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SINCOLESIÀ: f. Bot. Género de plantas (Syncollesia) perteneciente al tipo de las talofitas, clase de los hongos, orden de los oomicetos, familia de las Mucoráceas, cuyas especies se carac terizan por tener los peridíolos membranaceos sentados y que se abren por medio de grietas irregulares; esporidios globosos, pequeños, gelatinosos y que en la madurez casi se fluidifican; filamentos del talo poco desarrollados. Viven so. bre vegetales vivos.

SINCOLOSTEMO: m. Bot. Género de plantas (Syncolostemon) perteneciente a la familia de las Labiadas, tribu de las ocimoideas, cuyas espe cies habitan en el Cabo de Buena Esperanza, y son plantas fruticosas, con las hojas opuestas, pequeñas, casi coriáceas, generalmente fasciculadas en las axilas, y las flores dispuestas en racimos sencillos ó ramificados, con hojas florales bracteiformes, caedizas, y cálices casi siempre coloreados; cáliz inflado, tubuloso, igual ó ligeramente encorvado, con cinco dientes igua les ó los inferiores algo más largos; corola con el tubo recto, saliente, y el limbo bilabiado, con el labio superior cuadridentado y el inferior cóncavo y entero; cuatro estambres curvos, tetradínamos, siendo los inferiores los más largos, con los filamentos desprovistos de dientes y no coherentes entre sí, adheridos al tubo de la corola, y las anteras oblongas, biloculares y con los lóbulos confluentes; estilo muy corto y partido en dos ramas; aquenios ovoideos, comprimidos, cóncavos en su cara interna y con margen membranosa, arrollada y pestañosa.

trarlo recordó que, «cuando una persona experimenta de pronto un vivo dolor, si su cerebro es irritable, pierde el conocimiento, le faltan las fuerzas, y el corazón suspende á veces sus latidos; acusa una sensación especial que tiene sobre todo su asiento en el estómago, porque hay vómitos frecuentes. » Según Bertín y Bouilland, el síncope es la parálisis del corazón. Patólogos muy respetables consideran todas esas opiniones poco exactas, porque son demasiade un órgano cualquiera puede provocar un síndo estrechas; toda afección repentina y violenta cope, y el asiento de la causa próxima de los principales fenómenos de ese estado es el encéfalo. La contusión violenta de un nervio subcutáneo, un vivo dolor cualquiera, la presión de un testículo, la percusión del globo ocular, la vista de un objeto amado ú odioso, el aroma de las flores... pueden dar lugar á un síncope. También lo ocasionan, por lo que se refiere al corazón, los dolores vivos en este órgano ó en sus inmediaciones, su estado de dilatación, los obstáculos al impulso que él comunica á la sangre, la sangría y las hemorragias. Resulta, pues, que el síncope es siempre cerebral, si bien comienza en ocasiones por el cerebro mismo y otras veces por el estómago, según el sitio de la inspección y modificación que lo determina. Los venenos estupefacientes, los miasmas, obran probablemente sobre el corazón antes de ejercer ninguna influencia sobre el cerebro.

Cuando el síncope no es completamente repentino, el sujeto experimenta un malestar indecible; su vista se obscurece, parece que sus ojos se ven cubiertos por espeso velo, zumban los oídos, cree que se mueven los objetos á su alrededor, la cara palidece, lo mismo que los labios, disminuye poco a poco el conocimiento, á la vez que se disipa la sensación de malestar, cesa la SINCOPADAMENTE: adv. m. Con síncopa ó sensibilidad, el cuerpo se cubre de sudor y des con síncope.

SINCOPA (del gr. συγκοπή; de συγκόπτω, cortar; reducir): f. Gram. Metaplasmo que consiste en suprimir una ó más letras en medio de un vocablo; v. gr.: HIDALGO, por hijodalgo; NAVIDAD, por natividad.

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-SINCOPE: Patol. Sauvages comprendía con el nombre de desfallecimientos las enfermedades cuyo principal síntoma era una disminución considerable de las fuerzas vitales, con debilidad del pulso y de la respiración; J. P. Frank distinguió ya cuatro especies de sincopes: la eclisis ó resolutiro, la lipotimia ó animi deliquium, el síncope propiamente dicho ó collapsus, y la asfixia ó mors aparens. Sauvages reconocía, con Mercado y Mercuriali, que la lipotimia es el primer grado del sincope; sin embargo, admitió que, en éste, la enfermedad comienza por el corazón, y en aquélla por la cabeza. Bichat insistió en la idea de que el síncope es una afección del corazón, y Georget dijo que ese estado no era más que una cesación completa de las funciones del cerebro, primitivamente cerebral en la mayor parte de los casos, como á consecuencia de las afecciones morales y en las neurosis cerebrales. Para demos

TOMO XIX

pués se enfría, los músculos dejan de contraerse, dóblanse las articulaciones, quedando en suspenso el pulso y la respiración. Algunas veces esta muerte aparente llega á convertirse en real, pero generalmente tal estado dura muy pocos minu tos, pasados los cuales disminuye de intensidad para disiparse por completo ó volver quizás á manifestarse.

Al volver en sí el individuo su primera impresión es de alarma, de extrañeza; después vuelve la sensación de malestar y aun de dolor; el sujeto se siente abatido, tiene frío, recobra poco росо la normalidad de su visión, cubierta antes por densa nube, le parece que su cuerpo está magullado, pregunta dónde se encuentra, qué le ha pasado, sus miembros tiemblan, y sólo al cabo de algún tiempo recobra el conocimiento y los movimientos; el pulso y la respiración habían reaparecido ya antes.

Este estado, siempre alarmante, es común en las mujeres, raro en los hombres, menos raro en los viejos; se observa, por la menor causa, en los individuos en quienes está muy excitada la sensibilidad; en los que padecen afecciones del co razón, de los gruesos vasos, del pericardio, de la pleura, del pulmón, etc., y en los hidrópicos. Las mujeres suelen simular un síncope; pero el estado del pulso, el aspecto del semblante, descubren fácilmente la superchería.

Lo primero que debe hacerse en presencia de un enfermo con síncope es aflojarle los vestidos, cortar los cordones, ligas, cinturones, etc., que pueden dificultar la circulación, aflojar el corsé. Al mismo tiempo se acostará al paciente en dirección horizontal, con la cabeza nada elevada, sobre un colchón ó una cama sin almohadas, y aun en tierra, para llamar la sangre hacia la cabeza. Téngase cuidado de no confundir el sín. cope con la aplopejía, porque, en este último caso, dicha posición podría ser mortal.

Hecho esto se golpean las manos, se echa agua fría á la cara, se colocan debajo de la nariz substancias de olor fuerte y penetrante, como ácidos, alcohólicos, sales volátiles, amoníaco ó humo. Se entreabren los párpados y se aproxima á los ojos una luz; se introducen en la boca algunas gotas de un líquido tónico, pero poniendo gran cuida do, al recurrir á este medio, para que no caiga líquido en la laringe. El sujeto debe estar colocado al aire libre, ó al menos en una habitación que tenga las ventanas abiertas; se frotan las manos y se limpia el sudor con trapos calientes. Si el sincope es el síntoma de una enfermedad cualquiera y se presenta con relativa frecuencia, hay que remontarse en lo posible á la causa or

gánica de esas repetidas manifestaciones y com batirla en lo posible.

Hay síncopes intermitentes. Casimiro Medicus vió un muchacho en que todos los días se presentaban síncopes durante algún tiempo, entre ocho y once de la mañana y entre dos y cinco de la tarde. Bacón, según Mead, se veía expuesto todos los meses á un desfallecimiento que por nada se pudo combatir. Schulzens habla de una joven que cada seis meses padecía un síncope con gran ansiedad precordial y terminado por sudores abundantes. Otra mujer, según Bauer, tenía síncopes desde el principio de su embarazo hasta el cuarto ó quinto mes: siempre terminaban por un hipo. Estuvo en cinta sicte veces, y siempre ocurrió lo mismo. En cambio Ovelgunn refiere que otra mujer que tuvo varios síncopes antes de casarse se veía libre de ellos en cuanto se hacía embarazada. E. de Haer conoció una joven que padecía síncopes cuando oía el sonido de una campana. Wedel, Blancard, Limprecht, han visto asimismo síncopes periódicos.

El síncope sobreviene á menudo al principio de las enfermedades agudas, algunas veces en su curso, otras en la declinación, al acercarse la agonía ó en plena convalecencia. Se concibe que tal estado, que carece de peligros en un sujeto nervioso, pero sano por lo demás, merece toda atención en un enfermo. Se ha observado asimismo en las enfermedades crónicas, en el histerismo, la hipocondría, el escorbuto, la tisis,

etc.

Por último, el síncope constituye el fenómeno más saliente y característico de una variedad de fiebre perniciosa, que por esta razón ha recibido el nombre de sincopal.

SINCOPIZAR: a. Causar síncope. U. t. c. r.

SINCOS: Geog. Dist. de la prov. de Jauja, departamento Junín, Perú; 3100 habits. El pueblo cap. de este dist. tiene 550.

SINCRANTÉRIDOS: m. pl. Zool. Familia de reptiles del orden de los ofidios, que se caracterizan por tener todos los dientes lisos, distribuí. dos en una misma línea, pero con los últimos más largos, sin intervalo libre por delante de ellos. Estos reptiles ofrecen un carácter esencial, que consiste en que los últimos dientes, los que ocupan la extremidad posterior de la serie maxilar superior, son mucho más largos y sólidos que los precedentes.

SINCRETISMO (del gr. σvykρηtioμós): m. Sistema filosófico que consiste en la conciliación de diversas doctrinas.

- SINCRETISMO: Mezcla de opiniones.

- SINCRETISMO: Fil. Sincretismo es palabra, por su significación histórica y política, tomada de la etimológica, reunión á la manera de los de Creta, donde se agrupaban todas las c., aun las rivales, contra el enemigo común. Se aplicó después para designar la aproximación más o menos legitimadas de dos ó más doctrinas en la aparien cia diferentes y opuestas. Las verdades (diseminadas en los distintos sistemas) mezcladas con errores, de los cuales, por su carácter relativo (Véase ERROR), hay que inferir, en especie de selección intelectual, su alma de verdad, se combinan y concilian entre sí ó esperan su reconstrucción y acuerdo en más amplios sistemas como verdades particulares. La especie de compás de espera, que amplía la necesidad de reconstrucción de tales verdades parciales en síntesis cada vez más complejas, es lo que generalmente se designa con el nombre de sincretismo (V. ALEJANDRÍA (ESCUELA DE). Los primeros ejemplos de sincretismo se hallan en Philón de Alejandría que, adoctritrinado por la filosofía griega y por la oriental (señaladamente en la teoría de la emanación), se propuso conexionar ambos sistemas saltando por encima de sus numerosas contradicciones. Los gnósticos revelaron también anhelos sincréticos, siquiera los aplicasen más á asuntos religiosos que á problemas de carácter especulativo (V. GNOSTICISMO). En general, pues, el hecho pudiera observarse en todo el decurso de la historia del pensamiento; las épocas de transición, de renovación y de luchas ardientes, lo mismo en lo filosófico que en lo religioso y literario (sin exceptuar la misma vida política), son las más adecuadas para que aparezca el sincretismo como una transacción de momentos, tregua ó punto de descanso entre las opiniones más opuestas. Entre todas ninguna época más abonada para pro

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ducir tal estado de pensamiento que la del Renacimiento al comienzo de la Edad Moderna. Espíritus más curiosos que profundos, con un amor innegable al saber clásico de la antigüedad, Pico de la Mirandola, Marcibo, Ficeiro, Nicolás de Cusa y otros intentaron conciliar los dogmas del cristianismo, ya con Platón y la Cábala, ya con Platón y la escuela de Alejandría, y hasta con los pitagóricos y estoicos. Que no se logró nunca el intento se puede suponer, dada la complejidad inherente á los problemas que agitan el pensamiento humano. El sincretismo, más que sistema ó principio fundamental de pensamiento, es un deseo de pacificar la inteligencia y apaciguar las discordias.

Son los estados sincréticos del pensamiento, que la historia de la Filosofía muestra en diversas épocas, momentos solemnes en que se recogen y clasifican los frutos reunidos por el trabajo en común de los pensadores, estados á los cuales siguen los de crisis cada vez más laboriosas, en que la inteligencia aspira de nuevo á formar conciencia más amplia de la realidad, simplificando, no obstante, los procedimientos y disminuyendo las dificultades (V. FILOSOFÍA). De la sucesión, a veces rítmica, de los estados sincréticos y de los estados críticos, surgen síntesis relativas cada vez más extensas, que gradualmente van capacitando al hombre para adquirir conciencia de sí mismo y de la realidad que le circunda. De esta suerte se cumple la ley propia del conocimiento, plus ultra, siempre más allá. Porque, aunque la obra del pensamiento, como todas las del espíritu, más muestra la nativa libertad del alma que la ley interna de sus complejas evoluciones, y aunque de otro las manifestaciones de la actividad espiritual son espontáneas al aparecer, libres en su desenvolvimiento y superiores á todo límite en que pretenda encerrárselas, todavía es imprescindible tener en cuenta que en toda la vida del espíritu, y muy señaladamente en la del pensamiento, se puede y debe descubrir un ritmo interior, un orden inherente á su desarrollo y una armonía superior á las divisiones y discordias que aparecen ante una superficial consideración. Basta para ello observar cómo se suceden y á veces se corresponden los estados sincréticos, los críticos y los de síntesis relativas en la historia del pensa. miento. Si declaramos que el elemento sustantiVO y libre de la vida del espíritu hace imposible la inducción á sus leyes desde el conocimiento de lo particular, de tal suerte que, según dice Chaignet, el trabajo de reconstitución de lo total en vista de lo particular (llevado á cabo por Cuvier en las Ciencias naturales) no da resultado en los conocimientos del espíritu, hay que reconocer también que la vida anímica y sus más preciadas obras, y entre ellas la del pensamien to (V. FILOSOFÍA, La Filosofía en su Historia), constituyen objeto íntegro, presente á la atención, en el cual se hallan principios tan fijos como es constante la nativa libertad del espíritu en sus determinaciones. Desconocer semejante verdad equivale á concebir infundada é irracionalmente el cuadro general de la vida del pensamiento como obra impulsada y llevada á cabo por personas ciegas, que deben conducir necesariamente al caos. La historia de la Filosofía enseña la serie sistemática y libre de esfuerzos cumplidos por el hombre para formar conciencia reflexiva de la realidad. Mudan las direcciones, cambian los criterios, se suceden unas á otras las teorías; antes ganaba la opinión una idea que ahora cae en el olvido para recuperar después su fuerza é imperio en el asentimiento universal; los ídolos de ayer se convierten en polvo mañana; las utopias de siglos pasados son realidades del presente; pero por encima de todo este oleaje, y en medio de este flujo y reflujo que hace se compare con razón el fondo del alma humana al de los mares, existen en aquélla, como en éstos, corrientes permanentes y direcciones fijas. En virtud de ellas aumenta el individuo la potencia intelectual y perfecciona su cultura, y acompasadamente acopia la sociedad más cantidad de experiencia para disipar las tinieblas y huir del error. Superior á estos cambios porque los rige y produce, é inmanente en ellos como fuerza que los impulsa, se revela siempre la ley del progreso del pensamiento, que debe ser reconocida en medio de la aparentemente confusa multiplicidad en que se producen los más contradictorios sistemas filosóficos. Para acercarlos, aun aquellos que parecen ser polos extremos de

un diámetro, el sincretismo es estado que fe-
cundamente prepara puntos de avance.

á

el protórax, delgadas, con el segundo artejo muy corto, el tercero apenas más largo que el cuarto, los siguientes á éstos van descendiendo poco poco y el último en forma de un óvalo alargado; el protórax transversal, gradualmente estrechado y truncado por delante, provisto en su base de un lóbulo pequeño, con dos depresiones poco distintas por encima; el escudo en forma de un cuadrado transversal; los élitros alargados, poco convexos, gradualmente atenuados hacia atrás; las patas muy largas; fémures muy robustos; tibias lineales; tarsos muy delgados, el primer artejo muy largo, el de los posteriores un poco más corto que los siguientes reunidos; el mesosternón un poco convexo, declive, triangular y muy ancho; el cuerpo largo, atenuado en sus dos extremidades, un poco arqueado por encima y pubescente.

El tipo de este género es la Synchroa puncta

negruzco muy brillante, de tegumentos sólidos, con el vértice de las antenas ferruginoso, finamente punteado por encima y recubierto de una pubescencia muy fina y abundante. Esta especie es originaria de los Estados Unidos.

Sin el sincretismo, considerados los sistemas filosóficos exclusivamente los unos frente á los otros, sólo revelan contradicciones y absurdos. Al poner en parangón la doctrina aristotélica con el platonismo (V. ARISTOTELISMO Y PLATONISMO), se han agotado los epítetos para calificar estas dos direcciones, hijas de la filosofía socrática, como antitéticas, opuestas y contradictorias, y al considerarlas más tarde como factores comunes de un todo más general, teniendo en cuenta á la vez las consecuencias en ellas implícitas, ha habido necesidad de reconocer una homogeneidad esencial y una casi completa identidad de sentido entre el pensamiento platónico y el aristotélico, que, caracterizado en un principio como representante de todo el empirismo, se le ha estimado después como el que da base y presta elementos primordiales al génesis delta, insecto de regular tamaño, de color pardo más exagerado idealismo (V. HEGUELIANISMO). Se necesita, pues, considerar la obra del pensamiento como determinaciones regidas por un principio superior (la ley del progreso) á aparentes y falsas contradicciones. Y para ello es preciso acercar unas á otras las manifestaciones del pensamiento mismo, investigar, aun entre las más opuestas, su entronque común, y señalar lazos de parentesco hasta entre las más distanciadas. A todo lo cual ayudan en primer término los estados sincréticos del pensamiento. Quien no vea en el pensamiento más que sus últimas manifestaciones, el que sea tan ciego que sólo perciba la concreción efectiva de las ideas, declinará de todos sus propósitos, negará carácter científico á la historia de la Filosofía, y terminará aseverando que es el filósofo el inventor de toda clase de dislates y la Filosofía obra de desocupa dos, ineficaz é inútil para todo. Al que estima, por ejemplo, como único resultado de la Filosofía antesocrática la aparición de los sofistas, y entiende que quedaron y siguen envueltos en un olvido completo los gigantescos esfuerzos llevados á cabo por la cultura helénica desde Tales hasta Sócrates, puede argiírsele haciéndole notar los inmensos beneficios y el indudable progreso que supone la enseñanza socrática, que, si reconoce como causa ocasional la existencia de los sofistas, tiene un abolengo más complejo, pues recoge la obra ya cumplida y reconoce y declara con la convicción propia del alma ingenua de Sócrates la necesidad de hacer partir en lo sucesivo toda indagación del pensamiento del fondo íntimo de la conciencia. No apreciaría hoy la crítica histórica en todo su justo valor el alcance de la enseñanza socrática sin los sincretismos parciales que se han determinado entre las distintas direcciones que de ella dimanan, señaladamente entre la platónica y la aristotélica.

Son las notas extremas, una lógica à outrance y una concepción hecha de una vez (como el sím. bolo de Minerva saliendo de la cabeza de Júpiter), los caracteres propios de la Ciencia y del Arte, de tal suerte que el progreso de ambos se señala siempre por movimientos de extremo á extremo recíprocamente opuestos. Pero la vida, terreno común donde Ciencia y Arte han de fructificar, demanda, si las verdades de la una y las revelaciones del otro no han de esterilizarse, líneas intermedias, puntos de tránsito que acerquen y aproximen sus resultados para que sean viables en la práctica. Si no cumple por completo tales aproximaciones las prepara por lo menos el sincretismo, que ofrece más anchas perspectivas á la crítica y que facilita síntesis cada vez más comprensivas.

SINCROA (del gr. oúv, con, y xpóa, color): f. Zool. Género de insectos del orden de los coleópteros, familia de los melándridos, tribu de los melandrinos. Sus caracteres más notables son: menton transversal; lengüeta más o menos saliente; dos lóbulos en las maxilas, lameliformes y ciliados; palpos maxilares generalmente largos, con el segundo y tercer artejos algo cónicos, casi iguales, el cuarto ligeramente securiforme y oblicuamente truncado en su extremo, el último de los labiales brevemente ovalado y truncado; mandíbulas enteras en su extremidad; el labro muy transversal y redondeado por delante; la cabeza corta, terminada por un hocico trapeciforme y transversal; los ojos grandes, erizados de largos pelos, muy salientes, transversales, estrechamente escotados; antenas un poco más largas que

Los primeros estados de estos insectos han podido ser estudiados hace mucho tiempo, con especialidad la larva, que es blanquecina, alargada, escamosa, más gruesa en la parte media que en el resto de su cuerpo, convexa por encima y cóncava inferiormente; la cabeza es semiglobulosa; las antenas son cortas y triarticuladas; las mandíbulas cortas, pero agudas; el segundo segmento del cuerpo es grande y compuesto en apariencia de dos segmentos; las patas anteriores son grandes, comprimidas, ganchudas y tan largas que llegan hasta la extremidad anterior de la cabeza: los dos pares posteriores mucho más cortos; el último segmento está provisto de dos ganchitos córneos, agudos y encorvados hacia

arriba.

SINCRÓNICO, CA (del gr. oúyxpovos; de σúv, con, y xpóvos, tiempo): adj. Dícese de las cosas que ocurren, suceden ó se verifican al mismo tiempo.

... en la Prueba de las promesas (de Alarcón y la Cueva de Salamanca, todo ó la mayor parte es bastante SINCRÓNICO.

HARTZEN BUSCH.

SINCRONISMO (del gr. σvyxpovio pos): m. Circunstancia de ocurrir, suceder ó verificarse dos ó más cosas al mismo tiempo.

- SINCRONISMO: Mec. y Maq. Disposición especial por medio de la cual todos los movimientos de una máquina cualquiera se transmiten con completa exactitud y se verifican en el mismo momento en otras máquinas semejantes á la primera; el sincronismo puede establecerse por me. dios mecanicos, pero en ciertas condiciones; supongamos que una máquina M, ó mejor un motor cualquiera, transmite por mecanismos idénticos su fuerza á varios telares por ejemplo, todos del mismo sistema y completamente idénticos, y retirados á distancias iguales del motor: todos estos telares tendrán movimientos sincrónicos; el motor establecerá el sincronismo entre ellos, pero éstos y el motor no serán sincrónicos, por más que las variaciones del movimiento del último se hagan sentir en los primeros. El sincronismo absoluto no puede establecerse entre el motor y los operadores, pero sí acercarse á él cuando el sistema de transmisión es la electricidad y el motor y los operadores son máquinas idénticas; tal sucede en los relojes que se establecen en un taller con motor eléctrico ó en una población, y dondequiera convenga marcar la misma hora en diferentes puntos, situados á veces á gran distancia unos de otros; la Municipalidad de París ha establecido recientemente varios relojes en la capital, reunidos eléctricamente con un reloj de precisión colocado en el Observatorio y de modo que marchan simultáneamente con él.

En cada estación de hora tiene colocado un buen reloj ordinario, que señala el tiempo por sí solo con suficiente exactitud, aun cuando se interrumpa la comunicación eléctrica; pero á intervalos constantes y de no larga duración marcha una corriente que parte del reloj principal, por el movimiento de éste, y se transmite á las estaciones, estableciéndose una completa concordancia entre la hora de éstas y la señalada por el reloj principal; el arreglo de la hora se verifica á cada segundo; la varilla del péndulo del regula

dor es un conductor eléctrico que lleva á cada
lado un brazo metálico, y cada uno de éstos toca
en cada oscilación durante breve tiempo, tres
láminas de platino unidas á una traviesa hori-
zontal, cuyo contacto cierra el circuito y envía
una corriente á los relojes receptores, que están
dispuestos para adelantar por cada oscilación
sólo de segundo del reloj principal, termi-
nando su péndulo por un pequeño apéndice
transversal de hierro dulce, bajo el cual hay dos
electroimanes verticales, uno á cada lado del
plano de simetría; según hemos dicho, todo re-
ceptor recibe á cada segundo una corriente, que
es lanzada alternativamente á uno y otro electro-
imán, haciendo atraigan la barrita de hierro
dulce, retardando ligeramente el movimiento del
péndulo, cuyo retraso es exactamente igual al
adelanto que tiene el reloj, con lo que se tiene la
hora exacta en todas las estaciones. También con
los relojes neumáticos, de que hemos hablado en
otra ocasión, se obtiene el sincronismo entre la
estación central ó reguladora y las receptoras
(V. RELOJ), según hemos dicho al hablar de los
relojes neumáticos y eléctricos. En los ferroca-
rriles, en los trenes muy pesados, en que se hace
precisa la doble tracción, es necesario una espe-
cie de sincronismo en la marcha, sincronismo
que puede conseguirse siendo las dos locomoto-
ras iguales y uniendo por una biela las varillas
de sus reguladores, pues de este modo, al mover
el maquinista una de ellas, moverá en el mismo
sentido y una cantidad igual el regulador de la
otra; de no existir este sincronismo en la mar-
cha se producirían choques, pérdidas de fuerza,
esfuerzos inútiles que, no sólo perjudican á la
tracción molestan á los viajeros, sino que pue-
y
den deteriorar las máquinas y contribuir a su más
pronta destrucción.

Deprez ha resuelto el problema de sincronización de dos movimientos de rotación cuya velocidad no exceda de 40 vueltas por segundo, sirviéndose para ello de un transmisor y un recep; tor; el transmisor lo forman dos conmutadores á ángulo recto, montados sobre el mismo eje, de los que cada uno invierte una corriente eléctrica dos veces en cada vuelta; del aparato parten dos tubos, que son recorridos por dos corrientes que forman las combinaciones siguientes: las dos corrientes positivas primero; segundo, positiva la primera y negativa la segunda; tercero, las dos negativas; y cuarto, la primera negativa y positiva la segunda; el receptor le forman dos carretes Siemens, montados también á ángulo recto sobre el mismo eje, que es el de un imán permanente entre cuyos brazos giran los carretes; cuando son atravesados por corrientes de igual intensidad, cualquiera que sea su signo, los carretes se colocan en tal posición que la bisectriz de su ángulo es la línea de los polos del imán, correspondiendo á cada combinación de corrientes una sola posición de equilibrio, con lo que se consigue que el receptor siga todos los movimientos del transmisor, siempre que la velocidad de éste no sea tal que antes de verificarse el movimiento del receptor haya cambiado la posición de las corrientes; se sabe por Mecánica que un movimiento cualquiera es resultante de dos movimientos de rotación alrededor de ejes convenientemente elegidos; y como éstos pueden hacerse sincrónicos, según hemos visto, puede por medio de la electricidad transmitirse á distancia un movimiento de dirección y magnitud cualquiera y cuya velocidad no exceda de la indicada, y por tanto se puede transmitir el dibujo y la escritura, lo que puede servir de base para la adopción de un sistema pantelegráfico de transmisión diferente de los imperfectos pantelégrafos que hoy se conocen.

SINCRONO, NA (del gr. σúv, con, y Xpovos, tiempo): adj. Mec. Dícese del movimiento ó efecto que se verifica al mismo tiempo que otro ú otros varios; se expresa, pues, con esta palabra la igualdad, ó mejor la identidad de los tiempos en que dos ó más fenómenos se verifican; á veces se usan las voces isócrono y tantócrono (véanse) para indicar efectos que se verifican en iguales tiempos, como las vibraciones de un péndulo, las de una cuerda tensa, del viento encerrado en un tubo, etc., y la voz microno para expresar que estos efectos, no sólo suceden en tiempos iguales, sino en el mismo tiempo que comienza, y termina en momentos dados y úni cos (V. SINCRONISMO). Juan Bernouilli ha llamado cuerda sincrona á una curva tal que se

considera que desde un punto ó centro común
parten otras várias curvas materiales que van
cortando á la primera en los mismos puntos, y
que desde este centro parten varios móviles su-
jetos á las mismas fuerzas y obligados á recorrer
cada una de las curvas dadas; y suponiendo que
parten juntos del centro ó punto dado, llegan
siguiendo las diferentes trayectorias juntos y
en el menor tiempo posible á los diferentes pun.
tos de encuentro de dichas curvas, con lo que
constituye la curva definitiva; como esta curva
no presenta interés no entramos en más deta-
lles, cuyo estudio puede verse en el primer tomo
de las obras de Bernouilli (Lausana, 1743), y
también en las actas de Leipzig correspondien

tes al año de 1697.

SINCHAL Ó SENCHAL: Geog. Montaña del sistema de los Kinchinyingas, Himalayameridional, sit. cerca y al S.S. E. de Daryiling; 2623 m. de alt. Es la más alta en los alrededores de Daryiling.

muy cerca de Garu, que está en otra isla más próxima á la orilla dra. del río. Atribuyese á las dos c. una población total de 16 á 18000 habits. SINDÉRESIS (del gr. συντήρησις; de συντηρέω, observar, examinar): f. Dirección, capacidad natural para juzgar rectamente.

estos dos géneros de virtudes infusas y adquisitas asientan sobre otra virtud, que se llama natural, porque nace en nosotros con la misma naturaleza racional, y tiene por nombre SINDÉRESIS.

MARÍA DE JESÚS DE AGREDA.

de insectos del orden de los coleópteros, familia SINDESINOS (de sindeso): m. pl. Zool. Tribu de los lucánidos. Sus caracteres más importantes son los siguientes: lengüeta entera situada en la cara interna del menton; este órgano es pequeño, dejando la base de los palpos al descubierto; el lóbulo interno de las maxilas inerme en los dos sexos; mandíbulas medianas en los SINCHI ROCA: Biog. Emperador del Perú en machos; apéndice intermandibular grande, en la época precolombiana. Reinó desde 1062 hasta forma de un triángulo alargado y vertical; el 1091, año de su muerte. Fué hijo y sucesor de labro soldado al epistoma; la maza antenal de Manco Capac. Era valiente, veloz en la carrera, seis ó siete artejos delgados y largos; los ojos ágil en el salto, diestro en el uso de la honda, enteros, gruesos y globulosos; el protórax no duro para la lucha, pero no tuvo necesidad de contiguo á los élitros; las patas varían mucho poner en ejercicio estas facultades para engran- en cuanto á su magnitud, según los géneros, las decer su Imperio. Lo llevó hasta Chuncara, especies y los sexos: las anteriores se prolongan 20 leguas al Sur de Quiquijana, sin más que ir generalmente en los machos y las espinas ó los ganando tribus por la persuasión y la política. dientes de que están provistas son casi siempre Cautivábalas con los beneficios de que ya otras más numerosas que en las cuatro posteriores; gozaban, se los procuraba luego que se ponían los tarsos son tan largos como sus tibias respecbajo su mano, y no les daba motivo para que tivas; sus cuatro primeros artejos son casi iguadesearan recobrar la independencia. Le atribules, abultados en sus vértices, y presentan por yeron algunos la formación del primer censo y debajo, unas veces en su extremidad tan sólo, la división en cuatro grandes provincias de la otras veces en toda su longitud, un pelotón de tierra de Tahuantinsuyu, mas parece esto pre- pelos amarillos muy finos y muy cortos; el últimaturo. Lo que se da como cierto es que, á ejem. mo artejo es grande y lleva dos robustas uñas plo de Manco Capac, se casó Sinchi con su her- entre las cuales se encuentra un apéndice delmana Mama Cora, y de ella tuvo á Lloque Yu- gado, que lleva dos sedas; en la base de la cara interna de los fémures anteriores existe una panqui, que le sucedió. mancha redondeada ú ovalada formada de pelos cortos y sedosos de color amarillo dorado; las diferencias sexuales son unas veces muy pronun ciadas y otras más débiles, pero no desaparecen completamente en ningún caso; las hembras difieren de los machos por las mandíbulas más pequeñas; los demás órganos bucales, sobre todo el menton y la lengueta, son también más pequeños. Si se añade á esto que el protórax es diferente y las patas más cortas y robustas, se comprenderá fácilmente la causa de los serios errores que se han hecho en la clasificación de las especies, tomándolas como diferentes al macho y hembra de una misma especie. Todos los autores que han estudiado estos insectos dicen que se alimentan de la savia extravasada de los árboles, la cual recogen con los pinceles de pelos que terminan sus maxilas y lengueta.

SINCHOLAHUA: Geog. Monte de los Andes ecuatorianos, sit. al N. del Cotopaxi y al O. del Antisana; 4988 m. de alt.

SINCHU-LA: Geog. Montañas de la prov. de Raychahi, Bengala, India. Son la parte meridional de las dos sierras occidentales del Butan, en la frontera de éste y en la región septentrional del dist. de Yalpigori. Su punto culminante, el Renigango, se eleva á 1896 m. de alt.

SINDANGAN: Geog. Bahía ó seno en la costa N. de la parte occidental de Mindanao, Filipinas. Se halla limitado al E. por la punta Danigán y al O. por la punta Banigán ó Sindangán; tiene 30 kms. de extensión, es muy acantilado y de mucho braceaje, y profundiza unos 9 kilómetros en la costa. La punta Banigan, que un poco adentro presenta frontón de piedra tajado, está rodeada de un pequeño bajo fondo de piedra y arena con reventazón á cosa de un cable. Puede fondearse en esta ensenada en el recodo al S. de la punta Banigán, cerca de tierra por 21 metros, arena, abrigado de los vientos del O., y también, inmediatamente al S. ó al N. de la punta Danigan, en 6 m. en el primer caso y por 21 m. de fondo arena en el segundo, pero siem pre muy atracados á tierra; la sonda, en el codiilo S. E. de la ensenada, pasa de 200 m. cerca de la playa y no se coge fondo con 42 m. de cordel sobre la punta del río, que está 5 millas más al O. en la costa del fondo de la ensenada (Derrotero del Archip. Filipino).

SINDE: Geog. Aldea de la parroquia de San Pedro de Carcacía, ayunt. y p. j. de Padrón, prov. de la Coruña; 67 habits. | Aldea de la parroquia de San Martín de Cándoas, ayunt. de Cabaña, p. j. de Carballo, prov. de la Coruña; 142 habits. Aldea de la ayuda de parroquia de San Mamed de Gucimonde, ayunt. de Pastoriza, p. j. de Mondoñedo, prov. de Lugo; 62 habitantes.

SINDELFINGEN: Geog. C. del dist. de Böblingen, círculo del Neckar, Wurtemberg, Alemania, sit. cerca y al N.N.O. de Böblingen, á orillas del Schwippe y á 451 m. de alt.; 4500 habits. Hilados de lino, de algodón y de seda. Iglesia del siglo XI, resto de una colegiata. En los alrededores grandes bosques y turberas.

SINDER Ó ZINDER: Geog. C. del Sudán occidental, sit. en el país de los Sangais, en una isla del Níger; 185 kms. aguas arriba de Sai,

Después de fecundadas las hembras penetran en los tallos ó en las raíces de los árboles, perforando unos agujeros y conductos, donde depositan sus huevos. Las larvas ofrecen los caracteres generales de la familia. Su cuerpo es más grueso que la cabeza y presenta color blanco-amarillento, translúcido, con su extremidad gris, debido á las materias excrementicias acumuladas en la parte posterior del canal intestinal y que se ve por transparencia. El tiempo que permanecen en este estado no es conocido todavía, y debe variar para cada especie.

Esta tribu no contiene más que dos géneros propios de Australia y el Brasil: el Syndesus y el Hexaphyllum, cuyos caracteres distintivos estriban principalmente en el número de artejos de la maza antenal.

SINDESMANTO (del gr. oúvdeoμos, ligadura, y ävos, flor): m. Bot. Género de plantas (Syndesmanthus) perteneciente á la familia de las Ericáceas, cuyas especies habitan en el Cabo de Buena Esperanza, y son plantas fruticosas, con tos tallos erguidos, las hojas cortas, estrechas y enteras, dispuestas en verticilos trímeros, y las flores en cabezuelas terminales, que están generalmente sueltas hacia abajo, sentadas y provistas de tres brácteas, bien aproximadas al cálizó bien situadas en la base de los pedicelos, que son muy cortos; cáliz herbáceo ó coloreado, tubuloso, acampanado ó apeonzalo, tetragono, con el limbo partido en cuatro dientes erizadopestañosos; corola hipogina, trasovada ó casi mazudotubulosa, con el limbo cuadridentado y las divisiones erguidas ó conniventes; cuatro es

tambres insertos sobre un disco hipogino, con los filamentos libres, lampiños, y las anteras terminales, salientes, mochas, con las celdas dehiscentes por poros laterales; ovario unilocular, con un solo óvulo colgante del ápice de una placenta parietal; estilo saliente, persistente, y estigma obtuso; el fruto es una cápsula unilocular, bivalva y monosperma.

SINDÉSMIDO (del gr. σúvdeouos, ligadura): m. Bot. Género de plantas (Syndesmus) perteneciente á la familia de las Terebintáceas, cuyas especies habitan en la India, y son arbustos pequeños, con las ramas muy divididas y angulosas; las hojas alternas, aproximadas hacia los ápices de las ramas, sencillas, lanceoladas, coriáceas, enterísimas, brillantes y nerviadas; flores en corimbos compuestos, terminales, con los pedicelos capilares provistos en su base de brácteas lineales y caedizas; cáliz de color rojo de cochinilla, espatáceo y hendido lateralmente; corola de cuatro á cinco pétalos adheridos por su base al disco, doble largos que el cáliz, membraná. ceos, linealeslanceolados, patentes, empizarrados en la estivación; cuatro ó cinco estambres insertos en el disco bajo el ovario, con los filamentos acuspidados, patentes, y las anteras oblongas, bífidas en su base y longitudinalmente dehiscentes; ovario pedicelado, deprimido, casi globoso, apiculado por el estilo persistente, oblicuo y unilocular, con un solo óvulo erguido, y estilo lateral ascendente, filiforme, con estigma senci. llo y agudo; el fruto es una drupa poco carnosa, resinosa, arriñonada y monosperma; semilla invertida, con el embrión sin albumen, los cotiledones transversales y carnosos y la raicilla

curva.

SINDESMO (del gr. σúvdeoμos, ligadura): m. Bot. Género de plantas (Syndesmon) pertene. ciente á la familia de las Ranunculáceas, tribu de las anemoneas, cuyas especies habitan en el hemisferio boreal, y son plantas herbáceas, perennes, con las raicillas pelosas ó glumosas, y con las hojas alternas, multipartidas en lacinias de forma diversa, con pecíolos ensanchados en su base é insertos sobre un tallo anual y generalmente fistuloso; inflorescencia compuesta de racimos irregulares, con las flores frecuentemente dióicas ó polígamas; cáliz sepaloideo formado de cuatro ó cinco folíolas muy caedizas y empiza. rradas en la estivación; corola nula; estambres numerosos, hipoginos, libres, uniloculares, conteniendo cada uno un solo óvulo colgante: cuatro á 15 aquenios sentados, aovado-oblongos, estriados y con costillas; semillas invertidas.

SINDESO (del gr. σúvdeois, acción de ligar): m. Zool. Género de insectos del orden de los coleópteros, familia de los lucánidos, tribu de los sindesinos. Este género está caracterizado por ofrecer el menton muy pequeño y transversal; la lengiieta córnea, entera y cubierta por el men. ton; el lóbulo externo de las mandíbulas pequeño, córneo, delgado, y el interno casi nulo; los palpos largos y filiformes, el último artejo de todos algo fusiforme y tan largo como el segun. do; las mandíbulas mucho más largas que la cabeza, delgadas y cortantes superiormente, rectas, muy agudas en su extremidad, con un diente muy fuerte por encima cerca de su parte media; el labro triangular, alargado y vertical; la cabeza muy transversal, cóncava, con sus ángulos anteriores tuberculiformes, escotada por delante; los ojos muy gruesos, muy salientes, redondeados y enteros; antenas medianas; su primer artejo muy robusto, arqueado, los dos siguientes turbinados, iguales, los siete últimos constituyen la maza, filiformes y muy largos; el protórax en forma de un cuadrado transversal, redondeado en los ángulos posteriores, recto lateralmente, apenas escotado por delante, convexo, con algu nos surcos muy anchos en su parte media, con un tubérculo anterior; el escudo cordiforme; élitros alargados y cilíndricos; las patas medianas; fémures anteriores comprimidos y anchos; tibias del mismo par dentadas en toda su longitud; los dos dientes terminales son contiguos; los cuatro posteriores con algunos dientes pequeños; tarsos anteriores más cortos, los demás un poco más largos que sus tibias respectivas y un poco vellosos; el mesosternón muy estrecho y encorvado hacia atrás; el prosternón lamelifor me y redondeado; el cuerpo alargado y cilíndrico; las hembras tienen las mandíbulas de la longitud de la cabeza, comprimidas, encorvadas ha

cia arriba, con un diente en su base; todos los tarsos más cortos que las tibias.

Las larvas tienen la cabeza córnea, muy con. vexa y sin ojos; lleva dos antenas de cinco artejos cada una; los órganos bucales se componen de un labro distinto del epistoma, de mandíbulas muy robustas y dentadas en su parte interna, de maxilas en las que los dos lobulos que las forman están separados y provistos de cilos ó de nequeñas espinas; los palpos maxilares se componen de cuatro artejos; los segmentos del cuerpo están revestidos de una piel delgada y lisa; los segmentos torácicos son de la misma magnitud y llevan patas compuestas de cuatro piezas terminadas por un solo gancho; los segmentos abdominales son nueve y el último está dividido por un surco en dos porciones; los estigmas son notables por su forma arqueada; el primer par está situado sobre el protórax y los ocho restantes sobre los ocho primeros segmentos abdominales.

Este género no contiene más que una especie de Tasmania, el Syndesus cornutus Fab., de mediano tamaño, color ferruginoso, enteramente glabro y muy curioso por la escultura de sus élitros, que están cubiertos de surcos aproximados, muy anchos, con los intervalos con costillas y estrechos. Este insecto vive debajo de las hojas y dentro de los troncos de los árboles.

SINDH: Geog. Río del Cachemira, India. Lo forman cuatro glaciares de los montes Dzanskar, al N. de la laguna Chicha y del sistema del Uarduan; pasa por Baltal, Sonamarg, Tayvadz, Gaganghir, Gund y Hari; recibe gran número de torrentes, y en Mangam se divide en dos brazos: el de la dra se subdivide á su vez en varias corrientes que se reunen en los cañaverales del lago Ualar; el de la izq. continúa su curso hacia el S. y llega apenas al lago Dal de Srinagar. El curso del Sindh de Cachemira es de 110 kms. Río del Malva y del Bandelkand. Nace en el principado de Tonk, cerca y al O. N.O. de Sirondj; entra en el est. de Scindia, surca la meseta de Guna, traza la frontera del Dattia del Bandelkand, recibe por la izq. el Parbati, pasa bajo el puente del f. c. de Gualior á Yansi, baña á Siora, recibe por la izq. el Morar y el Caveri y por la dra. el Pahudj en Yalaon, y después de un curso de 450 kms. vierte sus aguas en el Yemna, en la frontera de los dists. de Etaveh y Yalaon y en el lugar sagrado llamado Tribeni.

- SINDH Ó SINDHI: Geog. País de la región N.O. de la India; forma una prov. de la presidencia de Bombay, en ambas orillas del Indo inferior y en los dos lados de su delta. Está liRayputana, al S. por el Rann de Kach, al S.O. mitado al E. por el Penyab, el Bahavalpur y el por el Mar de Arabia, y al O y al N. por el Beluchistán; 140170 kms.2 y 2850000 habits. La cap. es Karachi, que ha reemplazado á Haiderabad, antigua cap. de la región. Comprende esta prov. los dist. de Alto Sindh, Chikarpur, Karachi, Haiderabad y Thar-Parkar, y el principado indígena de Jaixpur. El Alto Sindh, Upper Sind Frontier en inglés, hállase entre el Chikarpur al S., el Beluchistán al N. y el Bahavalpur del Penyab al E.; tiene 5540 kms.2 y 130000 habitantes, y su cap. es Yacobabad.

- SINDH 6 SINDHU: Geog. Nombre que los indios dan al Indo (véase).

SINDHIA: Geog. V. SCINDIA.

Nagpur, Central Prov., India, sit. en el f. c. de
SINDI: Geog. C. del dist. de Uardha, prov. de
Bombay á Nagpur y Bengala; 5000 habits.

SINDIANOS: Geog. ant. V. SINDOS.
SINDICADO: m. Junta de síndicos.

... pues mira si mal has hecho, que hay SINDICADO en el cielo y en la tierra.

La Celestina. SINDICADOR, RA: adj. Que sindica. U. t. c. s. SINDICAR (de síndico): a. Acusar ó delatar. - SINDICAR: Poner una nota, tacha ó sospe cha.

SINDICATO: m. SINDICADO.

SINDICATURA: f. Oficio ó cargo de síndico.

Esta elección se hará cada dos años, y otro tanto tiempo durará la SINDICATURA, quedan do á arbitrio del Ayuntamiento reelegir al que creyere digno de esta distinción, etc.

JOVELLANOS,

- SINDICATURA: Oficina del síndico.

SINDICO (del lat. syndicus; del gr. σuvdikos, de oúv, con, y dikŋ, justicia): m. El que en un concurso de acreedores ajusta las cuentas y recauda lo que pertenece á la quiebra.

-¡Hacerme esperar dos horas... á mí, Berton de Burkenstaf, SÍNDICO del comercio, etc. LARRA.

A nadie se puede prender que él (don Poli carpo) no vaya á visitar en el calabozo; si hay junta de acreedores, él quedará nombrado síNDICO; etc. MESONERO ROMANOS.

- SINDICO: El que tiene el dinero de las limosnas que se dan á los religiosos mendicantes. - SÍNDICO: PROCURADOR SÍNDICO.

Clamaron los diputados y síNDICO del común, y clamaron también con razón, etc. JOVELLANOS.

... y si no fuera Porque pasó por allí El SÍNDICO Juan de Urrea, No sé en qué hubiera parado. BRETÓN DE LOS HERREROS.

SINDIHUI: Geog. Pueblo cab. de municip. del dist. de Nochixtlán, est. de Oaxaca, Méjico; 855 habits. Sit. al pie de un cerro, à 99 kms. al S.O. de la cab. del dist.

SINDJER: Geog. V. SANJEDA.

SINDJERA: Geog. C. del dist. de Kandech, prov. de Deján, Bombay, India, sit. al N. N.O. de Dulia, á orillas del Burai y á 6 ó 7 kms. de su confi. con el Tapti; 4300 habits.

SINDOC: m. Bot. Nombre vulgar con que se designa una planta perteneciente á la familia de las Lauráceas, cuya denominación científica es Cinnamomum javanicum Blum.

SINDOL: Geog. Pueblo de la prov. de Zambales, Luzón, Filipinas; 2080 habits. Sit. cerca de la costa, entre Cabangán y San Felipe, en terreno llano que produce algodón, arroz, caña dulce, maíz y ajonjolí. Tiene asimismo muchas y estimadas maderas en su término. Hay fabricación de telas ordinarias y no escasa pesca. Comercia bastante con los pueblos cercanos. Pertenece á la parroquia de San Felipe, y ha sido fundado recientemente por los Recoletos.

SINDOMICE: f. Bot. Género de plantas (Syndomice) perteneciente al tipo de las muscineas, clase de las hepáticas, orden de las marcáncidas, familia de las Marcanciáceas, cuyas especies habitan en la Europa media y meridional, Norte de Africa y algunas en las Antillas: receptáculos masculinos disciformes y sentados sobre la fronde ó empotrados en ella; cabezuelas femeninas sostenidas por un pedúnculo engrosado, hemisféricas y presentando los arquegonios en la cara inferior; involucro nulo é involucrillos cupuliformes, truncados, independientes unos de otros, pero soldados con el raquis; cofia corta, persistente, cubriendo la base de los espo rangios; éstos tienen un pedicelo muy corto y abriéndose transversalmente.

SINDORO: Geog. Volcán del centro de la isla de Java, Indias holandesas, Archip. Asiático, sit. entre las prov. de Kedu y Bagelen, al S.O. de Samarang y al N.O. del volcán Sumbing, con el cual forma el grupo llamado los Dos Hermanos. Su alt. es de 3 124 m. Está casi extinguido, pues sólo arroja algunas humaredas.

SINDORSKOIE: Geog. Lago del gobierno de Vologda, Rusia. sit, en la frontera de los distritos da Iarensk y de Ust-Sisolsk, en país de bosques y pantanos; tiene 21 kms. de largo por 7 de anchura máxima; recibe en la parte occidental de su litoral N. el Tsimsia-Vurun y desagua al S. por el Vichera en el Vichegda, afl. del Dwina del Norte.

SINDOS, SINDONES 6 SINDIANOS: m. pl. Etnog. Pueblo del Cáucaso. Habitaban el país á que dieron el nombre de Sindica, sit. entre la extremidad N.O. del Cáucaso, el Ponto Euxino y el Hispanis Kuban, y que hoy es la península de Taman. Estaban en él el lago Síndico (hoy limán del Kuban ó Golfo Kiziltach), que comunicaba con el mar por una estrecha boca, y la c. de Sinda, hoy Anapa, que ha llevado también el nombre de Sindglick,

SINDRÁN: Geog. V. SAN PEDRO DE SINDRÁN. SINDSI, SINYI Ó SINZI Geog. Lago de la isla Hondo, Japón, sit. en la prov. de Idsumo, 100 kms.2 de sup. Recibe al O. el Hino-Gava y vierte al E. en otra laguna litoral, el Nakano-Umi ó Nakanumi. En la punta E. del lago Sindzi se halla la c. importante de Matsuye.

SINDVAI: Geog. C. del dist. de Chanda, provincia de Nagpur, India, sit. al N. E. de Chanda, en el valle del Andhari, cerca de un estanque que fertiliza campos de arroz y de caña de

azúcar.

SINE: Geog. País de las posesiones francesas del Senegal, sit al S. del Cabo Verde, entre el Baol y el Salum. Riégalo el río Sine, afluente derecho de Salum, tributario del Océano Atlántico.

SINÉCDOQUE (del grovvedoxń; de σuveкdéxopai, recibir juntamente): f Tropo que consiste en extender, restringir ó alterar de algún modo la significación de las palabras, para designar nn todo con el nombre de una de sus partes, y viceversa; un género con el de una especie ó al contrario; una cosa con el de la materia de que

está formada, etc., etc.

Los tropos principales... son cinco, á saber metáfora, metonimia, SINÉCDOQUE, ironía y antonomasia.

JOVELLANOS.

SINECURA (del lat. sine cura, sin cuidado): f. Empleo ó cargo retribuído que no ocasiona trabajo alguno o da muy poco que hacer.

SINEDRA (del gr oúv, con, y ëôpa, asiento): f. Bot. Género de plantas (Synedra) perteneciente al tipo de las talofitas, clase de las algas, orden de las feoficeas, familia de las Diatomaceas. Sus especies se caracterizan porque las células se unen formando bordoncillos & varitas prismáticorrectangulares, y al fin se unen entre sí por uno ú otro de sus extremos; su cara secundaria es tan larga como la primaria, pero generalmente algo más estrecha, y presenta en su línea media un relieve longitudinal de corta extensión.

SINEDRELA (dim. del gr. ovveôpela, reunión): f. Bot. Género de plantas (Synedrella) pertene ciente á la familia de las Compuestas, subfamilia de las tubulifloras, tribu de las senecionideas, cuyas especies habitan en las Antillas, y son plantas herbáceas, erguidas, dicótomas, con el tallo cilíndrico y casi lampiño; las hojas opuestas, pecioladas, ovales, adelgazadas por ambos extremos, enterísimas, algo vellosas, y las cabezuelas sentadas en las axilas de las hojas superiores, casi aglomeradas y con flores amarillas: cabezuelas multifloras heterógamas, con las flores del radic generalmente en número de ocho, dispuestas en dos series liguladas y femeninas, las del disco todas hermafroditas y tubulosas; involucros oblongos, formados por pocas brácteas, escamosas y erguidas; receptáculo pequeño, plano y pajoso; corolas del radio semiflosculosas, y las del disco flosculosas con el limbo quinquedentado, aquenios de la circunferencia comprimidos, ovales, con dos aristas ó mochos y con las márgenes provistas de alas laciniadas, y los del disco lineales, casi tetragonales, enteros y con dos ó tres aristas.

SINEDRIO M. SANEDRÍN.

caracteres interiores se diferencian muy poco, pues sólo son de notar los siguientes: la charnela es pectinada; en el interior de las valvas se presenta bajo los ganchos un cierto número de dientes á los músculos adductores del saco visimpresiones musculares accesorias, corresponceral; son de bastante tamaño, están estriadas, y en los moldes se ponen de manifiesto por unas bles; las impresiones de los músculos adductores quillas y unas estrías perfectamente distingui

de las valvas son normales.

SINELASMA; f Zool. Género de insectos del orden coleópteros, familia cerambícidos, tribu lamiínos. Este género de insectos se reconoce por ofrecer los siguientes caracteres: mandíbulas metubérculos anteníferos; antenas robustas, gruesas dianamente largas, robustas; cabeza entre sus en su extremidad, algo pubescentes, ciliadas por debajo en su base, largamente franjeadas en su extremidad, apenas llegan hasta la mitad de los élitros; ojos finamente granulosos, divididos, sus lóbulos muy pequeños; protórax transversal cilíndrico, provisto en cada lado de un tubérculo anterior; élitros cortos, convexos, paralelos, redondeados por detrás, provistos cada uno en su robustas; fémures lineales: los posteriores llegan base de una cresta fasciculada, patas iguales y hasta el tercer segmento del abdomen, el quinto segmento abdominal en forma de triángulo curvilíneo transversal, metasternón corto; mesosternón truncado por delante, cuerpo ancho, pesado y pubescente

El tipo de este género es el Synelasma buso Pascoe, originario de Borneo, de regular tamaño y revestido de una pubescencia más ó menos obscura; tiene además los élitros muy rugosos y granulosos.

SINELIA f. Paleont. Género perteneciente á la familia de los oculínidos, en el orden de los aporosos, subclase de los zoantarios, clase de los antozoarios y tipo de los celente reados. Es un SINEDRO (del gr. σúv, con, y áldpía, ignoran- polípero múltiple ó compuesto, de aspecto percia): m. Bot. Género de plantas (Synadrys) perfectamente ranioso, y que debía reproducirse por teneciente al tipo de las talofitas, clase de los hongos, orden de los basidiomicetos, suborden de los gasteromicetos, cuyas especies aparecen como honguitos muy pequeños y negruzcos sobre la superficie de diversos órganos de las plantas, y se caracterizan por tener peridio membranoso, casi globuloso, revestido de pelos opacos y más tarde abierto por su mitad, y esporidios senci. llos, translúcidos, mezclados con una materia gelatinosa

Adrián de Vilariño, ayunt. y p. j. de Cambados,
SINEIRO: Geog. Lugar de la parroquia de San
prov de Pontevedra; 81 habits.

SINEK: m. Paleont. Género perteneciente á la
familia nucúlidos, suborden arcáceos, orden te-
trabranquiales, clase lamelibranquios, tipo mo-
luscos. Data este género del año de 1881, en que

- SINÉCDOQUE: Ret. La sinécdoque, voz que significa comprensión, es un tropo que consiste en designar un objeto físico ó metafísico con el nombre de una de sus partes, ó al contrario, en designar una parte de dicho objeto con el nombre del todo Podemos distinguir ocho especies de sinécdoque: 1 De la parte por el todo; v. gr. Mil almas, mil cabezas, por mil personas, mil reses; cien velas, por cien buques: el Manzanares, el Sena, Londres, por la nación española, la francesa, la inglesa, el nombre de un general ó del jefe de una tribu, por el ejército ó la tribu entera; como la victoria quedó por Julio César; benjamín está sin fuerzas y Judá sin virtud; cinco primaveras, cinco inviernos, por cinco años; la Providencia, la Justicia divina, por Dios 2.a Del todo por la parte. Esta sinécdoque es poco frecuente, lo mismo en latín que en castellano, pero muchas de las siguientes pueden reducirse á ella, principalmente las de la materia por la obra y del plural por el singular Sin embargo, decimos. perecieron mil hombres, resplandecían las picas, no siendo más que el cuerpo el que perece y el metal de la pica lo que brilla. 3." De la materia por la obra. El pino por la nave; el acero por la espada; el bronce por el cañón ó la campana. 4.a Del número: el singular por el plural ó viceversa; ó bien un número determinado por otro indeterminado; v. gr.: el hombre, el pastor, el belga, el español, el rico, por los hombres, los pastores, etc La patria de los Cicerones y Virgilios, por la patria de Cicerón y de Virgi-le crcó el paleontólogo Barrande, que le enconlio; mil veces te lo he dicho, por muchas veces. 5 tró representado en las formaciones del terreno Del género por la especie. como cuando con los silúrico de Bohemia; sus caracteres exteriores nombres genéricos de animal, bruto, árbol, desig- son el presentar una concha equivalva cerrada, nan la ideas especiales de toro, caballo, álamo, de forma triangular é inequilateral, pues el lado etc., y cuando decimos mortales por hombres, posterior es mucho más corto que el anterior; animal por animal irracional. 6.a De la especie los ganchos están inclinados hacia atrás, es depor el género. v. gr., el hombre es mortal, no cir, son opistogiros; la superficie es generalmenganar el pan, en cuyos ejemplos hombre te lisa, pues los adornos son muy escasos; el borcomprende también la mujer, y pan toda especie de de las valvas es simple ó se presenta almenade alimento. 7.a Del abstracto por el concreto: do; la charnela es angulosa y la foseta del ligav. gr., la juventud, la magistratura, la nobleza, mento interno es triangular; hállase colocada en por los jóvenes, los magistrados, los nobles; la el medio y es algo oblicua hacia adelante; en blancura de su tez, el marfil de sus dientes, por cada lado de esta foseta se encuentra una fila de su blanca tez, sus dientes de marfil. En este úl- dientes agudos, cortantes por ser muy compritimo ejemplo hay también una metáfora. 8.a Del midos y muy numerosos; las impresiones de los individuo (antonomasia), en la que puede to- músculos adductores de las valvas son desiguamarse el nombre común por el propio ó vicever-les, siendo la impresión paleal simple y estando sa, que equivale a decir la especie por el individuo, ó el individuo por la especie; v. gr., el cartaginés, el troyano, por Aníbal, Eneas; es un Cicerón, un Homero, un Nerón, para dar á entender un excelente orador, un poeta sublime, un hombre cruel; un Mecenas, un Zoilo, un Aristarco, un Creso, etc. Estas últimas expresiones encierran también una metáfora, pues examinándolo detenidamente se verá que no hay diferencia alguna en la esencia ni en la causa de estos tropos: es un león, es una Venus, es un judío, es un estoico; y, sin embargo, el primero se pone en to las las retóricas como ejemplo de metáfora, y los demás como ejemplo de antonomasia (Coll y Vehí).

sabe

geminación lateral a juzgar por el sistema que siguen las formas actualmente vivas y pertenecientes al mismo grupo, el cáliz presenta unas especies de costillas bastante fuertes, y que hacen el oficio de refuerzos para dar al mismo más consistencia El cenénquima es compacto y está soldado directamente con las murallas, que constituyen la parte más externa del polípero. La endoteca es bastante gruesa, rellena, ó disminuye el espacio libre de los polipierites de bajo en alto, y los tabiques son muy poco numerosos y se hallan desprovistos por completo de las formaciones que han recibido el nombre de sinapticulos. La columnilla que soporta los diferentes pólipos tiene una apariencia completamente estiliforme. Pertenece el género Synhelia á las formaciones del terreno cretáceo, habiendo sido descrito primeramente por Edwars y Haime.

SINEMURIA: f. Paleont Género de la familia de los cardínidos, suborden de los submitílidos, orden de los tetrabranquiales, clase de los lamelibranquios y tipo de los moluscos. La concha es inequilateral, de forma trigona, oval y á veces oblicua, adornada de estrías de crecimiento, bastante comprimida, consistente y gruesa; los ganchos son enteros, están dirigidos hacia adelante, aguzados y aproximados, teniendo un tamaño bastante pequeño; el ligamento es externo. La valva derecha presenta un diente lateral anterior y otro diente cardinal; la valva izquierda tiene dos dientes cardinales y un diente lateral posterior, los dientes laterales están entre sí bastante separados, y los dientes cardinales se presentan truncados y redondeados; la impresión del músculo anterior adductor de las nacarado el interior de dichas valvas En el in- valvas es bastante profunda; el género Sinemuterior no se parece tanto como en el exterior al ria fué creado por Christol en 1841, y sus espegénero Nucula, pues se presenta la charnela sub-cies distribúyense con bastante regularidad en rrectilínea ú obtusamente angulosa; los ganchos son poco salientes y carecen de área, siendo completamente desconocida la dentición de esta concha; las impresiones de los músculos adductores de las valvas y la línea paleal no se conservan bien, siendo las impresiones umbonales semejantes á las del género Mioplusia. La especie más importante del género Synck es la antiquus. Algunos consideran al género Myoplusia, creado por Neumayr en 1883, como incluído bajo subgénero en el que acabamos de describir, pues la forma es parecida en un todo, y en cuanto á sus

toda la larga extensión que media desde el terreno triásico hasta el oolítico, presentándose el máximum de las riquezas de formas en el yaci. miento del lías inferior, y siendo la más importante de todas sus especies la S. Listeri. Descrí bese como subgénero del Sinemuria e】 Trygonodus, dado á conocer por Sandberger en 1864, y caracterizándole por presentar su diente lateral posterior fuerte y grueso, simple en el lado derecho y doble en la parte izquierda; el diente lateral anterior es por el contrario muy corto y de tamaño pequeño; los dientes cardinales per

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