conociese el lugar que al cianógeno y sus derivados debiera corresponder en la clasificación natural de los cuerpos orgánicos. En aquella época dominaba la doctrina de los radicales compuestos, y por lo tanto no es de extrañar que como tal se admitiera al cianógeno y á aquellos de sus derivados susceptibles de originar compuestos en los que se pudiera suponer la existencia de uno de estos radicales capaz de transpor tarse íntegro y sin experimentar la menor alteración de unas á otras combinaciones; y siguiendo estas corrientes se creyó con firmeza en la existencia del sulfocianógeno formulado CySó CNS, toda vez que se aislaba, no sólo su combinación con el hidrógeno, á la que se denominaba ácido sulfocianhídrico (hoy sulfociánico), sino también número de sales, así orgánicas como inorgánicas, con las que se formaba el numeroso grupo de los que entonces se llamaban sulfocianuros y hoy se conocen con la denominación de sulfocianatos. gran Después variaron las corrientes, dirigidas en otro sentido por los modernos descubrimientos; la síntesis orgánica abrió nuevo campo á las investigaciones, y un estudio más perfecto de las reacciones propias de cada cuerpo hizo conocer mejor su naturaleza íntima, circunstancias todas que concurrieron á establecer de una manera precisa sus relaciones, enlazándolos entre sí ordenadamente como se enlazan y se unen los eslabones de férrea cadena; entonces se vió que el cianógeno no era sino el nitrilo del ácido oxálico, de igual modo que el terrible ácido cianhídrico era el formonitrilo, y entonces también se determinó como consecuencia de estos descubrimientos el lugar que debían ocupar los compuestos ciánicos en la clasificación. Al mismo tiempo se comprobó la semejanza que existe entre los ácidos ciánico y sulfocianhídrico y entre sus respectivas combinaciones metálicas, y hasta se evidenció por clara y terminante manera que el segundo, al igual que el primero, podía originar dos clases de éteres, iguales en la fórmula pero distintos en las propiedades, y cuyas diferencias no podían depender lógicamente sino de la manera con que el nitrógeno estaba enlazado á los demás átomos que entraban á constituir la molécula. Entonces desapareció la noción de aquel cianógeno considerado por Gay-Lussac como comparable al cloro, al bromo al iodo, y con él desaparecieron también y las nociones de sus derivados, tenidos antes por radicales, quedando desde entonces plenamente confirmado que no había razón alguna para admitir la existencia del sulfocianógeno como entidad real, y que si alguna vez llegaba á aislarse un cuerpo cuya fórmula correspondiese á la de éste no sería sino uno de tantos compuestos como pueden formarse con el carbono, el nitrógeno y el azufre; consecuencia de estas nuevas ideas fué la de considerar el antes denominado ácido sulfocianhídrico como ácido ciánico, cuyo oxígeno fuera reemplazado por el azufre, y de aquí que con arreglo á los principios generales de nomenclatura se sustituyera la denominación antes dicha por la de ácido sulfociánico, que claramente demostraba las analogías aquí indicadas, y expuestas con mayor detenimiento en la palabra correspondiente (V. SULFOCIÁNICO (ACIDO), sustitución que arrastraba consigo la manera de designar sus derivados metálicos y etéreos, que de sulfocianuros pasaban á sulfocianatos. SULFOCIANOPROPIMINA: f. Quim. Base or gánica sulfonitrogenada, descubierta por Teherniac y Norton en 1883. Para prepararla se disuelven dos partes de sulfocianato amónico en seis de alcohol caliente de 90° centesimales, se añade una parte de monocloracetona y se abandona la mezcla durante veinticuatro horas; pasado este tiempo se filtra el líquido, se le concentra al baño de María, se trata el residuo por cuatro veces su peso de agua fría y se abandona la disolución así obtenida por espacio de algunos días para que se deposite una materia resinosa; separada ésta por filtración se concentra la porción filtrada, y entonces cristaliza el sulfocianato de sulfocianopropimina, cuya purificación se consigue recristalizándole en agua hirviente y en presencia del negro animal. Esta sal, tratada en frío por la potasa caustica y agotada después por éter abandona la base, que se presenta en pequeños cristales higrométricos fusibles á 42°, muy solubles en agua, alcohol y éter, y cuya compo sición se representa por la fórmula CH2NS=SCN.CH... – CNH - CH ̧. Este cuerpo, que hierve sin alteración á 136° bajo la presión de 3 á 4 centímetros de mercurio, y que destila descomponiéndose débilmente á 2320 en las condiciones ordinarias, funciona como una base uniéndose á los ácidos, con los que forma sales casi siempre cristalizables. SULFOCINÁMICO (ACIDO) (del lat. sulphur, azufre, y cinámico): adj. Quim. Dícese de un ácido bibásico, resultante de sustituir un átomo de hidrógeno del ácido cinámico por el radical monodínamo SO,H; también se le puede considerar como derivado del ácido sulfúrico, uno de cuyos oxhidrilos es reemplazado por el grupo molecular C,I,O.. Para preparar este compuesto se trata una parte de ácido cinámico por ocho de ácido sulfúrico fumante de 1,92 de densidad ó por 12 de 1,87, y cuando cesa la elevación de temperatura, única manifestación externa de la reacción, se filtra para separar el poco ácido cinámico no atacado y se satura el líquido por carbonato bárico; la disolución, nuevamente filtrada, se precipita por subacetato de plomo, y la sal plumbica que se deposita se descompone, interpuesta en agua, por el ácido sulfhídrico, que deja el sulfocinámico libre y puro. Este cuerpo se convierte en el vacío en una masa amorfa algo higrométrica, se disuelve fácilmente en agua y alcohol, y por evaporación espontánea de la disolución alcohólica cristaliza con tres moléculas de agua en prismas alargados; sus discluciones el nitrato mercurioso, y después de algun tiem acuosas precipitan por el subacetato de plomo y po de contacto por el cloruro de bario. El análisis de este ácido conduce á representar su composición por la fórmula empírica CH SO, y su estructura molecular por la expresión CH-O SO2 OH, de la que resulta que es á la vez diatómico y bibásico, pues contiene, á más de uno de los oxhidrilos del ácido sulfúrico, el del ácido cinámico. Las sales del ácido sulfocinámico pueden ser neutras ó ácidas, correspondiendo á las primeras la fórmula CH SOM y á las segundas C1H-SO,M'; responde á la fórmula (CH, SO), Ba", que de muestra que el ácido sulfocuménico, O.C-H11 CH, SO, SO OH, es monobásico. Acido sulfopseudocuménico. El pseudocume no extraído de la brea de hulla se combina con el ácido sulfúrico caliente, formando un líquido al enfriarse abandona cristales anhidros que de ácido sulfonado ó grandes romboedros con dos moléculas de agua si, empleando suficiente exceso de ácido para que no se deposite nada durante el enfriamiento, se añade agua al líquido. Este cuerpo puede prepararse directamente partiendo de la trimetilbencina procedente de dicha brea (mezcla de pseudocumeno y mesitileno), para lo que se opera del modo siguiente: á 390 c. c., de los carburos de la brea, que destilan entre 160 y 168° disueltos en ácido sulfúrico, se añaden 180 c. c. de agua, con lo que la disolución se separa en dos capas, de las que la inferior está formada por ácido sulfúrico diluído; decantada la superior se mezcla con 120 c. c. de agua, calentando hasta que se disuelvan los cristales formados, con lo que se produce una nueva capa de ácido sulfúrico, que también se separa; los cristales que se forman en la disolución de los carburos, unidos á los procedentes de evaporar las aguas madres de los anteriores, se enjugan entre papel de filtro y se someten á dos cristalizaciones sucesivas en ácido sulfúrico di luído, que bastan para separar el ácido sulfopseudocuménico del mesitilenosulfónico que queda en disolución. El cuerpo así obtenido se diferencia del anterior en que su sal bárica, blanca y granujienta, es mucho menos soluble en agua fría y alcohol anhidro que la de su isómero, y en que cristaliza con dos moléculas de agua en tablas romboédricas. por ácido acético, y el abundante precipitado blanco que se produce, mezcla de ácido sulfomelanúrico y azufre, se lava y se trata en frío por amoníaco acuoso, que disuelve al primer cuerpo: el líquido amoniacal se abandona después de filtrado en un sitio caliente; se hace hervir con negro animal hasta que dé con los ácidos precipitado enteramente blanco, y por último se descompone la sal disuelta por los medios opor SULFOMELANÚRICO (ACIDO): adj. Quím. Cuerpo de propiedades ácidas descubierto por Jamieson, y considerado como ácido melanúrico cuyo oxígeno ha sido reemplazado por el azufre. Para repararle se disuelve en caliente el persulfocianógeno en disolución de sulfhidrato potá sico, con lo que se observa desprendimiento de las alcalinas y alcalinotérreas son muy solubles ácido sulfhídrico á la vez que el líquido se carga en agua, y calcinadas dejan como residuo una de sulfomelanurato, sulfocianato, carbonato y mezcla de sulfato y de sulfito, que pueden que-polisulfuro potásicos; se neutraliza la disolución dar reducidos á sulfuro si la temperatura se eleva con exceso. La neutra de potasio, obtenida por doble descomposición, es amorfa y soluble en agua, y su disolución, tratada por ácido clor hídrico, abandona agujas aglomeradas del compuesto monopotásico. La de bario, poco soluble, reparte por la acción del calor olor a esencia de cauela, y hervida con agua acidulada con ácido nítrico produce agujas brillantes de sal ácida, (CH-SO,),Ba + 2H.O, inalterable al aire, soluble en amoníaco diluído, y que a 100" pierde su brillo quedando anhidra. Por último, la sal diargéntica, que no puede prepararse sino precipi tando exactamente la anterior por el sulfato de plata y evaporando el líquido filtrado en baño de María, o mejor aún en el vacío, se presenta bajo la forma de costra gris amorfa y brillante. SULFOCUMENICO (ACIDO): adj. Quím. Dícese de un cuerpo de propiedades ácidas resultante de sustituir un átomo de hidrógeno del ácido sulfuroso por el radical cuminilo CH. Como este radical puede presentarse bajo dos estados isoméricos, de los que resultan el cumeno y el pseudocumeno, cada uno de ellos origina su ácido sulfoconjugado, que por razón de ser diterentes deben estudiarse por separado. Acido sulfocuménico. - Resulta de la acción del ácido sulfúrico sobre el cumeno procedente del ácido cuménico, y para prepararle se mezclan en un vaso de precipitados una parte de hidrocarburo y dos de ácido sulfúrico fumante, agitando el líquido hasta la disolución completa del cumeno (cuando se opera con grandes cantidades puede abandonarse la mezcla en un frasco tapado para que la disolución se efectúe lentamente); diluída la mezcla en cuatro veces su volumen de agua, con lo que pierde su color pardo y queda perfectamente incolora, se la satura con carbonato bárico, calentando suavemente, y después de filtrada y concentrada por ebullición se la deja enfriar para que cristalice el sulfocumenato bárico. Así se obtienen láminas nacaradas semejantes à las escamas de los peces, muy solu bles en agua, alcohol y éter, y cuya composición tunos. El ácido sulfomelanúrico, denominado también sulfomelónico, es casi insoluble en agua fría, alcohol y éter, y el primero de dichos líquidos hirviente le disuelve en pequeña cantidad y le deposita al enfriarse en forma de agujas muy pequeñas; insípido y de reacción ácida al papel azul de tornasol, comienza á descomponerse por la acción del calor entre 140 y 150°, y á temperaturas más elevadas desprende hidrógeno sulfurado y deja residuo de melan, y los ácidos clorhídrico, sulfúrico ó nítrico calientes desdoblan al cuerpo de que se trata en hidrógeno sulfurado, amoníaco y ácido cianúrico. Este compuesto, representado por la fórmula empírica CH.NS, y cuya constitución molecular es la misma del ácido melanúrico (véase), funciona como ácilo monobásico, ó por lo menos se le considera como tal á consecuencia de no haberse obtenido hasta el presente sales que contengan más de un átomo de metal monodínamo. De estas sales, la de potasio, CH N4S.K, preparada neutralizando en caliente el ácido por la potasa, filtrando el líquido mientras está hirviendo y dejándole luego enfriar, se presenta cristalizada en prismas incoloros y brillantes, muy solubles en agua y alcohol, descomponibles por la acción del calor con desprendimiento de sulfhidrato amónico y ácido cianhídrico, y dejando residuo también soluble. La sal argentica, CH,N,S.Ag, precipitada cuando se añade nitrato de plata á la disolución amoniacal del ácido sulfomelanúrico, constituye copos blancos voluminosos, insolubles en agua, inalterables por la humedad é indescomponibles à la temperatura de 100°. SULFONAL: m. Quím. Cuerpo obtenido artificialmente por Baumann y considerado como metano bimetílico bietilsulfonado. El procedimiento seguido en su preparación se funda en hacer reaccionar la acetona y el mercaptan etílico, de manera que se produce mercaptol, que se oxida luego con permanganato potásico y ácido sulfúrico: este procedimiento se practica mezclando dicho mercaptán en exceso con la acetona en un frasco de tres bocas rodeado de agua fría y ha ciendo pasar al través de la mezcla ácido clorhídrico gaseoso; terminada la reacción se lava el producto, primero con lejía de sosa diluída y después con agua, y el líquido resultante, muy refringente y no miscible con este último líquido, se agita repetidas veces con disolución de permanganato potásico al 5 por 100 acidulada çon ácido clorhídrico: à medida que el líquido se descolora y enturbia añadese nueva cantidad de permanganato, hasta que la mezcla conserve el color rojo purpúreo propio de dicha sal, y entonces se calienta la masa en baño de María, se filtra en ca. liente, se concentra para reducirla á la mitad de su volumen, y finalmente se deja que cristalice por enfriamiento. El sulfonal obtenido según el método anterior constituye un sólido incoloro, inodoro é insípido, cristalizable en prismas tabulares, fusible á 125° y que hierve á 300°, sublimándose algo alterado, por lo que adquiere color amarillento que desaparece haciéndole cristalizar en uno de sus disolventes: el agua á 15° apenas desuelve 1/400 Ó 1/480 de su peso; es soluble en 18 6 20 partes de dicho líquido á la temperatura de la ebullición, así como en éter, bencina y cloroformo. Es un cuerpo bastante estable que no se altera por los álcalis ni por el ácido nítrico, y se disuelve en ácido sulfúrico concentrado, produciendo un líquido del cual se precipita inalterado al añadir agua: fundido con cianuro potásico produce sulfocianato de este metal. La composición del sulfonal se representa por la fórmula empírica C-H16S204, y su constitución química, de acuerdo con sus reacciones por la expresión C SO2- CH SO-CH. CH3 CH La única aplicación que hasta el presente se ha hecho de este cuerpo ha sido en Terapéutica como hipnótico superior al paraldehido, hipno na, metilal, etc., administrándose á la dosis de 3 á 6 decigramos en forma de polvo, ó mejor aún en emulsiones, píldoras y tabletas comprimidas. Ensayado en los perros obra el sulfonal sobre la corteza gris del cerebro, ocasionando, respecto á la sensibilidad y la motilidad, un efecto aná logo á la embriaguez. Aun empleando grandes dosis no ha podido observarse en los perros ninguna influencia perjudicial sobre el corazón ni sobre el sistema vascular. En el hombre, dosis de 1 á 3 gramos producen una sensación de in. sensibilidad contra las influencias exteriores, presentándose un sueño profundo que dura de cinco á ocho horas. Nuevos experimentos acerca de la acción fisiológica del sulfonal en los perros indicaron que á dosis moderadas no altera el proceso digestivo en el estómago ni en los intestinos, y que, por cambios moleculares, se transforma completamente en combinaciones sulfurosas orgánicas fácilmente solubles (sulfácidos), eliminándose en esta forma por la orina; sin embargo, la eliminación de estas combinaciones organicas formadas por el sulfonal es muy lenta, y cuando las dosis son altas y muy seguidas aparece en la orina el mismo sulfonal sin altera. ción. Henocque observó en los animales una contracción de las pupilas, y Huchard, en el hombre, una diuresis más pronunciada. Los datos de Kast (según los cuales el sulfo. nal, por la falta de efectos nocivos sobre el pulso, la respiración, los órganos digestivos y la inervación de los músculos, constituye un hipnótico muy estimable) dieron lugar a multitud de experimentos, de modo que en la actualidad puede considerarse como bastante completo el juicio formado acerca de su importancia. En los casos de insomnio nervioso puro, y también en los melancólicos, en las neuralgias intercostales y del trigémino, en los maniacos poco excitados y en los dementes obra con bastante rapidez, produciendo el sueño á las dos ó tres horas de su administración. Por el contrario, cuando la agrip nia depende de alteraciones orgánicas directas ó de una enfermedad existente, especialmente en el insomnio febril de las enfermedades agudas, obra con mucha menos seguridad; en los casos en que existe una tos intensa no se modera, ni aun con grandes dosis (hasta de 3 gramos). Como no influye ni sobre el pecho, ni sobre la respiración, ni sobre la temperatura, es preferible á la morfina y al cloral, especialmente en los casos en que es de temer la aparición de la debilidad cardíaca y también en los enfermos del corazón, con ó sin alteraciones compensadoras; es también preferible en los niños el uretano por la mayor segn ridad de su acción. En general, respecto de la seguridad de sus efectos hipnóticos, es notablemente inferior al cloral y a la morfina. Usado durante mucho tiempo el sulfonal se tolera bien, sin influir sobre el apetito y la digestión; sólo en casos rarísimos se establece el hábito. Tam bién es eficaz, al parecer, contra los sudores noc turnos. Sin embargo, también se han observado con el sulfonal efectos secundarios nocivos. A veces, poco después de la ingestión de este medicamento se quejan los enfermos de pesadez de cabeza, desvanecimientos, náuseas y excitación angus tiosa. Estas sensaciones no siempre desaparecen al presentarse el sueño, y en cambio á veces, al despertar, se nota una sensación considerable de laxitud, acompañada de lentitud en la palabra, dificultad para los movimientos de la lengua y cefalalgia persistente, que duran uno ó varios días. Con dosis elevadas se ha visto en algunos casos ataxia de las piernas y de los brazos. Además describe Engelmann un eritema y Schotten una erupcion sarampionosa por el uso del sulfonal. En algunos casos se han observado también vómitos y ligeras diarreas. Según estudios experimentales de Schurey, Schwalbe, y Joachim, el sulfonal, en los enfermos del corazón, ó no da resultado alguno (especialmente en la agripnia consecutiva al asma cardíaco) ó retarda mucho el pulso, provocando otras veces latidos cardíacos, de modo que el empleo del sulfonal exige siempre gran prudencia en los enfermos del corazón con disnea intensa. Por su poca solubilidad en el agua es preferible, para asegurar la reabsorción del medicamento, administrarla finamente pulverizada en 200 á 500 gramos de un líquido caliente, te, caldo, leche, en las primeras horas de la tarde, ó en polvo, sellos ó pastillas de un gramo. Las do sis medias son de 1 a 3 gramos, pudiendo indicarse como máxima la de 5 gramos. La experiencia enseña, no obstante, que no debe excederse de 3 gramos, porque cuando las dosis medias no bastan tampoco dan resultado las dosis grandes y pueden ocasionar consecuencias desagradables. En un caso de paranoia alucinatoria aguda se administraron á un sujeto de 10 á 15 gramos de sulfonal al día, presentándose síntomas de ataxia en las extremidades, que desaparecieron al suspenderse el medicamento. En los estados de excitación persistente de los enfermos mentales, según Otto, debe emplearse á dosis pequeñas y repetidas (0,50 por dosis, para tomar 2,5 á 3 al día). Como este medio es insípido, no se necesita añadirle correctivo. SULFONETE (del lat. sulphur, azufre): m. ant. PAJUELA;pedazo delgado de cañaheja, cuerda, etcétera, mojado en azufre, usado en las casas para encender prontamente luz. SULFÓNICO (ACIDO) (del lat. sulphur, azufre); adj. Quim. Dicese de un cuerpo resultante de la combinación de los compuestos orgánicos con el ácido sulfúrico, eliminándose una molécu la de agua. La denominación de ácido sulfónico no puede aplicarse á una sola especie química, sino que extendiéndose en sentido genérico comprende gran número de cuerpos originados según la reacción citada, y en los que el ácido sulfúrico experimenta una reducción, pues pierde un áto mo de oxígeno, razón por la cual pueden también considerarse como derivados, por sustitución de grupos orgánicos, á uno ó muchos átomos de hidrógeno procedentes de otras tantas moléculas de ácido sulfuroso normal SOH. No es el de ácidos sulfónicos el único nombre que se ha propuesto para designar estos cuerpos, pres también se han empleado los de ácidos sulfonados, sulfoconjugados y varios otros, de los que algunos no indican exactamente su naturaleza y pueden inducir á error, hecho bastante frecuente en Química orgánica, toda vez que la no menclatura de esta ciencia carece de reglas concretas para formar les nombres de los múltiples compuestos que abarca: la nomenclatura estable. cida por Lavoisier, Guitón de Morveau, Fourcroy y Bertollet a fines del siglo pasado bastaba cumplidamente para desiguar las substancias entonces conocidas, pero en aquella época el estado embrionario de la Química orgánica y la falta de conocimientos acerca de la constitución molecular hacían imposible aplicar á los compuestos de carbono las reglas aceptadas para nombrar las especies inorgánicas, por lo que la dicha nomenclatura quedaba puede decirse reducida á la de estas últimas: posteriormente, y á medida que los progresos de la ciencia han aumentado el número de compuestos orgánicos conocidos, y á medida también de los adelantos referentes á la constitución molecular de los mismos, hacíase de todo punto indispensable modificar la cita da nomenclatura de modo que concordase con el estado actual de los conocimientos, pero no ha habido sabio ni corporación alguna que se creyese con autoridad suficiente para emprender tan ímprobo trabajo, lo que ha traído por conse cuencia la confusión que hoy reina en lo que respecta á las reglas para dar nombres á las substancias orgánicas, confusión cuya consecuencia inmediata es que a veces se designa un mismo cuerpo con denominaciones distintas, según las diferentes maneras de ver de los sabios que de él se hayan ocupado, ó según las distintas teorías por que se informe su constitución molecu lar. Esto que acaba de decirse de una manera general se aplica concretamente á los ácidos sulfónicos, cuyos nombres han variado según las hipótesis hechas acerca de su constitución: refiriéndolos al ácido sulfuroso, se les da el nombre del radical orgánico que les forma, seguido de la palabra sulfuroso, y así el compuesto CH-SO2H será el ácido fenilsulfuroso y el C,H,(OH) – SOH el fenolsulfuroso, nomenclatura que tiene la ventaja de indicar claramente su derivación y de se ñalar la naturaleza del grupo atómico que sustituye al hidrógeno del SO H. Algunos químicos, no conformes con las denominaciones anteriores, los designan con el nombre del radical orgánico terminado en la palabra sulfúrico, fundandose para ello en que si se trata el fenol por el ácido sulfúrico se obtiene un cuerpo cuya fórmula bru ta es comparable á la de los éteres sulfúricos: pero esta analogía no es más que aparente, pues las propiedades de los compuestos de carácter le nólico son muy distintas de las de los verdade. ros alcoholes. Por último, Gerhardt los considera como hidruros de radicales sulfoconjugados y les da nombres que están de acuerdo con su manera de pensar. Para poner de relieve la confusión que con este motivo se observa en las obras de distintos autores, y para hacer ver la necesi dad de una nomenclatura que sea á la vez lógica y sencilla, bastará citar, como ejemplo, el cuerpo SOH OH - C6H3 que se ha denominadosucesiSOH, vamente ácido disulfofenilénico, oxifenilenodi sulfónico, disulfofénico, fenetildisulfónico y ori fenileno disulfuroso; con este motivo, y para sa lir del estado caótico en que se halla esta cnestión, Grimaux propone conservar la palabra sul fónico como nombre genérico que comprenda a todos los compuestos de igual índole, y desiguar cada una de las especies con la denominacion del radical orgánico seguida de la terminación sulfuroso, es decir, que con referencia al ejemplo anterior adopta el último de los nombres citades. < Los derivados sulfónicos son en realidad éteres sulfurosos ácidos, no sólo por resultar así de la definición arriba dada, sino también porque se desdoblan en presencia de los álcalis produ ciendo sulfitos, y su función puede ser sencilla é mixta según corresponda al radical orgánico que sustituya al hidrógeno de dicho ácido. Como ácidos sulfónicos de función sencilla pueden citarse en la serie grasa el etilsulfuroso ácidos aminas, etc., etc.; á estos últimos corres ponden derivados diazoicos cuya composición difiere algún tanto de los cuerpos diazoicos ordinarios, pues lejos de representar, como éstos, verdaderas sales, son más bien especies de anhi dridos. Muchos son los medios que sirven para preparar los ácidos sulfónicos; pero como varios de ellos no tienen carácter general, y además la índole de esta obra no permite especificarlos todos como se haría en un tratado de Química orgánica, sólo se indicarán los más importantes, que son los siguientes: 1. Por la acción del ácido sulfúrico concentrado ó fumante ó del anhidrido sulfúrico sobre los cuerpos orgánicos: en el caso del último la combinación tiene lugar directamente y sin eliminación de cuerpo alguno, mientras que en la del primero se desprende siempre agua, como indican las ecuaciones siguientes: y SO2H Ac. acético Ac. acetilsulfuroso C6H6+ SO H2 = CH - SO. H+H.O. Ac. bencilsulfuroso Benciua Aunque esta manera de obrar el ácido sulfuroso sobre los hidrocarburos ó sus derivados hidroxilados se observa de preferencia en los compues tos de la serie aromática, no les es, sin embargo, especial, sino que se extiende también á los de la grasa, como lo prueba el etileno, que se une al anhidrido sulfúrico para formar el anhidrido etiónico, que por fijación de agua se transforma en ácido etiónico, y éste á su vez se desdobla en ácidos sulfúrico é hidracetilenosulfuroso. Gerhardt, atendiendo á este modo de formación de los ácidos sulfónicos, estableció que la basicidad de estos cuerpos era igual á la de sus generadores disminuída en una unidad, y que por lo tanto, con la bencina, cuerpo neutro, y el ácido sulfúrico, que es bibásico, se formaba un ácido monobásico, mientras que al combinarse este ácido sulfúrico con el acético, cuyas basicidades son dos y una respectivamente, resultaba un compuesto bibásico. 2.0 Pueden obtenerse los ácidos sulfónicos oxidando, mediante el ácido nítrico, los mercaptanes correspondientes á los alcoholes ó fenoles, reacción que se extiende á los bisulfuros de radical alcohólico, por más que en este caso sea necesaria la intervención del agua. 3. El ácido sulfúrico, actuando sobre los nitrilos ó sobre las aminas, produce ácidos disul fónicos á la vez que se desprende amoníaco y anhidrido carbónico, según se expresa por la ecuación SOH + CO2+ NH3. SO H Ac. metilenodisulfuroso 4. Piria ha demostrado que haciendo actuar el sulfito amónico sobre la nitronaftalina se produce el ácido amidonaftilsulfuroso, reacción que puede extenderse á los demás hidrocarburos nitrados de la serie aromática, constituyendo un nuevo método de obtención de los ácidos sulfónicos. 5. También se forman los cuerpos de que se trata por la acción de los sulfitos sobre los éteres clorhidrico, bromhídrico y iodhídrico, ó sobre los productos resultantes de sustituciones análo gas; en esta reacción se forman dos sales cuyo metal es el del sulfito, y de las que una corres ponde al ácido sulfónico y la otra al cloro, al bromo ó al iodo. Este fenómeno de doble descomposición, análogo á todos los que dan origen á los éteres, no se produce sino con los derivados de la serie grasa, pues es sabido que los bromuros, cloruros ó ioduros de los fenoles son muy estables y no se prestan á reacciones de esta índole. 6. El bisulfito sódico se combina directamente con los anhidridos de los alcoholes para formar ácidos sulfónicos; según su origen los compuestos resultantes de esta reacción pueden asimilarse á los producidos por los aldehidos y acetonas con los sulfitos monometálicos, pero ambas combinaciones se distinguen entre sí por su diferente estabilidad, pues de las últimas no se conocen más que los derivados metálicos, sin que haya sido posible aislar los ácidos sulfónicos correspondientes. Los ácidos sulfónicos son en general solubles en agua y alcohol y con frecuencia delicuescentes, y sus sales báricas ó cálcicas también se di suelven en el agua, lo que permite separarlos del exceso de ácido sulfúrico cuando se preparan por la acción directa de este cuerpo sobre los compuestos orgánicos; soportan una temperatura bastante elevada, pero después se destruyen produciendo cuerpos que, como el carbón, el acido sulfuroso, etc., son indicio de una completa destrucción de su molécula; dotados de ordinario de bastante estabilidad, se atacan difícilmente acidos, exceptuándose, sin embargo, los correspor las disoluciones de los álcalis fijos y por los pondientes a los aldehidos, que basta hervirlos con agua para que se desdoblen en sulfito neutro, gas sulfuroso y el aldehido mismo. Los ácidos sulfónicos correspondientes á los fenoles, fundidos con potasa caustica, se descomponen en sulfito y otro cuerpo en el que el grupo SO2H de la molécula primitiva es reemplazado por un oxhidrilo: esta reacción es diferente con los compuestos de la serie grasa; pues si bien se produce el sulfito mismo, los cuerpos orgánicos que pudieran originarse análogamente á lo dicho son destruídos por el álcali, quedando tan sólo en libertad los productos resultantes de su descomposición. El percloruro de fósforo actúa sobre los ácidos sulfónicos como sobre los carbonados originando el cloruro correspondiente, que si bien tiene las propiedades de los demás cloruros de ácidos es más estable que ellos, á consecuencia de lo cual no es atacado, ó lo es muy poco, por el agua, y es transformado en sulfonato por los álcalis; si estos cloruros se someten á la acción del hidrógeno naciente este cuerpo reemplaza al cloro, con lo que se originan verdaderos ácidos comparables al hidrosulfuroso, y susceptibles, como éste, de producir sales bien definidos, a último, los cloruros de los ácidos sulfónicos, tratados á temperaturas elevadas (de 200 & 220°) por el pentacloruro de fósforo, se descomponen en hidrocarburo clorado, cloruro de tionilo y oxicloruro de fósforo. Se ha observado en los ácidos sulfónicos un ejemplo de isomería procedente de la naturaleza del grupo SO,H; cuando se descompone el sulfito neutro de etilo por exceso de potasa se regenera el sulfito potásico y el alcohol, pero si se emplea la mitad del alcali se forma en lugar del ácido etilsulfuroso un isómero designado bajo la denominación de ácido etersulfuroso. Wurtz explica esta isomería admitiendo para el ácido sulfuroso la fórmula asimétrica HO-S-O-OH, en la que los dos átomos de hidrógeno no tienen el mismo valor, lo que da lugar á cuerpos diferentes, si bien de la misma fórmula, según sea uno ú otro el que se sustituya. Las otras isomerías de los ácidos sulfónicos se observan en la serie aromática, pues como los hidrocarburos de esta serie derivan todos de la bencina, al sustituirse el hidrógeno por el radical SOH resultarán distintos compuestos según el lugar que el hidrógeno reemplazado ocupase en la molécula; así, el tolueno CH3-CH-H, dará tres ácidos isómeros, orto, meta y para, se gún que el CH, y el H que ha de sustituirse estén en las posiciones designadas por (1,2), (1,3) 6 (1,4), isomería que, como se ve, es del orden de las que originan todos los compuestos de la serie citada. Por último, en la serie grasa habrá también ácidos sulfónicos isémeros, según sea el hidrocarburo de que procedan. SULFONITROGENADO: adj. Quím. Dícese de todo cuerpo en cuya composición entran á la vez el nitrógeno y el azufre. Aunque en realidad la anterior definición comprende gran número de compuestos pertenecientes á todas las funciones admitidas en Química tanto orgánica como inorgánica, se la restringe, sin embargo, aplicándola sólo á ciertas substancias descubiertas por Fremy y obtenidas reduciendo el nitrito potá sico por el ácido sulfuroso; estos cuerpos, estudiados posteriormente por Claus, son, en opinión de este químico, derivados sulfonados de las combinaciones oxigenadas ó hidrogenadas del nitródel residuo SO,H, ó más bien del término corres. geno, por lo que se admite en ellos la presencia pondiente SOK, toda vez que los ácidos libres no son conocidos y que no se obtienen más que sus sales. El modo de formación de los compuestos sulfonitrogenados de Fremy parece ser el siguiente: el ácido sulfuroso se oxida y origina el grupo sulfónico, mientras que el nitrito, por el contrario, experimenta una reducción más ó menos profunda y más o menos complicada, en virtud de la cual engendra, según las condiciones de temperatura, alcalinidad del líquido, etcétera, compuestos en los que el nitrógeno está unido, ya al oxígeno, ya al oxhidrilo y al hidrógeno á la vez, ya, en fin, á este último solamente, de donde se deduce la existencia de tres clases de cuerpos denominados sulfoxiazoicos, sulfónicos y sulfamónicos, cuerpos cuya nomenclatura es hoy bastante confusa, y cuya respectiva constitución se representa al tratar de cada uno de ellos (véanse las palabras correspondientes). SULFOPURPÚRICO (ACIDO) (del lat. sulphur, azufre, y purpúrico): adj. Quím. Cuerpo de propiedades ácidas que representa el primer término de la acción del ácido sulfúrico sobre la indigotina. Denominado también ácido sulfofenílico y púrpura de añil, so prepara diluyendo esta materia colorante finamente pulverizada en ácido sulfúrico de 66°, de modo que se forme una pasta bien homogénea (la cantidad de ácido que hay que emplear es de 20 partes por una de añil, y es preciso tener sumo cuidado de proscribir el uso del ácido fumante, pues según Köchling éste no produce nunca ácido sulfopurpúrico); de tiempo en tiempo se vierte una gota del líquido azul en mucha agua, y cuando se disuelve enteramente con coloración violeta la operación se halla terminada y es indispensable apresurarse á detener la reacción vertiendo el producto en 40 ó 50 veces su peso de agua, sin cuya precaución el color púrpura se convertiría progresivamente en azul; también se puede calentar la mezcla ácida á 40°, vertiéndola inmediatamente en el agua. El ácido sulfopurpú rico, poco soluble en líquidos ácidos, se precipita entonces en copos rojos que, recogidos sobre un clorhidrico, se purifican por medio de la lana. filtro y lavados con agua acidulada con ácido empleada de una manera semejante à la descrita al tratar del ácido sulfindigótico (véase esta palabra). Así se obtiene un cuerpo purpureo, cu yas disoluciones acuosas son azules y susceptibles de precipitar copos también de color púrpura cuando se las neutraliza por un acetato ó carbonato alcalino; el ácido sulfopurpúrico precipita las sales de cal, alúmina, magnesio, hierro, estaño y cobre; se descolora por los agentes reductores, recobrando su matiz en contacto del aire, y se transforma en ácido sulfindigótico bajo la acción del ácido sulfúrico concentrado; funciona como ácido monobásico de fórmula evapora la disolución hasta sequedad, y el resi duo, lavado con alcohol, se trata por agua precipitando el líquido por acetato plúmbico y descom poniendo el precipitado después de lavado por corriente de ácido suifhídrico; finalmente, el líquido, nuevamente filtrado, se evapora hasta sequedad. Así, se obtiene una masa amorfa de cofor pardo, que combinada con la potasa produce una sal soluble en el agua con coloración roja purpúrea. SULFOSIDERITINA: f. Min. Arseniosulfato hidratado de hierro, considerado variedad de la sideritita, y mejor podría tenerse por resultado de la asociación del ácido sulfúrico con el arseniato de hierro, cuyo mineral procede, á su vez, de la descomposición del mispiquel ó de la leucopirita; de esta suerte, partiendo de un sulfoarseniuro de hierro, cómprendese que se forme un sulfoarse niato mediante las solas acciones del oxígeno del aire húmedo, convirtiéndose el arsénico en ácido arsénico y el azufre en ácido sulfúrico, con fenó menos muy análogos á aquellos denominados de vitriolización, cuya utilidad en la Industria está bien conocida, por ejemplo en el beneficio del cobre, partiendo de sus sulfuros ó piritas. Nunca se encuentra cristalizada la sulfosideritina, y vese, por el contrario, formando masas amorfas, sin el menor indicio de forma geométrica, porque ni siquiera presentan estructura cristalina, sino extremadamente compacta y unida, siendo la fractura concoidea muy regular; califícase el mineral que describimos como extremadamente frágil; posee color pardo bastante obscuro, es opaco, y sólo por excepción vense algunos ejemplares un poco translúcidos; su brillo, cuando lo tiene, es resinoso poco marcado; la dureza, mal determinada, por ser muy variable, parece no llegar al número 3 de la escala corres pondiente, y el peso específico, tampoco grande, suele ser de 2 à 2,7, faltando aquí también datos precisos y determinaciones bien comprobadas, porque el mineral no tiene siempre composición idéntica, cual si ésta respondiese á asociaciones variables de cuerpos, si producidos en metamorfosis en cierto sentido análogas, distintas y muy distintas mirando á sus individuales caracterís ticas, las cuales consérvanse dentro de la misma asociación química, de la cual proviene, en último término, la sulfosideritina. Reconócese ésta atendiendo principalmente á sus propiedades químicas; apelando á la vía seca y calentando el mineral en el tubo cerrado empleado en esta clase de reacciones, á no muy elevada temperatura, se deshidrata desprendiéndose agua, la cual se condensa en las partes frías del tubo; por medio del calor y los agentes reducto. res es caraterizable el arsénico, y aun en ocasiones el azufre; por vía húmeda el cuerpo que nos ocupa puede ser disuelto en algunos ácidos minerales enérgicos y concentrados, el clorhidrico entre ellos, y en el líquido resultante los reactivos especiales de cada uno indican la presencia del arsénico al estado de arseniato, del azufre formando sulfatos y del hierro, solos componentes de la sulfosideritina, cuerpo poco abundante en la naturaleza, cuyos yacimientos son los mismos de la sideritina, á la cual únenla relaciones estrechas de composición y de procedencia: á su igual se ha encontrado, nunca may abundante, en algunas minas de Sajonia, que no constituyen materia bonificable hasta ahora ni han podido aplicarse á usos industriales ó formar base de determinadas fabricaciones. SULFOUREA (del lat. sulphur, azufie, y urea): f. Quím. Cuerpo perteneciente al grupo de las amidas y que puede considerarse como la urea ordinaria, en la que el oxígeno ha sido reemplazado por el azufre. Descubierta por Reynold se produce en varias circunstancias, de las que las más importantes son las que á continuación se indican: 1. El medio más sencillo de formar este compuesto es la transposición molecular del sulfocianato amónico, fenómeno en un todo semejante al que se observa en el cianato del mismo radical cuando se transforma en urea. 2. Tratando la cianamida por el hidrógeno sulfurado, en cuyo caso ambos cuerpos se com. binan directamente, de igual modo que la cianamida fija el agua y se convierte en urea. 3. Reduciendo el ácido persulfociánico por medio del ácido iodhídrico naciente, desarrollan do por la acción del agua sobre el ioduro de fósforo, ó por medio del hidrógeno en el mismo es tado que se origina, haciendo reaccionar el ácido clorhidrico sobre el estaño: en estas condiciones el hidrógeno se fija sobre el ácido persulfociánico, á la vez que se separa una molécula de sulfuro de carbono. 4. Por último, la sulfourea se origina por la acción de la cianamida sobre la disolución alcohólica de ácido tiacético; la reacción se produce por sí misma elevándose la temperatura del lí quido, que al enfriarse después abandona crista les de sulfourea, mientras que las aguas madres contienen acetilsulfourea. ácidos trioprusiámicos, melan, hidromelon, sulfuro de carbono, etc. que La composición centesimal de la sulfourea su peso molecular conducen á representarla por la formula CH4NS, y las reacciones que la originan, tan semejantes á las de la carbamida, obligan á simbolizar su constitución por la ex XH2 presión desarrollada CS NH que indica puede considerarsela como una sulfocarbamida, denominación que también se le aplica con la misma justicia que la de sulfourea. Este cuerpo se desdobla en caliente por la acción de la potasa ó por la de los ácidos sulfúrico ó clorhíno sulfurado y gas carbónico; si se hace atravesar una corriente eléctrica por la disolución de sulfocarbamida ligeramente acidulada con ácido sul fúrico, adquiere color pardo debido al ácido azulmico, á la vez que se forma amoníaco y ácido cianhídrico. Los oxidantes actúan sobre el cuer po en cuestión de diferente manera, según su energía y las condiciones en que la reacción tenga lugar; el ácido nítrico hirviendo la destruye por completo; el peróxido de plomo en presencia del ácido acético la transforma en cianamida separando azufre; el permanganato potásico en disolución ácida produce un efecto análogo, pero si el líquido está alcalino origina ácido sultúrico y desprende nitrógeno, y por último los hipocloritos alcalinos empleados en exceso dejan tam bién este metaloide en libertad; el ácido nitroso disuelto en agua ó en alcohol convierte inmedia tamente á la sulfourea en sulfocianato aménico, y obrando luego sobre éste produce nitrógeno, óxido nítrico y persulfocianógeno. De todos estos medios, el único que se emplea para preparar el cuerpo de que se trata en algu na cantidad es el primero, que se pone en prác-drico diluídos, produciéndose amoníaco, hidróge tica operando de la manera siguiente: se calienta á temperaturas comprendidas entre 160 y 170°, y por espacio de dos horas, el sulfocianato amó. nico seco, y el residuo se disuelve en su propio peso de agua á 80°, filtrando el líquido y de jándole enfriar para que la sulfourea se deposite en finas agujas sedosas, que se purifican envolviéndolas entre varias hojas de papel de filtro y cristalizándolas repetidas veces en agua hirviendo. Según Claus no es indispensable emplear el sulfocianato amónico puro, sino que puede utilizarse el producto que resulta al disolver el sulfuro de carbono en el amoníaco, concentrando la disolución hasta que esté à punto de cristalizar y calentando rápidamente el resi duo; la operación debe suspenderse cuando la masa, que ha adquirido color pardo, aumenta mucho de volumen y comienza a desprender vapores blancos; llegado este momento se vierte agua fría en la materia aún caliente, en tanto que el líquido entra en ebullición, y después se deja enfriar para que se deposite la sulfourea bruta, la cual, separada del agua madre y lavada con alcohol frío, se cristaliza por purificación en agua hirviendo; el líquido separado de los cris tales de sulfourea, concentrado y sometido al mismo tratamiento, abandona nueva cantidad de dicho cuerpo. Los cristales que se depositan en las últimas aguas madres van acompañados frecuentemente de combinaciones melánicas, que se separan con facilidad añadiendo ácido acético á su disolución concentrada y caliente, con lo que la sulfourea se deposita, quedando disueltas las citadas combinaciones. La transformación del sulfocianato amónico en sulfourea es siempre muy incompleta, no llegando nunca a obtenerse más de un 20 por 100 de la cantidad prevista por la teoría, pues á la temperatura á que dicha transformación tiene lugar se produce también la reacción inversa, limitándose ambos fenóme nos de manera que llegan á producir cierto estado de equilibrio entre las cantidades de ambos cuerpos; además, otra circunstancia que contribuye á disminuir el rendimiento es que la sulfourea, sometida á la temperatura de 160", comienza a alterarse profundamente producien do ditiocarbonato amónico y sulfocianato de guanidina. La sulfourea se deposita por enfriamiento de su disolución diluída en grandes prismas rómbicos próximos al cubo, y algunas veces en prismas muy finos; pero si el líquido está muy concentrado y caliente, cristaliza en largas agujas compuestas de pequeños prismas y agrupadas de manera que forman una masa en extremo voluminosa; estos cristales se parecen a los que se forman en una disolución de sulfourea impura mezclada aún con sulfocianato amónico, diferenciándose tan sólo en que estos últimos presentan lustre sedoso, de que carecen los prime ros. Inalterable al aire medianamente cargado de humedad, se disuelve fácilmente en el agua y en el alcohol (una parte de sulfourea exige 11 del primer disolvente frío), difícilmente en el éter, y la disolución acuosa, de sabor amargo, neutra á los papeles reactivos y que no colorea de rojo las sales férricas, produce algo de espuma cuando se la agita con violencia. Por la acción del calor se funde el cuerpo de que se trata á 149°, y mantenido por algunas horas entre 160 170° regenera el sulfocianato amónico, transformación que no es nunca completa por las razones más arriba expuestas. Volhard ha encontrado en una experiencia que la masa, calentada durante tres horas á dicha temperatura, contenía aún 34 por 100 de compuesto no alterado; si se eleva más la temperatura la transformación en sulfocianato es cada vez más completa, pero al mismo tiempo ambos cuerpos se descomponen con producción de sulfocianato de guanidina, Cuando se añade óxido amarillo de mercurio ó el óxido rojo bien levigado á la disolución acnosa de sulfourea, el metal se apodera del azufre rápidamente á la temperatura ordinaria, y si el óxido empleado en cantidad no excesiva estuviese además del todo exento de álcali en el líquido quedaría disuelta la cianamida, que puede ca traerse por evaporación, método que bien condu cido es el que da mejores resultados para preparar este último cuerpo, pero si se opera sin observar estas precauciones la substancia produci da es la dicianodiamida, polímera de aquélla; un efecto de desulfhidratación semejante al anterior se observa por la acción del nitrato de plata amoniacal á la temperatura ordinaria, y por el óxido y subacetato plúmbicos con auxilio del calor. La urea sulfurada, á la manera de los sulfuros orgánicos, se une directamente al cloro y al bromo, pero si se trata su disolución alcohólica por el iodo se forma iodhidrato de etilguanidina: tratada á calor suave por anhidrido acético se transforma en acetilsulfourea, reacción que tiene cierto carácter de generalidad, no sólo para con los anhidridos, sino también con los cloruros de radicales ácidos, con los que da lugar á sulfeureas más o menos sustituídas. La sulfourea está desprovista de propiedades tóxicas, pues no ejerce acción alguna sobre la economía aun ingerida á dosis bastante crecidas, y en razón de la propiedad que posec de disolver las sales de oro, plata, platino, etc., pudiera quizás emplearse en Fotografia, ya para fijar las pruebas tanto positivas como negativas, ya para entrar en la composición de los baños que sirven para virar estas últimas, presentando sobre el saliocianato amónico la ventaja de ser inalterable por la acción de los ácidos diluídos. Bajo el punto de vista analítico puede determinarse volumétricamente la cantidad de sullo urea que existe en un líquido, fundándose en la facilidad con que este cuerpo pierde el azufre a la temperatura ordinaria en presencia del nitrato argéntico amoniacal; para practicar este proce dimiento, ideado por Volhard, se añade amon 'aco al líquido que se ensaya, y después poco a poco disolución de nitrato de plata valorada de antemano; inmediatamente se precipita sulfuro ar géntico, y si de tiempo en tiempo se sumerge en el líquido una tira de papel de filtro y se toca el borde acuoso de la mancha con disolución amoniacal del mismo nitrato, el papel se pondrá par do ó negro, en tanto que exista sulfourea no descompuesta en la disolución, lo que permite apre ciar de una manera exacta el término de la re acción; cuando éste se aproxima el sitio tocado tomará el color amarillo de la cianamida argen tica, pero esta circunstancia no disminuye la sensibilidad del método gracias á la intensa coloración negra del sulfuro argéntico. Aunque la sulfourea forma sales con los ácidos sólo el nitrato ha podido obtenerse por la acción directa de ambos cuerpos, siendo preciso recurrir á medios indirectos para preparar las demás; la sulfourea presenta gran tendencia á combinarse con las sales metálicas para formar compuestos dobles. Clorhidrato de sulfourea. - Para prepararle se añade á la sulfourea ácido clorhídrico y cloruro estannoso, y se descompone luego por hidrógeno sulfurado el cloroestannito así formado; la disolución, filtrada y fuertemente concentrada, abandona la sal en laminillas cristalinas solubles en alcohol, y de cuya disolución se precipitan en prismas; si se trata la disolución acuosa del clorhidrato por ácido nítrico se precipita nitrato de sulfourea, y si el agente precipitante es el sulfuro mercúrico el cuerpo producido es blanco y cristalizable. Esta sal se une con el cloruro mercúrico para formar un compuesto que se prepara mezclando disolución acuosa y caliente de sulfourea con cloruro mercurioso recién precipitado; este com. puesto se disuelve á la vez que se deposita mercurio metálico sumamente dividido, y el líquido filtrado, de reacción neutra, abandona al enfriarse largas agujas sedosas que, no obstante sc aparentemente homogéneas, están formadas por la mezcla de dos combinaciones distintas de sul fourea y de cloruro mercúrico. Se las puede preparar de una manera mucho más sencilla aña diendo directamente cloruro mercúrico á la disolución acuosa de sulfourea hasta que se hayan empleado ambas substancias en la proporción de cuatro moléculas de la segunda por una del primero; si en este momento se evapora la disolución se obtienen hermosos cristales transparentes cuya fórmula responde á las proporciones dichas, pero si, por el contrario, se continúa añadiendo sal mercúrica se forma un precipitado blanco compuesto de agujas microscópicas entrecruzadas ó reunidas en estrellas ó hacecillos, y que analizadas parecen contener la mitad de sulfourea que corresponde al compuesto anterior. La sulfocarbamida puede dar compuestos de adición resultantes de fijar directamente el cloro, el bromo ó ciertos grupos complejos, y que en realidad pertenecen á la clase de las sulfinas; de estos compuestos el más importante es el bromuro (CSNH), Br, que se prepara añadiendo bromo gota á gota á la disolución alcohólica de sulfourea, lo que determina una reacción tan enér gica que cada gota al caer produce un silbido análogo al de un hierro enrojecido que se sumerge en agua; el bromo desaparece, la temperatura se eleva mucho, y poco a poco se observa la apaá rición de cristales blancos que dejan de aumen tar cuando se han empleado dos átomos de bromno por igual número de moléculas de sulfourea. El compuesto así obtenido se presenta en agujas blancas, casi insolubles en éter, pero solubles en el alcohol, que se ponen pardas á 75° y que á 177 se descomponen sin haber llegado á fundirse; el agua le disuelve fácilmente, pero le descompone en seguida, y si se calienta la disolución se deposita azufre y el líquido contiene ácido bromhídrico, sulfourea y probablemente dicianodiamida, que procede de la polimerización de la cianamida formada en primer término. El hidrógeno que se encuentra en la sulfocarbamida unido al nitrógeno puede ser sustituído por radicales compuestos, tanto pertenecientes á la serie grasa como á la aromática, constituyendo los cuerpos denominados sulfoureidas, que se estudian en la palabra correspondiente. SULFOUREIDA: f. Quím. Cuerpo resultante de sustituir total o parcialmente el hidrógeno de la sulfourea por los radicales orgánicos. Denominadas también sulfoureas compuestas y sulfocarbamidas compuestas, son extremadamente nume. rosas, pues se concibe que á cada radical mono ó polidínamo de alcohol, fenol, ácido ó de función mixta, debe corresponder uno o dos de estos compuestos. Para su estudio sistemático, y en la imposibilidad de describir todas las especies que en la actualidad se aislan, se hace de todo punto indispensable clasificarlos ordenadamente para indicar primero sus caracteres comunes y estu diar después los que tengan mayor importancia; esta clasificación debe hacerse, siguiendo las ideas le Henninger, según la naturaleza del radical que sustituya al hidrógeno, y comprende tres gran. des grupos, según que dicho radical sea alcohó lico ó fenólico, de ácido ó de función mixta. I SULFOUREIDAS DE RADICALES ALCOHÓLICOS Ó FENÓLICOS. Esta clase, la más numerosa de todas, debe á su vez subdividirse en cuatro géneros distintos, según que dichos radicales sean mono o didinamos y sustituyan á uno o dos átomos de hidrógeno; pero como para su estudio la única división esencial es la fundada en la sustitución, á ella se sujetará este artículo. A Suljoureas monosustituídas. - El primer compuesto conocido de este género, así como de todas las sulfoureidas, fué la alilsulfourea ó tiosinamina descubierta en 1834 por Dumas y Pelou ze; con disolución alcohólica de amoníaco, y terminada la reacción, cuya energía se manifiesta por el calor desprendido, se evapora á sequedad y se purifica el residuo haciéndole cristalizar en agua hirviente. El cuerpo así obtenido se presenta en hermosas agujas fusibles á 106", bastante solubles en agua y mucho en el alcohol, y tiene propiedades básicas débiles, como lo prueba el "hecho de que con el cloruro de platino forma un cloroplatinato amarillo é insoluble. Alilsulfourea. V. TIOSINAMINA. B Sulfoureidas disustituidas. - Correspondientes á la fórmula empírica CSN.HR, pue den existir bajo dos modificaciones isomeras, según que los dos radicales que reemplazan al hidrógeno lo hagan en los dos grupos NH, ó en uno solo, como manifiestan las expresiones esNHR' NR 2 2; de las NH2 segundas no se conoce sino un solo representante, la dibencilsulfourea, mientras que las primeras son muy numerosas, pudiendo contener, ya el mismo radical, ya dos diferentes. Las sulfoureidas de la primera fórmula se originan de preferencia en las reacciones siguientes: de aquí el nombre genérico de tiosinaminas que algunos han aplicado á este grupo, enrique cido en 1858 por Hofmann, que obtuvo la fenilsulfourea, y diez años más tarde por otras especies preparadas siguiendo los métodos generales de obtención de los éteres de la sulfocarbamida, también descubierta por el mismo químiquemáticas CS<NHR y CS< co. La nomenclatura de estas sulfoureidas, que NHR' tienen por fórmula general CS< NH2, mamente sencilla, pues se reduce á añadir la palabra sulfourca al nombre del radical que sus. tituye al hidrógeno; y en cuanto á sus modos de formación son bastante numerosos. por lo que á continuación se indican tan sólo los más inipor tantes. es su 2. Por la transformación molecular bajo la influencia del calor de los sulfocianatos de aminas primarias; si se mezcla la disolución de clorhidrato de la amina con sulfocianato potásico, y se mantiene la mezcla á 100° durante algunas horas, el líquido se enturbia y se deposita una amina monosustituída. Este procedimiento ha sido empleado por Clermont para preparar la monofenilsulfourea, pero no cabe la menor duda de que es susceptible de una aplicación más general. Schiff sustituye el sulfocianato de la amina por esta misma y la sal amónica, con lo que se consigue idéntico resultado. 1. Cuando se fija una amina primaria sobre los éteres isosulfociánicos: si el radical del éter y el de la amina son iguales la sulfoureida contendrá dos veces el mismo radical, pero si son diferentes lo serán también los que sustituyen al hidrógeno en el compuesto resultante. 2. Cuando se tratan las aminas primarias por el sulfuro de carbono se desprende hidrógeno sulfurado y se origina una, sulfoureida disustituída: en estas condiciones las aminas alcohólicas y fenólicas no actúan de idéntica maneia; pues si bien el resultado final de la reacción es el mismo, con aquéllas se llega á aislar un producto intermedio que se desdobla á 100° en hidrógeno sulfurado y en la sulfoureida; este producto, considerado como tiosulfocarbamato de la amina, no se obtiene cuando esta última pertenece á la serie aromática. 3. Hofmann ha observado la formación de la difenilsulfourea cuando se trata el ácido xántico por la anilina, y se comprende que reemplazando ésta por otra amina se obtendrá la sulfoureida disustituída correspondiente, siendo probable que se consiga el mismo resultado haciendo reaccionar las aminas primarias sobre los éteres sulfocarbámicos sustituídos. 4. Finalmente, las sulfoureidas dialcohóli. 3. Según la teoría prevé, deben producirse cas, cuyos dos radicales reemplazan el hidrógeno también las sulfoureas monosustituídas por la de un mismo grupo, NH, resultan de la transcombinación directa del hidrógeno sulfurado con formación molecular de los sulfocianatos de las las cianamidas monoalcohólicas ó monofenó-aminas secundarias, reacción que no puede dulicas. 4. Otro procedimiento también teórico con. siste en hacer actuar el amoníaco sobre los éteres sulfocarbámicos y tiosulfocarbámicos sustituídos; en esta reacción se forma la sulfoureida á la vez que el alcohol correspondiente al radical que forma el éter, según se representa por la ecuación C'S +NH =CS< + C2HO. NHR' NHR' OCH NH2 Aunque no se conocen de un modo completo todas las propiedades comunes á las sulfoureidas monosustituídas, existen, sin embargo, las suficientes para justificar el haber formado con ellas un grupo de carácter general; estos compuestos, cristalizados y dotados de propieda des básicas débiles, han de regenerar las sulfocarbilaminas por la acción del ácido clorhídrico ó del anhidrido fosfórico, y con los ácidos diluídos han de formar amoníaco, amina, gas carbónico é hidrógeno sulfurado, en virtud de un fenómeno de hidratación. Hofmann ha observado que cuando se añade óxidos de plomo ó de mercurio á la disolución caliente acuosa ú alcohólica de una sulfourea monosustituída se produce rápidamente sulfuro metálico á la vez que la sulfourea se transforma en cianamida también monosustituída, y ésta á su vez, por ser poco estable, sobre todo à la temperatura de 100°, se polimeriza y da lugar á una melamina trisustituída, resultante de la condensación en una sola de tres moléculas de la cianamida; esta polime rización se manifiesta por un cambio en la reacción del líquido, que siendo casi neutra en un principio se hace alcalina al evaporarle. NH.CH Etilsulfourea, CH.NS=CS<NH Para prepararla se mezcla la etilsulfocarbimida darse sea general, si bien hasta hoy no se ha aplicado más que á la obtención de la dibencilsulfourea, único cuerpo de esta clase que se co noce. Las sulfoureidas disustituídas, fácilmente cristalizables por lo general, son poco conocidas, y sus reacciones no han sido estudiadas sino sobre una de ellas, por lo que se duda pertenezcan á todo el grupo; sin embargo, como estas reacciones están perfectamente de acuerdo con la constitución molecular que la teoría les asigna, se exponen á continuación: el agua, ó mejor los áci dos diluídos, las descomponen á temperatura superior á la ordinaria en amina primaria, gas carbónico é hidrógeno sulfurado cuando pertenecen á la primera de las fórmulas citadas más arriba, pues las de la segunda producen amina secundaria amoníaco y los mismos gases amónico y sulfhídrico; el anhidrido fosfórico ó el ácido clorhídrico concentrado las desdoblan en amina y sulfocarbilamina sustituída, y la potasa en disolución alcohólica, ó mejor el óxido mercúrico, ambos al baño de María, les quitan azufre, que es reemplazado por el oxígeno, con lo que el compuesto primitivo se transforma en urea disustituída. Weith ha demostrado que esta reacción tiene lugar en dos fases, en la primera de las cuales el óxido metálico quita hidrógeno sulfurado y da una cianamida disustituída, mientras que en la segunda ésta fija agua y se transforma á su vez en urea igualmente disustituída; á fin de evitar la acción del agua sobre la carbodiimida que se forma en la primera fase, es preciso disolver la sulfoureida en un vehículo que, además de ser anhidro, no se mezcle con el agua sino con gran dificultad; y si á una disolución de esta naturaleza, calentada hasta la ebullición, se añade poco á poco óxido mercúrico seco, se puede aislar la carbodiimida disustituída. Si se deshidratan las |