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la punta S. de la isla Panaón y la punta Bilaá, extremidad N. de Mindanao, tiene 10 millas de ancho y más de 142 m. de fondo. Es limpio y profundo en toda su extensión, lo mismo que las costas de las islas que lo comprenden. El paso de Surigao es notable por haber entrado por él Magallanes al descubrir el Archip. Filipino, y al que recalaron las diferentes expediciones que se mandaron después á su conquista; desde entonces acá apenas ha sido frecuentado este estrecho, pues en las derrotas por el Pacífico se ha prefe

rido el llamado de San Bernardino, sin duda porque hallándose éste más á barlovento es preferible bordear fuera que dentro del archip. para alcanzar la bahía de Manila. Por lo demas, las dificultades de ambos embocaderos, por efecto de las fuertes corrientes y remolinos que ocasionan en ciertas épocas de vientos y posiciones de la Luna, así como por los diferentes arrumbamientos de sus angosturas, son casi las mismas, teniendo a su favor el de Surigao el ser más limpio y establecer una comunicación de E. á O. más espaciosa y expedita que la de San Bernardino, pero con la desventaja de tener luego que remon tar por las costas occidentales de Negros, Panay y orientales de Mindoro, para desembocar al abra de Manila por el Estrecho de Isla Verde; sin embargo, es ventajoso al dirigirse á las islas que se hallan al S. del Estrecho de San Bernardino o al Mar de Mindoro (Derrotero del Archipiélago Filipino). "Prov ó dist. de la isla de Mindanao, Filipinas. Comprende la parte N.E. y E. de la isla, y además las de Bucas, Dinagat, Ginatuan, Gipdo, Siargao, Sibunga y varios islotes. Confina al N. con el Estrecho de Surigao, al E. con el Océano, al S. con el dist. de Davao y al O. con el de Misamis. La parte S. de la prov constituye la comandancia de Bislig. El mayor largo de la prov. de N. á S. es de 124,25 kms. y 97,78 de E. á O. en su parte más ancha, pudiendo calcular su sup., según datos oficiales, en 1070190 hectáreas, de las que sólo unas 10000 se destinan á la agricultura. Los habits., según el último censo (1887), son 67760; según Nieto 88 000, distribuídos de la forma siguiente:

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Los habits. cristianos de Surigao son de caracter pacífico, sumisos, honrados y religiosos, pero poco aficionados á las faenas del campo. El terreno es montuoso y volcánico y con grandes llanuras incultas, muy apropiadas para cultivar en grande escala; se da admirablemente el trigo, palay ó arroz, legumbres y raíces alimenticias; en las laderas próximas a la costa se producen en buenas condiciones el café y cacao. Este dist. es muy rico en maderas, y abundan el camagón, la curiosa madera de hierro llamada Maucono, el molave, el narra, el ébano, etc., y se recoge gran cantidad de almáciga. El clima es calido y humedo, debido á la gran cantidad de agua de sus abundantes lluvias, que quedan estancadas en los bosques y cubren inmensa extensión del territorio."

Comprende la prov. los pueblos de Anao-aon, Bacuag, Baganga, Bislig, Burmanán, Butuan, Cabuntog, Cantilán, Caraga, Carrascal, Cateel, Dapá, Dapuán, Dinagat, Gigaquit, Ginatuán, Jabonga, Lanuza, Lianga, Maynit, Nonoc, Numancia, Oteyza, Placer, Quinablangán, San Juan, Sapao, Surigao, Taganaán, Tago, Talacogón, Tandag y Tubay. La cap. es Surigao, con 5 142 habits., sit. en la parte extrema N. de la isla de Mindanao, á 4 millas al S. E. de la punta Bilaá, sobre la playa, á la orilla dra, de un río. Sus productos son insignificantes, pues los naturales tienen cuantos recursos necesitan para sus necesidades con los innumerables lavaderos de oro que existen en su terrirorio, y con la pesca de balate, carey y concha, de que abunda en sus costas. La población más bonita del distrito es Butuan, sit. en el seno de su nombre, con una espaciosa glorieta, donde se erigió en 1882 un monumento conmemorativo de la fecha y del lugar en que se celebró lo primera misa al aribar los españoles al archip. Hasta 1858 fué conocido el dist. de Surigao con el nombre de Caraga. Sus habits. fueron los primeros del archipiélago que se convirtieron á la religión cristiana.

Como se ha dicho, depende de Suriago la comandancia de Bislig, creada en 1858, que confi

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na al N. con Surigao, al E. con el Pacífico y al S.O. con Davao. Su extensión es de 167 kilómetros de N. á S., 38 de E. á O., desde Bislig hasta las montañas que le separan del Davao, y 55,70 en la parte más ancha del dist. La superficie se calcula en unas 441 291 hectáreas, de las que no llegan á 1000 las que están en cultivo. Los habits. de los pueblos cristianos, obedientes, pero poco trabajadores, son unos 21076, distribuidos en cuatro pueblos y algunas visitas, y la de infieles la constituyen unas 10000 almas, que

forman infinidad de rancherías. El terreno es

sumamente montañoso en el interior y desciende en suaves declives, formando en la proximi dad de las costas fertilísimas llanuras que dan en abunancia toda clase de productos. Los montes son los más agrestes y accidentados de la isla, y producen las maderas más apreciadas que de ellas se exportan. Abundan también las maderas de construcción civil y naval. El clima es calido, pero muy sano, sin que se sufran, debido á lo montañoso del terreno, las calenturas palúdicas, tan temidas en las otras prov. La agricultura es la principal riqueza del país, pero se halla abandonada á causa de la poca afición que tienen los naturales á las faenas agrícolas: á excepción de los de Tangud y Castel, que se dedican á los trabajos del campo, los demás todos cifran sus afanes en el beneficio de los lavaderos de oro. El comercio y la industria es bien escaso, estando reducido á la exportación de algún arroz, cera y miel, que se encuentra en alundancia en sus bosques. Las mujeres se dedican al tejido de telas de algodón y abacá de clase muy ordinaria, y los hombres al lavado de los terrenos auríferos. La cap. es Bislig, residencia del comandante militar. Los pueblos y ranche rías se encuentran situados del siguiente modo: Bislig á la dra, del río de su nombre, Tangad en en el fondo del recodo de la punta así llamada, y todos en la costa del Pacífico (J. Nieto Aguilar, Mindanao: su hist. y Geog. ).

SURINAM: Geog. Río de la Guayana holandesa, cuyo nombre suele darse á la colonia y á su cap. (V. GUAYANA HOLANDESA Y PARAMARIBO), Nace al interior en el ángulo que forman los ríos Tapanahoni y Corentín, en una cordillera anterior á los montes Tumuc-Humac; corre formando gran curva hacia el N. E. y N. y des emboca en el mar por ancho estero, después de haber pasado por Paramaribo. La parte conoci. da de su curso mide unos 200 kms.

SURINJAN: m. Farm. Nombre vulgar con que se designa el tubérculo bulbiforme de una planta perteneciente á la familia de las Colchicáceas, y cuyo nombre científico es Colchicum variegatum L., especie que habita en Oriente. Este tubércu lo se ha empleado en Medicina desde tiempo inmemorial, habiendo sido muy celebrado en la antiguedad, tanto por los griegos como por los árabes, para combatir la gota y el reumatismo. El tubérculo se encuentra siempre entero y es del tamaño de una castaña, liso en la superficie, con un surco ancho y profundo en una de sus caras y convexo en la otra; su color es amarillento y aparece por dentro blanco y farináceo, deshaciéndose fácilmente entre los dientes; su sabor es soso al princi; io, pero más tarde se nota una sensación de acritud; no tiene olor. En su composición se ha encontrado bastante cantidad de fécula, goma, tanino, resina, materia grasa, un ácido volátil y un principio particular llamado colchicina, al cual debe sus propiedades terapéuticas. Contiene además gran cantidad de agua, pues desecado en una estufa pierde el 60 por 100 de su peso.

SURIQUESES: m. pl. Etnog. Indígenas americanos de raza algonquina; poblablan la Acadia, es decir, los países que han formado más tarde la Nueva Escocia, el Nuevo Brunswick, la isla del Príncipe Eduardo, la Gaspesia y pequeña parte del estado del Maine. Quedan sólo unos 3000.

SURIR: Geog. C. del dist. y prov. de Mattra, Prov. de Noroeste, India, sit. cerca de la orilla izq. del Yemna, afl. del Ganges; 5500 habits.

SURIRE: Geog. Laguna de Chile, sit. al pie del cerro de este nombre, en las cabs. de la quebrada de Camarones, dep. de Pisagua, prov. de Taracapá, hacia la parte Norte, al E. de Mullure. Hay en ella unos cuantos volcanes de agua ó géiseres que despiden constantemente densas columnas de vapor. Pico alto, en la cordillera de los Andes, que sirve de contrafuerte ó estribo á la gran

cordillera, con una elevación de cerca de 6000 n. sobre el nivel del mar.

SURIRELA (de Suriray, n. pr.): f. Bot. Género de plantas (Surirella) perteneciente al tipo de las talofitas, clase de las algas, sublase de las feoficeas, familia de las Diatomáceas, cuyas especies habitan en las aguas dulces y saladas, caracterizándose porque sus celdas tienen la forma navicular, viven separadas, con los bordes estriados, y el lado secundario es mayor que el primario y se halla recorrido por una línea media longitudinal y lisa.

Surirella solea De Breb. - Oblonga, aunque muy estrecha, más angosta por el lado primario que por el secundario, con faja flexuosa y estrías transversales muy tenues cerca de su margen interior. Mirada por la cara secundaria presenta forma de violón, por angostarse muy marcadamente en su parte media, y tiene estrías transversas, tan finas que se han medido 10 en una banda de 2 centésimas de milímetro. Habita en los estanques. entre las algas oscilarias.

SURJAN: Geog. Río del principado de Hisar, Turquestán ruso. Nace en los montes de Hisar, contrafuerte occidental del Thianchañ, cerca del collado de Mura; corre al S., O. y S.S.O, riega la c. de Regar, recibe por la dra, el Sariyui ó Tupalan y el Sanguirdak, y á los 250 kms. de curso vierte sus aguas en el Amu-Daria.

SURKENIS: Geog. Islotes del Golfo de Gabes, Túnez. Son cuatro, de unos 6 m., y están á 6 kilómetros al S.O. del Ras Ungah, formando un grupo que se extiende 4 kms.; sobre la isla exterior se ve una ruina. Se hallan rodeados de bancos que se quedan en seco, formando entre sí fosas profundas que comunican por canalizos de poca agua; estos canalizos son conocidos y utilizados por los barcos de cabotaje. A través del ras Ungah la línea de los 9 m. de fondo, que está á 1,5 millas de la costa, toma la dirección S.S.O. durante 8 millas, volviendo luego al S. 63° O. por otras 7 millas, y forma de este modo una punta peligrosa, por estar acantilada y haber 24 m. de agua á menos de un cable del veril. Desde allí el banco corre 5 millas y se redondea á 0,5 milla de tierra, un poco al S. del Ras Midhil (Derrotero del Mediterráneo).

SURLET DE CHOKIER (ERASMO LUIS, barón): Biog. Político belga. N. en Gingelom, cerca de Saint-Troud, en 1769. M. en su pueblo natal en 1839. Después de la conquista de Bélgica por el ejército francés fué elegido por sus conciudadanos administrador del departamento del Ourthe, y luego del departamento del Mosa Inferior, dondo se adquirió la estimación general por el acierto y honradez con que desempeñó su cometido. Más tarde se trasladó á París. Allí se ocupó de asuntos comerciales y de estudios literarios. Desde 1812 hasta 1814 tomó asiento en el Cuerpo Legislativo del Imperio francés. De regreso á su país, llegó á ser diputado de los Estados genera les, y se distinguió por el calor con que defendió todas las libertades nacionales. Elegido diputado (1830), fue nombrado presidente de la Asamblea. Cuando la elección de rey, Surlet pasó á París al frente de una diputación encargada de ofrecer la corona al duque de Nemours, segundo hijo de Luis Felipe, que no la aceptó, y vuelto á Bélgica, fué nombrado regente de la nación, cargo del que tomó posesión el día 24 de febrero de 1831, y le renunció el 21 de julio del mismo año en manos de Leopoldo de Sajonia Coburgo, que acababa de ser elegido rey.

SUR-LIPEZ: Geog. Prov. del dep. de Potosí, Bolivia; 8 000 habits., de los que unos 3000 son indígenas. Ha tenido mucha fama por su producción minera, y en el día se trabaja la Mesa de Plata en San Antonio del Nuevo Mundo, y Lípez Nueva, cerca de Esmoraca, con grandes capitales y maquinaria moderna. Divídese la Prov. en tres cantones: San Pablo, San Antonio del Nuevo Mundo y Guadalupe, y la capital es el pueblo de San Pablo, con 300 ha

bitantes.

brazo septentrional ó dro, del Barak, y se llama SURMA: Geog. Río del Asam, India. Es el Valle del Surma á la gran ilanura correspondienla llanura del Bengala. te á los dists. de Kachar y Sailhet, limítrofe con

SURMALI: Geog. Dist. del gobierno de Erivan, Transcaucasia, Rusia, sit. al O.S.O. de Erivan,

en la orilla dra. del Aras; 3 693 kms.2 y 75 000 habits. Cap. Igdir.

SURNIA: f. Zool. Género de aves del orden de las rapaces, familia de las estrígidas, tribu de

las surninas. Las surnias son entre todas las estrígidas las que más se parecen á las falcónidas. Tienen la cabeza ancha; la frente aplanada con cara estrecha, sin círculo de plumas ni alrededor de los ojos ni en la cabeza; las alas son bastante largas y obtusas, con la tercera remera más larga que las demás; la cola prolongada y cónica; el pico fuerte, cónico, más alto que ancho, con el gancho de la mandíbula superior muy prominente y que sobresale de la inferior en poco menos de un centímetro; los tarsos y los dedos son cortos y están enteramente cubiertos de plumas; los ojos grandes; las orejas se hallan provistas de un pabellón bastante alto, prolongado, y de opérculo bastante desarrollado; el plumaje es abundante, suave y luciente; la primera remera está en parte dentada en las barbas exter

nas.

El tipo de este género es la Surnia funerea, llamada caparacoch y mochuelo de cola larga de Siberia; tiene la cara de color blanco gris cuando es adulta; á los lados del cuello se ven dos

fajas negras semicirculares, una por delante y

Surnia

otra por detrás de la oreja; la parte superior de la cabeza es pardo negra; cada pluma tiene una mancha redondeada de color blanco, más grande en el occipucio; la nuca y otra mancha que hay detrás de la oreja son del mismo tinte; las plumas del lomo blancas también, con listas transversales pardas y de igual color en su extremo; la garganta es blanca, así como una faja que cubre el pecho; el vientre y los costados de igual tinte, con rayas finas pardonegras; las remeras y las timoneras de gris con fajas transversales blancas, cuyo número es de nueve en la cola; el pico de un amarillo de cera sucio y negro en la punta; el ojo de un amarillo de azufre obs

curo.

Los pequeños difieren muy poco de los adultos, sin contar que estos últimos presentan en el conjunto de su plumaje notables variaciones, por más que no se modifique el tipo.

La Surnia funerea tiene de 0m, 41 á Om,44 de largo por anchura de alas de 0m, 80 á Om, 85; el el ala plegada mide 0,25 y la cola 0m, 19.

Se considera esta ave de Europa, pues se la ve en ella á menudo, sobre todo en Alemania, donde se presenta casi todos los inviernos, pero los países del N., al S. del círculo polar, constituyen su verdadera patria. Es común en ciertas partes de Escandinavia, si bien no la hemos visto nunca durante nuestros viajes. Encuéntrase en Finlandia, Rusia y Siberia; es muy numerosa en el Norte de América, y llega por el Sur hasta las Bermudas. Según Wallengren, existe en toda la zona de las coníferas y elevase en los Alpes escandinavos hasta la de los abedules, que marca el límite de los árboles. Según Radde, la Surnia funerea busca en Siberia los bosques donde abundan los alerces, y habita los lugares descubiertos; dicho naturalista no la ha observado nunca en los montes de Bureja, pero ha visto muchas en la llanura, al pie de estas montañas. Kittlitz cree que es el único estrígido que habita el Kamtchatka, ó por lo menos no ha visto otro. Richardson asegura que es común en el Norte de América en todos los países de las pieles.

Poseemos numerosos datos acerca del género

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«Los cazadores, dice Richardson, matan las surnias con más frecuencia que otras aves, porque roban durante el día y son muy osadas. En invierno se alimentan sobre todo de musgaños é insectos; en los sitios cubiertos de nieve cazan los lagopedos. Forman sus nidos en los árboles con ramas, hierbas y plumas; la hembra pone dos huevos blancos. Cuando el cazador persigue á los lagópedos llegan las rapaces al ruido de la detonación y se precipitan á menudo sobre la caza, aunque no puedan arrebatarla. Por la noche rodean las hogueras de los campamentos

indios. >>

Los naturalistas americanos no nos hablan apenas más que de los viajes de estas rapaces, y citan observaciones que también podemos hacer

nosotros.

Wallengren ha dado detalles acerca de la reproducción: «La Surnia funerea, dice, forma su nido en los pinos más altos, con ramas secas, musgo y líquenes; pone de siete á ocho huevos del mochuelo. Los pequeños comienzan a volar blancos, redondeados, algo más chicos que los en el mes de julio, en cuya época se encuentran ya nidos en Suecia, á partir del 59° de latitud, pero creo que se hallarían también más al Sur.» Radde dice haber cogido en 20 de mayo hijuelos casi del todo desarrollados.

Completaremos estos detalles insuficientes con las observaciones que Naumann y Brehm, padre, hicieron por sí mismos en la Surnia funerea. «Las emigraciones de esta ave, dice Naumann, parecen ser muy irregulares; sucede á menudo que no se presentan en algunos años; después vuelven á presentarse algunos individuos aisla. dos; llegan, por último, períodos en que son muy comunes en nuestros países. Durante veinte años no nos fué posible obtener ninguno; hace cuatro ó cinco que pudimos adquirir uno, y desde esta época hemos visto todos los años varios individuos.

>La Surnia funerea no es, por lo tanto, en nuestros países más que un ave de paso; sólo se deja ver en marzo y a principios de abril, en la época del paso de las becadas, y en septiembre, octubre y noviembre. Es probable que pase el invierno entre nosotros, aunque no la hemos visto en dicha estación nunca. Es un ave de los bosques, prefiriendo los pequeños á les grandes, sobre todo los pantanosos; muchas veces la hemos visto en sitios descubiertos donde alternaban los pantanos con las praderas, y hasta parecen ser éstos sus parajes favoritos, aunque con la condición de que no estén los bosques muy leja

nos. »

A Brehm, padre, es á quien debemos principalmente el conocer las costumbres de la surnia, cuya descripción publicó hace más de cuarenta años; dice así: «Tengo el mayor gusto en poder decir alguna cosa acerca de las costumbres de un ave tan rara, habiendo hecho mis observaciones en una hembra viva que adquirí. Un muchacho la había visto posarse por la tarde sobre un matorral; tiróle una piedra que le tocó en la cabeza, dejándola aturdida, y me la presentó luego. Yo dejé el ave libre en mi cuarto; todas las rapaces de la misma familia cierran los ojos en tales casos y buscan el rincón más obscuro para ocultarse; pero aquélla, por el contrario, voló al momento hacia la ventana con los ojos muy abiertos y chocó tan violentamente que cayó aturdida. Entonces la puse en una jaula, y lejos de mostrarse tímida se dejó acariciar; le di un ratón y lo cogió con el pico, sujetándole luego con una pata. En tierra estaba con el cuerpo casi horizontal, extendidas las patas y levantada la cola; en la percha se mantenía con el cuerpo derecho, colgante la cola, las plumas de la espaldilla recogidas sobre las alas, y dobladas las patas de tal modo que sólo se veían los dedos. En tal posición aparecía en toda su belleza; las plumas de los lados de la cabeza estaban continuamente erizadas y las de la frente recogidas, lo cual comunicaba al ave cierto aspecto análogo al del halcón; todos sus movimientos eran rápidos y ágiles, pero no le gustaba mucho saltar en

tierra.

>Su voz, que se oía sobre todo cuando se trataba de cogerla, parecíase bastante al grito de angustia del cernícalo, y recordaba á veces el

cacareo de la gallina. Cuando estaba furiosa castañeteaba el pico como lo hacen los otros mochuelos, y si no se enojaba mucho contentábase con frotar las extremidades de las dos mandíbulas entre sí; adelantaba la inferior y la frotaba contra la superior, haciéndola sobresalir por encima del gancho de ésta, como se observa en los loros. Esto producía un chasquido tan particular, que la primera vez que lo oí llegué á creer que el ave se había roto un hueso. La rapaz estaba más despierta desde la tarde hasta la caída de la noche.

>>Cierto día se escapó por casualidad y mandé que la buscasen por todas partes, pero inútilmente. Algunos días después me dijeron que se hallaba en el matorral mismo donde fué cogida; distaba una legua de mi casa, y era de creer que volviese allí el mismo día de su fuga, pues prefería aquel sitio á todos los demás. La noticia me fué tanto más agradable, cuanto que me hizo concebir esperanzas de recobrar mi ave rara, y felizmente no me engañé.

>Nunca se veía á la rapaz antes del mediodía; pasaba este tiempo oculta en los pinos y pinabetes más espesos; presentabase á eso de la una y se esperaba en algún árbol poco alto, en una rasiempre se volvía de frente á cualquiera que se ma baja ó en un matorral. Miraba á tierra, y acercase; si se le acercaba alguien para sorprenderla por detrás revolvíase inmediatamente, aunque sin mudar de sitio; permitía que se acercase uno ocho ó 10 pasos, y no hacía caso de las piedras que le tiraban; sólo cuando le tocaba una emprendía el vuelo, remontándose algunas brazas, pero para volver en seguida al mismo sitio. Yo creo poder deducir de aquí que el ave habita ordinariamente países desiertos: no conoce al hombre, enemigo de todos los animales, ni sabe cuán peligrosa es su proximidad. Jamás he visto un ave que menos tema á nuestros semejantes.

>Si consigue coger uno ó dos pequeños roedores descansa y no se la ve más antes del crepúsculo, pero cuando su cacería ha sido infructuosa permanece, por el contrario, al acecho aun después de anochecer. He hallado sus excrementos en 10 sitios, cerca del matorral donde estaba algunas horas del día, pero nunca en este último.

>>Su vuelo ligero y rápido se asemeja al del buitre; como éste, aletea un poco precipitadamente y se cierne después durante algún tiempo. Lleva, sin embargo, las alas como los otros estrígidos, y se reconoce desde luego por su cabeza, que es enorme para semejante ave. No se aleja á gran distancia; sólo recorre de 50 á 100 pasos, y jamás la he visto franquear un trecho de más de 300 á 400, sino cuando las cornejas la perseguían de cerca. Entonces dejaba oir una especie de maullido y emprendía la fuga, con un vuelo tan rápido que las cornejas renunciaban á la persecución. En el verano debe habitar países donde no existan las cornejas, porque éstas le impedirían completamente cazar de día.>

Cree Brehm, hijo, que la opinión de su padre no está conforme con la verdad, al menos por lo que hace á la Escandinavia; la corneja cenicienta es muy común hasta en el círculo polar, y es de suponer que la surnia y las cornejas viven allí en buena inteligencia, como sucede siempre con dos aves que llegan á conocerse bien.

«La Surnia funerea, continúa Brehm, padre, se diferencia de muchos estrígidos en que no sorprende su presa volando junto al suelo, sino que la acecha más bien posada en un árbol. Por lo tanto debe elegir parajes donde sean muy comunes los pequeños roedores, y al efecto le convienen los árboles poco altos desde donde pueda observar sin obstáculos cuanto pasa á su alrededor.

>Yo la vi un día coger un musgaño: habíanla espantado, y abandonó su matorral de costumbre para ir á posarse en la cima de un pino; de repente se lanza á tierra, y el grito de un ratón me anunció que su acometida había sido feliz; casi en el mismo instante apareció llevando en las garras un puñado de hierbas, donde se hallaba el pequeño roedor; voló hacia un gran abeto vecino y desapareció de nuestra vista.

>Yo creo que en sus cacerías el oído le es tan útil como la vista; el musgaño que cogió se hallaba á 25 pasos y por el lado opuesto al en que miraba. Es evidente que el ruido que hacía el pequeño mamífero al correr entre las hierbas secas bastó para llamar la atención del ave.

>>Esta rapaz teme las tormentas de nieve; en 14 de diciembre de 1820 nevó mucho y sopló un

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fuerte viento, pero todas las aves buscaban, sin embargo, su alimento; los tordos, los gorriones, los pinzones reales y los paros se movían de un punto á otro, y hasta se dejaba ver alguna alondra. La surnia no apareció hasta el mediodía; se puso en una rama baja; pareció hacerse cargo del mal tiempo, y fué à refugiarse en la cima de un pino. Después de las dos cesó de nevar y la rapaz quiso comenzar su caza, á cuyo efecto se posó en una rama: en aquel momento disparé contra ella; habíala observado suficientemente y temía que abandonase el país Su cabeza estaba cubierta de nieve y pendian de sus plumas algunos pedacitos de hielo. »

La hembra que tuvo Brehm, hijo, cautiva, se alimentaba de ratones, que devoraba comenzando por la cabeza, tragándose luego lo demás del cuerpo; para comer situábase sobre objetos donde pudiese estar pendiente su cola, aunque algunas veces cogia su alimento del suelo; por la noche devolvía los pelos y los huesos.

SURO: Geog. Caserío del ayunt. de Arano, p. j. de Pamplona, prov. de Navarra; 71 habits.

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bitantes, con una densidad de 882 por km.2, cifra que no debe llamar la atención teniendo en cuenta que el condado comprende los arrabales de Londres llamados el Southwark, sit. al S. del Támesis. Cruza la comarca de O. á E. la cordillera de los North Downs, cuyo punto culminante es el Batleg Hill, de 264 m. de alt., en la frontera oriental. Los terrenos gredosos de esta cordillera se interrumpen en la vertiente meri. dional por afloramientos de una excelente caliza verde; al S. se extienden las formaciones del Weald, consistente en arcilla azul ó parda con restos fósiles de reptiles, plantas tropicales y conchas de río; al N. el suelo pertenece a la cuenca londonense, y comprende terrenos de diversas formaciones eocenas. Casi todo el país está comprendido en la cuenca del Támesis ó de su estuario por el Medwag. Los principales afluentes del primero dentro del condado son: el Wey, que desagua en Weybridge; el Burne, el Mol, cuya confluencia tiene lugar en East Mulsey; el Wandle, poco importante; y el Eden, que despues de regar la parte oriental del condado entra en el de Kent. El clima no se diferencia del SUROBEA: f. Bot. Género de plantas (Souro-general en la parte S. E. de Inglaterra, pero la ber) perteneciente á la familia de las Margra viaceas, cuyas especies habitan en las regiones tropicales de America, y son plantas arbustivas sufruticosas, con las ramas sarmentosas, las hojas sencillas, alternas, brevemente pecioladas, artienladas, coriaceas, brillantes, enterísimas, generalmente insimétricas; racimos terminales apre tados, con bracteas coloreadas insertas en los ápices de los pedicelos, sencillos ó partidos en dos ramas, de las cuales la anterior termina en un espolón hueco; caliz bibracteolado formado por cinco sépalos empizarrados, casi iguales y coloreados; corola de cinco pétalos hipoginos, soldados en su base con los sépalos, empizarrados en la estivación y después revueltos y caedizos; cinco estambres hipoginos, alternos con los pé los y adherentes á ellos en la base, con los filamentos comprimidos, aleznados, y las anteras introrsas, biloculares, ovales, fijas por el dorso poco más arriba de su base, erguidas y con las celdas longitudinalmente dehiscentes; ovario libre, cónico, tetra ó hexagonal, con cuatro ó cinco celdas; óvulos numerosos, ascendentes, insertos sobre los lóbulos carnosos de las placentas situadas en los ángulos centrales de las celdas; estigma sentado, con cuatro ó cinco surcos radiantes; el fruto es una cápsula coriacea, casi globosa, con cuatro á seis celdas y que se abre por dehiscencia loculicida en otras tantas valvas que se separan llevando adheridos los tabiques en su línea media y dejan libre en el centro una placenta gruesa con cuatro á seis lóbulos; semi-mino ilas tres ó seis en cada celda, empotradas en la placenta, curvas, ascendentes, con la testa dura, areolada, y el ombligo situado lateralmente encima de la base; embrión sin albumen, con los cotiledones muy cortos y obtusos, y la raicilla larga, cónica, paralela y contigua al ombligo é intera.

SURONG 6 SURUNG: Geog. Cordillera de la prov. de Se-chuan, China, sit. cerca de la frontera del Tibet.

SUROS: m. pl. Etnog. Pueblo del Sudán oriental, Africa, sit. cerca de Abisinia y del país de Kaffa, entre la vertiente occidental de los montes etiópicos y el curso superior del Bako ó Kusare, brazo principal del Sobat. Son gentes salvajes dedicadas al pastoreo.

SURP: Geoq. Lugar con ayunt., al que están agregados los lugares de Caregué, Escás y Rodes, p. j. de Sort, prov. de Lérida, dióc. de Urgel; 457 habits. Sit. en la vertiente meridional de

una motaña, cerca de Rialp. Terreno montuoso; centeno y hortalizas.

SURREIRA: Geog. Lugar de la parroquia de San Esteban de Novoa, ayunt. de Carballeda de Avia, p. j. de Ribadavia, prov. de Orense; 73 habits.

SURRÉNTUM: Geog. ant. C. de la Campania, Italia, perteneciente á los Picentinos. Famoso viñedo que producía excelente vino. Hoy Sorrento.

SURREY: Geog. Condado de la región S. E. de Inglaterra, limitado al N. por los de Buckingham y Middlesex, del cual le separa el Támesis; al E. por el de Kent, al S. por el de Sussex, al O. por el de Hants y al N.O. por el de Berks; su superficie es de 1963 kms.2 con 1730 871 ha

ΤΟΜΟ ΧΙΧ

vegetación es más vigorosa en esta comarca, ha-
ciendo del Surrey uno de los condados más be-
llos y pintorescos de la Gran Bretaña. Produce
el suelo cereales, patatas, remolachas, plantas
para forrajes y pastos permanentes que propor-
cionan abundante alinientación á ganados vacu-
no, cabrio, de cerda y caballar, destinado para
el abastecimiento de Londres; con el mismo fin
se cultivan extensas huertas en las orillas del
Tamesis, y hay grandes criaderos de plantas de
adorno y medicinales. La industria, reconcen-
trada en la cap, del reino (V. LONDRES), es in-
significante; solo pueden citarse algunas fábs. de
papel en Wandsworth, de tejidos de lana en
Godalming, de pólvora de cañón en Chilworth
y otras industrias de los valles del Wandle, como
el blanqueamiento y estampación de tejidos, la
elaboración de rapé, etc. Cruzan el Surrey nu-
merosas é importantes vías de comunicación; las
grandes líneas férreas de Londres á Dawres, á
Jolkestone, á Brighton y á Newhaven; el Táme.
sis y los canales de Basingstoke y de Wey and

Arun.

Divídese el condado en 152 municip. y com.
prende parte de otros dos. La cap es Guilford,
y además de Southwark, parte integrante de
Londres, cuenta con poblaciones como Croydon,
Aldershot, Richmond, Epson y Dorking, que
son barrios avanzados de la gran cap.

El territorio que hoy constituye el condado de
Surrey, cruzado en la época romana por el ca-

de Londres á Chichester, bajo la heptar-
quía sajona formó parte del reino de Sussex, y
más tarde del de Wessex. Después de la con-
quista fué dado á William de Warren. Su nom-
bre de Surrey, que significa Reino del Sur, es
debido á la situación que ocupa al Mediodía de
Londres.

- SURREY (ENRIQUE HOWARD, conde de): Biog. Poeta inglés. N. en 1516 6 1518. M. en Londres en 1547. Fué hijo de Tomás Howard, duque Norfolk, y no hay noticias de sus prime ros años. En 1526 era uno de los coperos del rey, y desde luego se unió á un bastardo de Enrique VIII, el duque de Richmond, con el cual pasó á Francia en 1532. Pronto sintió una violenta pasión por la hermosa Geraldina, cuyo nombre va unido al del poeta en más de una leyenda. Aunque la literatura italiana, particularmente los sonetos de Petrarca, ejercían en aquella época gran influencia en Inglaterra, Surrey no tomó de éste más que la forma poé tica, pero no la afectación de sentimientos. En 1536 perdió á su amigo y cuñado el duque de Richmond, hecho que ha servido de base á numerosos detalles, todos ellos ficticios, para embellecer las biografías del poeta. A los quince años obtuvo la mano de la hija del conde de Oxford, y en 1536 Surrey y su padre figuraban en el proceso de Ana Bolena, su pariente. Al año siguiente se le ve entre los cortesanos de Enrique VIII, distinguiéndose en los torneos celebrados con motivo del casamiento del rey con Ana de Cleves. Dos meses después de la ejecución de Catalina Howard, prima de Surrey, éste fué nombrado caballero de la Jarretiera. Al declararse la guerra de Escocia acompañó á su padre mandando algunas tropas inglesas, con las que tomó una parte muy activa en aquella

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cruel campaña. En 1543 fué encerrado on Wind-
sor por orden del Consejo privado, por haber
comido carne en cuaresma y por haber roto du-
rante la noche los cristales de los vecinos de la
Cité. En 1544 marchó á la guerra, en la que por
su celo é inteligencia obtuvo el nombramiento
de Mariscal de Campo. Tomada la ciudad de
Boulogne-sur-Mer fué nombrado gobernador de
la misma, continuando la guerra con buen éxito
hasta que en 1546 tuvo un desastre que puede
considerarse como la causa de su desgracia. Se
dió á entender á Enrique VIII que Surrey,
cuya mujer estaba enferma, hacía alarde de sus
pretensiones á la mano de la princesa María. En
el mismo año fué Surrey reducido á prisión, acu-
sado de haber hablado con desprecio del conde
de Hertford y de haber puesto en su escudo las
armas de Eduardo el Confesor. Declarado culpa-
ble de alta traición, fué sentenciado á muerte y
ejecutado á 21 de enero de 1547. Las poesías de
Surrey fueron muy populares en Inglaterra en
vida del autor. Este fundó una nueva escuela.
Evitando con cuidado los defectos de sus pre-
decesores, dió el ejemplo de un estilo del que
la pedantería y los concetti estaban desterra-
dos. Hallam hace notar con justicia que «este
autor cumplido brillaba más por el gusto que
por el genio,» pero es preciso reconocer que á su
gusto se deben los servicios que prestó á la lite-
ratura nacional. Las poesías de Surrey fueron
impresas en Londres en 1557, en 4.o; 1585, en
8.0; 1807, 2 vol. en 8.°, y 1815-16, 2 vol. en 4.°.

Cardós, p. j. de Sort, prov. de Lérida; 69 ha-
SURRI: Geog. Lugar del ayunt. de Ribera de

bitantes.

SURRIBA: Geog. Aldea de la parroquia de Santiago de Barbadelo, ayunt. y p. j. de Sarria, prov. de Lugo; 63 habits. || Aldea de la parroquia de Santa Eulalia de Adá, ayunt. y p. j. de Chantada, prov. de Lugo; 52 habits.

SURRIBAS: Geog. Lugar de la parroquia de Santiago de Amiudal, ayunt. de Avión, p. j. de Ribadavia, prov. de Orense; 120 habits.

SURROCA & SAN MARTÍN DE SURROCA: Geog.

Lugar del ayunt. de Ogassa, p. j. de Puigcerda, prov. de Gerona; 78 habits.

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SURRY: Geog. Condado del est. de Carolina del Norte, Estados Unidos, sit. al S. del est. de Virginia; 1300 kms.2 y 20000 habits. Terreno montuoso y de escasa producción. Cap. Dobson.

Condado del est. de Virginia, Estados Unidos, sit. á la dra. del estero del James River; 845 kms. 2 y 9000 habits. Cap. Surry Court Housse.

Lahore, Penyab, India, sit. en la carretera de
SUR-SINGH: Geog. C. del dist. y prov. de
Firozpur á Amritsar; 5800 habits. Es famosa por
sus indianas, de calidad superior.

SURTIDA (de surtir, salir, aparecer): f. Salida oculta que hacen los sitiados contra los sitiado

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- DE SURTIDO: m. adv. De uso ó gasto común.

SURTIDOR, RA: adj. Que surte ó provee. U. t. c. s.

- SURTIDOR: m. Chorro de agua que salta, regularmente hacia arriba.

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tú, Señor, segregaste el agua... lamiendo siempre el aire el SURTIDOR.

FR. HORTENSIO PARAVICINO.

El centro de la concurrencia era el patio, enlosado de mármol, con fuente y SURTIDOR en medio... etc. VALERA.

-SURTIDOR: Hidr. Si en una de las paredes laterales ó en el fondo de un depósito AB (figura 1) se coloca un tubo cualquiera F, cerrado en su extremo, y que en un punto cualquiera de este tubo se abre un orificio, estando el depósito lleno de agua hasta una cierta altura DG=h

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sobre el orificio, el agua saldrá con una velocidad v,

v=√2gh,

(1)

en que g es la aceleración debida á la gravedad en el punto considerado, según se sabe por los principios de la Hidráulica; la presión en el orificio de salida será la que representa el peso de una columna líquida que tuviese por base el área del orificio y por altura la distancia que hay entre el centro de gravedad de éste y el nivel del líquido, y si es el peso específico del líquido y el área del orificio, llamando p á la presión, será, expresada algébricamente,

p=PSh.

(2)

Si suponemos cortado el sistema por una serie de placas horizontales MN, M'N..., las condiciones del equilibrio de la masa exigirán que las presiones tanto en el interior del depósito como en la vena fluida, sobre cada uno de estos planos, vayan creciendo á medida que descienden, y por tanto, á medida que los consideramos más próximos del nivel CD del líquido, h irá disminu yendo hasta ser cero en el plano CE, es decir, que en dicho plano v y p serán también cero; y por tanto, suponiendo que el orificio se haya cofocado en el punto más favorable para producir el surtidor, es decir, en la parte superior del tubo, en O, el agua saldrá elevándose, pero no podrá pasar en ningún caso del plano CE, debiendo, teóricamente al menos, llegar hasta el mismo plano CE, puesto que para un plano situado bajo el anterior á una distancia dh, como de dichas dos ecuaciones (1) y (2) se deduce

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puesto que g, Py S son constantes, diferencián á su salida por el orificio y v' la velocidad del dolas resulta

y

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fluido en esta sección, a y v la sección y la velocidad en la cañería, supuesta de igual diámetro, (5) y el gasto del surtidor; la ecuación general del movimiento está representada en la fórmula (3), observando que aquí la altura es h-h', teniendo en cuenta las pérdidas de carga de que

(6)

la ecuación (6) demuestra que en el plano consi-
derado todavía hay una presión

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y de la primera se deduce vdv=gdh, ó bien, po-
niendo por v su valor después de haber dividido
por dicha cantidad,

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La experiencia, sin embargo, no está comple-
tamente conforme con lo que acabamos de decir,
pues nunca la altura de la vena que se llama
surtidor es la del nivel del líquido, lo que nace
de que en el sencillo cálculo que hemos hecho
no se han tenido en cuenta las resistencias que
tiene que vencer el líquido, resistencias que son
los rozamientos de éste con las paredes del va-
so, el tubo, el orificio y la atmósfera que rodea
á la vena; y si el chorro es completamente ver-
tical, como el agua ascendente, cuando ha
per-
dido su velocidad, cae por su propio peso, anula
una parte de la fuerza ascensional al chocar con
la vena fluida; esto aparte de la resistencia que
da; parte de esta resistencia puede suprimirse no
presenta el aire á ser atravesado por la vena flui-
haciendo el agujero completamente vertical, con
objeto de que el chorro, inclinándose, no choque
al caer el agua con la vena ascendente, pues cadav',
molécula describirá entonces una parábola. En
esto consiste el principio de los surtidores; el
agua contenida en un depósito desciende por un
tubo que se encorva siguiendo direcciones más ó
menos inclinadas hacia el horizonte, formando

una canalización subterránea, y al salir á la su-
perficie se termina superiormente por un orificio
de salida; como que teóricamente la altura del
chorro es independiente de la forma, dirección y
disposición de la cañería, así como de su longi-
tud, en tanto que haya diferencia de nivel exis-
tirá el surtidor; mas hay que tener en cuenta
multitud de circunstancias para calcular la altu-
ra del surtidor, pues á medida que se alarga la ca-
ñería los rozamientos son mayores, y por tanto
la pérdida de carga, en la que sabemos influye
también considerablemente el diámetro de la
cañería; los cambios bruscos de sección, los co-
dos, la naturaleza de que los tubos están forma-
dos, el diámetro del orificio con relación al de
la cañería, el espesor de la pared en que aquél
está abierto, así como también la circunstancia
de que el depósito se conserve á un nivel cons-
tante ó que éste varíe, y por último la agitación
de las capas atmosféricas en el punto de salida
y la mayor ó menor pureza del agua. Conviene
siempre que se establezca una cañería para pro-
ducir un surtidor, y á fin de disminuir los roza
mientos, dar á los tubos un gran diámetro; si el
orificio de salida fuese acompañado de un tubo
adicional que hiciera cambiar bruscamente la
dirección de los filetes líquidos, se disminuirá
también notablemente la velocidad del chorro;
así, un tubo adicional cilíndrico disminuye dicha
altura en la relación de 1 à 0, 82, y por consiguien-
te la altura queda reducida á (0,82)2=0,6724 de
la que tendría sin él; por lo tanto, conviene que
el orificio se haga en pared delgada, ó avellanar
el agujero.

Pasemos ahora á estudiar las condiciones de

establecimiento de un surtidor, y sea (fig. 2) CEF una cañería que parte del depósito D y termina en F en una caja ó ensanchamiento G, en cuya tapa horizontal ab hay un orificio e por donde ha de salir el agua verticalmente ó, para hablar con más generalidad, teniendo ab una in clinación cualquiera, el chorro ha de ser normal á ella; llamemos h la altura, Be la diferencia de nivel entre el depósito superior D y el orificio de (3) salida c, h' la altura representativa de la suma de las pérdidas de carga consumidas por todas las resistencias de la cañería, cuyas pérdidas de carga no es este el momento de calcularlas, a' el área de la sección contraída de la vena líquida

(4)

ecuación

av=a'v',

que servirá para determinar r, de la que son funciones los términos que componen h', y en consecuencia la ecuación (9) nos hará conocer y por lo tanto el gasto. La altura á que el agua sube debería ser ; mas cuando el surtidor 2g es vertical el agua que desciende se opone al movimiento ascendente de la vena fluida, así aquélla; Bossut y Mariotte han hecho experiencomo la resistencia del aire para abrir paso á producida cuando el surtidor es vertical, por escias para determinar la disminución de altura de carga es proporcional á (h-h), y llamando tas causas, y de ellas se deduce que esta pérdida h" á la altura efectiva del surtidor, la pérdida de carga total será (h-h')-h", cuyo valor es, según esto,

(h-h')-h"=m(h — h')2,

habiendo deducido dichos experimentadores, para el coeficientem, expresado en metros lineales,

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vamos á determinar; llamando a el ángulo que la tangente Ce á la curva en el punto de salida forma con la horizontal ed, es decir, a Ced, y x é y las coordenadas cg y gf de un punto cualquie raf de la curva, a y b a la amplitud cd y orde nada maxima ma, y v' la velocidad en el orificio de salida c, y prescindiendo de la resistencia del aire, despreciable, según antes dijimos, las ecuaciones generales del movimiento se obtendrán igualando á cero separadamente las sumas de las componentes (según tres direcciones en general) según la horizontal y la vertical; en este caso, por ser el movimiento plano de las fuerzas que obran sobre el chorro, será _d3 y + g = o ó d2 y_

dx dt

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es decir, que el máximo es la mitad de la amplitud, y cuando en la ecuación (1) x= = a resulta para la flecha b,

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b=. sen 2a tang a-

2g

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v2

4g. 2 cos a sen "a;

29

sen 2.2a

(13)

para hacer las reducciones debe observarse que sen 22a=sen 2a x sen 2a=sen 2a x 2 sen a cos a, y que

sen a cos a

= 2 sen 2a.

sen 2a tang a= 2 sen a cos a A pesar del inconveniente que presentan los tubos adicionales cónicos, conviene, cuando se haya de buscar dar inclinación al surtidor, colocarlos con la inclinación conveniente, y para tener los valores de los diferentes elementos que hemos calculado, aplicándolos á este caso, afectar á v' del coeficiente de que antes hemos hablado.

En las aplicaciones hay que partir casi siempre del volumen de agua disponible, dándose además la posición del orificio de salida, ó su diferencia de nivel respecto al depósito, imponiéndose, como condición, la amplitud y elevación que se desea dar á los surtidores, y entonces hay que determinar el diametro del orificio, la clase de tubo adicional más conveniente y su inclinación: y para resolver este problema, lo primero será determinar la pérdida de carga debida a las resistencias producidas por la cañería, y restándola de la carga total se tendrá h-h', ó carga efectiva que produce la velocidad de salida; después, dividiendo ordenadamente la ecuacióu (13) por la (12), se obtiene

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'2 2g

en la que poniendo por su valor h-h' se podrá despejar n, y por medio de tablas que hay calculadas, que relacionan n con el ángulo de convergencia de los tubos adicionales, determi nar este ángulo, al propio tiempo que el coeficiente m, del gasto de la fórmula correspondien

te

Q=ma√2g(h=h')

(aquí a es el arca del orificio, que si es circular es ar2, siendo r el radio), ó

Q=mar2√2g(h — h′),

de la que se despejará el valor de r

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se colocan según anillos concéntricos, se forme una especie de cesta de agua de una gran belle za; la mayor amplitud corresponde á los orificios inclinados à 45° sobre el horizonte, que son los de la corona extrema del casquete, pues de lo contrario habría confusión; esta amplitud es doble de la altura á que se eleva verticalmente el chorro central, como podríamos comprobar por las fórmulas. La caja que forma la alcachofa suele ser un tronco de cono como el de la boca de una regadera, ó un cilindro, y en este caso se dan 34 centímetros de diámetro y otro tanto de altura; desde el vértice del cono, como centro, se trazan con radios iguales á las cuerdas de los arcos de los complementos correspondientes á las inclinaciones calculadas para los orificios, circunferencias concéntricas en las que han de hacerse los taladros correspondientes, equidistantes unos de otros en cada circunferencia y colocados al tresbolillo, es decir, que los de una fila van en el medio de los huecos de la otra, y se colocan los tubos soldados es estos orificios y de modo que sus ejes sean normales á la superficie, es decir, que tengan la dirección de los radios de la esfera; los tubos vienen á ser cilindros macizos, que se horadan por su eje para formar los conos con los ángulos que les corresponda, con la boca menor hacia el exterior; la cara convexa de los tubos se labra en tornillo, y en tuerca los agujeros del casquete para atornillarlos á aquél, que es mejor que colocarlos con soldadu

ra; la boca exterior tiene una moldura saliente que lleva dos ranuras para alojar en ellas el destornillador, para mudar cuando sea preciso los tubos ó cerrar alguno si así conviene; generalmente la cañería lleva una llave de paso para dar-agua cuando convenga, y se observa que en el momento en que se da agua el chorro se eleva más que cuando ya está restablecido el régimen, lo que depende del aire interpuesto en el extremo de la cañería, que obra por expansión sobre el agua, comunicándola mayor velocidad inicial.

Los surtidores son un objeto de decoración de calles, paseos y jardines, que tienen la ventaja, no sólo de embellecer los sitios en que se colocan, sino que, como el agua, después que se ha elevado, se divide en gotas para caer en forma de lluvia, produce una rápida evaporación que humedece el ambiente, y esto conviene mucho du. 1ante los fuertes calores del estío, lo que no su cede en tan alto grado con las otras fuentes; además los surtidores se prestan á formar preciosas combinaciones, llamadas juegos de agua, aprovechando las condiciones de los líquidos y los recursos de la Mecánica; así, por ejemplo, si se termina el surtidor por un tubo cónico, b (fig. 4), y se pone á la salida un casquete plano ó curvo, a, que reciba el choque del agua, ésta a

Fig. 4

parece como que se adhiere al casquete, y sale formando una hoja delgadísima, limpia y trans(15) parente, especie de fanal (así se llama) que se resuelve en hilos al caer, y cuyos contornos varían con la forma dal casquete y con la agitación del viento, siendo el gasto de agua insignificante; si el tubo de salida termina en una ó varias coronas rodeadas por anillos, en los que vengan tubos simétricamente colocados y con las puntas dobladas con una inclinación cualquiera, pero todos en el mismo sentido, se forman tantos molinetes como coronas, y los tubos, girando alrededor del eje del tubo vertical, hacen preciosas combinaciones; pueden con los surtidores formarse cascadas y disponer caprichosas combinaciones, como tenemos ejemplos en los magníficos jardines de La Granja (San Ildefonso), en la provincia de Segovia, en España, y en las fuentes monumentales de las grandes capitales.

que dará la dimensión de la boca menor del tu bo, debiendo su longitud estar comprendida entre cuatro ó cinco veces el radio, según dijimos antes. Para disponer convenientemente estos surtidores se toma una plancha de latón de unos 12 milímetros de grueso, dándole la forma de un segmento esférico de unos 46 centímetros de radio, que será la tapa de la arqueta en que termina la cañería, de donde arrancarán los surtidores, pues es frecuente en la práctica colocar varios orificios unos al lado de los otros, en la misma tapa de la arqueta que entonces se llama alcachofa, de la que salen tantos caños como orificios, teniendo éstos todos inclinaciones diferentes y simétricas respecto del central, que es vertical; la velocidad con que el agua sale por cada orificio es la misma para todos, pero las alturas son diferentes con la inclinación; y como

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El agua que sale de los surtidores, cualquiera que sea su forma, cae á un pilón de dimensiones proporcionadas al objeto que ha de llenar, y que

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