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- SOBERBIO: Altivo, arrogante y elevado. -SOBERBIO: fig. Alto, fuerte ó excesivo en las cosas inanimadas.

... ca es averiguado que aquella superstición se conservó alli por largo tiempo y que un SOBERBIO templo de Hércules se levantó antiguamente en aquella parte de Andalucía. MARIANA.

-SOBERBIO: fig. Fogoso, orgulloso y violento. Aplícase ordinariamente á los caballos.

Iba el SOBERBIO bruto á paso lento,
La tierra hollando con la hermosa planta,
Aspero y liso el cuero ceniciento,
Llenas de arrugas manos y garganta, etc.
MORETO.

SOBERBIOSAMENTE: adv. m. SOBERBIA

MENTE.

SOBERBIOSO, SA: adj. SOBERBIO.

SOBERRÓN: Geog. Lugar de la parroquia de Santa María de Llanes, ayunt. y p. j. de Llanes, prov. de Oviedo; 119 habits.

SOBIESKI (JACOBO): Biog. Capitán y diplomático polaco, llamado el Escudo de la libertad. N. en 1579. M. en 1647. Sucesivamente fué Gran Mariscal de la Dieta cuatro veces, senador, gran escudero de la corona, palatino de Belz, después de la Rutenia Roja y castellano de Cracovia (1646). Jacobo Sobieski se distinguió también como militar y como diplomático. En 1618 siguió á Wladislao en la expedición que éste emprendió contra Rusia y que dió por resultado el tratado de Diwilino. Marchó después contra Osmán II, entró en Polonia á la cabeza de un ejército formidable, le mató 80 000 hombres y firmó á nombre de Polonia la paz de Chozim. Como plenipotenciario de su país firmó también las treguas de Almark (1629) y de Stumsdorf entre Suecia y Polonia (1626-35); después desempeñó distintas misiones diplomáticas en Austria, Roma y Francia, y por último fué uno de los que negociaron el tratado de Westfalia. Retirado en su castillo de Willanow, cerca de Varsovia, murió querido y respetado de sus compatriotas. Se le deben las obras siguientes: Commentarius belli chotimensis; una relación de los Viajes que hizo por Europa de 1608 á 1612; Instrucciones dadas á sus hijos durante sus viaes, etc.

más unido el enlace del clavo con aquélla y por tanto el de una pieza con otra de las que une. Por último, la falsa espiga cilíndrica, que se emplea cuando dos piezas han de estar unidas á espiga y no hay facilidad ó conveniencia de hacer la espiga solidaria con una de las piezas, como por ejemplo cuando la madera que las forma es quebradiza ó poco resistente y se quiere en el enlace mayor fuerza que la que aquélla pudiera prestar; ésta se usa con bastante frecuencia,

SOBOLEWSKIA (de Sobolewski, n. pr.): f. Bot. Género de plantas perteneciente á la familia de las Cruciferas, tribu de las isatídeas, cuyas especies habitan en la región del Tauro, y son plantas herbáceas, erguidas, ramificadas casi en panoja, con el tallo cilíndrico, sufruticoso en la base; las hojas caulinares, pecioladas, acorazo nado-arriñonadas y dentadas, y las flores blancas, dispuestas en racimos alargados, con los pedicelos filiformes y desprovistos de brácteas; cáliz formado por cuatro sépalos iguales entre sí; corola de cuatro pétalos hipoginos y enteros; seis estambres hipoginos, tetradínamos, los cuatro más largos con los filamentos ensanchados en la base y los laterales muy cortos; ovario aovado, comprimido, unilocular, con un solo óvulo campilótropo pendiente del ápice de la celda; estig ma sentado, casi acabezuelado. El fruto es una silícula indehiscente, oblonga, comprimida lateralmente, casi membranosa, unilocular y monosperma; semilla colgante y sin aleta marginal; embrión sin albumen, con los cotiledones lineales y encorvados, incumbentes, y la raicilla ascendente.

SOBÓN, NA (de sobar): adj. fam. Que por excesiva familiaridad, caricias y halagos se hace

fastidioso. U. t. c. s.

¿Hay tormento tan cruel
Como una mujer llorona,
Y suspicaz, y SOBONA...?
¡Oh! me hará soltar la piel.

BRETÓN DE LOS HERREROS.

- SOBÓN: fam. Dícese de la persona taimada y que se excusa del trabajo. U. t. c. s.

SOBO-NOR: Geog. Lago salado de la Mongo. lia central, China, sit. en el país de Ala-chañ, en la extremidad Sur del desierto de GalbünGobi. Tiene unos 40 kms. de largo por 30 de ancho; pero respecto á sus dimensiones, así como á su forma, hay datos contradictorios.

SOBORDO: m. Mar. Registro que en determinados casos se practica, por el resguardo de rentas, de la carga de un barco, así como también cualquiera otra remoción, transbordo, reconoci

- SOBIESKI (JUAN): Biog. V. JUAN III, rey miento ó recuento que se hace en ella por parte de Polonia.

- SOBIESKI (JACOBO LUIS ANDRÉS): Biog. Príncipe polaco, hijo primogénito de Juan III. N. en París en 1667. M. en Zolkiew en 1734. Se casó con la princesa Eduvigis Isabel Amelia de Baviera. No pudo conseguir el suceder á su padre en el trono de Polonia, pues Augusto II, protegido por el rey de Suecia, Carlos XII, se apoderó de Jacobo y de su hermano Constantino y los tuvo prisioneros en la fortaleza de Pleissenburg hasta 1706. Puesto en libertad Jacobo por el tratado que en dicho año puso fin á la guerra, residió, ya en Ohlau, ya en Zolkiew, y desde 1719 en Czenstochow (Polonia). Vió morir á to. dos los suyos, si se exceptúa á la duquesa de Bouillón, y fué el último representante de una familia ilustre.

SOBINA: f. Clavo de madera.

- SOBINA: Carp. De este clavo de madera se usa en Carpintería cuando no conviene emplear clavos metálicos, y toma diferentes nombres según su objeto é importancia; cuando es de pequeñas dimensiones se llama estaquilla, es muy Jelgada y algo cónica, y bastante más larga que el agujero que ha de llenar; se emplea generalmente para afianzar las uniones á caja y espiga; hecho el taladro que abarque las piezas por la ensambladura se da cola de carpintero á la estaquilla, y se entra á golpe de mazo, cortando con un serrucho el excedente por ambos lados. El clavo grande, propiamente dicho sobina, es cilíndrico, de corta longitud generalmente, pero de mucho diámetro; entra á mazo y se emplea en algunas acopladuras, especialmente para maderas que han de estar sumergidas y en que la humedad, hinchando la madera, hace cada vez

de los interesados. El primero se practica cuando se supone que conduce determinados objetos que no deben salir del país en que parte el barco, ó que no se les puede dejar que continúen su ruta, como contrabando de guerra, por ejemplo, que pudiera presumirse se había de utilizar contra una nación amiga, ó cuando se presume que entre la carga pueda ocultarse algún criminal. El segundo registro es conveniente practicarle después de una borrasca ó de otro accidente que pueda hacer presumir que alguno de los bultos ha sido arrojado ó ha caído al mar, ó bien que se puedan temer averías en el contenido de aquéllos, si se han mojado ó golpeado, para ver si es posible remediarlas ó lanzar al agua la parte de carga perdida, para aliviar el peso y no perjudicar á la que queda.

SOBORNACIÓN (del lat. subornatio): f. So

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Díganle ustedes que el teatro español tiene de SOBRA autorcillos chanflones que le abastezcan de mamarrachos; etc,

L. F. DE MORATÍN. - DE SOBRA: Por demás, sin necesidad. .. á mi pobre juicio estuvo de sOBRA aque lla valiente cláusula, etc. ISLA.

de SOBRA sabe U. que el huir no depende de mi voluntad. VALERA.

SOBRADA: Geog. Lugar de la parroquia de Santa María de Troáns, ayunt. de Cuntis, partido judicial de Caldas, prov. de Pontevedra; 101 habits. V. SAN SALVADOR Y SANTA MARÍA MAGDALENA DE SOBRADA.

SOBRADAMENTE: adv. c. SOBRADO.

Hernán Cortés entre tanto, con las noticias que llevaron fray Bartolomé de Olmedo y Juan Velázquez de León, entró en conoci. miento de que había cumplido SOBRADAMENTE con las diligencias de la paz, etc. SOLIS.

yo estaria SOBRADAMENTE recompensado con que á la puerta le quedase el nombre del consejero, etc. JOVELLANOS.

SOBRADAR: a. Hacer los edificios con sobra

dos.

y

SOBRADELO: Geog. Lugar de la ayuda de parroquia de Santa María de Sobradelo, ayunt. de Carballeda, p. j. de Valdeorras, provincia de Orense; 394 habits. Este lugar, sit. á la derecha de la vía férrea de Palencia á la Coruña, ocupa un pintoresco recodo cuajado de castaños, sembrados viñedo. Enfrente, al otro lado del río, se distingue Puente Nuevo, pueblecito así llamado por el magnífico puente de mamposte. ría, de siete ojos, de gran alt. y fortísima cons. trucción, sobre los abruptos peñascos en que marcha oprimido el Sil. El segundo arco, inmediato al pueblo, está roto y sustituído por un paso de madera. Por este puente pasa la carretera de Ponferrada á Orense, por seguir por la dra. del río hasta Petín. Vense á lo lejos las casas pobres de Puente Nuevo con sus escaleras exteriores y sus balcones de madera. Por una estrecha garganta viene sobre este pueblo el riachuelo Casayo, de los montes de este nombre, tan abundantes en caza, bajando desde el portillo de Puertas. En el angosto valle de Casayo y cerca del pueblo así llamado, en una ermita, celebrábase antes una gran romería en 1.o de septiembre en honor de San Gil de Casayo, monje eremita que vivió retirado en estas soledades desde 1203 á 1220, y cuyas reliquias tuvieron gran veneración en esta comarca, por ser el santo especial abogado contra los sordos. Cortaba antes á la peña el cauce del Casayo para entrar en el Sil, formando un bonito tajo, pero ahora recogido en lo alto, y viene á animar con el movimiento de su salto de agua una notable ferrería sit. á la dra. del pueblo, donde se elabora bastante cantidad de hierro. Es por todo extremo pintoresca la cascada, de tres pisos y de tres caídas, que en medio de verdes y obscuras hiedras, entre una hermosa vegetación, se despeña hasta el río á un lado del edif. industrial, que se destaca en el fondo del cuadro al pie de huertas y castañales de una eminente ladera (De Palencia á la Coruña, por R. Becerro de Bengoa). | Lugar de la parroquia de San Román de Sobradelo, ayunt. de Junquera de Ambía, p. j. de Allariz, prov. de Orense; 195 habits. Lugar de la parroquia de San Mamed de Loño, ayunt. de Carbia, p. j. de Lalín, prov. de Pontevedra; 91 habits. V. SAN ROMÁN, SAN SALVADOR y SANTA MARÍA DE SOBRADELO.

SOBRADIEL: Geog. Lugar con ayunt., partido judicial, prov. y dióc. de Zaragoza; 414 habits. Situado á orillas del Ebro, entre los términos de Zaragoza y Marlofa. Terreno llano; cereales, aceite, hortalizas y legumbres. Ha dado nombre á un condado.

SOBRADIL: m. Carp. Tabla ó pieza delgada de madera que ha tomado este nombre de que generalmente es la parte sobrante, ya de un árbol después de trocearlo, ya de otra pieza de madera más importante y que, por demasiado gruesa ó por exceso de longitud, se ha cortado de aquélla; resulta de aquí que un sobradil no puede tener una dimensión determinada, y sólo puede decirse que no llega á constituir una pieza del marco mismo que la madera de que procede, aun cuando con él se pueda obtener otra de marco dife rente. Se cuenta como pieza de desecho, y por tanto su precio es sumamente bajo, por lo que al carpintero de blanco le es muy conveniente la mayoría de las veces, pues no se entienden por sobradiles las piezas tan pequeñas que sólo son utilizables para leña. Los sobradiles se clasifican en listones cuando son largos y de pequeña escuadría en todos sentidos; se pueden utilizar como verdaderos listones y para mediascañas; latas si siendo largos y anchos tienen pequeño espesor, menos que la tabla más delgada del marco, y pueden emplearse en cajas para embalar objetos de poce peso; y puntas cuando su longitud no llega á la de los maderos más cortos del marco, y pueden utilizarse en la construcción de muebles bastos y para tornapuntas, puentes,

etc.

SOBRADILLO (d. de sobrado): m. Reparo que se pone encima de los balcones ó ventanas para defenderlos del agua de las canales.

SOBRADILLO: Const. Es muy frecuente en algunos puntos, para resguardar de la lluvia las puertas exteriores de las habitaciones y los balsy cones, cubrirlas con un sobradillo ó resguardo, especie de tejadillo que puede estar á una ó dos aguas; en el primer caso se reduce á nna armadura de las llamadas á par y picadero, formada por dos cuchillos paralelos, de los que cada uno tiene un par con inclinación de unos 30° sobre el horizonte, que se apoya en una cumbrera más elevada que el dintel del hueco, empotrada en la fábrica y horizontal, y en una carrera, horizontal también, apoyada en dos canes normales al paramento y saliendo de él lo suficiente para dar el vuelo necesario al sobradillo; los pares vuelan por encima de la carrera, estando su extremo superior cogido con la fábrica; y como el peso pudiera vencer los canes, se contrarresta este esfuerzo con la colocación de una tornapunta en que se apoya cada uno, el que se coge en la fábrica, á los costados de la jamba; unas tablas van de uno á otro par, montando cada una sobre la inferior, ó bien se colocan unas correas y enci ma se cubre con tejas bien sujetas con yeso, ó mejor con cal hidráulica. Otras veces el sobradillo se hace á dos aguas, y entonces salen de la fábrica y normalmente a ella tres canes: dos á los costados del hueco y á igual altura, y el tercero en el centro y más alto; sobre estos tres canes, normales á la fábrica, se tienden unas tablas, sirviendo el can del centro de cumbrera y los de los costados de carreras del tejadillo, que se pue de cubrir de teja, ó mejor de zinc. En las construcciones á la suiza son muy frecuentes los sobradillos á dos aguas, que se completan uniendo los canes con un tirante, un pendolón y dos

Sobradillo

tornapuntas, recercándolo todo con una crestería de tabla que hace muy buen efecto. En las cons. trucciones de importancia se suele poner una especie de sobradillo á dos aguas sobre cada hueco, ó bien formando curva, y entonces se hace de sillería, constituyendo una especie de pequeño frontón que, más que resguardar de la lluvia al hueco, tiene por objeto decorar la

fachada ó frente del edificio. A la entrada de teatros, Bolsas de contratación, mercados, hospitales, etc., se colocan sobradillos de hierro, cubiertos muchas veces con cristales, que ya no reciben el nombre que encabeza este artículo, sino el de marquesinas (véase) como marquesi nas ó sobradillos de gran desarrollo y pretensiones, con objeto verdaderamente útil, son los que se colocan para cubrir los andenes, tanto por la parte de tierra como por la de la vía de las estaciones de los ferrocarriles.

- SOBRADILLO: Geog. V. con ayunt., p. j. de Vitigudino, prov. y dióc. de Salamanca; 1 393 habits. Sit. cerca de Portugal y del río Agueda. Terreno llano con algunos desniveles; cereales, aceite, almendra y legumbres. || Aldea del ayuntamiento de El Rosario, p. j. de La Laguna, prov. de Canarias; 271 habits. Caserío del ayunt. de Valleseco, p. j. de Las Palmas, provincia de Canarias; 78 habits.

- SOBRADILLO DE PALOMARES: Geog. Lugar con ayunt., p. j. de Bermillo de Sayago, prov. y dióc. de Zamora; 346 habits. Sit. en un cerro, cerca da Pereruela. Terreno peñascoso; cereales y legumbres.

SOBRADO, DA (de sobrar): adj. Atrevido, audaz y licencioso.

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- SOBRADO: Geog. Barrio del ayunt. de Valle de Mena, p. j. de Villarcayo, prov. de Burgos; 74 habits. Caserío del ayunt. de Icod, p. j. de La Orotava, prov. de Canarias; 55 habits. Lugar con ayunt., formado con las parroquias de San Lorenzo de Carelle, San Julián de Cumbraos, San Julián de Grijalva, San Jorge de Nogueira, San Pedro de Porta y San Andrés de Roade, y las ayudas de parroquia de Santa María de Ciudadela, San Miguel de Codesoso, Santa Cristina de Folgoso y San Mamed de Pousada, p. j. de Arzúa, prov. de la Coruña, diócesis de Santiago; 4 720 habits. Situado en la parte oriental de la prov. y confines de la de Lugo. Terreno montuoso, regado por el río Tambre; cereales, lino, legumbres y patatas; cría de ganados. Aldea de la parroquia de Santa María de Villadavil, ayunt. y p. j. de Arzúa, prov. de la Coruña; 62 habits. Aldea de la parroquia de San Pedro de Cruz de Picato, ayunt. de Neira de Jusá, p. j. de Becerreá, prov. de Lugo; 148 habits. Aldea de la ayuda de parroquia de Santa Cristina de Viso, ayunt. de Incio, p. j. de Sarria, prov. de Lugo; 73 habits. Lugar de la parroquia de San Miguel de Melias, ayunt. de Coles, p. j. y prov. de Orense; 97 habitantes. Lugar de la parroquia de Santa María del Destierro, ayunt. de Piñor, p. j. de Carballino, prov. de Orense; 73 habits. Lugar de la parroquia de Santa María del Sobrado del Obispo, ayunt. de Barbadanes, p. j. y prov. de Orense; 415 habits. Aldea de la parroquia de San Pedro de Triós, ayunt. de Pereiro de Aguiar, p. j. y prov. de Orense; 65 habits. Lugar de la parroquia de San Juan de Moura, ayunt. de Nogueira de Ramuín, p. j. y prov. de Orense; 76 habits. Lugar de la parroquia de San Pedro de Poulo, cab. del ayunt. de Gomesende, p. j. de Celanova, prov. de Orense; 171 habits. | V. de la parroquia de San Salvador de Sobrado, ayunt. y p. j. de Puebla de Trives, prov. de Orense; 323 habits. Lugar de la parroquia de San Esteban de Sobrado, ayunt. y p. j. de Tineo, provincia de Oviedo; 117 habits. || V. SAN ESTEBAN Y SAN SALVADOR DE SOBRADO.

- SOBRADO DE AGUIAR: Geog. Lugar del ayunt. de Portela de Aguiar, p. j. de Villafranca del Bierzo, prov. de León; 260 habits.

- SOBRADO DEL OBISPO: || V. SANTA MARÍA DE SOBRADO DEL OBISPO.

SOBRAJA: f. ant. Sobra ó sobrante.

tiago de Gustey, ayunt. de Coles, p. j. y proSOBRAL: Geog. Lugar de la parroquia de Sanvincia de Orense; 102 habits. || Lugar de la paroquia de San Andrés de Geve, ayunt. de Geve, p. j. y prov. de Pontevedra; 293 habits. Lugar de la parroquia de San Salvador de Sotomayor, ayunt. de Sotomayor, p. j. de Redondela, provincia de Pontevedra; 82 habits.

- SOBRAL: Geog. V. cap. de municip. y comarca, est. de Ceará, Brasil, sit. á la izq. del río Acaraçu. No lejos hay minas de oro y amatis

tas.

SOBRALIA (de Sobral, n. pr.): f. Bot. Género de plantas perteneciente á la familia de las Orquídeas, tribu de las aretuseas, cuyas especies habitan en el Perú, y son plantas herbáceas, con

raíces sencillas, fibrosas, con los tallos sufruticosos, alguna vez prismáticotriangulares, senci llos ó ramificados, abundantemente provistos de hojas, y las flores, dispuestas en racimos termina les ó axilares, son grandes, variando su color según la especie, pues pueden ser blancas, rosadas, de color rojo de sangre ó violadas; perigo. nio con las hojuelas exteriores ó sépalos reflejos, las laterales casi opuestas al labelo y las interiores ó pétalos erguidas y más estrechas; labelo sentado, libre, entero, arrollado en su base alrededor de la columna formando un tubo y con el disco plegado y barbado; ginostemo semicilíndrico con aletas estrechas, con dos tuberculitos debajo del estigma y casi trífido en su ápice, con el lóbulo medio anterífero, antera terminal pedice lada y persistente, con las celdas aproximadas é incompletamente divididas; cuatro polinias comprimidas, con la base plegada hacia atrás.

SOBRAMIENTO: m. ant. Sobra ó residuo. SOBRÁN: Geog. V. SAN MARTÍN DE SOBRÁN. SOBRANCERO (de sobrar, estar de más): adj. Aplícase al que está sin trabajar y sin oficio determinado. U t. c. s.

- SOBRANCERO: prov. Murc. Mozo de labor que está para suplir.

- SOBRANCERO: Mar. Se aplica en general á todo lo que en la construcción naval ha resultado demasiado ancho ó largo, pero más particularmente se llama sobrancera á la vela que tiene demasiada caída ó cruzamen, es decir, que cuando está izada á su sitio resulta demasiado larga, diciéndose que está sobrancera al centro de la vela cuadra en que la longitud comprendida entre el gratil y el centro del pujamen es excesiva; si lo es la caída de la valuma de cada banda se llama sobrancera de fuera, y reciben el mismo calificativo las alas de mucha caída de la valuma de fuera; sobrancera de dentro cuando en las últimas resulta muy larga la caída de la relinga interior; en los foques y velas latinas si lo es la distancia entre la pena y el puño de la escota; en velas trapezoides cuando es larga, ya sea la caída de popa ya la de proa. También á los palos y vergas se aplica este calificativo, ya por resultar de demasiada longitud, ya por formar un ángulo excesivamente grande con la vertical, bien sea hacia popa bien hacia proa, por más que en tal caso sea más frecuente decir que tiene mucha caída.

SOBRANCS: Geog. V. SZOBRANCZ.

SOBRÁNS: Geog. Lugar de la parroquia de Santa María de Guizán, ayunt. de Mos, p. j. de Redondela, prov. de Pontevedra; 201 habits. SOBRANTE: p. a. de SOBRAR. Que sobra. Usa

se t. c. s. m.

La ley quiere seguramente que salga este SOBRANTE (de aceite), pues el haber señalado límite á la libertad de extraer sólo ha sido por evitar la escasez ó la excesiva carestia, etc. JOVELLANOS.

-Toma. Aquí sobra un doblón.

- Volveré con lo SOBRANTE...

- No. Para ti. - Gracias.

BRETÓN DE LOS HERREROS.

SOBRANTE: adj. SOBRADO; rico y abundante de bienes.

SOBRAON: Geog. C. del dist. y prov. de Lahore, Penyab, India, sit. al S. O. de Lahore, en la orilla dra. del Satley, afl. izq. del Indo; 4500 habits. Frente á esta c., en la orilla izq. y en el dist. de Firozpur, se extiende la llanura en que los sijs perdieron en 10 de septiembre de 1846 la batalla que puso fin á su primera guerra contra los ingleses. Fueron los vencedores el general Hong-Gough y el gobernador general de las In. dias, Hardinge.

SOBRAQUERA: f. Agric. Las sobraqueras, lo mismo que los navazos, que las marismas ó saladares, y en general que todos los terrenos en que se detiene el agua por no tener salida, son perjudiciales á la salud por los miasmas que despiden las aguas estancadas; como en las sobraqueras el agua no es en cantidad excesiva, después de algunos días de sequía se seca formándose en el terreno una costra y criándose en él vallico y otras varias plantas, de las que no se puede privar al terreno aun cuando se le are, porque persiste la causa; no queda más recurso para mejorar estos terrenos y aprovecharlos, quitando así el foco de in

fección que representan, que rellenarlos, bien por colmatage, bien vertiendo en ellos tierras lleva das de otros puntos con carros ó caballerías; en las inmediaciones de población esto es fácil, pues se pueden aprovechar los escombros procedentes de los derribos, sin más que autorizar á que se tome como vertedero la sobraquera, y teniendo cuidado, si se quiere utilizar para la labor, á cada capa de escombros vertida poner otra de estiércoles de cuadra, cubriendo después todo con una capa de tierra vegetal y dejando en reposo el terreno durante un invierno para que el estiércol se convierta en abono, en cuyo momento ya puede la brarse; es muy importante esta operación, no por lo que pueda valer el terreno que se utiliza, que significa bien poco, sino por lo que beneficia al país destruir las sobraqueras, y porque no se cortan en ellas las labores de los terrenos que las circundan.

SOBRAR (del lat. superāre): a. ant. Exceder ó sobrepujar una cosa á otra en peso, número, valor ó calidad.

..., goza (el alma) de la paz que dice san Pablo que SOBRA todo sentido. MALÓN DE CHAIDE.

- SOBRAR: n. Haber más de lo que se necesita para una cosa ó en cualquier especie.

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Respecto al famoso juramento que se suponía prestado por los reyes de Sobrarbe, dice Martínez Herrero que, una vez elegido García Jiménez, el pueblo que le confería la autoridad real segu ramente que no había de constituirle en caprichoso arbitrario que dispusiera de las vidas y haciendas de sus vasallos, sino que había de quedar ligado al mismo pueblo, obligándose á ejercer digna y debidamente esta suprema autoridad; para ello necesariamente debía prestar el solemne juramento de desempeñar bien y fielmente su elevado cargo, correspondiendo á la grande confianza y distinguida honra que se le dispensaba al serle conferido. Pero con motivo de esta natural solemnidad y garantía se ha pretendido defender é introducir una fórmula de juramento conocidamente humillante para la misma dignidad real, que no podía suponerse siquiera, ni en el ánimo, ni en los propósitos, ni en las circunstancias de los electores, sino opuesta abiertamente á sus deseos é intenciones. La inexactitud de la inventada fórmula resalta ya al considerar el grande respeto que tributaban los fundadores del reino de Sobrarbe al principio monárquico, cuando al lanzarse á la arries gada empresa de la conquista de su patria invocaban la observancia de sus venerandas leyes, en las que estaba consignado este salvador principio, y el fin con que se dió á conocer tal fórmula se evidencia considerando que principió á divulgarse á mitad del siglo XVI, en la época más sangrienta y encarnizada de la reforma social y religiosa promovida por Lutero, Calvino y otros, cuyas doctrinas no puede menos de concederse que eran completamente desconocidas de los que en Pano, ocho siglos antes, constituían un nuevo estado.

La invención de aquella fórmula es debida al extranjero Francisco Hotmán, que la hizo servir como fundamento de sus propósitos: para ello le bastaba la verosimilitud, á fin de engendrar la duda ó procurar la creencia, circunstancias suficientes para una fábula, y no se detuvo ante la falta de exactitud y de verdad que exige la relación de un hecho en el libro de la Historia. Hotmán afirma que al monarca se le exigía el juramento bajo esta humillante forma: «Nos,

expr. fam. con que se denota venir cabal y justa que valemos tanto como vos y podemos más que una cosa para lo que se necesita.

SOBRARBE: Geog. é Hist. País y antiguo reino del territorio aragonés, en la prov. de Huesca. Según Martínez Herrero, se constituyó con los primeros territorios conquistados á los moros por García Jiménez, primer rey de Sobrarbe. Confinaba por Oriente con el condado de Ribagorza, donde ya se contaban cristianos que rechazaban con constancia y decisión la dominación árabe; por el N. con Francia; por Occidente con las montañas que luego formaron el condado de Aragón y actualmente constituyen el p j. de Jaca, y por el Mediodía con la sierra de Arbe, la cual, tomando de trecho en trecho distinto nombre, presenta toda ella una larga y continuada cordillera que separa la tierra quebrada y montañosa de la tierra llana que constituye el p. j. de Barbastro. Corresponde, pues, al territo. rio del actual p. j. de Boltaña.

Respecto al origen del nombre de Sobrarbe dado á estos nuevos territorios conquistados, hay encontradas opiniones: unos afirman llamarse así por la aparición milagrosa de la Cruz sobre el árbol; otros sostienen que se tomó esta denominación con referencia al río Arbe, que suponían bañaba parte de los mismos territorios; otros lo derivan de los surdones ó surdaones, antiguos habits. del país; otros, por fin (y esta es la opinión que se presenta con mayor fundamento), consignan que el nombre de Sobrarbe fué dado á los territorios expresados porque precisamente se encontraban sit. sobre la sierra ó monte de Arbe; y aceptando esta opinión, el mismo nombre justifica la razón de ella al decir Sobre-arbe, supuesto que marca ya esa situación en que realmente se encuentran aquéllos; lo mismo sucede con otro no muy distante que tam. bién se denomina Sobre-puerto, por estar preci samente sit. sobre el puerto que da paso desde las montañas de Jaca, en la orilla izq. del río Gállego, á la ribera de Fiscal. Según los límites que se dejan consignados anteriormente, todas las montañas, valles y tierras conocidas con el nombre de Sobrarbe comprendían una extensión de 12 leguas de N. á Mediodía y 10 de Oriente á Poniente.

vos, os elegimos Rey con estas y estas condiciones intra vos y nos un que manda más que vos. >> Los apologistas de esta inventada fórmula se han esforzado en sostener la exactitud de la misma; que fué la usada desde la fundación de estos reinos, y que á ella se ajustó también el juramento prestado por su primer monarca: para combatir tan injustificada pretensión, bastaría concretarse á las palabras con que se halla redactada la misma fórmula, pues suministran fundamentos suficientes para demostrar la inexactitud que encierra, y que sólo es una pura invención del autor; lo mismo sucede respecto de los hechos que se suponen y relacionan antes de consignar la fórmula del juramento; se inventan unos, como el de las Juntas generales, á las cuales se atribuye, en virtud de un derecho constituído, la elección de los reyes; se anticipan otros, como la institución del Justicia mayor, que fué posterior á la fundación del reino de Sobrarbe y de sus primeros monarcas; y se dan exageradas proporciones á las facultades y pode río de este Magistrado Supremo, para así rebajar la importancia de la autoridad real. En las palabras de la fórmula se encuentra, entre otras, la de elegimos, y el verbo clegir era completamente desconocido de los antiguos aragoneses á quienes se atribuye, porque en los siglos XIV y XV aún no había llegado á usarse en el reino, y se decía esleir por elegir, esleido por elegido, esliiendo por eligiendo, y así aparece en todas sus cartas, letras intimadas, fueros y sentencias de estas épocas en que se usaba la referida palabra; de manera que la fórmula, para ser cierta y poderse atribuir á los tiempos á que se atribuye, debiera haber dicho esleimos Rey, y no elegimos Rey como dice. Ni los aragoneses antiguos ni los modernos usaron jamás la palabra come que contiene la fórmula; pertenece precisamente al lenguaje francés, que era el propio de Hotmán, de donde naturalmente lo tomó, pues ni aun en el dialecto lemosín, que fué introducido en Aragón muchos años después por el rey D. Jaime el Conquistador, se conocía el come, sino el com, palabra que vino usándose posteriormente y se encuentra en los fueros y documentos oficiales del reino. En el supuesto de ser cierta esta fór

Fueron estos seniores el origen de los que poste-
riormente se titularon Ricos-omes de natura, que
tanta importancia llegaron á alcanzar en el rei-
no, y representaban sus doce principales y más
ilustres familias, reputadas como las descendien-
tes de los doce primitivos seniores. El número
de los doce seniores elegidos dió ocasión para
que más adelante, cuando ya se estableció nue-
vamente la Monarquía, se llamara en las leyes
y fueros del reino á los doce ricos-omes á tomar
una parte muy principal en el consejo y resolu-
ciones de los reyes al tratar de las cosas más
arduas é interesantes del Estado; y con tanta
importancia se les consideró como sucesores de
los primitivos seniores, que eran los que estaban
primeramente obligados á la custodia de las
personas de los reyes y á la defensa de su te-
rritorio. Añade Martínez Herrero que no satisfi-
zo esta nueva forma de gobierno, y habiéndose
consultado al Papa Adriano II y á los longo-
bardos, aquél y éstos aconsejaron que se eligie
ran rey, por ser la Monarquía, la forma de go-
bierno más aceptable y más acreditada, que para
no caer en los peligros que temían, antes de
elegir las personas á quien habían de investir
con la dignidad real determinaran las leyes
con las que habían de ser gobernados, procu.
rando establecer todas las necesarias para ga-
rantizar su seguridad y el mejor gobierno del
reino; que antes de ceñir la corona el elegido le
obligasen por la santidad del solemne juramen-
to á observar dichas leyes y á hacerlas también
cumplir á sus súbditos; que para la elección del
que hubiera de ser su rey no se fijaran en pere-
grinos ni en extranjeros, sino en persona natu-
ral del reino y bien conocida en él; que no se
dirigieran precisamente á sus nobles magnates,
porque su orgullo y su altivez serían tal vez
motivos para que trataran con arrogancia y des
precio á los menos elevados; que tampoco lo
hiciesen á los muy humildes y ordinarios, por-
que en éstos no encontrarían aquellas cualidades
tan necesarias para ejercer con la importancia
y dignidad debidas el supremo cargo, y podían
ser objeto de burla y desprecio de parte de los
altivos nobles; y que para salvar uno y otro
inconveniente debían acudir á la clase media,
y entre ella á la que estuviera dotada de inteli
gencia y sabiduría, donde podrían más fácil-
mente encontrar un rey prudente que adminis-
trara rectamente la justicia y los gobernara cual
los mismos lo deseaban Tardaron los nobles
algún tiempo en seguir estos consejos, y previa-
mente procuraron arreglar sus leyes, por lo que
en el prefacio de los fueros se consigna «que en
Sobrarbe se hicieron las leyes antes que los Re-
yes hubieran sido creados. » Por fin, teniendo en
cuenta el auxilio eficaz que contra los moros
prestó á los de Sobrarbe el rey de Navarra Iñigo
Jiménez Arista, eligieronle por su monarca. Rei-
naron después García Iñiguez II y Fortunio
Garcés II, que en 901 se retiró al monasterio de
San Salvador de Leire. Nueva vacante y nuevo
interregno en Sobrarbe; pero á los cuatro años
fué proclamado rey de Sobrarbe y Aragón San-
cho Garcés Abarca I. Martínez Herrero (Estu-
dios históricos sobre la fundación y progreso de
reinos de Sobrarbe y Aragón) titula reyes
de Sobrarbe y Aragón á los sucesores de Sancho
Abarca hasta la muerte de Sancho III y divi-
sión de sus Estados. Uno de sus hijos, Gonzalo,
se tituló rey de Sobrarbe y Ribagorza. V. ARA-
GÓN, NAVARRA Y RIBAGORZA.

mula del juramento, lo cual no se concede, ten-
dría mucha importancia y significación, porque
regularía el poder de los monarcas subordinan-
dole á otro más superior, bien sea el elemento
popular, bien la suprema autoridad del Justicia-
do, según en aquella fórmula se pretende; esta
circunstancia tan considerable hubiera llamado
precisamente la atención de los antiguos escri-
tores y cronistas que con tanta escrupulosidad
y celo han enriquecido los hechos de la historia
de estos reinos; pero ninguno debió advertir
semejante fórmula cuando nada han consignado
sobre ella, y solamente otros, que escribieron
con posterioridad á la Franco Galia de Hotmán,
se han ocupado de tan interesante extremo: esto
prueba la invención del jurisconsulto francés,
pues hecho tan importantísimo no podía pasar
inadvertido. Para calificar la fórmula de pura
invención, sólo hay que considerar que las ideas
que la misma entraña eran completamente des-
conocidas de los fundadores de la Monarquía de
Sobrarbe, como lo evidencia de una manera
palmaria el profundo respeto que tributaban á
sus leyes, en las que se halla consignado el prin-
cipio monárquico con toda su verdadera impor-
tancia, y la autoridad real aparece con el esplen.
dor y prestigio que tan decididamente han pro-
curado obscurecer y rebajar Hotmán y sus doc-
trinarios. Posteriores á este escritor no han fal-
tado otros que también prohijasen la innova-
ción: el primero fué Antonio Pérez, el célebre
secretario de Felipe II, que malquistado y per-
seguido por este monarca emigró á Francia, y,
en su ostracismo y enemistad con su rey, á fines
del siglo XVI escribió sus Relaciones en situación
igual a la en que se encontraba Hotmán cuando
publicó su Franco Galia; é impulsado por las
mismas tendencias y proponiendose los mismos
fines, no es extraño que aceptara el uno la fábula
del otro. Sin embargo, Antonio Pérez varió al-
gunas palabras de la fórmula inventada por
Hotmán, sin duda con el objeto de expresar más
claramente el concepto que se proponía, cuyas
variaciones aparecieron también después en las
últimas ediciones de la obra francesa. La fór-
mula reformada por Antonio Pérez se consignó
en sus Relaciones en los siguientes términos:
«Nos, que valemos tanto como vos, os facemos
nuestro Rey y Señor, con tal que nos guardéis
nuestros fueros y libertades, y si no, no.» Estas
palabras dice su autor que las pronunciaba el
Justicia de Aragón estando sentado en su silla
y teniendo cubierta su cabeza, y de esta manera,
añade, recibía el juramento que presta el Rey de
rodillas á los pies de aquel magistrado. Con más
autoridad que la invención de Hotmán cita
Herrero la Recopilación de las antiguas leyes de
Sobrarbe acordada ordenar por el concilio de
Jaca en 1071, reinando Sancho Ramírez, la cual
se atribuye á este monarca. En la primera parte
de esta recopilación, ó sea en la llamada Fueros
de Sobrarbe, se consigna el fuero de alzar rey,
en el que se dice «lo alzaban por Rey et li daban
lo que ellos avian y ganavan de los moros, pri-
mero que lis juras antes que lo alzassen por Rey
sobre la Cruz et los Evangelios que los tovies
adreyto... Et los Xij Ricos hombres ó savios
deben jurar al Rey sobre la Cruz et los Evangelos
lios de curiarle el cuerpo et la tierra et el pue-
blo, et los fueros aiudarli á mantener fielment
et deven vesar su mano » Aquí se establece la
verdadera fórmula, muy semejante á la del Fue-
ro Juzgo. Los reyes de Sobrarbe fueron, después
de Garci-Ximénez, García Iñiguez I, Fortunio
Garcés I y Sancho Garcés I, que murió en 833.
Siguióse un interregno hasta 867. Pero no falta
quien pretende impugnar este interregno y de-
fender la continnación de la Monarquía, apo-
yándose para ello en el rey D. Jimeno de Pam-
plona, á quien se supone hijo de D. Sancho, el
último monarca de Sobrarbe y Pamplona; y
como que fué el mismo D. Jimeno el padre de
Iñigo Arista, que después llegó á ceñir las dos
coronas. la sucesión continuada en estos prínci
pes dicen que llena todo el vacío de tiempo que
en otro caso pudiera resultar, y que por lo tanto
no hay motivo para suponer el interregno. Gari-
bay es el que niega al reino de Sobrarbe este
interregno, según expresa Blancas, siendo co-
mún opinión de todos los cronistas que tratan
de su época que efectivamente existió. Durante
este interregno parece que se eligieron para go-
bernar doce personas de gran prestigio entre la
clase noble. Llamáronse Seniores los nombrados,
á quienes se invistió de omnímodas facultades.

SOBRARIAS (JUAN): Biog. Poeta y escritor español. N. en Alcañiz (Teruel). M. en la misma ciudad en 1530 Estudió Medicina, como consta de unos versos de Lucio Marineo, y con este destino pasó á perfeccionarse en el Colegio Mayor de San Clemente de Bolonia, según lo persuade un pasaje del Himno que compuso á San Clemente. Habiendo regresado de Italia se estableció en Alcañiz, donde ejerció la Medicina, y en 1504 fué armado caballero por Fernando el Católico. Por los años de 1508 los magistrados y ciudadanos principales de Zaragoza le pidieron que pasase á ella á enseñar Humanidades, y se debió esta colocación á los buenos oficios de don Gaspar Barrachina, secretario del arzobispo Alonso de Aragón, conforme lo manifiesta una carta de Lucio Marineo, escrita al mismo Sobrarias á fines de dicho año, carta que se halla en el libro IV de sus Epistolas. También se sabe que era casado, pues en el libro XII de dichas Epistolas hay una de Sobrarias á Marineo en que le da cuenta de

haberle nacido una hija, á quien sin haberla visto le hizo un epigrama que copió en la misma carta, cuya fecha es en Zaragoza en el año de 1510 Parece que en el de 1513 todavía conti. nuaba en el ejercicio de enseñar las Buenas Letras, por la edición de Virgilio, que hizo para uso de sus discípulos en Zaragoza, y se repitió en 1516 en la misma ciudad. Pero por una carta de Sobrarias al impresor Coci, que se halla en dicha edición de Virgilio de 1516, su fecha en Alcañiz á 15 de julio del mismo, se infiere que se había retirado á su ciudad natal á continuar el magis. terio. En ella murió y fué sepultado en la iglesia colegial, donde se adornó su sepultura con un epitafio latino. Escribió: Panegyricum Carwen de gestis heroicis Divi Ferdinandi Catholici, Aragonum, utriusque Siciliæ, et Hierusalem regis semper augusti, et de bello contra Mauros Libytes (Zaragoza, 1511, en 8.°): este es el título de la edición primera, sumamente rara, de esta obra. Latassa vió impresa una rarísima obra titulada Oratio Joannis Sobrarii Alcagnicensis de Laudibus Alcagnicii habita coram ejusdem Senatu, anno Dñi MDV1.- De SSmi. Clementissimique Patris Divi Adriani Sexti ad Summum Pontificatum divina electione et de cjus introitu in Urbem Cæsaraugustam Carmen Joannis Sobrarii Secundi Alcagnicencis Artium et Medicina Doctoris et Poeta Laureati (Zaragoza, 1512, en 4.): son 274 versos latinos. De sus demás obras hallará el lector noticia en las Bibliotecas antigua y nueva de escritores aragoneses, de Latassa (Zaragoza, 1886, t. III).

SOBRASADA: f. SOBREASADA.

SOBRASAR (de so, debajo, y brasa): a. Poner brasas al pie de la olla ó cosa semejante, para que cueza antes ó mejor.

SOBRAZANO, NA: adj. ant. Grande, exce

sivo.

SOBRAZAR (de so, debajo, y brazo): n. ant. Doblar ó recoger una cosa debajo del brazo.

SOBRE: m. Cubierta de papel en que se incluye la carta, comunicación, tarjeta, etc., que ha de enviarse de una parte á otra.

tomo con ansia

La epístola, rompo el SOBRE,
Leo...

BRETÓN DE LOS HERREROS.

- SOBRE: SOBRESCRITO.

- Creo que usted
Ha de conocer la letra...
El SOBRE es á don Ramón...
-¡Qué escucho! - Voy a leerla.

BRETÓN DE LOS HERREROS.

- SOBRE: Ind. La industria de fabricación de sobres para cartas tiene hoy día gran importancia, pues el sobre ó envoltura exterior de una carta, documento ó papel cualquiera que se quie re, ya resguardar del polvo, ya remitir por el correo, se generaliza más y más de día en día, no sólo porque el comercio, el trato social á distancia, la facilidad y baratura de los transportes y las exigencias de la moda hacen que se emplee para el objeto á que primitivamente se le destinaba, sino que no se entrega hoy á la mano un papel cualquiera, una nota, y muchas veces algun objeto pequeño, sin que vaya envuelto en su sobre, y el servir de envoltura es, sin duda, lo que le ha hecho llamar por los franceses y belgas enveloppe, derivado de envelopper (envol ver). Inglaterra, Francia y Alemania se han dedicado hace muchos años á esta industria, y España posee hoy algunas fábricas de sobres de verdadera importancia, no siendo América la que menos ha seguido los adelantos llevados á esta fabricación. Los primitivos sobres se hacían á mano, y aun á veces conviene hacerlos de este modo en determinados casos, como cuando hay que guardar paquetes de dimensiones especiales; pero desde hace algunos años se deben casi en su totalidad á la fabricación mecánica; en la pri mera mitad del siglo actual los sobres iban sin goma en la cartera y había que cerrarlos con obleas ó lacre, pero hoy se venden ya engomados y hasta timbrados, fabricándose tambien sobres especiales de precinto de dos sistemas privile giados, y á Schumberger se deben los que llama sobres de seguridad, engomados de modo espe cial, que cuando se tratan de abrir humedecién dolos ó exponiéndolos al vapor se ennegrecen ó se vuelven rojos ó azules, en tanto que ni las

nieblas ni la humedad atmosférica producen en ellos el menor efecto. Hace más de cuarenta años que se crearon en Alemania fábricas, que hoy tienen también Bélgica, Austria, Hungría, Suiza, Inglaterra, Francia y España; también se dedican á hacer sobres y fajas timbradas que contienen estampados ya los sellos de comunicaciones de diverso valor, según el peso que ha de tener la carta, que está á veces unida al mismo sobre, lo que da la garantía de que no pueda desaparecer el timbre, y por lo tanto la seguridad de que el pliego llega á su destino; en España la fábrica que hace esto es la del Timbre del Estado; otras fabricas hacen los sobres con membretes especiales, dedicados esencialmente al comercio, á los agentes de negocios, á los de Bolsa y cambio, notarios, y hasta á los particulares. En este artículo nos vamos á ocupar de la fabricación de sobres á mano y de la mecánica, empezando, como es natural, por la primera, que es la primitiva y más rudimentaria, y que, sin embargo, hay que adoptar algunas veces.

Fabricación á mano. - El sobre más sencillo es el llamado de oficios, que puede hacerse con pliego de papel entero, con medio pliego ó con cuartilla; cualquiera que sea el tamaño del papel ha de ser rectangular, y sea la hoja AECF (fig 1); el problema es inscribir un rombo en el rectángulo, pues tal es la forma de un sobre de esta clase abierto, y se resuelve con gran sencillez, pues basta, considerando una diagonal AC del rectángulo, dividirla por la mitad, uniendo los vértices A y C, haciendo el doblez BD que marca la segunda diagonal á ángulo recto con la primera, puesto que BA se ha aplicado exacta mente sobre BC, y DA sobre DC, y por tanto

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estas cuatro rectas son iguales dos á dos, y como la figura es completamente simétrica respecto del punto 0, centro del rectángulo, y DC es paralela á AB, también BC lo será a su opuesta AD, y por tanto la figura ABCD es un paralelogramo que, por tener iguales los lados contiguos al vértice B por una parte y al D por otra, resultará un rombo, según habíamos dicho; no habrá, por lo tanto, más que cortar el papel por BC y AD, para separar los dos triángulos rectángulos iguales BEC y AFD y tener cortado el sobre; falta ahora plegarle, lo que se hace colocando el oficio, ya doblado, que debe llevar, representado en la figura por PQRS, y doblar primero las puntas MAN y CKL sobre el oficio, marcando los dobleces MN y KL y después las puntas GBH y JDI sobre SR, marcando los dobleces GH y JI; para pegarle, última operación, se fija una oblea entre A y C en su encuentro, debiendo para ello solapar las puntas una cantidad suficiente; una segunda oblea colocada encima del encuentro sirve para asegurar la punta inferior D, y por último se cierra con una tercera oblea que sujeta la punta B á las anteriores; como los triangulitos rayados GPM, KQH, JRL y NSI, no tienen oficio alguno y estorban para los dobleces aumentando el peso de la carta, se cortan y queda el sobre terminado.

Para otra cualquier clase de sobre el trazado es el mismo, salvo que buscando el papel algo mayor se redondean los ángulos en la forma que está marcada en la figura; sin embargo, como los dobleces AC y BD afean el sobre, se dibuja la forma que ha de tener en una cartulina que se recorta y sirve de patrón para trazar con lápiz cuantos se deseen, recortándolos después con tijeras, y luego de plegados, sirviendo de guías los puntos P, Q, Ry S, se cierran pegando con goma los cantos.

En los sobres, como en todo, hay sus modas; así es que se han hecho largos y estrechos, variando la relación de sus lados constantemente, siendo los que hoy se usan los de un rectángulo que se aproxima á la forma cuadrada.

Fabricación mecánica. - Tres son, como hemos visto, las operaciones que hay que hacer con el papel para la fabricación de los sobres: cortarle, pegar éstos y engomarlos. Para cortar los sobres se emplean máquinas constituídas por un tablero horizontal en que se coloca el papel formando pilas de hojas extendidas y colocadas con igualdad; dos vírgenes ó guías verticales, una á cada lado, sirven de carril para guiar el útil, que no es, en rigor, otra cosa que un sacabocados formado por una maza en que va montado un sistema de cuchillas que en su conjunto presentan sus filos la forma que tiene un sobre extendido; este sacabocados, unido al bastidor que desliza entre las vírgenes, va montado en una excéntrica fija á un eje horizontal en la parte superior de la máquina de cortar, cuyo eje termina en una rueda dentada puesta en movimiento por un piñón acoplado en un eje paralelo al primero, y que por su otro extremo termina en un volante ordinario con su manivela para moverle á brazo, pudiendo, si se quiere, aplicarle la acción de un motor inanimado cualquiera, por la adición de una polea de transmisión al eje motor; sin embargo no es necesario, pues cada golpe de la excéntrica puede cortar hasta un millar de sobres. Como al levantarse el útil pudiera arrastrar consigo algunos pliegos, hay máquinas de doble excéntrica en que una plancha unida á la segunda excéntrica, y aquélla de la figura del sobre, se apoya horizontalmente sobre las hojas de papel, en tanto que se levantan las cuchillas. Después de cortados pueden los sobres plegarse y engomarse á mano ó con máquina; para el plegado á mano, una de las dificultades principales que se presentan es tomar una sola hoja del mazo que forman y llevarla al tablero en que se ha de plegar, y esto en muy breve tiempo, pero se salvan fácilmente tomando un pequeño paquete como de 150 á 200 sobres, y cogiéndole por el centro golpearle fuertemente contra el tablero de la máquina de cortar ó contra la mesa de plegado, y haciendo esto por las cuatro puntas que presentan las hojas se desprenden unas de otras por las orillas, se deja el paquete á la derecha del operario, que toma una hoja y con la plegadera dobla primero los costados del sobre y después la parte superior y la inferior, y una vez doblado le retira sobre la mesa con la mano izquierda, tomando otro al propio tiempo, con lo que el trabajo se hace con suma rapidez; para el engomado se desdoblan las puntas superior é inferior ó que corresponden á las By D de la figura, y teniendo las otras dos dobladas se igualan sobre la mesa los cantos QR y PS, y después, con un movimiento especial que no es fácil explicar, pero sí ejecutar, y que se consigue sujetando el paquete con la mano izquierda sobre la mesa en tanto que la derecha le empuja un poco, que. da aquél como representa la fig. 2; las puntas

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My N dobladas hacia arriba, las P extendidas, y una franja ABCDEF forniada por pequeñas cintas de cada sobre, y en esta disposición se tomia un brocha ancha con la preparación gomosa y se pasa por esta franja, con lo que que dan engomadas las puntas inferiores de los sobres, que en la operación aparecen como superiores, no habiendo más que cogerlos uno á uno y sucesivamente ir doblando la punta F corres

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sobres ya pegados, pero abiertas las hojas que se van á engomar y todas del mismo lado, y se igualan sobre la tabla como antes se dijo y' también del mismo modo se hacen cruzar los sobres unos sobre otros de manera que presenten los bordes de las hojas batientes en la forma representada en la fig. 3, y no queda más que pasar la brocha engomada por la franja de las puntas P, dejando secar luego la goma; una vez seca se separan uno á uno, se dobla la punta P, que ya no se pegará por haberse secado la goma, y se reunen por paquetes de 25, que se sujetan con una faja que los abarca por la mitad de los lados mayores, pegando con goma la faja para que no se abra, y se reunen cada cuatro paquetes para colocarlos en una caja de cartulina ó papel fuerte de la misma forma del sobre, pero más grueso, para contener los 100, cuya caja se cierra en forma de cartera entrando la punta de la cartera en un corte que tiene la tabla posterior; otras veces se empaquetan en cajas ordinarias en que caben 20 paquetes, ó sean 500 sobres. Las cajas llevan por el exterior las marcas de fábrica y la indicación del número de sobres que contienen: estas cajas se empaquetan en papel fuerte de embalar, reuniendo en cada paquete 10 cajas de las primeras ó dos de las segundas, de modo que un paquete contiene un millar de sobres. Cuando los sobres han de llevar alguna impresión antes de la nema, ó se les ha de timbrar, pasan á la imprenta ó á la fábrica del timbre, y uno á uno van entrando en la prensa como si fuera otro pliego ó se van poniendo bajo el sello que los ha de timbrar, empaquetándose luego como hemos dicho antes.

El plegado, engomado y timbrado también pueden hacerse mecánicamente, habiéndose ideado para ello varias máquinas, de las que vamos á dar una ligera idea, tomando como modelo la de Remond, de Birmingham, favorablemente informada á la Sociedad de Estímulos por Dumery. La máquina Remond es vertical; el eje motor está en la parte más alta, y lleva dos poleas, fija y loca, para ponerla en reposo ó en movimiento sin necesidad de obrar sobre el árbol del motor; sobre el eje de las poleas va un volante regulador y una serie de excéntricos, destinados cada uno á poner en marcha un mecanismo especial que debe llenar el objeto que con la máquina se propone conseguir, para lo cual cada excéntrico pone en movimiento, por medio de bielas ó palancas, á dichos mecanismos; hacia el medio de la altura de la máquina sale un tablero horizontal con una platina, próximamente del tamaño de los sobres extendidos, sobre la que se coloca el paquete que salió de la máquina de cortar; una especie de carretón transportador corre á ambos lados de la platina, debajo de la que hay un gran fuelle, al que un muelle en espiral tiene constantemente abierto, en tanto que no haya otro mecanismo que á ello se oponga; el fuelle es de doble acción, tomando el viento de un tubo que se termina en horquilla ó en forma de U invertida (fig. 4), cuya expansión AB es algo menor que el largo del papel que ha de formar el sobre; los extremos y B del tubo van cerrados por planchas agujereadas, y la horquilla va unida al carretón que circula entre la platina donde se halla el papel y una caja de fondo movible á charnela, pero al que mantiene en posición fija una palanca doble

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