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sólo se puede definir en el momento de su ejecución; se concibe perfectamente, que disponiendo de poco espacio, sería locura construir un gran deposito, en tanto que, por el contrario, en un jardín de gran extención, haría pésimo electo un pilón pequeño; así se ven en los jardines de La Granja fuentes tan grandiosas como la Carrera de Caballos, conviniendo siempre que haya armonía entre el dibujo ó trazado general de un jardín con el de sus fuentes y con la disposición de los surtidores; de todas maneras conviene que los pilones no tengan mucha profundidad, bas tando la mayor parte de las veces con medio metro. Los surtidores admiten los cambiantes más caprichosos que puedan imaginarse, y D'Avilez habla en el Diccionario de Arquitectura de una especie de ramillete formado por un surtidor compuesto de infinidad de chorros que se elevan con gran fuerza y velocidad, y que por medio del aire encerrado en la masa produce un ruido que imita al del trueno, semejando el agua que cae á la lluvia y á la nieve. Cuando el pilón es de suficiente magnitud admite varios surtidores colocados en figuras de mármol ó bronce ó saliendo del suelo, de los que se ven en gran número en los magníficos jardines de La Granja, tantas veces citados, en construcción en tiempo de la abdicación de Felipe V en 10 de enero de 1724; «delicioso retiro, dice el historiador César Cantú, en cuya construcción se habían gastado 45 millones de duros, cantidad que si hoy, con la baja del numerario, la peseta por unidad monetaria, nos parece exorbitante, en aquella época de los maravedises y reales de vellón por unidades, era fabulosa; sentimos no poder dar una noticia detallada de estos magníficos jardines, notables por muchos conceptos, é indudablemente uno de los primeros del mundo; pero ni es este el lugar oportuno, ni tendríamos espacio para presentarlos con el desarrollo que merecen, ni galanura de estilo para dibujarlos con las tintas que les corresponden. Las hojas de agua y los fanales son también de un precioso efecto en los jardines, pero es preciso que no caigan de una gran altura, pues de otro modo se dividen y dejan intervalos vacíos: los más hermosos son aquellos en que la lámina fluida es más delgada; sin embargo, según Belidor en su Arquitectura hidráulica, no deben gastar menos de dos pulgadas de agua por cada pic de longitud; en los jardines de Versalles hay uno precioso, otro en Chantilly, y aunque en pequeño los tenemos muy agradables en el Jardín Botánico de Madrid; su disposición, ya lo hemos dicho, es la de un surtidor en el que se atajan las aguas á un milímetro de su salida, por una lámina metálica recta ó curva y de formas diferentes, que guía la corriente y la extiende en forma de sábana.

Los surtidores se colocan muchas veces en las llamadas fuentes de taza, en las que varios platillos de bronce ó mármol están colocados en una misma columna á distintas alturas, y cuyas dimensiones van disminuyendo desde el pie ó pilón, que es la última taza, hasta la cúspide, próxima á la salida del agua que del surtidor cae á ésta, la que una vez llena va cayendo en la inme. diata por canalones que tiene el platillo imitan. do las estrías de una concha, ó se desborda por una moldura lisa y redondeada, pasando del segundo platillo al tercero del mismo modo, y así sucesivamente hasta el último; estas fuentes, especies de centro de mesa, sirven también de centro en un jardín, en una plaza, etc.; otras veces se terminan por una estatua ó escultura animal ó fruta que vomita el agua, y de éstas hay millares de ejemplos en Madrid, siendo de notar la llamada del Angel caído, colocada en el paseo de coches del Parque de Madrid: es de bronce con una bella escultura de la caída del ángel rebelde; esta clase de fuentes produce también bellísimo efecto, cuando cortadas por un plano meridiano

se asocian á un muro ó á una escalera en herradura. Se llaman setas los surtidores en que se da al platillo la forma de copa invertida, labrada en forma de concha por el exterior, sostenida por un agujero vertical que da al conjunto la forma de seta; a través de la columna pasa un tubo, limitado por otro adicional que termina en la parte más alta, y que debe tener suficiente diá metro para que por él vierta una gran cantidad de agua, la que se eleva á poca altura y borbotea al caer, formando un fanal cuando sale de la concha, lo que produce un magnífico efecto. Los llamados aparadores de agua se componen de una gran mesa de mármol levantada sobre una

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meseta, á la que se sube por dos ó tres escalones; | sobre esta mesa se colocan varias gradas fomndo pirámide, con guarniciones doradas imitando platillos, con el cuerpo de cada una constituído por el agua y las guarniciones por tubos de latón taladrados convenientemente para dar paso á los surtidores, lo que produce un efecto de los más sorprendentes, y más si se colocan en la espesura de un bosquec.llo adosándolos contra los muros de una escalera recta de dos hojas ó rampas y cubierto el todo por madreselvas ú otra trepadora cualquiera, y más aún si el fondo del aparador imita á una gruta cubierta de rocas y estratificaciones diversas, con estalactitas y estalagmitas con colgantes de cristal imitando hielo, y si la luz eléctrica de colores convenientes se coloca dentro del agua en combinaciones diferentes.

Los arcos ó cimas de agua son también una combinación de surtidores bellísima, y para formarlas se colocan á uno y otro lado de un paseo de árboles dos tubos perfectamente horizontales y paralelos, taladrados en diversos puntos, según generatrices de los cilindros que los forman, y dispuestos de tal modo que los chorros parabólicos á que dan lugar se crucen de uno á otro lado, teniendo las parábolas por amplitud a' o más que el ancho de la calle; cuando el agua corre por los tubos forma una bóveda bajo la cual se puede pasar sin mojarse; en el bosque de la Estrella, en Versalles, se encuentra una fuente de esta clase, y otra en el jardín de la Isla en el Real Sitio de Aranjuez. Los árboles de agua son no menos bellos y sencillos de construir: por el tronco de un árbol frondoso y de gran copa se hace subir el tubo de conducción, del que parten tantos pequeños tubos de distribución como ramas tiene el árbol á las que van adosados; estos tubos van taladrados en su parte superior y laterales, formándose así un ramillete magnífico, que se hace sumamente bello al confundirse las gotas de agua con las hojas del árbol. Una de las más bellas aplicaciones de los surtidores son las cas cadas, para la construcción de las cuales es lo primero proporcionarse una eminencia, á la que se lleva el agua de que se puede disponer, pudiendo tormarse de un río para formar una cascada natural, como la tan celebrada de Tívo li, ó por medio de un surtidor que vertiendo en un plano superior en gran cantidad va descendiendo de grada en grada por entre peñascos dispuestos convenientemente hasta llegar al fondo, por donde se la deja correr; pero esto, que es de muy buen efecto, no correspondería tratarlo aquí si no se combinara con surtidores de todas formas, que se colocan en los diferentes peldaños con chorros excesivamente delgados, apenas perceptibles, pero que al combinarse pueden formar los juegos más caprichosos; algunas veces se colocan pequeños surtidores de sorpresa que lanzan gotas invisibles y casi impalpables al rostro del espectador. También se hacen circos, teatros, arcos triunfales con los surtidores y cascadas convenientemente dispuestos, y si éstos se combinan con la luz eléctrica de matices variados el efecto es sorprendente. Debemos advertir que, de cualquier manera que se dispongan las cañerías para que el agua pueda subir a la máxima altura que puede tomar, es preciso que el cuadrado del diámetro del tubo adicional ó del orificio, multiplicado por la velocidad del agua á la salida, dé un producto igual o menor que el del cuadrado del diámetro de la cañería por la velocidad que lleva el agua al salir del depósito, sin lo que no habría presión en el orificio y no subiría el agua, y además que la cantidad de agua que pueda dar la cañería sea bastante mayor que el gasto efectivo por el orificio, para tener en cuenta las pérdidas por rozamientos y demás resistencias pasivas de la cañería; el agua que cae de los surtidores en los pilones debe tener dos salidas, una por un vertedero de fondo, cerrado constantemente y que sólo se abre para las limpias, y otra cerca del borde superior que se llama vertedero de superficie, cuyo gasto sea por lo menos igual á la suma de los gastos de todos los chorros que en el pilón vierten, para que nunca puedan rebosar las aguas, que al llegar al nivel del vertedero van saliendo tranquilamente por él; las cañerías en que se colocan los vertedores llevan su llave de paso como toda cañería, pero también suelen colocarse llaves que cierren determinado número de surtidores cuando no convenga tenerlos corriendo todos; la distribución, cuando hay varios surtidores, se compone de una cañería principal que se divide una y veinte ve

ces, cuantas sea precisas para liegar á los diferentes puntos en que pueda haber un surtidor; de este modo se pueden modificar las combinaciones de juegos y el gasto de agua según convenga; entre los diferentes tipos monumentales de surtidores puede presentarse el de las Cibeles en la plaza de Madrid, recientemente reinstalada y modificada, que produce un buen efecto, y la antigua fuente de la Puerta del Sol de la capital de España, destruída hace poco tiempo con grave perjuicio de la frescura y limpieza de la atmósfera durante el verano en dicho sitio; se componía de un inmenso pilón circular, terminado en los extremos de su diámetro por dos más reducidos y de menor altura, semicirculares y unidos, cada uno por un vertedero en forma, al pilón principal, siendo lo notable que el surtidor, de elevación prodigiosa cuando funcionaba á toda llave, tenía un grupo de surtidores verticales en una corona de muy buen gusto, y alrededor surtidores parabólicos en gran número, formando un ramillete magnífico, y de una amplitud tal que, dándole toda la fuerza, podía el agua regar una gran parte de la gran plaza sin tocar al pilón; claro es que no se empleaba el canastillo en esta forma más que especialmente, pero sí los surtidores centrales.

No solamente se forman surtidores con aguas procedentes de un depósito á alguna altura, sino que también se pueden elevar las aguas artificialmente de depósitos inferiores por medio de bom. bas, que las lanzan á una capacidad A (fig. 5),

Fig. 5

de la que parte un tubo completamente separado del primero y que no llega al fondo, con objeto de tener un depósito de agua que durante las intermitencias de las bombas haga obrar á aquél por su fuerza elástica, produciendo un chorro continuo y sin intermitencia alguna, que sería de muy mal efecto en el surtidor, quitándole toda su belleza.

Aparte de estos surtidores que podemos llamar artificiales, hay surtidores naturales producidos por aguas artesianas, de las que los pozos de este nombre (V. ARTESIANO) no son más que el caso más completo; si suponemos que entre dos capas impermeables de terreno corre una capa permesble, y que en el fondo de un valle de esta capa hay una falla que sólo alcanza la capa superior, ó un trozo de terreno permeable, el agua, venciendo todo género de resistencias, aparecerá á la superficie, ya corriente y tranquila, ya borboteando, semejante á un hervidero, ya con gran fuerza elevándose sobre el terreno, constituyendo un verdadero surtidor; si en lugar de éste se taladra la capa impermeable con un agujero de sonda hasta llegar á la permeable y hay altura suficiente, se tendrá un surtidor natural, pero promovido artificialmente, un verdadero pozo artesiano, de los que no procede ocuparnos en el presente artículo, habiéndolo ya hecho en

otros.

La fuerza ascensional del agua en los surtidores de toda especie es tan enérgica que se utiliza para hacer juegos de capricho con ella, por pequeño que sea el chorro; si, por ejemplo, se horada por sus dos casquetes un huevo de gallina para vaciar su interior, y una vez conseguido se tapan perfectamente con cera los taladros, se podrá colocar el huevo sobre el chorro y se le verá subir y bajar con él, pero siempre en la parte más alta del surtidor, dando caprichosas vueltas sin caerse nunca, para lo que es preciso que el surtidor sea perfectamente vertical; nada

entonces en la parte más alta, según hemos dicho, es decir, en el punto en que la velocidad del agua es cero, como pudiera nadar sobre una superficie de nivel perfectamente tranquila ó más o menos agitada por un oleaje; es muy frecuente colocar estos juguetes ó figuritas huecas de porcelana y otros mil caprichos en los jardines, produciendo un efecto sumamente caprichoso y agradable.

Entre los surtidores producidos por otros medios que los que determina la carga ocasionada por un líquido, merece citarse la fuente de Herón, notable porque permite elevar el agua à un nivel superior al que tiene en el depósito, 4 (figura 6), siempre que se interrumpa la cañería

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Fig. 6

BCDEFG por otros dos depósitos ó cañerías C y E, en las que haya un medio de almacenar una cierta cantidad de aire que por su presión obligne à tomar al agua una fuerza ascensional FSH (2), equivalente á la presión p, correspon diente á la diferencia de nivel IJH; al efecto, la cañería B desemboca en un depósito C por la parte inferior; de la cubierta de esta cámara parte otra cañería que termina en la cúpula de una segunda cámara ó tercer depósito, E, lleno de agua hasta una cierta altura, ed, y del fondo de esta cámara parte otra cañería, F, que se eleva verticalmente hasta un punto G, cerrado por una placa con un pequeño orificio, al que puede adaptarse un tubo adicional; si así las cosas se abre la llave de paso de la cañería B el agua se precipitará por ella, y comprimiendo al aire contenido entre Cy E éste reaccionará sobre el agua del depósito E, que será lanzada á una altura H sobre el nivel del depósito primero, representa tiva de la presión p, descontando las pérdidas de carga de que hablamos en un principio; si el agua sigue corriendo llenará los depósitos Cy E y la cañería D, y el aire acabará por salir por G para ser reemplazado por el agua hasta el punto L, al mismo nivel que el que tiene en 4, prescindiendo de las pérdidas de carga, que en el momento en que cesa la salida desaparece, y de la acción de la capilaridad; de modo que si no se hiciera más que esto no se habría conseguido fin práctico alguno, y sólo serviría este sistema como un aparato de demostración, como el que se emplea en Física para el estudio del moviniiento de los fluidos; pero si hay un medio de conser var la presión en las cámaras Cy D, sin que el nivel del agua ab en la primera y cd en la segunda varíe, se habrá resuelto el problema, y para ello puede establecerse una cañería que, partiendo del fondo del depósito A, vaya directamente al de la cámara E, cañería representada por su eje fgh en la figura, y calculada de tal manera que el gasto de ésta sea exactamente igual al del orificio G, la presión en C obligará á que se conserve el nivel ab, no permitiendo que entre nueva cantidad de agua en dicho depósito, mientras que en E se conservará el nivel ed una vez establecido el régimen, porque el agua gastada es repuesta inmediatamente por la que llega, siempre que la cámara E esté más baja que el depósito 4.

Sin embargo, al cabo de algún tiempo dejará de funcionar el sistema, porque el aire irá disolviéndose poco á poco en el líquido contenido en Ey constantemente renovado, por lo que será preciso dar á E la forma de un cilindro de vapor con su émbolo, sin varilla, de una substancia flotante, que será el que reciba la presión directa del aire del depósito, con lo que se conseguirá además que, si por cualquier circunstancia aumenta la presión y el agua de Ellegara al fondo, el flotador ó émbolo de que hemos hablado

serviría de válvula ó impediría la salida del aire
por G; una llave en el fondo de C serviría para
desahogar éste de la cantidad de agua exceden-
te, y una válvula en su cubierta, colocada de
modo que se abriese de afuera á dentro, servi-
ría para dar entrada al aire del exterior cuando
disminuyera la presión por vaciar por la llave
de fondo el agua contenida en C, y por lo tanto
este sistema podría funcionar indefinidamente;
sólo tenemos noticia de que se haya hecho una
aplicacion de este aparato. El cálculo de sus ele-
mentos no es difícil, y no entramos en él porque
sería alargar demasiado el presente artículo, bas-
tando para calcular las presiones, diámetros, et-
cétera, seguir la marcha indicada en un princi
pio, cuidando de introducir en las diferentes
ecuaciones la fuerza expansiva del aire contenido
en los depósitos ó cámaras Cy E y cañería D; en
un punto cualquiera de EL conviene colocar una
llave de paso para detener la salida del agua
cuando se quiera.

Una aplicación de la fuente de Herón es la
máquina destinada al agotamiento de las minas,
y que por primera vez se empleó en Schemnitz
(Hungría), que funciona automáticamente: á la
boca del pozo se establece un depósito cerrado.
C, al que llega hasta cerca del fondo un tubo B,
que parte de un depósito A, á nivel superior so-
bre el suelo, igual al que bajo el mismo tiene de
profundidad el pozo P (fig. 7); de este depósito
sale por la parte superior un tubo F que baja
hasta el fondo de la mina y termina por dentro
de la cubierta de otro depósito, también cerra-
do, G, y próximo al fondo de esta parte otro tu-
bo H que se eleva hasta la superficie del terreno,
en donde termina en un surtidor S, ó si se quie-
re en un tubo en vuelta para verter en la canal
I; al depósito G llega un tubo colector T, que
recoge y transporta todas las aguas de la mina
M; el depósito lleva un tubo de desagüe D con
su llave de paso, y otro tubo L por la parte su-
perior para poder hacer llegar al depósito Cel
aire cuando convenga, haciendo al efecto uso de
una llave que no está representada en la figura;
el tubo colector T tiene también su llave de

á alta temperatura y que en contacto con la atmósfera arden, formando penachos á manera de fuentes de fuego que producen un maravilloso espectáculo, sobre todo y principalmente durante los inviernos más crudos, en los que se destaca el penacho luminoso de entre el país nevado; estos surtidores se observan principalmente en terrenos superpuestos a yacimientos carboníferos, resultando, á no dudar, de una destilación especial de la hulla, destilación que produce varios hidrocarburos gaseosos, que son los que salen al exterior cuando han tomado presión suficiente en las bolsadas donde se producen, atravesando las grietas del suelo. Estos surtidores no son solfataras (véase), toda vez que aquéllas proceden de los desprendimientos de gases sulfurados que en más o menos abundancia proporcionan los volcanes, ó mejor dicho los cráteres de los volcanes por largo tiempo apagados, volcanes que no se presentan en los terrenos carboníferos ni yacimientos hulleros; además la naturaleza de los gases es muy distinta, según acabamos de ver; los gases de las solfataras no pueden utilizarse en el alumbrado público fabril ó doméstico, ya por su olor asfixiante, ya porque los que arden producen una llama pálida sin intensidad alguna, en tanto que los gases de los surtidores de fuego que nos ocupan son perfectamente útiles para la iluminación o alumbrado de todas clases, y en muchas comarcas se utilizan realmente, no sólo para este uso, sino también para la calefacción, recogiéndolos en una cámara, especie de campana invertida que cubre la salida del gas, y de cuya parte superior parte una cañería que los conduce à una serie de aparatos lavadores semejantes á los que se emplean para purificar el gas del alumbrado; de estos depósitos pasan á gasómetros, donde se almacenan los gases ya purificados y de los que salen para emplearlos en toda clase de aplicaciones fabriles é industriales; el gas comienza por pasar por unos tubos refrigerantes para evitar el riesgo de una explosión, y después atraviesa masas de cok para que absorba las materias pirogenadas que contiene, quedando al salir de las cajas en que el cok está contenido con ácido carbónico, que debe aislarse porque disminuye la potencia iluminante del gas, ácido sulfhídrico, que también debe hacerse desaparecer por su acción deletérea si se escapa sin quemarse por las cañerías, y si arde produciendo el ácido sulfuroso y tal vez algún producto amoniacal que también interesa separar, ya porque tiene en el comercio un valor considerable, ya porque perjudica notablemente la calidad de los gases utilizables y se transforma parcialmente en ácido nítrico, ejerciendo en el organismo acciones enérgicas, ya porque así se dificulta la obstrucción de las cañerías por las substancias que contiene en disolución el gas, gracias al amoníaco, ya porque éste con el ácido sulffhídrico ataca á las cañerías y aparatos de alumbrado, ya finalmente porque la presencia del amoníaco presenta obstáculos para la separación de los gases antes citados; no vamos à describir la purificación química, que es muy semejante á la del gas del paso para cuando convenga interrumpir la co- alumbrado, y así sólo diremos que para retirar municación del depósito G con la mina M. La los productos amoniacales se pueden seguir los manera de funcionar este aparato, llamado mid- procedimientos de Mallet, empleando, por ejemquina de Schemnitz, por haber sido en esta locali-plo, el cloruro de manganeso, el de hierro ó la dad donde primero se empleó, según antes hemos dicho, es sumamente sencilla, pues haciendo pasar el agua de A á C sube el nivel en este depósito y comprime al aire encerrado en él, así como en el tubo Fy depósito G, y desaloja el agua contenida en éste por el tubo H.

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Fig. 7

Cuando el depósito C está lleno de agua, antes
de que ésta pase al inferior G, se cierra la llave
de paso de B y se abre la de D para desaguar el
depósito G; se cierra luego D y se abre la llave
de L para que entre aire en C, y cerrada de
nuevo la llave se pueden abrir las de By T,
con lo que volverá á funcionar el aparato, y aun
máticos empleando flotadores y varillas de co-
pudieran hacerse todos estos movimientos auto-
nexión que pusieran en movimiento las llaves,
te dispuestas en sustitución de aquéllas.
ó mejor un sistema de válvulas convenientemen-

- SURTIDOR DE FUEGO: Tec. En varias regio-
nes de los Estados Unidos de América, y princi-
palmente en el estado de Ontario, condado de
Nueva York, y sobre todo cerca de su capital,
Candaigna, existen verdaderos surtidores de fue-
go, es decir, de gases inflamables que se elevan

cal apagada, y humedecido todo con sulfato férrico, colocados en cajas por las que se hacen pasar les gases; ya hemos dicho que no nos podemos ocupar aquí con detalle de estos procedimientos, pudiendo estudiarse la purificación en otro artículo (V. GAS DEL ALUMBRADO). A pesar de lo dicho, en algunos puntos se emplean los gases que proceden de los surtidores de fuego sin purificación alguna, arrostrando todos los inconvenientes que esto presenta y las pérdidas que tal sistema ocasiona.

SURTIMIENTO: m. Acción, ó efecto, de surtir.

Las mujeres trabajaban en el reposo de sus hogares cuando era necesario para el SURTIMIENTO y vestido de sus casas y familias. JOVELLANOS.

- SURTIMIENTO: Prevención de una cosa, hecha para surtir. SURTIR (de surto): a. Proveer ó dar una cosa que se necesitaba. U. t. c. r.

..., la sala de Mineralogía estará SURTIDA de todos los instrumentos, etc. JOVELLANOS.

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SURVILLE (MARGARITA LEONOR CLOTILDE DE VALLÓN-CHALYS, señora de): Biog. Literata francesa. N. en el castillo de Vallón-sur-Ardeche en 1405. M. hacia fines del siglo xv. Descendiente de la noble familia de Vallón-Chalys, recibió una brillante educación en la corte de Gastón Febo, conde de Foix; se casó en 1421 con el joven Berenguer de Surville, que murió en 1428 en el sitio de Orleáns, y consoló su viudez cultivando la Poesía y dando educación á un hijo que tuvo de su matrimonio. Margarita no fué conobourg publicó, con el nombre de esta señora, una colección de poesías agradables, compuesta de elegías, epístolas, cuentos y trozos líricos del género más elevado. Esta publicación excitó entre los literatos una viva controversia; la mayor parte de ellos se negó á reconocer su autentici dad; algunos atribuían estas poesías al marqués de Surville, emigrado, descendiente de Margari

- SURTIR: ant. Rebotar, resaltar una cosa de cida hasta la época en que Carlos de Vanderla parte donde hirió primero.

El estupendo asalto inopinado Turbó al guerrero, congeló su ardiente Sangre en heladas fibras, y erizado SURTIÓ el cabello en la cesárea frente. JAUREGUI.

- SURTIR: Mar. FONDEAR; dar fondo.

SURTO, TA (del lat. surrēctus): p. p. irreg. de ta, y otros al mismo editor Vanderbourg. Inves

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SURU: Geog. Río del Baltistán, Cachemira, India. Lo forman las aguas de varios glaciares, y desemboca en la orilla izq. del Indo.

SURUBEA: f. Bot. Género de plantas perteneciente á la familia de las Marcgraviáceas, cuyas especies habitan en la parte oriental de las regiones tropicales americanas, y son plantas fruticosas, sarmentosas, con las hojas alternas, enterísimas, coriáceas, las de las ramas estériles heteromorfas, sin estípulas, y con las ramas floríferas, generalmente colgantes, los pedúnculos desprovistos de brácteas y reunidos formando racimos ó umbelas en los ápices de las ramas, y son más gruesos en su porción terminal que en su base, llevando flor los exteriores y careciendo de ella los interiores, que se prolongan en un apéndice acapuchonado, alargado, obtuso y coriáceo; cáliz desprovisto de brácteas, formado por cuatro ó seis sépalos empizarrados, casi iguales y ligeramente coloreados; pétalos hipoginos, soldados entre sí formando una cofia cónica y caediza; 12 á 40 estambres insertos en una serie en la margen de un disco membranoso y estrecho que ciñe la base del ovario; filamentos libres, aleznados, ensanchados en la base, y las anteras introrsas, biloculares, lineales, insertas por el dorso poco más arriba de su base, patentes y con las celdas longitudinalmente dehiscentes; ovario libre, apiramidado, con ocho á 12 celdas; óvulos

numerosos ascendentes, insertos en ambas caras,

de placentas bilamelares insertas en los ángulos

eentrales de las celdas; estigmas sentados, con surcos radiantes; el fruto es una cápsula con pe ricarpio cortezudo, con ocho á 12 celdas y que se abre irregularmente por su base en otras tantas valvas que dejan adheridas las placentas, carnosas al eje, que es persistente; semillas numerosas empotradas en las placentas, muy pequeñas, oblongas y con la testa reticulada.

SURUBIU: Geog. Lago del Brasil, en el est. de Pará, sit. al E. de Obidos. Es una gran expansión del río Surubiu, tiene unos 35 knis. de largo por 15 de anchura media, y vierte en el Amazonas por tres corrientes.

SURUGA: Geog. Prov. de la región central de Hondo, Japón, una de las del Tokaido ó región del litoral del E. Consta de siete dist., y en ella se halla la cap. del ken de Sidsuoka, del mismo nombre, c. de 38 000 habits. La prov. tiene unos 412 000 habits. y está bañada por el Océano Pacífico. Confina con las prov. de Totomi al O., Idzu y Sagamí al E. y Kaí al N. En su costa se halla el gran Golfo de Suruga.

SURUPANA: Geog. Pico nevado del Perú en la cordillera principal de Asángaro, al N. de este pueblo. En sus inmediaciones hay minas de plata. SURURUCUYA: f. Bot. Nombre vulgar empleado en América para designar una plinta perteneciente á la familia de las Pasifloráceas, conoeida entre los botánicos bajo la denominación sistemática de Paxiflora albida Ker.

tigaciones hechas en 1863 por el profesor A. Mace en los documentos de la familia Surville prueban que el manuscrito publicado por Vanderbourg es el que tenía preparado el marqués de Surville. Este manuscrito contiene poesías de Clotilde, pero en su mayor parte aumentadas y corregidas por el marqués. Las Poesias de Clotilposteriormente reimpresas, sobre todo en 1825. de, publicadas por primera vez en 1803, fueron Sus: prep. insep. SUB.

ISUS! (de suso): interj. que se emplea para infundir ánimo repentinamente, excitando á ejecutar con vigor ó celeridad alguna cosa.

- SUS DE GAITA: fig. y fam. Cualquiera cosa aérea ó sin substancia.

sus (del lat. sus, cerdo): m. Zool. Género de mamíferos del orden de los artidáctilos, suborden de los omnívoros, cuyos principales caracteres son los siguientes: cabeza gruesa, aguda, terminada por un hocico plano y movible que forma una especie de trompa; dientes

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los caninos grandes, encorvados y salientes, sobre todo en los machos; cuerpo corto y rechoncho; patas cortas y relativamente delgadas; cola delgada, de mediano tamaño.

Comprende este género numerosas especies, esparcidas por casi todo el mundo, bien como especies salvajes ó en domesticidad. V. JABALÍ y CERDO.

SUS: Geog. Territorio de Marruecos, en la parte S. de la costa occidental. Tiene por límites: al N. la gran cordillera del Atlas, al S. el río Asaka y la comarca del Uad-Nun, al E. el territorio llamado Draa, que riega el río del mismo nombre, y al O. el Océano Atlántico. El país en general es montañoso y está cubierto por las N.O., donde se halla la prov. ó territorio de ramificaciones del Atlas; sin embargo, en la parte Xtuka, se encuentra una gran llanura más ó menos accidentada; las montañas que limitan por el S. esta llanura, vistas desde la cordillera del N., presentan el mismo aspecto que esta última cordillera mirada desde Marruecos. La llanura está regada por dos ríos principales, cuya dirección es poco más o menos de E. á O., y que se llaman Uad Sus y Uad-el-Gaz. El primero es el más importante de los dos; tiene su nacimiento en los más altos picos del Atlas, á 200 kilómetros próximamente del mar; pasa á 3 al S. de Tarudant, y desemboca en el Atlántico á 10 al S. de Santa Cruz ó Agader Iguir. Su lecho es generalmente poco profundo; su anchura de 100 m. próximamente, y la rapidez de su curso de 30 centímetros por segundo en su desembocadura. En este sitio el agua del río es bastante profunda, y el fondo de arena; en Tarudant lo es menos, y el lecho pedregoso. Las orillas en la Hanura están muy desnudas de vegetación y sólo presentan arbustos y algunos árboles. En la estación de las lluvias el Uad Sus llega á tener hasta 400 m. de anchura. El río El Gaz tiene menos extensión, menos profundidad y menos corriente. Su lecho, de una anchura de 12 á 20 m., es pedregoso hacia su nacimiento y arenoso en su desembocadura. Nace en el país de Ait Hamed y de Takurt, á dos jornadas N. E. de su desembocadura, que está en el valle de Masa, á 30 kms: S.S.O. de la del Uad Sus. Su orilla dra. es árida; la izq. está limitada por colinas.

Fertiliza una extensión de terreno bastante grande. En la estación de las lluvias no es vadeable, y su curso es muy rápido. El Asaka riega la parte meridional del país de Sus; nace en las montañas de Ait Bu Amrán; su lecho es profundo y pedregoso; su curso rápido. Está generalmente marcado en los mapas con el nombre de río Nun, pero los indígenas no le conocen por este nombre. Desemboca en el mar, cerca del Cabo Sidi Uorzek, que los europeos llaman también Cabo Nun. La llanura del Sus comprende dos grandes dists. ó divisiones territoriales, el Xtuka al O. y el Hauaza al E., hacia el lado de Tarudant. Las grandes divisiones de la parte montañosa del país son: Smigen al extremo O., Ait Bu Amrán al S. y Tazerualt en el centro; hay otras de menos extensión y menor impor tancia, y muchas kabilas independientes. El suelo del Sus es de buena calidad, generalmente arenoso en la llanura y de una excelente tierra vegetal en la montaña. Es país rico en cereales; toda la parte llana del país desde el Uad Sus hasta los valles del Ait Bu Amrán presenta sólo una serie no interrumpida de campos sembrados, sin que se vean, como en el Garb y en otras provs. del Imperio, grandes llanuras no cultivadas. El argán es una de las principales riquezas del país; abunda en toda la comarca, sobre todo al S. y O.; este árbol adquiere gran altura, y se divide ordinariamente en su base en muchos troncos gruesos y tortuosos; su hoja, más pequeña que la del olivo, es de un verde menos obscuro. Su fruto, parecido al de la almendra, está cubierto de una delgada epidermis de lindo color verde claro que tira á rojizo en su madurez; se extrae de él un aceite algo ácido, pero agradable, y que prefieren muchos al de olivas. Sobre las orillas del Uad Sus, en el dist. de Huanaza, en Tarudant y al E. y S., se encuentra el olivo, cuyo fruto compite con el del argán. En las montañas, al E. de Masa y al N. de Smuguen, así como en el Tazerualt, se encuentran en gran cantidad el almendro, la higuera y algunas viñas. Pero los higos, como en todo el Sus, no pueden, desde el punto de vista de la variedad de la especie y de su calidad, sufrir comparación con los de España. Los chumbos abundan por todas partes. Las palmeras de dátiles son muy numerosas en el Smuguen; en los valles y en las orillas de los ríos se cultiva mucho el maíz, las legumbres y hortalizas. Debe hacerse mención de una planta muy común en toda la parte meridional del Sus; se la llama sagmuz en árabe y tikiut en lengua xelja. Da su flor una miel que los indígenas emplean mucho mezclada con manteca. Se extrae una miel análoga de una planta llamada fernán en árabe y talelt en xelja. Su flor es amarilla; el tallo, delgado y rojizo, está lleno de un jugo lechoso; las hojas se parecen á la pasionaria, aunque algo más pequeñas. Esta planta no es tan común como el dagmuz. En algunas partes del Sus, como en Aguilú y en el decir, poseídas en común por toda una c. ó una Cabo Sidi Uorzek, hay colmenas públicas, es

kabila. Se encuentra siempre por estos sitios agua para las abejas. El pueblo susi no es nómada ni pastor; por esta razón posee poco ganado. Pero lo que abunda en este país, y bastaría á labrar la riqueza de sus habits. si fueran más industriosos y menos bárbaros, son los minerales. Hay de todas especies y por todas partes. Entre las minas de que hablaron á Gatell, pueden citarse las que se encuentran en los siguientes sitios: en Ulad Alí, cerca de Tarudant; una de oro en Ida-u-Mennu, explotada antiguamente por los europeos; otras en Agader Azafán, á pocas leguas de la anterior, cerca de Sidi Bu Mezquida, en la kabila de Conca, en las montañas al S.O. de Aguilú, hacia Bu Nahmán, territorio de los Ait Bu Amrán; en las montañas del Ait Ferraz, que fué explotada por los europeos; una mina de plomo y otra de cobre en las montañas cerca de Talahent; finalmente, se dice que las minas abundan en el Smuguen y sobre todo en el Tazerualt. Gatell vió tres camellos cargados de mineral de oro camino de Tazerualt á Mogador; su dueño le enseñó varias muestras de oro y plata y le dijo que en esta última ciudad tenía 100 quintales de mineral á la venta.

El clima del Sus es variable à causa de su proximidad al Atlas, cuyas altas cimas están casi siempre cubiertas de nieve. Los vientos del N. y del N. E. son fríos; los del S. y del O. templados. En la llanura, y en general sobre la costa, la temperatura es suave. En el mes de no

Sus, de 100 m. de ancho, con fondo de arena
cerca de su desembocadura, poco profunda, aun
cuando al fin de su curso no es vadeable. El
Lad-el-Gaz, de 20 m. de ancho, fondo de arena,
escasa profundidad y poca corriente. El Asif,
barranco profundo que sólo tiene agua en tiem-
po de lluvias y pasa por Aguilú; el Garizim,
también sin agua; el Gueder, cerca de Mireleft,
seco; el Asaka, río encajonado, de 60 m. de
ancho, de corriente escasa y fondo de rocas.

Hauara del país comprendido entre Tarudant, el valle del Masa y el Uad-El-Gaz, son más intolerables y más desmoralizados. La única razón de ello es que están todavía bajo el yugo del feudalismo, mientras que la soberanía directa de Marruecos concluye pasados estos límites. Los habitantes del N., embrutecidos, por decirlo así, por la tiranía y el despotismo orgulloso de sus antepasados, tienen una idea poco notable de la dignidad humana, y por consiguiente sus inclinaciones se prestan más fácilmente á la perversidad. En el resto del país, al S. del Uad-El-Gaz, excepto en el Tazerualt, no se conocen, por el contrario, ni rangos ni distinciones; allí existe una perfecta República en toda la acepción de la palabra. Cada cual, dueño absoluto de sus acciones, no responde de ellas sino ante la opinión pública, y sin embargo este pueblo, sin gobierno y entregado á sí mismo, es mejor que sus veci. nos, oprimidos por el yugo de señores y gobernadores. La cordialidad y la armonía imperan entre los habits. libres del Sus, aun entre los árabes y los xeljas, pueblos de idioma y origen distintos, por más que sea cierto que de vez en cuando las kabilas se baten entre sí por discordias pasajeras. Los susies del S. están orgullosos de su libertad y de su independencia, y defenderían heroicamente sus hogares si algún tirano tratase de subyugarlos.

viembre de 1864, en Tarudant, el termómetro
Fahrenheit, al mediodía, bajo techado y con
tiempo lluvioso, se mantuvo casi constantemen-
te á 15° 6 centígrados. En Tarudant dicen que
la temperatura es muy calurosa en verano y
muy fria en invierno, lo que prueba que en esta
estación reinan sobre todo los vientos del N., y
los del S. en verano. En 11 de diciembre de
1864, al mediodía, en Aguilú, puerto de mar,
en una casa y con buen tiempo, el termómetro
Fahrenheit marcaba 32o, ó sean 0o de las otras Cerca del valle de Masa, y en una montaña
escalas. El clima del Sus es sano; las enferme paralela al mar, hay una torre antigua, desde la
dades más comunes son los resfriados y las afec- cual puede verse toda la costa. El Sus tiene sólo
ciones cutáneas. En cuanto a la cifra de la po- un puerto de alguna importancia, que es el de
blación, la carencia absoluta de estadística hace Agader-Iguir. En este sitio la costa está á pico,
muy dificultoso el poderla apreciar con certeza; puesto que la montaña sobre la cual está sit. la
en este caso el viajero debe tomar por guía la c. sirve de límite al mar; pero el arrabal de
experiencia, comparando á los países que ya ha Fontí, construído más bajo, está sobre la orilla.
visto con el país donde se encuentra, sin des- A sus pies se extienden las rocas que formaban,
preciar ninguno de los elementos que pueda pro- sin duda, la base de un antiguo muelle, de una
curarse sobre el terreno. Gatell calculó que el extensión de 200 m. por 8 6 10 de anchura, y que
Sus está poblado como España en general, ha- podría fácilmente agrandarse. Estas rocas se in-
ciendo, sin embargo, abstracción de los grandes clinan hacia el S., y su extremidad forma al E.
centros y de las capitales de este último país. El un ángulo entrante en el cual se abre una playa
Sus tiene poco más o menos 20 miriámetros de larga y estrecha con el fondo de arena y guija
largo por 15 de ancho, lo que da una superficie rros. Cerca de esta playa hay una motfia ó depó-
de 3000000 de hectáreas ó 30000 kms2. Con- sito de agua, de construcción moderna, y poca
tando 25000 habits, por km.2, base inferior a la distancia del muelle, cerca del mar, un pozo
de la población de España, se obtiene un resul-construído por los europeos y llamado por los
tado de 750000 habits. Posteriormente el mismo indígenas Tanut-Er-Rumí (Pozo del Cristiano).
viajero español, D. Joaquin Gatell, de quien son Menos importante es el puerto de Aguilú, sit. en
todos estos datos relativos al Sus, hizo nuevo la vertiente E. de una montaña, y por consi-
calculo, pues creía que tal vez había sido algo guiente en el lado opuesto al mar. Entre el Cabo
parco en sus apreciaciones Teniendo en cuenta Sidi Uorzek y el río Asaka hay otra playa tam-ó
que el límite oriental del Sus está en el meridia-bién sembrada de rocas, que antiguamente for-
no de Ras-el-Uad, esto es, á 15 horas de Taru- maban un muelle. Los naturales la llaman Jorba
dant, y que el país está también limitado al N. 6 Suk-En-Nasara ( El Mercado de los Cristianos).
por el Uad-Tamaraht y Sidi-Hamed-Musa, y al A dos horas de este sitio, en el interior y al E.
§. por una línea recta que partiendo del Asaka de Jorba, se ven sobre una colina ruinas anti-
va á encontrar dicho meridiano, tendremos que guas, que los indígenas llaman Tarumit. Gatell
el Sus mide aproximadamente 31 200 kilómetros cree que son los restos de Santa Cruz, llamada la
cuadrados, o sean mil novecientas cinenenta Pequeña ó del Mar Chico, donde se establecieron
horas de marcha cuadradas. En sus excursiones algunos habits. de las islas Canarias en el siglo
por el país, Gatell encontró en conjunto unas XVI. Los demás puntos de la costa del S. no me-
8900 casas; contando cinco individuos por cada recen mención particular. Lo que desde luego
una de ellas, resultará que todas juntas contie llama la atención cuando se entra en esta parte
nen 44500 almas. En estas excursiones empleó es la cantidad de casas reunidas en grandes ó
ciento cincuenta horas y media; no cuenta pequeñas agrupaciones que hay por doquier, di-
mis que 4 kms. por hora de marcha. Suponien- ferenciándose en esto de otras provs. del Impe-
do que durante el trayecto el radio de sus obrio, donde se recorren grandes distancias sin ver
servaciones, con respecto á la población, se ex-
tendiese 1000 m. á la dra, y 1000 à la izq. de
su camino, resultará que en cada hora de mar-
cha que corresponde á la mitad de una hora
cuadrada habría encontrado sobre 57 casas, ocu-
padas por 285 almas. Es verdad que las obser-
vaciones alcanzan á veces á mayor extensión de
terreno, y por consecuencia á más lugares habita-
dos: pero también lo es que con frecuencia, por
la irregularidad del terreno, pasan inadvertidos
otros lugares habitados muy cercanos al camino.

De lo dicho resulta que por cada hora cuadrada de terreno se deben contar unos 570 ha. bitantes, ó lo que es casi lo mismo, 35 habitantes por km2. En su consecuencia, y prescindien do de ligeras diferencias, la población del Sus puede calcnlarse en 1 100 000 habits.

Esta población ofrece una mezcla de xeljas y de árabes; los primeros son más numerosos; sin embargo, algunas kabilas ó regiones, como las de Ulad-Yerrar, Ulad-Amiva, Hauara, Tazerualty otras, están casi exclusivamente compuestas de árabes. La mayor parte de éstos hablan la lengua relja; un gran número de xeljas, por el contrario, no comprenden el árabe. La principal c. del Sus, la única tal vez que merezca este nombre, es Tarudant (véase).

La costa del Sus presenta diversos aspectos. Desde el Tamarakt, límite N. del país, hasta las cercanías de Agader-Iguir, se extiende una serie de playas interrumpidas por algunas ramificaciones de las montañas próximas. Estas ramificaciones llegan más allá de Agader; á partir de este punto, la playa, entremezclada con algunas dunas, se prolonga hasta los alrededores de Aguilú. Desde Aguilú hasta el Uad-Asaka, lí mite meridional del Sus, y aun más allá, la costa es alta, formada por escarpados, y sólo presenta algunas playas de poca extensión. Hay dos cabos principales: el de Aguilú y el de Sidi-Uorzek, marcado en los mapas con el nombre de Cabo Nun. Los ríos que desembocan en el Atlántico son los siguientes: el Tamarakt, de 30 m. de ancho, de escasa importancia, poca corriente y con fondo de arena y piedra. El Uad

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más que chozas y pastores. El viajero europeo
goza con la vista de estos pueblos, que aunque
miserables traen á su memoria el recuerdo de la
patria. En el Sus no se ven tiendas de campaña;
fos habits., como los de las altas cimas del At-
las, viven todos en casas construídas con una
argamasa de barro y paja, y que tienen por lo
general en uno de sus ángulos una torrecilla
cuadrada que les da un aspecto singular. Algu-
nas de estas casas están construídas de cal y
canto, y muchas de ellas tienen un piso superior
al que se sube por una escalera de construcción
extraña; consiste generalmente en un tronco de
palmera, que quitan cuando se quiere, y en el
cual se han hecho algunos cortes que sirven para
poner los pies. En cada pueblo hay una ó varias
mezquitas para los rezos; debe advertirse que
ninguna de ellas tiene somá ó alminar, excepto
las de Tarudant, Agader, Aguilú, Heg y algunos
otros pueblos. Los susies son de costumbres fru-
gales y sencillas; generalmente no usan panta-
lón, alegando que esta prenda les embaraza en
sus movimientos. Todo su traje consiste en una
camisa de lana blanca con mangas cortas y ador-
nadas con galones de seda, sobre la que ponen un
gran salham ó albornoz de tela igual á la de la
camisa y un capuchón ó capa pequeña de diver-
sos colores; llevan la cabeza desnuda. Las muje-
res andan siempre tapadas; son muy aficionados
á llevar armas, que consisten en una gumía ó pu-
ñal corvo metido en vaina de metal; un cuerno
para la pólvora, que llevan pendiente al lado iz-
quierdo; una bolsa de cuero donde guardan las
balas, y un fusil cuya caja está llena de adornos
de plata, cobre ó marfil. Las costumbres en el
Sus son generalmente austeras; sus habits. no
están tan desmoralizados como los de otras pro-
vincias del Imperio. Salvo algunas excepciones,
ni fuman ni toman polvo de tabaco; tampoco
hacen uso del opio, ni beben café, te y licores.
Hay devotos, pero tienen de su religión una idea
más racional que el resto de los musulmanes; al
menos no afectan gran fervor religioso. Hay, no
obstante, que hacer sobre esto una distinción.
Los habits, del N., es decir, los del Xtuka, del

Como ya se ha indicado, casi todo el Sus está en cultivo; pero no hay que imaginarse que la agricultura se halle allí en un estado satisfactorio: los instrumentos de labor son tan malos imperfectos como lo eran hace trescientos años. Los habits. de los valles del Uad-Sus, de Masa ó del Lad-El-Gaz y de los de Ait-Bu-Amrán hacen cuanto pueden por fertilizar la mayor extensión posible de terreno por medio del riego, pero los recursos que emplean están lejos de alcanzar la perfección. Sus canales ó regueras son muy poco profundos y pierden agua por filtraciones; los arados son de madera, sin rejas de hierro, y profundizan poco la superficie de la tierra. Emplean para las labores toda clase de animales, incluso el camello. Sus surcos, una vez hechos, no se allanan como en España; no escardan la planta ni se ocupan de ella hasta la recolección, que se hace de un modo muy imperfecto, dejando perderse una gran cantidad de grano. La siega empieza generalmente en los primeros días de abril. En ciertos sitios reunen la cosecha en grandes almacenes construídos al efecto, que son comunes á todo un pueblo ó á varios propietarios. Existe uno de estos almacenes cerca del pueblo de Ida-U-Aisi, que está construído sobre una colina casi inaccesible y protegido por guardianes contra la codicia de los vecinos. La industria está también muy atrasada; es rutinaria y poco adelanta, á pesar de los géneros que continuamente está recibiendo de Europa para el uso de los habits. Apenas se conocen otros oficios que los más necesarios para la fabricación de los pocos artículos de primera necesidad que emplea una nación bárbara. Los susies fabrican, sin embargo, fusiles con culata adornada, bastante buenos á pesar de su excesivo peso. Los fusiles de Tatlí, en el Tazerualt, tienen especial reputación. Tarudant y Agader-Iguir, en particular, fabrican también gumías ó puñales corvos; muchos de ellos están construídos con hojas de fab. inglesa muy buenas, pero menos sólidas que las hechas en el país. Se les da el nombre de vapor, porque tienen en una de sus caras, cerca del puño, el diseño de un barco. La fabricación de los cueros está atrasada; el calzado, que usan algunos susies, procede casi todo de Marruecos. Se conoce también la alfarería en varios puntos, sobre todo en el valle de Iferda, prov. de Ait-Bu- Amrán, donde se encuentra una arcilla excelente. Tarndant y Aguilú preparan cantidades bastante grandes de salitre y de pólvora de clase inferior. Los jaiques ó capas, y otros tejidos de lana para el uso de los habits., están casi todos hechos por las mujeres; las telas proceden de Europa, de Fez y de Marruecos. A pesar de la riqueza del país en metales, la industria metalúrgica es completamente nula. Unicamente en Tarudant se prepara el cobre en pequeñas cantidades. El hierro que se necesita procede de Europa y llega en lingotes. El oficio de platero se halla en manos de los judíos, muy poco hábiles en él. El comercio es interior, pues el país no tiene marina y ninguno de sus puertos es frecuentado por los europeos. La mayor parte del comercio se hace con Mogador, á don

de se exportan principalmente el aceite, las almendras y los dátiles. A este puerto vienen también la goma, las plumas de avestruz, el marfil, el oro, los esclavos y los demás artículos de comercio de los países meridionales obligados á pasar por el Sus. Por Mogador se importan los tejidos, el hierro, la quincalla y los demás artículos europeos. Al ir de Agader-Iguir á Mogador vió Gatell pasar por el Sus, en esta dirección, 100 camellos por día, término medio. Contando otros 100 que van en sentido contrario, tendremos 200 camellos que pasan diariamente por Agader, sin contar otras bestias de carga, que, á la verdad, son pocas. Hay que rebajar de éstos la cuarta parte, que queda en la prov. de Hahá, la más próxima al Sus. En Agader-Iguir cada camello paga un derecho de pasaje de 8 blanquillos (poco más de un real) para el Tesoro del sultán. Los esclavos pagan un ducado ó mitcal (6 reales próximamente). El Sus importa un poco de lana de la prov. de Hahá, por tener pocos carneros para el consumo de los habitantes. Exporta para el desierto, donde no se cultiva el trigo, algún sobrante de sus cereales. Hay en el Sus un gran número de mercados semanales, y además, en ciertos parajes, grandes ferias anuales que duran de ocho á quince días, y á las que acuden desde muy lejos. Estas ferias se llaman mogar: empiezan en los últimos días de marzo, y continúan, casi sin interrupción, hasta la entrada del otoño. Las más importantes son las de Ileg, en el Tazerualt; de Iseg y de Sidi-Bu-Béker, en el Ait Bu-Amrán. Se dice que durante la celebración de un mogar los caminos del país son muy seguros, por cuya razón, según parece, se da á estas ferias ó mercados el nombre de mogar, que significa protegido. Las medidas, monedas y pesos son, en general, las mismas que en el resto del Imperio. La medida de capacidad para los granos es el sáa, cuya cabida varía según las localidad. El mayor sáa contiene un poco más de media fanega española, y se subdivide en ocho partes. Para los líquidos se emplea la medida llamada última, que comprende también ocho subdivisiones y varía considerablemente. La mayor última contiene poco más de 3 litros. (Revista de Geografía Comercial, tomo I).

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peregrinos, cuadras, cocinas, y en uno de los frentes, el de Oriente, está el sepulcro de Daniel. El intérprete de los sueños de Nabucodonosor, el vidente, cuya sabiduría era proverbial, y cuyas extraordinarias profecías no puede destruir la crítica, descansa allí, solitario en modesto recinto, hace dos mil cuatrocientos años, custodiado por algunas palmeras, orillas del río Shavur, que nace una legua al N. y desemboca en el Dizful, tributario á su vez del Carun. En el frente que dió acceso al recinto donde se halla el cenotafio hay una inscripción árabe. Forma el cenotafio una especie de cajón de 2 m. de largo por 1 de alto y otro tanto de ancho, de tablas de plátano con sencillas molduras. Alrededor hay una verja de hierro adornada en la parte superior con chapas de latón, que contienen frases alusivas al profeta; los caracteres, repujados, son obra de un artífice de Ispahán. Por el suelo se ven piedrecitas y tierra que van dejando los fieles en recuerdo de su visita, mientras otros recogen el polvo de la reja y del piso para con él frotarse frente, ojos y labios, ó bien rezan de rodillas besando puertas, paredes y suelo. Bajando algunos escaiones situados en la parte exterior del recinto, hay una puerta muy pequeña: por ella se penetra en un espacio ligeramente abovedado, y un macizo rectangular de un pie de altura, hecho de cal y canto, debe contener las cenizas de Daniel, si es que allí existen. Es imposible decir con exactitud la superficie que tuvo la antigua capital, porque no estaba amurallada; los altivos aqueménidas desdeñarían tomar semejante precaución. En una circunferencia de km. y medio se hallan hacinadas tres grandes masas de adobes que forma ron parte de suntuosas construcciones; las pequeñas, las viviendas del pueblo, han sido por el tiempo ya casi niveladas con el suelo, y es imposible, por consiguiente, fijar el desarrollo que ocuparon, si bien, á juzgar por lo que se ve, cabe suponer que la extensión de Susa alcanzaría legua y me. dia de un extremo á otro, pues en tan respetable distancia aparecen á la vista una infinidad de adobes y ladrillos rotos más o menos cocidos. A un centenar de pasos del sepulcro de Daniel, en dirección E., se alza la famosa fortaleza tan ponderada por antiguos escritores: semeja á una pirámide truncada de 30 m. de alto por unos 400 en la base. Allí se han hecho dos profundas zan

cripciones cuneiformes de la primera edad, estatuas, ánforas de barro cocido y objetos vidriados,

de todo lo cual existen muchos restos, como asimismo del maderamen por medio del cual refor. maban la fábrica.

SUSA: Geog. C. cap. de dist., prov. de Turín, Piamonte, Italia, sit. á orilla del Doria Ripuaria, muy cerca de su confi. con el Cenischia ó Cini-jas en cruz, de donde extrajeron adobes con insse; 4000 habits. Obispado sufragáneo de Turín. Canteras de mármol verde. Restos de un arco triunfal dedicado á Augusto. Catedral de San Justo, del siglo XI, restaurada en el xv, con un precioso tríptico de bronce. Susa, la antigua Segusio, sit. en el punto en que se encuentran los caminos del monte Genèvre y del monte Cenís, ha tenido siempre importancia estratégica, como la llave de Italia, con relación á Francia. Por ella pasaron todos los invasores: Belloveso, Breno, los cartagineses, los godos, los vándalos, los lom. bardos, etc. En la Edad Media fué cap. de un marquesado, cedido á mediados del siglo XI á los duques de Saboya. Los franceses la tomaron en varias épocas. Paso de Susa se llama en Francia al desfiladero de los Alpes en cuya salida está la ciudad.

- SUSA: Geog. Dist. de la prov. de Ubaté, departamento de Cundinamarca, Colombia, sit. en un ameno valle, en el camino de Chiquiquirá, cerca de la laguna de Fúquene y á 2567 m. de alt. ; 3800 habits. En sus inmediaciones hay una mina de cristal de roca excelente. En tiempo de los aborígenas fué c. grande, poblada y rica; la conquistó y saqueó el cipa Nemequene (Esguerra).

- SUSA: Geog. ant. C. cap. de la Susiana, Asia. Fué residencia de invierno de los reyes de Persia, y estaba á orillas del Eulco, en el centro de una llanura. Tenía fuerte ciudadela, llamada Memnonion, levantada sobre un cono artificial de 50 m. de alt.: en ella encerraban los reyes de Persia sus tesoros y los tributos que recibían de las provs. Alejandro encontró 50000 talentos. Había sido construída, como Babilonia, con ladrillos cocidos. Quedan vestigios de su emplazamiento, algunas inscripciones cu. neiformes y una tumba, que se pretende sea la de Darío, cerca de la c. moderna de Chuster ó Shuster, al S. Dizful. Nuestro compatriota Adolfo Rivadeneira visitó en 1875 las ruinas de esta antigua c. Allí vió (Viaje al interior de la Persia) un recinto rectangular rodeado de sepulcros: alrededor del patio hay cuartitos para los

Al N. E. de la fortaleza, y casi lindando con ella, estaba el palacio Real, cuyo plano es perceptible; no así el aspecto y distribución que pudo tener, pues constaba de un grupo de columnas 6 pilares flanqueado de columnas por tres lados. Más claro, en una superficie cuadrada de 60 m. de lado, y en seis filas, existen 36 zócalos equidistantes 8 m.; á 20 de tres de las fachadas que representaba aquel cuerpo de edificio se ven dos filas de basamentos circulares colocados simétricamente, de tal suerte que los ejes de seis zócalos están en una misma línea recta con los centros de las basas circulares. La

fachada que mira al S. O. es, de las cuatro, la que no tiene columnas en su frente. En algunos zócalos, alrededor del neto, sin filete ni caveto inverso, se ven inscripciones de cuatro renglones del largo de la arista del neto; son cuneiformes, primorosamente entalladas, y por las mismas se ha venido en conocimiento de que el palacio tuvo su comienzo en tiempo de Darío y terminó bajo el reinado de Artajerjes. Piezas dispersas, aquí á flor de tierra, allí medio enterradas; alguno que otro tambor de fuste de 2 m. de diámetro en su sitio; otros sumamente historiados, con inflexiones y dibujos variados y compli cados, en que aparecen triglifos, gotas, modillones, pero no en la disposición del arte griego, sino hacinados en caprichosos dibujos; capiteles compuestos de dos troncos de caballos adosados uno á otro; cabezas de carnero; netos acampanados simulando hojas abarquilladas en la base, revelan una faz extraña del gusto arquitectónico, un período como el actual en que, á fuerza de querer amalgamar modelos heterogéneos, se forma uno en que la sencillez es la última de las condiciones. El trabajo en todas partes es primoroso, y tanto más estimable cuanto que se ha verificado en piedra esquistosa y caliza, de color claro el exterior y obscuro el interior, pro

cedente, al decir de los naturales, de una cantera situada á 8 leguas de allí. Junto á la fortaleza y al palacio existe un grupo de ruinas tan considerable como ambos monumentos, y dominándolos desde una altura de 50 m. También allí se han hecho zanjas y excavaciones, donde yacen desparramados adobes ladrillos con inscripciones, restos informes de alfarería; para hallar otra cosa sería necesario remover el terreno aún más de lo que lo han hecho, pues aventurado es decir que la fortaleza estuvo más bien en tal punto que en otro; nada á la vista permite asegurarlo. Podría ser, y parece más probable, que las dos grandes masas de ruinas que estrechan el palacio fueran fortalezas levantadas para protegerlo. El Museo Británico posee curiosas primicias de las primeras excavaciones que allí se practicaron.

- SUSA: Geog. C. cap. de caidato ó dist., Tú. nez, sit. en la costa oriental, al S. E. de Túnez y á unos 8 kms. de Ras-el Marsa; 12000 habitantes. Se eleva gradualmente desde la playa á la ciudadela, sit. en la parte S.O., y en la que hay una torre notable de 79 m. de alt. Las mu rallas que rodean la c. tienen de 9 á 12 m. de alt. y están flanqueadas por torres y baluartes en los ángulos. Las colinas, cubiertas de bosques y casas, que están á ambos lados de la c., así como la ciudadela y la torre, se distinguen fácilmente cuando se aproxima al fondeadero, haciéndola reconocer particularmente el color blan co que predomina. Susa contiene muchas y hermosas mezquitas y bazares bien provistos; cuenta con manufacturas de telas, y hace un comercio activo de aceite, lana, loza y zapatos. Vense aún las ruinas del antiguo puerto, que se hallaba entre dos muelles al N. de la c. actual, pero se halla de tal modo lleno de arena que apenas puede abrigar embarcaciones pequeñas. El muelle del S. avanza cerca de 2 cables de tierra y en su extremo exterior hay una batería; algunos buques pequeños de comercio encuen tran abrigo tras él. Se han emprendido obras para construir un gran puerto. Es opinión gene ral que Susa corresponde á la antigua Adrumeto ó Hadrumétum, y son numerosos los restos que se han encontrado de la Edad Antigua y de la época bizantina.

SUSA: Geog. Aldea de la parroquia de Santa María de Balonga, ayunt. de Pol, p. j. y prov. de Lugo; 80 habits.

SUSACASA: Geog. Lugar de la parroquia de Santa Eulalia de Nembro, ayunt. de Gozón, p. j. de Avilés, prov. de Cviedo; 116 habits.

SUSACÓN: Geog. Dist. de la prov. del Norte, dep. de Boyacá, Colombia, sit. en una planicie inclinada y á 2 466 m. de alt. ; 3 100 habits.

SUSAMIR: Geog. Río de la prov. de Semiriechensk, gobierno general de las Estepas, Pusia

asiática. Lo forman dos ríos: el Susaniir al N. O. y el Yumgal al N. E., formados a su vez, el pri mero por el Susamir propiamente dicho y el Karakol, y el segundo por el Char-Acha y el Kilemchek. Luego el Susamir corre al N.N.O. y penetra en un desfiladero, hasta que á los 200 kilómetros de curso vierte sus aguas en el Narin ó curso superior del Sir-Daria.

SUSAMIR-TAU: Geog. Cordillera de la provin cia de Semiriechensk, gobierno general de las Estepas, Rusia asiática, perteneciente al sistema del Thian-chañ.

SUSANA: Geog. Aldea de la parroquia de Santa María de Marrozos, ayunt. de Conjo, p. j. de Santiago, prov. de la Coruña; 119 habits.

- SUSANA: Geog. Dist. del dep. de Las Colonias, prov. de Santa Fe, Rep. Argentina. Comprende la colonia Aurelia, y tiene 2000 habits.

SUSANA: Biog. Judía de la tribu de Judá. Hija de Helcías, estaba casada con Joaquín, á quien había seguido á Babilonia durante la cautividad. Gozando el amor y la consideración de todos sus compatriotas, moraban en dicha c. de Babilonia los dos esposos hebreos, famoso él por sus riquezas, celebrada ella por su hermosura, y digna de encomio todavía mayor por sus peregrinas virtudes. Entre los muchos que, solicitando socorros, amistad ó buenos ejemplos, acudían á visitarles, contábanse dos de aquellos de quienes dijo la Suma Verdad por boca de un profeta «que la abominación salió de Babilonia á causa de los viejos, que eran jueces, y parecian gobernar al pueblo;» pues, aunque por su mucha

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