó contra este acto por ser él primer vicepresidente, puesto en que cesó en 10 de agosto, continuando con la representación que tenía en España. Hoy (octubre de 1896) es Solar uno de los políticos de mayor prestigio é influencia en su patria.

- SOLAR (FIDELIS PASTOR DEL): Biog. Escritor y artista musical chileno contemporáneo. N. en la Serena en 1836. Hijo de D. Bernardo del Solar, descendiente de los antiguos condes de Cagigal y senador de la República, y de doña neciente a una familia noble oriunda de Galicia, Margarita Quiroga, matrona distinguida perterecibió su primera educación en el Liceo de la cional de Santiago. En 1860 emprendió un viaje Serena. Completó su cultura en el Instituto Na. de estudio y de recreo por Europa, en el cual visitó las primeras capitales del Viejo Mundo, adquiriendo útiles y universales conocimientos. Volvió á su país en 1862 y se consagró con ahinco y provecho al cultivo de las Letras, colaborando activamente en La Linterna Literaria, La Revista Ilustrada, El Correo Literario, La República y Los Tiempos. Habiéndose dedicado á los estudios filológicos, publicó en 1870 un libro titulado Reparos al Diccionario de chilenismos de D. Zorobabel Rodríguez, obra utilísima y de profundo análisis que le valió sinceros aplausos de las personas imparciales, y poco hidalgas crí ticas de los Erostratos del templo de las Letras. Perseverando en su afición á los estudios de la lengua castellana y de la Ortografía de la Academia Española, publicó más tarde un razonado artículo con el título de La x antes de consonante, que le mereció los honores de la reproducción dentro y fuera del país, y el cual corre impreso en los Anales de la Universidad chilena. Conserva inédito un trabajo denominado Vocabulario de la fraseología del verbo echar. En 1889 publicó un importante libro con el nombre de Estudios filológicos. Esto es cuanto se refiere á su labor intelectual. Como artista musical ha compuesto más de 50 piezas llenas de inspiración y sentimiento. Se distinguen las denominadas Lanceros chilenos y las Cuadrillas á don Pedro León Gallo, composiciones populares que son la delicia de los salones, de las filarmónicas, y el adorno les. La actividad artística é intelectual de Solar del repertorio de las bandas de música nacionapromete para lo futuro nuevas y honrosas obras de su ingenio que aquilatarán su gloria.

- SOLAR (ALBERTO DEL): Biog. Militar y escritor chileno contemporáneo. N. en Santiago en 1860. Hijo de D Domingo del Solar y de doña Virginia Navarrete, cursó Humanidades en el Instituto Nacional, y al sobrevenir la guerra del Pacífico interrumpió sus estudios para entrar en las filas de los soldados de la patria. Incorporado de oficial en el ejército, emprendió en uno de los batallones movilizados las campañas del Perú y Bolivia. Asistió á las principales batallas, mereciendo por su comportamiento distinciones del almirante Lynch. Al regresar victorioso á su país lucía en su casaca militar las insignias de capitán. En 1886 se le nombró agregado militar á la legación de Chile en España, teniendo como jefes al ilustre almirante Lynch y al joven historiador D. José Toribio Medida. En 1887 se le agregó á la legación de París, donde se unió por los lazos del amor y de la fe à la distinguida señorita Dorrego, bellísima hija del Plata y heredera ilustre del nombre y de la glo. ria de uno de los próceres de la independencia sudamericana. En la cap. de Francia, en medio de sus labores diplomáticas, se ha consagrado con amor al cultivo de las Letras, las cuales habían recibido las primicias de su ingenio en el país chileno desde sus más juveniles años, cuando colaboró en revistas y periódicos como La Semana y La Patria, subscribiendo sus artículos con el seu

dónimo de Abel del Serralto. En la metrópoli del Sena ha publicado las siguientes originales é interesantes obras: Páginas de mi diario de campaña, De Castilla á Andalucía y Huincahual. La primera reune sus recuerdos de la guerra del Pacífico; la segunda son reminiscencias de sus viajes por España, y la última es una elegante narración de las costumbres araucanas, en cuyas páginas traza el cuadro poético y lúgubre å la vez de la célebre odisea de la náufraga del Joven Daniel, Elisa Bravo, infortunada cautiva de Puancho. En París ha colaborado en El Espectador, que redacta el clásico escritor ecuatoriano Juan Montalvo; en El Nuevo Mundo y en La Revista Intercional. En esta última publicación ha insertado un estudio sobre El movimiento literario en la América del Sur, consagración galana y erudita de los grandes poetas y de los hombres de ciencia y estudio que son honra y gloria de la América latina. Su novela de costumbres araucanas Huincahual ha merecido los más entusiastas y justos elogios del periodista español Eusebio Blasco, en los estu dios que desde París escribía bajo el título de Libros y Autores para La Epoca de Madrid, y de los jóvenes literatos chilenos Carlos Concha en su correspondencia de Francia intitulada Dos Obras de Arte dirigida á La Libertad Electoral, y Luis Covarrubias y Ortúzar en sus Estudios críticos de El Independiente de Santiago. La edición completa de su obra romancesca Huincahual la obsequió á la Sociedad de Beneficencia de Valparaíso, por intermedio de Vicente Santa Cruz, ex Ministro de Chile en Alemania. Alberto del Solar es uno de los más bellos talentos de la juventud inteligente y estudiosa de la República.

- SOLAR (ENRIQUE DEL): Biog. Poeta, periodista y abogado chileno contemporáneo. N. en Santiago en 1844. Hijo de D. José María del Solar y de la eminente poetisa doña Mercedes Marín, hizo sus primeros estudios en el Colegio de los Padres de la Compañía de Jesús, llamado de San Ignacio, y los completó en el Instituto Nacional y en la Universidad hasta recibirse de abogado. Muy joven se dedicó al cultivo de la Poesía y de las Letras, formando parte de la redacción de El Independiente y colaborando en La Estrella de Chile У en La Revista de Santiago. En 1870 fué elegido diputado al Congreso por los departamentos de Curicó y Rancagua, y breve tiempo después fué nombrado notario público y conservador de bienes de Santa Rosa de los Andes. En 1868 dió á la publicidad en un elegante volumen sus Poesías líricas, y poco más tarde un libro denominado Leyendas y tradiciones. En 1874 publicó un volumen de 330 páginas en 4.°, con la denominación de Colección de poesías de doña

Mercedes Marín del Solar, su ilustre madre y maestra. En la mayor parte de sus escritos en prosa, como en el prólogo de la obra titulada Un libro más de Rafael Gumucio, ha revelado deci. dida afición á los estudios críticos generales, con especialidad á los de literatura española. En 1886 obtuvo el primer premio en el certamen de La Unión de Valparaíso, con su novela de costumbres nacionales apellidada Dos hermanos. En 1888 dió á luz su obra intitulada Una aven

tura de Ercilla, en la cual narra un episodio anecdótico del egregio trovador de la epopeya Araucana. Ha publicado también las siguientes leyendas nacionales: Las hadas del Andalién, El emplazado, El bautismo de un cacique y El niño patriota. Desde 1887 colabora en La Revista de Artes y Letras, en la que publica actualmente su novela denominada Antonio. En el Almanaque Album, publicado en 1880, colaboró con un estudio histórico titulado El precio de un gato, tradición del período de la conquista del Perú. Enrique Solar es uno de los poetas y y prosistas notables de su país.

- SOLAR DE CLARO (AMELIA): Biog. Inspirada poetisa chilena contemporánea. Es oriunda de Santiago é hija de D. José María del Solar y de doña Mercedes Marín. Hizo sus estudios en el colegio de Manuela Mascayano de Fajalde. Desde su más tierna edad manifestó las altas dotes de ingenio con que la ha favorecido la naturaleza. Ha producido numerosas é inspiradas composiciones poéticas que corren impresas en numerosas publicaciones chilenas y otras también americanas. Heredera del nombre y del ingenio de su ilustre progenitora, ha enaltecido su estirpe con sus bellas y tiernas inspira

ciones poéticas. Dos hermosos poemas ha compuesto en su vida: el de su hogar, donde arde perenne el fuego sagrado de sus virtudes, y el de sus poesías, en las que brilla su ingenio. Unida Amelia en matrimonio desde muy joven con José Luis Claro, ha formado una familia que honra á la sociedad chilena. La mayor parte de las poesías que ha insertado en El Ferrocarril, La Estrella de Chile y La Revista Chilena, se distinguen por la elevación de las ideas, la fluidez del lenguaje y la naturalidad en la versificación. En las poesías sueltas, que son numerosas, se encuentran algunas verdaderamente notables, campeando en ellas las íntimas del hogar. Su clara inteligencia se ha ejercitado en todas las esferas sociales, ocupándose de la instrucción del pueblo y sirviendo por algún tiempo la secretaría de una sociedad de señoras creada con tan noble objeto. En el año de 1870 compuso para una fiesta de beneficencia un juguete cómico dramático titulado La cenicienta, que se representó en el Teatro Municipal de Santiago y obtuvo generales simpatías, lo que deja ver las brillantes disposiciones que podría desarrollar si se dedicara á este género de literatura. En 1888 publicó un interesante poema lírico, en hermosos y valientes versos, en el cual narra un cuadro lleno de vida y de poesía.

SOLAR (del lat. solāris): adj. Perteneciente al Sol.

Este baño de aire y de luz SOLAR directa

debe ser diario, etc.

MONLAU.

- SOLAR. Anat. Que tiene la forma del sol. Plexo solar Entrelazamiento de filetes nerviosos situados en el bajo vientre y formado por los ganglios semilunares del gran simpático ó trisplácnico.

El plexo solar, que por su volumen y la constancia de los ganglios que contiene puede ser considerada como centro real del nervio, se halla situado por delante de la aorta ventral, detrás del peritoneo, entre ambas cápsulas suprarrenales alrededor del tronco de la arteria celiaca. y

Ocupa un espacio considerable, porque su anchura es de 2 á 4 centímetros, y se extiende desde el borde superior de la arteria celiaca. Aunque el número de ganglios que dan origen á cuando menos dos, uno en cada lado, casi semieste plexo es bastante variable, hay siempre circulares, con el borde convexo hacia fuera y el cóncavo hacia dentro. El ganglio derecho se halla colocado entre la vena cava inferior y el pilar derecho del diafragma por una parte, la cápsula suprarrenal correspondiente por otra; el la extremidad superior de la izquierdo está entre el pilar izquierdo del dia

arteria renal

fragma, el páncreas, la arteria esplénica y la cápsula suprarrenal izquierda. Muchos filetes transversales, a menudo anastomosados entre sí, unen sus bordes internos y sus extremos. Con frecuencia entre estos dos ganglios, y sobre todo en el espacio comprendido entre las arterias mesentéricas superior é interior, se ven otros dos más pequeños que se anastomosan entre sí y con los gruesos por filetes intermedios. En cuanto al plexo mismo, suele dividirse en tres secciones de su parte media y superior, á los cuales se reprincipales: 1. Compuesto de filetes emanados unen otros del neumogástrico izquierdo: constituye el plexo mesentérico superior. Este acompaña á la arteria coronaria estomática superior, á lo largo de la curvadura menor del estómago, hasta cuyo orificio externo se extiende y se anastomosa particularmente con el plexo coronario estomático inferior y el hepático. 2. Más voluquierda a derecha, forma el plexo hepático: una minosa que las otras dos, y que desciende de izporción de éste acompaña á la arteria coronaria estomática derecha inferior, á lo largo de la curvadura mayor del estómago, donde se distribuye, con el nombre de plexo coronario estomático inferior, mientras que otra porción, que se une á los vasos hepáticos, va el hígado con ellos. 3.a Es el plexo esplénico, cuyas ramificaciones rodean y acompañan á la arteria del mismo nombre, pasan sobre el páncreas, al cual emiten filetes, lo mismo que al fondo de saco del estómago, donde forman el pequeño plexo estomático inferior, y por último penetran en la substancia del bazo.

De la parte inferior del plexo solar, del plexo hepático y del esplénico parten ramas cuya reunión constituye el plexo mesentérico superior,

que acompaña á la arteria del mismo nombre y se distribuye en el intestino. Cuatro ó cinco gruesas ramas, procedentes de cada lado del vértice del plexo solar, y fortificadas por filetes del mesentérico superior, llegan hasta las arterias renales, donde, entremezcladas con cinco ó seis pequeños ganglios, dan origen al plexo renal de cada lado, que suministra gran número de ramificaciones á la cápsula suprarrenal y al riñón Este plexo comunica por arriba y afuera con los ganglios torácicos inferiores y los lumbares superiores. Por debajo se continúa con el plexo espermático que desciende á lo largo de los vasos del mismo nombre, se anastomosa con los dos mesentéricos, distribuye filetes por el urétere y se extiende, según el sexo, hasta el testículo ó el ovario. Del plexo mesenterico superior se desprenden ramas que descienden por delante de la aorta ventral y van á abocar al plexo mesenterico inferior. Esta, menos considerable que el superior, abraza la arteria homónina, y cerca del origen de ésta ofrece algunos pequeños ganglios. No lejos de la entrada de la pelvis se divide en dos secciones: una, que lleva el nombre de plexo mesentérico inferior propiamente dicho, acompaña á las ramificaciones de la arteria y se anastomosa con los ganglios lumbares; la otra, llamada plexo hipogástrico, se anastomosa con la región lumbar y sacra de la porción periférica, lo mismo que con los nervios sacros. Acompaña á los vasos hipogástricos, y se distribuye por el recto, la ve jiga, próstata, vesículas seminales, matriz y vagina.

él.

SOLAR: a. Echar suelo al edificio ó á parte de

SOLAR (del lat. soleare): a. Echar suelas á los zapatos.

SOLARANA: Geog. V. con ayunt., p. j. de Lerma, prov. y dióc. de Burgos; 406 habits. Situada cerca de Nebreda y Castrillo. Terreno llano con alguna parte montuosa; cereales y legumbres.

SOLARES: Geog. Aldea de la parroquia de Santo Tomás de Coro, ayunt. y p. j. de Villavi. ciosa, prov. de Oviedo; 56 habits. || Lugar del ayunt. de Medio Cudeyo, p. j. de Santoña, provincia de Santander; 325 habits. Establecimiento balneario declarado de utilidad pública. Brorío Miera, en la concavidad de una roca caliza, tan las aguas en la margen izq. y á 200 m. del á 43° 23′ 15′′ de lat. N., 0° de long. del meridiano de Madrid, á la altura aproximada de 30 metros sobre el nivel del mar. F. c. á Santander por Orejo, Heras y Cespedón. Hay dos veneros principales: el explotado, que se asegura suministra 107,5 litros en un minuto, y otro inme

diato, abundantísimo, que hoy no se utiliza. Al

brotar tiene el agua 30° c.; en los baños 29o,5. El agua es diáfana, insípida é inodora; desprende muchas burbujas en forma de hervidero en el sitio que emerge, y su densidad es 1,0013. Están consideradas las aguas de Solares como cloruradosódicas, variedad bicarbonatada, y se indican contra las neurosis funcionales, litiasis úrica, infartos hepáticos colelitiasis. La instalación es mediana. Se ha construído una nueva fuente de mármol con grifos de bronce y níquel, pero el balneario necesita reformas. Los bañistas se hospedan en las fondas del pueblo, que son bastante aceptables. La temporada oficial es de 1.o de junio á 30 de septiembre.

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SOLARI Ó SOLARIO (ANTONIO): Biog. Pintor italiano, llamado el Zingaro. N. en Civita (Abruzos) en 1382. M. en Nápoles en 1455. Ejercía la profesión de calderero ambulante cuando vió á la hija del pintor Colantoni del Fiore, que inspiró una profunda pasión. En la esperanza de poder casarse con ella resolvió hacerse pintor y se fué á Bolonia, donde estudió por espacio de siete años en los talleres de Lippo Dalmasio, y después fué á perfeccionarse á Ferrara, Venecia, Florencia y Roma. Solari era un artista de mé rito cuando regresó á Nápoles después de una ausencia de diez años, y entonces obtuvo la mano de la joven que amaba. Las obras que ejecutó le dieron en poco tiempo gran reputación, y abrió entonces en Nápoles una escuela, llamada de los zingaros, de donde salieron varios pintores distinguidos. Entre sus trabajos notables se cuentan los frescos que ejecutó en Napoles para los Benedictinos; El descendimiento de la Cruz, de la capilla de Santo Tomás, para los Dominicos; La Virgen rodeada de santos, cuadro para el altar mayor de San Pedro-ad-Aram; los hermosos fres

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