probosciforme, con la corona pequeña y los tubos radiales de seis caras soldados hasta la base. SICÓNIDOS (de sicon): m. pl. Zool. Familia de espongiarios de la clase de los calcispongiarios, que se caracterizan por ser esponjas monozoicas, de pared gástrica gruesa, perforada por multitud de canales radiantes rectos que forman en la periferia eminencias cónicas. Son generalmente esponjas que no forman colonias, unas veces incoloras y otras de colores rojizos, con el esqueleto formado de espículas calizas, unas veces sencillas, como las primeras que aparecen en las larvas, otras de tres ó cuatro radios, pero generalmente dos, tres ó aun más formas de espículas aparecen en la misma esponja. Varían mucho en cuanto á su forma y modo de vida; pues aun cuando es raro, la misma especie vive solitaria ó se reproduce formando colonias; lo único que en ellas parece constante es la forma de los canales y la de las espículas. Haeckel, que estudió detenidamente este grupo, como todos los de la clase de las calcispongias, en la magnífica monografía que de ellas publicó, se funda sólo para la separación de los géneros en los caracteres de las espículas, dando nuevos nombres á los géneros cuyas terminaciones corresponden á la complejidad de las espículas; tales son las terminaciones yssa (espículas simples), ctta (trirradiadas), illa (cuadrirradiadas), ortis (sencilla y trirradiada), ulmis (sencillas y cuadrirradiadas) altis (trirradiadas y cuadrirradiadas), andra (sencillas, tri y cuadrirradiadas). El mismo Haeckel advertía que estos géneros no son naturales y estudiaba también las esponjas de este grupo bajo otro aspecto, según que por la estructura de sus ósculos eran esponjas sencillas ó polizoicas. Pretendía, quizás erróneamente, según la opinión de otros zoólogos, que una misma esponja podía pertenecer a diversos géneros y que en la misma colonia, como en la Sycometra compressa, se encontraban ocho géneros distin tos. Viven estas esponjas en todos los mares, y generalmente á poca profundidad, aun en sitios que á veces deja la marea al descubierto y las olas baten de continuo; su tamaño es generalmente pequeño, y se alimentan de infusorios, algas y otros seres microscópicos que por el ósculo penetran en su cavidad gastrosomática. Se reproducen por larvas de forma gástrula ó por división, las primeras en los individuos y especies monozoicas, las segundas en las formas polizoicas, es decir, que están constituídas por la unión de diversos individuos. é En opinión de Haeckel, en estos seres es imposible distinguir verdaderos géneros ni especies, porque varían de una manera constante infinita, dando con ello, dice, la prueba más sorprendente y constante de la teoría de la evolución. Entre los géneros principales de esta familia se cuentan los siguientes: Sycon Risso y Ute Fabr., con los cuales formó el citado autor sus géneros Sycissa, Sycelta, Sycilla, Sycortis, Syculmis, Sycaltis y Sycandra. SICOPIRA: f. Bot. Nombre vulgar americano con el que se designa una planta perteneciente á la familia de las Leguminosas, subfamilia de las cesalpiniéas, cuyo nombre científico es Bowdichia major Mart.; es maderable y se usa en el país como medicinal. SICOREA: f. Bot. Género de plantas (Siccorea) perteneciente al tipo de las muscineas, clase de las hepáticas, orden de las yungermánidas, familia de las Yungermaniáceas, cuyas especies habitan en los terrenos húmedos, y presentan el tallo en forma de fronde dividida y ramificada dicotómicamente; involucro foliáceo, de forma variada, rara vez no desenvuelto; involucrillo desarrollado, tubuloso, terminal ó lateral y con las hojuelas soldadas entre sí; cofia desgarrada en su ápice; esporangio casi globoso y que se abre en cuatro valvas. SICORETINA (del gr. σύκον, higo, y ρητινη, resina): f. Quím. Materia resinosa encontra la en la proporción de un 73 por 100 en la exudación producida por la planta conocida en Botá nica con la denominación de Ficus rubiginosa, que crece en la Nueva Gales del Sur. Para obte nerla se trata dicho exudado por alcohol frío y se añade agua á la disolución alcohólica para precipitar la resina, operación que se repite gran número de veces, sin que por eso se consiga obtenerla pura, pues su disolución deja depositar á la temperatura ordinaria, y pasado algún tiempo, un cuerpo cristalizado que se elimina com. pletamente añadiendo al líquido corta cantidad de agua, filtrando y repitiendo la precipitación mediante un exceso de este último vehículo. La sicoretina así extraída constituye una masa blanquecina, frágil, fuertemente eléctrica por el fro te, insoluble en el agua, los ácidos diluídos, los álcalis y el amoníaco, fácilmente soluble en el alcohol, el éter, el cloroformo y la esencia de trementina, y fusible en el agua caliente; por la acción del calor pasa al estado líquido y comienza á descomponerse pocos grados más allá de su punto de fusión desprendiendo agua, desarrollando olor céreo y destruyéndose por calefacciones más enérgicas con destilación de un líquido que tiene un olor particular y que contiene mucho ácido acético; el ácido sulfúrico la disuelve, coloreándose de verde, pero sin produc-| ción de azúcar, y el nítrico concentrado forma, á pícrico, un derivado nitrado fácilmente soluble la vez que un poco de ácido oxálico sin nada de en la potasa, el amoníaco y el carbonato potásico, comunicando à estas disoluciones color amarillo pardo, y con el primer álcali citado produce un compuesto fusible y detonante. La sicoretina no parece ser una especie química definida, pues sometiendo su disolución alcohólica á la precipitación fraccionada por medio del agua se dividen dos porciones de distinta composición, toda vez que contienen, en 100 partes, la primera 74,9 de carbono, 10,1 de hidrógeno y 15,2 de oxígeno, y la segunda 77,9 de carbono, 9,9 de hidrógeno y 12,2 de oxígeno. SICORIS: Geog. ant. Nombre del río Segre du. rante la dominación de España por los romanos. Tenía sus fuentes en territorio de los ilergetes, y en sus orillas se desarrolló una de las campañas de César Las tropas pasaron infinitas privaciones por consecuencia de los desbordamientos del mismo, que impidieron la llegada de víveres al campamento, situado al N. de Lérida, y durante algunos días resultaron estériles sus esfuerzos para tender puentes. Los pompeyanos, que recibían recursos de Tarragona, teniendo en Lérida su ejército, se comunicaban por el puente de esta población, que resistió el empuje de las aguas desbordadas. SICORTIO: m. Zool. Género de espongiarios de la clase de los calcispongiarios, familia de los sicónidos, cuyas especies presentan los siguientes caracteres: esponjas marinas monozoicas, con el mesodermis grueso y poco consistente, provisto de multitud de canales radiantes, rectos y prismáticos, que terminan al exterior en papilas piramidales; espiculas calizas de dos formas, las unas sencillas, distribuídas en toda la capa mesodérmica, las otras trirradiadas sólo en la parte más interna; ósculo grande, saliente, con una corona de sedas rígidas, probosciforme. El género Sycortis fué establecido por Hacckel separando algunas especies del género Sycon de Risso, del que sólo se diferencian por la combinación de las espículas de forma sencilla y trirradiada. Sus especies son poco numerosas, y co mo tipo de ellas puede citarse el Sycortys quadrangulata O. S., cuyas condiciones de habitación son semejantes á las de los demás individuos de la familia de los sicónidos. SICOSIS (del gr. σûkov, higo): m. Dermat. Enfermedad de la piel, así llamada porque esta membrana toma un aspecto granujiento especial, semejante á la pulpa de los higos. Es una dermatosis (dice el Doctor Giné) tubérculopústulocrustácea, frecuentemente acompañada de infla mación flemonosa del tejido areolar subcutáneo y de costras exudativas de origen purulento, que esencialmente consiste en la inflamación de los folículos en que nacen y arraigan los pelos. La inflamación de esos órganos puede ser causada por la presencia de un parásito vegetal que extendiendo sus esporos y micelio á lo largo de las vainas de los pelos se insinúa en los folículos de éstos: este es el sicosis parasitario. Pero hay otra forma que no tiene ese origen, sino que es puramente inflamatoria: sicosis vulgar. tario rara vez se desarrolla fuera de las regiones masatéricas, maxilar inferior y mentoniana (patillas y barba). Unos granos tuberculosos, que á primera vista en nada se distinguen de los del acné vulgar, con un poco de pus en el vértice y atravesados por un pelo, aparecen en el labio superior, casi siempre junto al tabique de las fosas nasales: este es el primer indicio del sicosis vulgar. Poco después se presentan nuevos granos, que van haciendo confluente la erupción. Una tumefacción inflamatoria se declara en la piel donde se hallan implantados los granos, los cuales no tardan en hallarse convertidos en verdaderas pústulas. De ellas se derrama pus, el cual se condensa formando costras que cubren la superficie, ó bien, si aquéllas no han sido rasgadas por las uñas ú otra violencia cualquiera, persiste el pus en la cúspide de los granos, formando también costras, pero aisladas y atrave sadas por un pelo. Las diferencias de aspecto que entonces presentará la afección dependerán de que los tubérculos pustulosos estén agrupados ó permanezcan aislados, y de que los pelos sean largos ó cortos. Si el bigote es largo no se verá más que tumefacción y costras; en caso contrario se podrá observar fácilmente la figura y contar el número de las pústulas. En determinados casos los granos sicésicos adquieren gran volumen y se presentan aplanados, como placas mucosas sifilíticas; otras veces forman eminencias de ancha base, comparables à forúnculos; nadie dirá, sin embargo, que sean las unas ni los otros, pues cualquiera que sea su aspecto los granos conservan siempre el carácter de estar atravesados por un pelo. En el sicosis parasitario, es decir, en el propio de la barba, más bien que en el vulgar ó propio del bigote, suele suceder que la inflamación se extiende, con carácter decididamente flemonoso, hacia el tejido areolar subcutáneo. Fórmanse, á causa de esto, un número mayor ó menor de flemones, que se perciben á través de una tumefacción nudosa y van acompañados de infartos ganglionares. Los flemones no tardan en convertirse en verdaderos abscesos subcutáneos, cuyo pus se derrama por ciertas grietas que aparecen entre las pústulas, viniendo á condensarse en grandes costras en la superficie. La supuración tiene entonces dos orígenes: las pústulas sicósicas propiamente dichas y los abscesos subcutáneos. Puede suceder también que del fondo de levanten fungosidades, caracterizadas por la prelos folículos pilosos convertidos en pústulas se sencia de un pelo en el centro, y que dan salida á gotitas de pus cuando se las comprime. En medio del proceso supurativo que se apodera de los folículos pilosos, los pelos pierden sus conexiones epidérmicas; quedan primero libres ó muy poco adherentes al folículo y luego se desprenden. Si interviene el arte el folículo pilífero podrá volver á sus condiciones normales, y, curándose la enfermedad, regenerarse mas tarde los pelos. Si, por el contrario, no hay nada que se oponga á los progresos del mal, los folículos serán totalmente destruídos y reemplazados por un tejido de cicatriz. Sería entonces ilusoria toda esperanza de restauración de la barba. Resulta de esta descripción síntomatológica (Dr. Giné, Dermatología quirúrgica) que los elementos síntomatológicos son: 1.° Tubérculos profundamente situados en el espesor de la piel, toda vez que su asiento son las glándulas piliferas, en virtud de lo cual se ve un pelo en cada grano. 2. Pústulas, que aparecen en el vértice de los tubérculos, pudiendo comprender todo el espesor de éstos; pústulas en cuyo centro se observa el mismo pelo que tenían los tubérculos. 3.° Costras, resultantes de la condensación del humor purulento de las pústulas adheridas al vértice de éstas, y también ostentando el pelo propio del folículo, ó extendidas en superficie desigual, sobre las pústulas y los espacios interpustulosos. 4. En algunos casos, por efecto de la propagación de la flegmasía al tejido areolar subcutáneo, flemones y abscesos supurantes, cuyo Ni las mujeres ni los niños tienen aptitud humor sale al exterior á través de la piel agriepara padecer el sicosis vulgar. Es enfermedad tada: en esta superficie se concreta formando que afecta exclusivamente regiones pobladas de costras espesas. 5.o Infartos ganglionares, concopelos recios, y por esta misma razón sólo se ob- mitantes con los abscesos, que aumentan la tu serva en las partes pilosas del rostro, el bigote, mefacción de la región afecta y sus inmediaciolas patillas, y también las cejas y la barba. Al nes. 6. Cuando el proceso supuratorio se ha paso que el sicosis vulgar ataca el labio superior, apoderado de los folículos pilosos, desprendi es decir, la región del bigote, el sicosis parasi-miento de los pelos y depilación definitiva é irre mediable, ó una neoplasia cicatrizal en el punto de la dermis que ocupaban los folículos pilosos. En la ctiologia del sicosis hay que incluir en primer término el contagio respecto á la forma parasitaria. Respecto á los irritantes capaces de determinar el sicosis vulgar ó artrítico, Hébra niega que haya ninguno que pueda dar ese resultado de un modo directo, pues no producen el sicosis sino después de haber dado orige al eczema, propagándose la irritación eczematosa á los planos más profundos de la piel. Hébra se inclina á explicar el origen del sicosis por un desvío del movimiento de renovación de los pelos de la barba. Según Langer, esta renovación se efectúa del siguiente modo: del fondo de los folículos que albergan un pelo largo nace un nuevo folículo menor, que se halla colocado junto al folículo generador y algo más profundamente hacia el tejido subcutáneo. En el interior de este nuevo saco aparece un pequeño pelo, del mismo modo que se forman en su origen los pelos en el feto. El pequeño pelo, á medida que crece, pasa al fo. lículo antiguo, y en estado normal empuja hacia el exterior al que ocupaba dicho folículo y se queda en lugar de éste. Larga es la duración del sicosis si no se interviene a tiempo; hay personas que lo padecen durante muchos meses y aun años enteros, viniendo á parar á las graves lesiones antes descritas, á no ser que, desarrollándose accidentalmente la sífilis ó el escrofulismo, adquieran las úlceras sicúsicas los caracteres sifilíticos ó escrofulosos. Siempre es mucho más grave el pronóstico del sicosis parasitario que el del artificial; á aquél pertenecen principalmente los abscesos subcutáneos, los infartos ganglionares y las profundas destrucciones de tejido antes mencionadas. Con todo, aun el sicosis artificial es siempre una enfermedad importante, por su duración bastante larga y porque exige un tratamiento sostenido y doloroso. La primera indicación del tratamiento del sicosis consiste en combatir el estado inflamatorio y en extraer los pelos que implantados en los folículos, son la espina que sostiene la inflamación. El sicosis parasitario reclama además las lociones mercuriales para procurar la destrucción del micoderma. Para combatir la inflamación constituyen un buen tópico las castaplasmas de harina de arroz; con ellas se reblandecerán las costras y quedará preparado el terreno para la depilación. Esta da por resultado la salida de algunas gotitas de sangre, que hace el efecto de una evacuación depletiva, favorable para yugular la inflamación de los folículos pilíferos, y además produce un desbridamiento de los tejidos infartados que favorece la resolución de la flegmasía. No es, pues, extraño que Guibout proponga esca rificar los granos sicósicos. En el sicosis artificial no es completamente necesaria la depilación; basta, si está crecida la barba, recortarla con tijeras hasta el nivel del tegumento, á fin de que, al aplicar las cataplas mas feculentas, se hallen éstas en perfecto contacto con la superficie enferma. Este tratamiento empleado á tiempo puede lograr la resolución de los tubérculos antes de que entren en supuración; aun después de iniciarse ésta no hay que desconfiar del éxito. La depilación debe reservarse para los casos rebeldes. No se depilará toda la región en un día, sino en distintas sesiones, y si al brotar nuevos pelos retoñasen las pústulas habría que proceder sin demora á una segunda depilación, y acaso á la tercera ó cuarta si fuera necesario. El tratamiento del sicosis parasitario tiene muchos puntos de contacto con el de la tiña tonsmante. V. TIÑA. SICSOLA: Geog. V. SIXAULA. SICUANI: Geog. Dist. de Canchis, dep. Cuzco, Perú; 11 500 habits. " V. cap. de este dist. y de la prov. de Canchis; 2000 habits. En ella se reunió la Asamblea que convocó Santa Cruz y que dividió el país en dos est., Norte Perú y Sur Perú. SICUICHO: Geog. Pueblo, tenencia de la municipalidad de Parácuaro, dist. de Uruapán, estado de Michoacán, Mejico; 980 habits. SICULIANA: Geog. Lugar del dist. y prov. de Girgenti, Sicilia, Italia, sit. cerca de la costa del Mar de Africa: 6240 habits. Pequeño puerto de cabotaje; exportación de azufre." SICULMIO: m. Zool. Género de espongiarios de la clase calcispongiarios, familia sicónidos, que se distingue por presentar los siguientes caracteres: esponja marina monozoica con las espículas calizas de dos formas, unas sencillas y otras de cuatro radios, las sencillas distribuídas por todo el espesor de su capa mesodérmica y las cuadrirradiadas en las capas más internas; el cuerpo con la pared gástrica gruesa, perforada por multitud de canales radiantes rectos, prismáticos, que terminan al exterior en papilas cónicas; los úsculos grandes salientes y rodeados de una corona de largas sedas. Este género, establecido por Haeckel en la familia de los sicónidos, sólo se diferencia de los verdaderos Sycon por la forma y combinación de sus espículas sencillas y cuadrirradiadas. Como tipo de él puede tomarse el Syculmis elegans Bwk., que vive en el Mediterráneo. SÍCULO, LA (del lat. siculus): adj. SICILIANO. Apl. á pers. ú. t. c. s. za desprovista de escudo y con un pico cónico y grueso y un aparato de fijación bien desarrollado colocado en su región dorsal; antenas de la hembra muy grandes y truncadas, las del macho largas y delgadas, las del segundo par en ambos sexos con la rama superior formada de tres artejos y la inferior de dos únicamente, con Sida sedas laterales; primer par de patas en el macho provisto de ganchos. Las sidas son cladóceros de pequeño tamaño y cuerpo transparente que viven en las aguas estancadas, á veces en grandísima cantidad, y lo mismo que los dafinidos en general se conocen con el nombre vulgar de pulgas de agua y se utilizan para la alimentación de los alevines ó crías de los peces que se obtienen en la práctica de la Piscicultura. Las especies más comunes de este género son la Sida cristallina O. Fr. Müll., la S. ellongata De Geer. y la S. frondosa Sars. -SiCULOS: m. pl. Geog. ant. Pueblo pelásgico que pasó de la Dalmacia á Italia, de donde fueron expulsados, pasando entonces á la isla Si-SIDA: Geog. ant. C. de la costa de Panfilia, cania, que de ellos tomó el nombre de Sicilia. Asia Menor, fundada por los eolios; estaba conLos sicanos resistieron, pero al fin fueron subyu-sagrada al culto de Minerva, á quien represengados por los nuevos invasores, que lograron establecerse en la isla. SICHEFKA: Geog. C. cap. de dist., gobierno de Esmolensko, Rusia, sit. entre la orilla izquierda del Vazuza y la dra, de su afl. el Los mina; 5000 habits. Fábs. de sebo, curtidos, cerveza, aceite y otros artículos. Comercio de lino, cáñamo, pieles y tabaco. SICHICUL: Geog. Aldea de la jurisdicción de Ostuncalco, dep. de Quezaltenango, Guatemala, sit. en terreno montañoso y quebrado; 1700 habitantes. SIDA (del gr. oida, malvavisco): f. Bot. Género de plantas perteneciente á la familia de las Malváceas, tribu de las sideas, cuyas especies habitan en las regiones tropicales y subtropicales de todo el orbe, y son plantas herbáceas, sufruticosas ó fruticosas, con las hojas alternas, pecioladas, enteras ó lobuladas; las estípulas laterales geminadas; los pedúnculos articulados bajo el ápice, axilares, solitarios ó numerosos, rara vez con las flores en espigas ó en racimos corimbiformes; involucrillo nulo; cáliz quinqué fido, con frecuencia cupuliforme, con las lacinias valvadas en la estivación; corola de cinco pétalos hipoginos, trasovados, casi siempre más ó menos inequiláteros, con las uñas soldadas en tubo, algo arrolladas, coherentes con el tubo estaminal y retorcidas en la estivación; tubo estaminal ensanchado en su base, ciñendo el ovario, estrechado en la parte superior en forma de columna, y dividido en el ápice en nume. rosos filamentos filiformes, con las anteras arriñonadas bivalvas; ovario sentado, quinque ó multilocular, con óvulos solitarios colgantes del ápice del ángulo central; estilos en igual número que las celdas, filiformes, más o menos soldados en la base, y estigmas acabezuelados. El fruto es una cápsula con cinco ó muchas celdas, que se acusan al exterior como otras tantas cocas monospermas, con las semillas insertas hacia la mitad del ángulo central, indehiscentes ó abiertas en la parte interna del ápice, con la columnita central persistente, ensanchada y membranosa en su base; semillas colgantes, casi orbiculares, comprimidas, con la testa crustácea, provistas de una escotadura insimétrica en su base y con el seno umbilicado; embrión pequeño, casi cóncavo y mucilaginoso, semicircularmente plegado, con los cotiledones folia. ceos arrollados sobre sí mismos y la raicilla sú pera. -SIDA: Zool. Género de crustáceos de la sub clase de los entomostráceos, orden de los filópodos, suborden de los cladóceros, familia de los sídidos, que se caracteriza por tener el caparazón alargado, sin envoltura gelatinosa; la cabe taban en las monedas teniendo en la mano una granada (en griego side). Compartió la suerte del resto de la prov., y en las últimas divisiones del Imperio romano fué cap. de la Panfilia Primera. Los turcos la llaman hoy Eski-Adalia. SIDAMAS: m. pl. Etnog. Nombre que los ga llas dan á los pueblos ó tribus aborígenas que ocupaban los países del Alto Goyeb, Etiopia meridional, antes de establecerse ellos en dicha región. SIDAMUNT: Geog. Lugar con ayunt., partido judicial, prov. y dióc. de Lérida; 330 habitan tes. Sit. en la parte baja del llano de Urgel, en la carretera de Zaragoza á Barcelona. Cereales, aceite y legumbres. SIDDIM: Geog. ant. V. SIDIM. El mundo SIDERAL ó telescópico asombra; el infusorio ó microscópico espanta. OLIVÁN. SIDERANTO (del lat. sidus, estrella, y el gr. areos, flor): m. Bot. Género de plantas (Sideranthus) perteneciente á la familia de las Compuestas, subfamilia de las tubulifloras, tribu de de las asteroideas, cuyas especies habitan en el Norte de América, y son plantas herbáceas, perennes, pubescentes, con los tallos ramificados y las ramas divergentes, las hojas hendido-aserradas, con las lacinias mucronadas, punzantes, y las cabezuelas fasciculadas; cabezuela multiflora, heterógama, con las flores del radio uni ó biseriadas, liguladas y femeninas, y las del disco tubulosas y hermafroditas; involucros formados por dos ó cuatro series de escamas estrechamente empizarradas, escariosas, aquilladas, y con el ápice generalmente herbaceo y revuelto; receptáculo plano ó convexo, alveolado, con alvéolos profundos provistos de una margen dentada ó desgarrada; corolas amarillas, las del radio semiflosculosas y las del disco flosculosas, con cinco dientes; estigmas salientes, filiformes y etizados; aquenios trasovados, casi cilíndricos, con 10 ó 15 estrías y pubescentes; vilano formado de va rias series de pelos ásperos y desiguales; los correspondientes á los aquenios de la circunferencia más cortos y menos numerosos. SIDERASTREA (del lat. sidus, estrella, y astrea) f. Zool. Género de celentéreos de la clase de las madréporas, familia de los astreidos, cllde los antozoos, orden de los zoantarios, sección yas especies se caracterizan por tener las celdas ginadas, provistas de numerosos septos radiansuperficiales poco marcadas en relieve, no martes muy finos, poco salientes, que parten de un centro excavado en el que se implanta la columnilla y se continúan rectos y algo dentados hasta la periferia; carecen de apărato mural, así que las laminillas estrelladas de una celda se tocan con las de sus vecinas. Este género fué establecido por Blainville en su Manual de Actinología, y aceptado por la mayoría de los autores. Comprende un mediano número de especies propias de los mares cálidos, entre las cuales merecen citarse la Siderastrea siderea, la S. galaxea y la S. escharoides. SIDÉREO, REA (del lat, siderĕus): adj. Perteneciente, ó relativo, á los astros, ó que con ellos tiene alguna semejanza. U. en lenguaje científico y en Poesía. QUEVEDO. De Henriques, y de Colona cristaliza, preséntase en masas arriñonadas de estructura fibrosa y brillo sedoso, ó en masas concrecionadas; su color es amarillo de oro or dinariamente, y hay ejemplares que lo poseen pardo amarillento y aun rojizo: su peso específico varía de 3,52 á 3,90, y la dureza hállase com prendida entre los números 1 y 2 de la escala de Mohs; en cuanto à la composición del mineral que nos ocupa, los mejores análisis dan para ella, en 100 partes, 39, 16 de ácido arsénico, 40 de sesquióxido de hierro, 12, 18 de óxido de calcio si no tan SIDÉREA estimación aplaudida, y 8,66 de agua: en otras determinaciones analísi bien de menos trisulca pena. ticas sólo alcanzó la proporción de cal al 8 por 100, conviniendo á los números apuntados la fórmula H12FeCa As, O; este cuerpo, sometido á las acciones del soplete, manifiesta los caracteres del hierro y del arsénico, después de haber perdido el agua que contiene, y hállase asociado á la Psilomelana en Romarische, cerca de Macón, en Francia; la sulfosiderita, notable por presenlar idéntica composición que la sideretina, conteniendo además cierta proporción nunca muy considerable, de ácido sulfúrico, que es lo que la caracteriza y distingue; la simplosita, que es un arseniato hidratado de hierro, cuya composición y propiedades no se han estudiado lo bastante todavía; y la rarísima carminita, cuyo mineral, aún menos conocido, hállase formado por un arseniato doble de plomo y de hierro con agua interpuesta. Las SIDEREAS familias, Roma en sus fines venera, Y en sus términos Castilla. RIVERA. SIDERETINA (contracción del gr. didnpos, hierro, y prívn, resina): f. Min. Producto de la descomposición del mispikel ó de la lencopirita, es considerado este mineral como un arseniato de hierro hidratado, tipo de tal género de compuestos producidos mediante las acciones del oxígeno atmosférico, en presencia del agua y á determinada temperatura, sobre las piritas arsenicales. Acontece en este caso que el sulfuro de hierro se vitrioliza, convirtiéndose en sulfato, muy soluble en el agua y por ella arrastrado; oxidase al propio tiempo el arsénico, para constituir un arseniato insoluble, hidratado, el cual queda como residuo de las metamorfosis apuntadas, constituyendo cuando está puro y responde su composición á la fórmula HFe AsO la sideretina objeto del presente artículo, y cuyo mineral, atendiendo á ella, puede acaso asimilaise á la ya descrita neoctesa, otro arseniato hidratado de hierro, procedente de los mismos orígenes y constituído de la propia suerte à partir de arseniosulfuros de hierro, nada escasos en la naturaleza, sólo que entre la scorodita y la sideretina existe una diferencia esencial, dependiente de la estructura molecular, á saber: la primera aparece siempre afectando la forma de un prisma recto romboidal, y la segunda nunca se ha visto cristalizada, ni por artificio de ningún género hase conseguido que afecte formas geométricas, antes bien vesela amorfa constituyendo masas uniformes, las cuales reconócense gracias a su mucha fragilidad, poseyendo marcada fractura concoidea; es algo translúcida, posee marcado brillo resinoso y colores variables, amarillo de varios tonos, rojo ó rojizo y pardo más o menos obscuro. En cuanto a las propiedades químicas de la sideretina, posee las generales y comunes á todos los arseniatos; calentada en el matraz usado para estos casos desprende el agua que contiene y se condensa en las partes frías de la vasija; sometida al fuego del soplete, empleando soporte de carbón, empieza dando los humos arsenicales y el olor de ajos propio de ellos, y deja al cabo de algún tiempo una escoria negra, dotada de bien manifiestas cualidades magnéticas; por vía húmeda es el mineral que nos ocupa soluble en los ácidos, particularmente en caliente, y las lejías ó disoluciones de potasa le descomponen dejando un residuo de color rojizo, ó pardo rojizo característico. Encuéntrase el mineral descrito, y no en grandes cantidades ni en masas de mucho tamaño, en algunas minas de Sajonia, y en la proximidad de formaciones dorde existen sus orígenes, el mis pikel y la homopirita. No ha sido intentada la reproducción artificial de la sideretina, mas compréndese cómo puede llevarse á cabo y prepararla en grande, usando procedimientos aná logos á los puestos en práctica en la vitriolización de las piritas de hierro, sólo que en el caso presente deben usarse sulfuros arsenicales, y así consiguense varios arseniatos de hierro, variedades del descrito y diferenciados entre sí por las cantidades de agua de hidratación y por presentarse algunas cristalizadas en formas bien determinadas, poco ó nada relacionadas con las propias de la scorodita ó neoctesa en otra parte descrita (véase esta última palabra). De estas variedades, hidratos de un arseniato de hierro típico, el cual constituye la verdadera especie química, sólo se citarán aquí las más importantes y mejor caracterizadas; son éstas: la arseniosiderita, mineral muy curioso constituído por un doble arseniato de calcio y hierro, cuya molécula retiene agua de combinación; no TOMO XIX También forma al lado de la sideretina otro mineral como ella, arseniato hidratado de hierro, sólo que contiene hasta 15 moléculas de agua; llámase wutfelerz, ó mejor farmacosiderita (de pápμaxov, veneno, y oídeps, hierro), y es curioso porque en él pueden observarse formas cristalinas, simulando la forma cúbica con hemiedría tetraédrica: es cuerpo translúcido, dotado de singular brillo vítreo y hermoso color verde de oliva, y á veces pardo no muy acentuado; su peso específico es algo inferior á 3 y la dureza 2,5. De los análisis practicados resulta compuesta la farmacosiderita de la manera siguiente, para 100 partes: ácido arsénico 43,13, sesquióxido de hierro 40, agua 16,87, represen tada en la fórmula HFe,A86042 30 Sus caracteres químicos son iguales á los indicados para el mejor reconocimiento de los componentes de los demás arseniatos hidratados de hierro, y señálanse como sus principales yacimientos, encontrándose siempre en cristales bastante pequeños, Cornuailles y Nassau. Debe observarse, respecto de este último arseniato férrico, la particularidad de que casi siempre una parte del ácido arsénico contenido en su molé cula hállase sustituído por algo de ácido fosfórico, llegando á ser este último cuerpo determinable mediante sus reactivos: el hecho explícase sin grandes dificultades, con sólo tener presentes las relaciones de parentesco químico que ligan el arsénico y el fósforo, cuyos cuerpos simples van juntos en todas las clasificaciones, tienen iguales funciones y se sustituyen mutua - SIDERITIS: Miner. Carbonato de hierro que constituye excelente mena de este metal, dándolo de muy buena calidad; se ha denominado también siderita, hierro espático, hierro carbonatado, mena de acero y chalibita; cristaliza en el sistema romboédrico y la forma dominante es el romboedro primitivo, cuyo ángulo mide 107°: á veces son los cristales romboedros agudos y también escalenoedros; las caras de sus cristales, si no todas algunas, aparecen curvas, en ocasiones redondeadas y también surcadas de estrías, aun cuando este fenómeno es raro; son asimismo frecuentes las maclas, y en láminas delgadas obsérvanse de continuo aquellas hemitropías se ñaladas como peculiar carácter de la caleita colocada en iguales condiciones; la exfoliación es fácil y perfecta, á lo menos en un sentido. Suele presentarse la sideritis á veces en grandes cristales, pero es lo general verla constituyendo masas de estructura compacta, laminar, testacea, granuda, en ocasiones también terrosa y formando oolitas; cuando se encuentra en pequeñas masas concrecionadas y fibrosas llámase esferosiderita, como asimismo en cristales agru pados en diversos filones metalíferos ó en masas espáticas de color blanco muy claro, y entonces es cuando se denomina hierro espático. El color del carbonato de hierro natural es muy variable por efecto de las alteraciones á que se halla expuesto; fuera del contacto del aire es blanco con más o menos tendencia al azulado, pero el aire, transformando en hidrato el sesquióxido de hierro con pérdida de ácido carbónico, tórnale gris amarillento, amarillo de cera y de ocre; luego, perdiendo agua, vésele verdoso pardo bastante acentuado y también con los tonos rojos característicos del cólcotar; la siderosa litoidea procedente de las hulleras suele tener bien acentuado color negro. Distingue al mineral que nos ocupa su fragilidad; tiene la fractura concoidea; su polvo y raya son blancos, ó cuando menos más claros que el tono general del mineral; posee brillo vítreo, y pocos ejemplares se encuentran que no lo tengan; sus cristales son opacos, translúcidos ó transparentes, y en este último caso posee doble refracción muy enérgica y con signo negativo; á causa de la facilidad con que se altera, es cosa frecuente hallar el carbo. nato de hierro transformado por completo en limonita, y conservando, no obstante, la forma romboedrica característica de sus cristales. El peso específico, no muy elevado, hállase comprendido entre los números 3,7 y 3,9, y la du reza varía desde 3,5 à 4,5, siendo, por tanto, mineral blando. No es la siderosa carbonato de protóxido de hierro perfectamente puro, pues aun la tenida como más cercana de la especie química suele contener, y no combinados, sino como mezcla y accidente, carbonatos de calcio, de magnesio y de manganeso, mezcla importantísima esta última desde el punto de vista industrial, pues ahora búscase la siderosa tanto como por su riqueza en hierro por el manganeso en ella contenido, porque el mineral que lo contiene en proporciones adecuadas produce la fundición manganífera, utilizada tan ventajosamente en la fabricación del acero Besemer. De los análisis practicados, y son muy numerosos, resultan números no muy acordes: en primer término, para una siderosa tipo que sólo y en centésimas contuviera los carbonatos de calcio, magnesio y manganeso, la composición centesimal daría: ácido carbónico 37,93, y óxido ferroso 62,07, cuyo resultado podría traducirse sin gran error en la fórmula CO,Fe, correspondiente á un carbonato ferroso normal; pero como la composición no sólo en la cantidad, sino también en la naturaleza de los componentes varía, es menester convenir en que las localidades y yacimientos influyen de modo notable y patente en la composición de la siderosa. He aquí ahora, para demostrarlo, algunos ejemplos de resultados correlativos: el carbonato de hierro de Baigorry, en los Bajos Pirineos, contiene: ácido carbónico 41, óxido ferroso 53, óxido de manganeso 0,6, óxido de magnesio 5,4, sin siquiera indicios de cal; el procedente de Neudorf, en el Hartz, da, para el análisis, en 100 partes, 36,27 de ácido carbónico, 52,29 de óxido de hierro, 9,76 de óxido de manganeso, 1,01 de óxido de magnesio y 0,67 de óxido de calcio; el de la bónico, 39,75 de óxido de hierro, 10,23 de óxido Vieille-Montagne contiene: 39,52 de ácido carde manganeso, 11,32 de óxido de calcio sin el menor indicio de magnesia; y en el de Cornuailles, reputado ya mucho más puro, han determinado los mejores análisis: 38,72 de ácido carbónico, 59,97 de óxido de hierro, 10,23 de óxido de manganeso y 0,92 de óxido de calcio. En cuanto a los caracteres químicos de la siderosa, ya va dicho más arriba cómo trátase de un mineral sumamente alterable en contacto del aire, llegando al punto de convertirse toda su masa en el hidrato férrico denominado limonita, sin perder la apariencia externa de la forma cristalina propia; en su calidad de carbonato, atacanle todos los ácidos enérgicos con efervescencia ya perceptible, aunque lenta en frío y más viva y notable elevando un poco la tempe 6 ratura; cuando se calienta el mineral que describimos en un tubo cerrado empieza decrepitando ligeramente, luego desprende óxido de carbono y ácido carbónico, y nótase al mismo tiempo cómo se ennegrece à medida que pierde gases por el calor, y adquiere entonces cualidades magnéticas bien perceptibles aproximando á la aguja imanada el residuo pulverulento que que da en el tubo donde se ha practicado la operación; sometiendo la siderosa al fuego del soplete, empleando soporte de carbón, llega á reducirse el mineral y da un glóbulo metálico que es atraible por el imán; si se usa como reactivo, también al soplete, el flujo negro, pueden determinarse una por una todas las reacciones del hierro y hacerse patentes las del manganeso, en caso de contenerlo el mineral, sometiéndolo á un ensayo con carbonato de sodio sobre una lámina de platino. De la propia manera, en las disoluciones ácidas de siderosa es fácil reconocer cuántos elementos metálicos contiene empleando el reactivo adecuado para cada uno de ellos, ó examinando en particular sus caracteres químicos más notables y salientes. Es el carbonato ferroso mineral propio de filones concrecionados, y á veces de filones estanní. feros, y se le encuentra formando nódulos concrecionados en terrenos sedimentarios; vese en filones en ciertas rocas antiguas; la variedad litoidea hállase en capas continuas ó en riñones alineados y dispuestos de tal manera que llegan á sustituirlos en los terrenos hulleros, y la variedad oolítica encuéntrase en el gres y en las arcillas de los terrenos secundarios y aun terciarios. Se encuentra en España en el terreno gnéisico de Hiendelaencina y Sierra Nevada formando filones, los cuales contienen además cuarzo, piritas y varios minerales argentíferos; existe también en masas y en capas acompañan. do á las hematites de los criaderos de Somorrostro, en Cataluña, Aragón, Extremadura, León, Jaén, Córdoba, Aldeira en la provincia de Granada y en otras localidades, por punto general allí donde hay hierros oxidados anhidros é hidratados, los cuales en no pocas ocasiones son productos de su descomposición, debida al aire atmosférico. Suele ser la siderosa mineral predominante en las capas ferruginosas de los terrenos de carbón de piedra, y así suele verse en algunas ocasiones la feliz conjunción de los elementos más importantes de la industria; el hierro en uno de sus más ricos minerales y el combustible empleado en su beneficio y como elemento reductivo; en Siberia, Bélgica, Francia, Suecia, y en Inglaterra y Escocia, preséntase el fenómeno, que no es ciertamente muy frecuen te, ni se ofrece en todas las minas de hulla conocidas. Respecto de las aplicaciones del mineral objeto del presente artículo, sólo han de hacerse en este lugar muy someras indicaciones: ya va dicho de qué suerte constituye rica mena de hierro, beneficiada desde muy antiguo y cuya riqueza cambia mucho, relacionada con la composición química de las diversas suertes de mineral; aque llas en las cuales abunda el carbonato ó el óxido de manganeso bien puede decirse que son verdaderas minas de ferromanganeso, y por esto se buscan más, á causa de que la fundición obtenida en su beneficio es más fácilmente descarburada en el convertidor Bessemer y da aceros de excelente calidad. En este respecto, y trayendo las cosas desde un poco lejos, puede decirse que á la siderosa manganesífera, particularmente la variedad denominada oligonita, notable por contener hasta un 25 por 100 de manganeso, débese el gran progreso realizado pocos años ha en la industria siderúrgica. Y tanta es ahora la importancia que en ella tienen los minerales con manganeso, que son los con más ahinco buscados, y cuando no se encuentran añádese á los que se benefician la aleación llamada ferromanganeso, preparada las más veces con siderosa que contenga aquel elemento modificador de las propie dades del hierro en sentido de mejorarlas, extendiendo su uso y dotándolo de cualidades tales que consienten transformar directamente las fundiciones en exquisito acero, cuyo uso extiéndese de día en día. Variedades de siderosa. - Aunque su número es considerable, dada la facilidad del carbonato ferroso para asociarse con otros carbonatos metálicos, como los de calcio, magnesio y manganeso principalmente, bien puede decirse que las variedades de siderosa originanse ó por diferen cias de estructura y manera de encontrarse en sus yacimientos, ó por la composición química, habiendo además otros minerales agrupados al lado suyo, la cual responde á la de carbonatos metálicos múltiples, algunos de ellos muy ricos de manganeso y beneficiables como menas de este metal. Sin entrar en muchos pormenores descriptivos, he aquí los principales caracteres distintivos de los minerales más importantes entre los carbonatos de hierro; incluyése en el primer grupo la esferosiderita, más arriba citada, cuyo cuerpo constituye una variedad de siderosa dotada de estructura compacta y que se presenta siempre formando nódulos de no escaso tamaño, y también concreciones fibrosas y el hierro carbonatado litoideo propio de las hulleras; tiénese como variedad arcillosa, ó mezcla de arcilla y carbonato ferroso, más o menos descompuesto, teniendo como distintivo el presentarse formando unas veces capas continuas de poco espesor y constituyendo otras masas unidas arriñonadas y un poco aplastadas, como si hubieran estado sometidas á violentas presiones durante largo tiempo. En el segundo grupo es menester comprender, primeramente la yunckerita, cuyo mineral es, respecto de la siderosa, lo que es el aragonito tratándose de la caliza, de lo cual no ha faltado quien sacara argumento en favor del dimorfismo de la siderosa; pero ha de tenerse en cuenta que la variedad citada no es propiamente carbonato de hierro, sino hierro espático, á la vez magnesífero y silícico; su color es gris amarillento de muy varios tonos, y respecto de su cristalización no cabe duda que se trata de un mineral prismático, teniendo un octaedro por forma dominante; mas cuando quieren referirse á determinado sistema las formas de los cristales de yunckerita aparecen ciertas dificultades, y mientras unos afirman que se trata de un prisma de base cuadrada opinan otros que la base de dicho prisma es rectangular; de todas suertes trátase de cristales poco claros, de mal limitados elementos, quizá producto de mezclas de variadas substancias ó de residuos silíceos y magne. sianos, agrupados sin seguir ley alguna determinada. Es el mineral de que se trata bastante raro, y ha sido descrito hace ya mucho tiempo por Pailleth, el cual hubo de encontrarlo en una mina de plomo de Paullaouen. Después de la yunckerita, y en segundo término, viene el cuerpo descrito por Meyer y conocido por el nombre de tomhaíta, cuyo mineral constituye una variedad de hierro espático caracterizada por presentarse cristalizada en prismas y ser en ocasiones dimorfa; es cualidad suya el brillo nacarado muy notable, aun en los más alterados cristales; su peso específico está representado en el número 3,10, y en lo referente à la composición química puede ser considerada la tomhalta como un carbonato ferroso que contiene en variables proporciones óxido de calcio, ácido silícico y óxido de manganeso. Al tercer grupo de las variedades de siderosa pertenecen muchos minerales, aprovechados de ordinario para el beneficio del hierro y del manganeso, y también para obtener de ellas la fundición manganífera destinada más tarde á conseguir un acero dotado de excelentes propiedades. Entre los cuerpos de que se habla ha de citarse, como el más importante desde el punto de vista mineralógico y metalúrgico, la oligonita (del gr. óλiyos, poco), que es un carbonato de hierro y manganeso, conteniendo por punto general el 25 por 100 de éste; luego la mesitina (de peσiTns, intermediario), cuyo mineral preséntase formando cristales lenticulares bien determinados, de color blanco amarillento: es un carbonato de hierro y magnesia, el cual constituye, atendiendo á su composición así como al tránsito ó enlace entre la siderosa y la giobertita; encuéntrase sobre todo, aunque no es abundante, en Traversella del Piamonte, y por último citaremos la pistomsita, cuyo nombre vienele de las palabras griegas Tiorós, que significa digno de fe, y pérov, medio; al igual de la anterior, es un carbonato de hierro y magnesia que cristaliza en lentes, y se diferencia de la mesitina por contener mayor proporción que ella de hierro. Por analogía, en la mayoría de los casos bastante remota, pueden aproximarse á la siderosa los minerales siguientes, entre muchos otros que no se nombran: la sideroconita, que es sólo una variedad de calcita más ó menos penetrada por el hidrato de sesquióxido de hierro y nunca carbonato de este metal; el siderodot, nombre dado por Breithaup á una siderosa sumamente rica en carbonato cálcico, hallada en Radstadt de Salzburgo, y cuyo peso específico es de 3,41; la sideromelana, que viene à ser en rigor una obsidiana ó vidrio volcánico sumamente rica en sesquióxido de hierro; la sideroplucita, tenida acaso por la variedad de carbonato ferroso natu. ral mezclada con mayor cantidad de carbonato magnésico; su peso específico es 3,63, el ángulo de sus cristales, pertenecientes al sistema romboédrico, vale 107° 6', y se encuentra sólo en Pöhl; y aun la sideroclisolita, mejor colocada como variedad de la cronstadtita, porque no contiene ácido carbónico y en ella encuéntranse reunidos el manganeso, el hierro y el magnesio al estado de silicatos, cristalizando en formas romboédricas. Reproducción artificial de la siderosa. - No son ciertamente numerosos los trabajos relativos á la síntesis del hierro espático, aunque los ejecutados dieron siempre los apetecidos resultados, siendo coronados por el éxito más completo. Buscando las razones de la escasez de experimentos relativos á la síntesis de la siderosa, encuéntranse en las mismas propiedades del mineral, en su excesiva alterabilidad por contacto con el aire seco ó húmedo, y en la cualidad de los carbonatos, en cuya virtud, cuando se calientan, pierden primero el agua si la tenían, y luego el ácido carbónico, dejando por residuo el óxido metálico, negro y magnético en el presente caso. Casi quedan excluídos de una parte los métodos directos, pues es imposible llegar á la siderosa partiendo del ácido carbónico y del hidrato ferroso, aun siendo éste bastante soluble en el agua cargada de aquel gas, y de otra los proce dimientos fundados en el empleo de temperaturas muy elevadas ó en la fusión ígnea de las substancias destinadas á combinarse, porque en tales condiciones hácese imposible la existencia de un carbonato sin descomponerse ó disociarse; á pesar de esto, cuando se apela á reacciones de cierta complicación y á medios indirectos, consíguese el hierro espático conforme luego se dirá, por medio de doble descomposición llevada á cabo entre cuerpos volatilizados y en limitado espacio. Daubrée fué el primero que, en 1851, dió noticia de la siderosa artificial, y no por medios químicos, sino de modo accidental y acaso cons tituída durante largo tiempo en virtud de depó citos de materias ferruginosas; vió en efecto el carbonato de hierro muy bien cristalizado en romboedros, idéntico en todos los caracteres físicos y químicos al que se encuentra en la naturaleza, y formado en las construcciones romanas de los manantiales termales de Bourbón-l'Archambault. Aparte de esta noticia, cuya importancia no hay para qué encarecer, ninguna otra encuéntrase relativa á hechos parecidos, y los autores nada refieren más o menos relacionado con las reproducciones accidentales y relativamente modernas del mineral aquí estudiado. Acudió Senarmont para reproducirlo en el la. boratorio al método por vía húmeda que lleva su nombre, y á cuyo procedimiento son debidos muy preciados adelantos de síntesis mineralógi ca; datan asimismo de 1851 los experimentos practicados con objeto de reproducir la siderosa bien cristalizada, y fueron de esta manera: en varios ensayos empleáronse disoluciones acuosas de sulfato de hierro y carbonato de sodio, y en otros mezclábanse pedazos de carbonato cálcico con una disolución de protocloruro de hierro, poniendo especial cuidado para asegurar la completa neutralidad de este cuerpo; en ambos casos procedíase colocando los cuerpos destinados a reaccionar en una vasija perfectamente cerrada, y allí sometíanse á la temperatura de 160°, sostenida durante bastantes días no bien determinados para el experimento; al cabo de ellos recogíase una especie de crema cristalina, muy fina, constituída por perfectos romboedros de carbonato de hierro, de absoluta transparencia, con todos los caracteres de la siderosa natural, y sólo diferenciábalos de ella la condición de ser inalterables al aire, lo mismo húmedo que seco, y ofrecer grandísima resistencia á los ácidos todos. En el mismo año emprendió Durocher sus investigaciones relativas à la síntesis del mineral que describimos, y para realizarla valióse de un medio indirecto: hizo reaccionar, á la temperatura correspondiente al rojo vivo y en cañón de fusil, el protocloruro de hierro y el carbonato amónico, ambos cuerpos reducidos al estado de vapor; en este caso efectúase la doble descomposición, y de ella resulta formado el hierro espático; como en el experimento anterior, aparece cristalizado en menudísimos romboedros, bien definidos y determinados, translúcidos y dotados de color gris claro, resistentes, aunque no en el mismo grado que los de Senarmont, á las acciones del aire y de los ácidos minerales. ta, que ha recibido el nombre de (16) Atacamita, El segundo grupo de los Sisideros, formado sea sin figuras, y como ejemplo de los más clási- sas. - SIDERITIS: Bot. Género de plantas (Sideri- SIDERITOS (del gr. oldŋpos, hierro); m. pl. Geol. Grupo de los meteoritos bólidos ó piedras meteóricas, caracterizado por la presencia del hierro en estado metálico. En la clasificación establecida por Stanislas Meunier en su libro Les Meteorites, publicado en 1884 en la Enciclopedia Química, dirigida por Fremy, los sideritos se dividen del modo siguiente: por I Holosideros, que no encierran materias pétreas en ningún estado y que comprenden tres subgrupos: a) la masa está formada por una sola aleación esencial que puede ser de cinco modos: 1.° Octibeita, que es un hierro niquelado de la fórmula FeNi2. 2.° Catarinita, de la fórmula Fe Ni. 3. Tazewelita, constituído por un hierro niquelado llamado tenita, cuya fórmula es Fe Ni. 4. Nelsonita, de composición expresada por la fórmula Fe1 Ni; b) la masa del siderito está formada dos aleaciones esenciales, y comprende las siguientes especies: 6.° Caillita, que es una mezcla de tenita, ó sea el elemento esencialy común á todo el grupo, y camacita. 7.° Schwetzita, cuando á la camacita se une la plesita, abundando esta última. 8. Sewellita, que es la mezcla de plesita y tenita. 9. Camplellita, cuando el segundo elemento está constituído por un mineral de igual nombre, que es un hierro carbonado. 10 Burlingtonita, en la que á la tenita acompaña la braunita. 11 Tuczonita, constituída por la tenita y el hierro dulce; c) pasta formada por tres aleaciones esenciales, conociéndose una sola especie, que es la 12, Lenartita, en la que se mezclan la camacita, la plesita y la tenita. La segunda división está formada por meteo. ritos que contienen á la vez hierro y materias pétreas, y que forma los dos grupos siguientes: II Sisideros, en que el hierro forma una red abundante encerrando los elementos pétreos, y se subdivide en otros dos grupos: el primero formado por aquellos cuya red pétrea se presenta discontinua y que ha recibido el nombre de Esporadolitos, y que se divide en otros dos subgrupos, el primero caracterizado porque su red ó elemento pétreo es de naturaleza y aspecto cristalinos, y que se halla constituído por tres especies, que son: 13 la Pallasita, caracterizada por la abundancia del peridoto como principal elemento en su parte pétrea. 14 Brahimita, constituída por el peridoto en unión con el piroxeno; y la 15, Lodranita, en la que al peridoto únese la broncita. El subgrupo segundo de los Espora dolitos le constituyen aquellos cuya red pétrea es de naturaleza fragmentaria, y comprende dos especies: una cuyo principal elemento es la Dimi la 22, Menita, poco compacta y muy friable; y la Los criptosideros, que son el tercero y último En la clasificación publicada en 1867 por She pard, los sideritos forman la tercera y última de sus clases, constituída con los litolitos y litosideritos. Divídense en dos grupos: 1. Psatáricos, llamados también frágiles; y chalípticos, como el de Ostego; 2. Apsatáricos ó maleables, que comprende los siete grupos siguientes, caracteri zados principalmente por las figuras de corrosión descritas y clasificadas principalmente por el mineralogista Tschermak. 1.° Agrammicos, ó SIDERNO: Geog. C. del dist. de Gerace, provincia de Reggio ó Calabria Ulterior Primera, Italia, sit. cerca y al N. E. de Gerace, entre el Lecano al N. E. y el Rovito al S. O., y en el ferrocarril de Metaponto á Reggio; 5730 habitantes. Pequeño puerto de cabotaje. SIDEROCRISTO: m. Geol. Roca perteneciente á las compuestas, serie de las estratificadas, familia de las micacitas, considerada por algunos como perteneciente al grupo de las rocas metáli cas, incluyéndola en el grupo de los óxidos y carbonatos metálicos; ha recibido también los nombres de hitabirita, debido á la localidad más clásica en que se ha presentado, y también el de eisenglimmerschiefer por su composición y su estructura. Es un agregado granudo con estructura pizarrosa y algunas veces basilar, de dos elementos, que son el hierro oligisto micáceo y el cuarzo. El hierro oligisto preséntase en pequeñas laminillas delgadas, aisladas ó reunidas, constituyendo una especie de membrana ó tabique que sirve de separación á dos capas también bastante delgadas de cuarzo grisáceo. En la fractura paralela a la esquistosidad ó estratificación la roca se parece por completo á las masas compactas de hierro micáceo, pero en la fractura perpendicular á la indicada dirección se perciben bandas alternativamente blancas y negras de cuarzo y de oligisto. Como minerales accesorios entran en la composición del siderocristo la magnetita, el óxido de hierro magnético en pequeños granos, el talco, que establece el tránsito á la itacolumita, la clorita el oro nativo, al que suele servir á veces de ganga, como sucede precisamente en la localidad de Itabira, en el Brasil, donde se explota el metal; algunas veces suele |