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do por el hielo al que corresponde al estado líquido, á este estado pasará, y así sucede en efecto, ó bien, si se mantiene invariable el volumen del agua líquida á 2° por ejemplo, se podrá hacer descender la temperatura sin conseguir la solidificación, y así es en efecto. Thomson ha ideado un aparato muy sencillo para demostrarlo: consiste en un fuerte cilindro de vidrio con su pie y virola metálicos, y la virola atravesada por un émbolo que puede moverse gracias á un tornillo que tiene en la parte superior: llenando la mitad próximamente de hielo el cilindro; cu

termómetro, que, introducido la mitad en el agua, y el resto en el hielo, puede considerarse que da la temperatura media de la mezcla, habiéndose obtenido de este modo que el punto de paso era 0° para la presión ordinaria de una atmósfera, 0°,049 para la de ocho atmósferas y 0°, 129 para la de 16,8, siendo aún más notable la experiencia que hemos citado en otro artículo (V. SOLIDIFICACIÓN), que puede repetirse cuantas veces se quiera con el aparato debido á Mousson, que consiste en un tubo de acero muy grande y resistente, cerrado en su parte inferior con un tapón de tornillo y en la superior con un tornillo largo de acero movido por una palanca; no repetimos el experimento, que puede verse en el artículo citado. Hemos tomado el agua como ejemplo, pero pudieran citarse otros muchos cuerpos en los cuales sucede lo propio; en cambio los cuerpos no cristalizables, y en general todos aque llos cuyo volumen disminuye ó cuya densidad aumenta al pasar del estado líquido al sólido sin aumento de presión, contribuyen á elevar la temperatura del cambio de estado; es decir, que un cuerpo cuya temperatura de fusión sea, por ejemplo, 32°, necesitará 40° para fundirse si se aumenta la presión convenientemente, á cuya propiedad la han llamado algunos subfusión; pero repetimos, como habíamos indicado en un principio, que la superfusión y subfusión, tales como hasta aquí las hemos considerado, no son un fenómeno nuevo, no son verdaderas excepciones á las leyes de cambio de estado, en el cuai entra como factor importantísimo la presión, y tan importante que sólo acudiendo á medios extremos de descensos de temperatura y de aumento de presión es como se ha conseguido la solidificación de algunos cuerpos que por muchos siglos se ha creído tenían un solo estado, el de gases, que les era propio.

Mas no es únicamente la presión la que produce la superfusión, pues hay otras varias causas que suelen dar lugar á efectos análogos, causas que pueden reunirse en una: conseguir por cualquier medio la inmovilidad absoluta del líquido, y esto ocurre cuando para pasar del estado líquido al sólido son indispensables en aquél ciertos movimientos, cierta agitación favorable á la orientación de sus moléculas, que puede poner de manifiesto esa vibración especial del éter que da lugar á la formación de los cristales, de donde se deduce necesariamente que no en todos los cuerpos se hará notar la superfusión de la misma manera. Gay-Lussac colocó una probeta llena de agua destilada dentro de la campana de una máquina neumática para privar al líquido de los gases que tiene disueltos, y la probeta dentro de una mezcla frigorífica que, según acusaba el termómetro colocado en aquélla, hizo bajar al líquido hasta -12° centígrados sin que el agua se solidificase, á pesar de la disminución de presión, hecho doblemente notable; imprimiendo un ligero movimiento de trepidación á la máquina, se observó que inmediatamente se solidificó parte de la masa, en tanto que el termómetro señalaba 0° en la parte que había quedado líquida; el azufre, cuyo punto de cambio de estado es 111°, privado de aire y en absoluta inmovilidad, queda líquido á la temperatura ordinaria; el fósforo, que funde á 44°, puede tenersele líquido hasta 22° dentro de

briendo el hielo con un disco de plomo taladrado para dar paso á un termómetro encerrado en una campana de vidrio, para que no sienta la influencia de la presión; colocando un manómetro de cubeta de mercurio sobre el disco y acabando de llenar de agua destilada esta especie de probeta, se cierra, sometiéndola á diversas temperaturas producidas por mezclas frigoríficas, y haciendo girar el tornillo de cabeza se puede comprobar la temperatura de fusión del hielo, ó de solidifica ción del agua líquida, pudiendo leerse las presiones en el manómetro y las temperaturas en el

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una atmósfera de agua completamente tranquila; pero si con un trozo de fósforo sólido se toca á la masa comienza la solidificación en seguida en el punto de contacto, y bien pronto se extiende á todo el cuerpo; en general, ha establecido Gerner que cualquiera de los cuerpos sometidos á la superfusión se solidifica inmediatamente que dentro de la masa fundida se frotan entre sí ó con las paredes del vaso, cuerpos sólidos de cualquiera naturaleza que sean, es decir, siempre que se establece la más pequeña agitación del líquido; Despretz ha conseguido tener agua líquida dentro de tubos capilares á la temperatura de -20°, explicando esto el por qué muchas plantas pueden resistir la acción de las heladas sin perderse: la savia que llena los canales capilares del tronco no se hiela.

Por último, así como una tranquilidad absoluta retarda el punto de solidificación de algunos cuerpos, sin duda porque las energías moleculares no son suficientes para vencer la inercia, una agitación extraordinaria de las moléculas líqui das retarda también el punto de solidificación, y esta es la causa por qué las aguas de los ríos caudalosos, sobre todo si hay gran pendiente, necesitan una temperatura sumamente baja en la atmósfera para helarse; es verdad que los ríos caudalosos tardan en sufrir la congelación, porque las masas de agua que llegan ejercen una presión sobre las que comienzan a sentir la acción del hielo, presión que por una parte desorganiza las moléculas para impedir la cristalización, y por otra porque ya hemos dicho que la presión es causa de retrasar el punto de paso de uno á otro estado.

Resumiendo cuanto llevamos dicho resulta, así como de los experimentos hasta el día efectuados, que cualquiera que sea el descenso de temperatura de fusión ó solidificación de un líquido á la presión ordinaria ó á otra cualquiera, al sobrevenir la solidificación de una parte de la masa sube toda ella al punto fijo que corresponde á esta presión, cambio brusco de temperatura que sólo puede atribuirse al calor latente que conservaba el cuerpo en el estado líquido, que se desprende y hace sensible al cambiar de estado el cuerpo, siendo lo notable que solamente quede libre el calor necesario para hacer llegar el líquido á la temperatura normal, y de aquí el fenómeno, no menos notable, pero perfectamente natural, de que en ocasiones queda líquida una parte y en otras no, siendo variable el volumen que queda líquido en un principio, y que al fin acaba de solidificarse con el volumen total y la temperatura inicial, y que cuando la solidificación es instantánea y completa pueda la temperatura del sólido así formado ser la normal ó inferior á ella, según que la cantidad de calor desprendido haya podido ó no contrarrestar la baja temperatura del cuerpo en este caso último, no pudiendo en el primero subir la temperatura más de la normal, sin lo que se habría liquidado parte del cuerpo que ha cambiado de estado, ó mejor, no se habría solidificado la masa que en un principio así aparece, y no pudiendo la temperatura ser inferior á la del punto de paso, porque entonces, puesto el líquido en movimiento, se hubiera solidificado con volumen mayor; el hecho de continuar en este caso la solidifica

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ción también se explica perfectamente, porque pudiendo estar el cuerpo en los dos estados á la temperatura normal, é iniciada ya la cristalización, ésta continúa, tanto porque no cambia el estado de movimiento molecular, el estado vibratorio, esa acción atractiva de las moléculas, cuanto porque la temperatura del interior de la parte sólida de la masa no ha podido cambiar bruscamente, ya consumiendo poco a poco el calor latente de la porción líquida, razón por la cual no cambia la temperatura en tanto dura el cambio de estado de la masa. Dufour ha hecho sus experiencias por un método especial, que permite analizar las condiciones en que se verifica el fenómeno de la superfusión: poniendo agua en una mezcla de cloroformo y aceite forma aquélla esferas perfectas, hallándose en equilibrio en el interior de la mezcla, y al enfriarse ésta, en este estado aquélla, y fuera del contacto de todo sólido, aun cuando la temperatura descienda á 6, 10 ó 20° bajo el cero del termómetro, pueden conservarse líquidos los glóbulos que en la mezcla nadan, presentando notable estabilidad, habiendo podido, según dice, agitar y hacer sufrir deformaciones á estas esferas, hasta de 6 milímetros de diámetro algunas y hasta introducir cuerpos extraños á - 100 sin que la solidificación se presentara, con tal que el cuerpo introducido no fuera un cristal de hielo; una descarga de un condensador, una corriente, como no fuera muy intensa, no producían la congelación; trabajos semejantes en otros cuerpos cristalizables han dado á Dufour análogos resultados. Resulta, en definitiva, que la superfusión es un fenómeno notable, por más que, como hemos procurado demostrar desde un principio, sea perfectamente natural.

SUPERGA: Geog. Colina del Piamonte, sit. á la dra. del Po, cerca de Turín; 653 m. de altura. En su cima hay una célebre basílica, construída en la primera mitad del siglo XVIII, cuyas galerías

subterráneas están destinadas á servir de tumba Saboya. Desde Sassi, arrabal de Turín, se sube á los reyes de Cerdeña y príncipes de la casa de por un f. c. funicular y de cremallera, de 3130 m. de largo.

SUPERHUMERAL (del lat. superhumerale): m.

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EFOD.

... traía el sumo sacerdote los tribus todos en las piedras del pecho, ó pectoral; y en los hombros, ó SUPERHUMERAL, las dos más gran. des y finas. FR. HORTENSIO PARAVICINO.

- SUPERHUMERAL: Banda de que se usa para tener la custodia, la patena y reliquias. SUPERINTENDENCIA: f. Suprema administración en un ramo.

... fué, pues, el fervoroso padre á los reales con cargo y SUPERINTENDENCIA del hospital de los italianos.

P. JUAN EUSEBIO NIEREMBERG. (Reguera) trabaja el plano de la nueva carretera que me tiene encargada la SUPERINTENDENCIA de este ramo.

...

JOVELLANOS.

dicción del superintendente. - SUPERINTENDENCIA: Empleo, cargo y juris

El director será instituido para ejercer la SUPERINTENDENCIA general del Instituto, etc. JOVELLANOS. SUPERINTENDENTE (de super, sobre, é intendente): com. Persona á cuyo cargo está la dirección y cuidado de una cosa, con superioridad á las demás que sirven en ella.

... cada género de armas ofensivas y defensivas tenía su obrador y sus oficiales distintos con algunos SUPERINTENDENTES, que llevaban á su modo la cuenta y razón de lo que se trabajaba.

SOLÍS.

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- SUPERIOR: fig. Dicese de lo más excelente y digno, respecto de otras cosas de menos aprecio y bondad.

... ya hemos menester levantar el espiritu en la ley de gracia à fines más SUPERIORES.

FR. HORTENSIO PARAVICINO.

- SUPERIOR: fig. Que excede á otras cosas en virtud, vigor ó prendas, y se particulariza entre

ellas.

Lago, desemboca el río San Luis, en cuya mar- y claro, ó supuesto indefinido y sin concreción, gen izquierda está la población de Duluth, es siempre referido á un agente, energía ó fuerza próxima al límite de los estados de Minnesota y que no es nuestra propia individualidad, sino Wisconsin; una península, en cuya extremidad causa que con nosotros coopera á la producción se encuentran las islas de los Apóstoles, separa del fenómeno (V. CAUSA). Supeditados á ello, la bahía de Fondo del Lago de la de Chaqwame- pues sufrimos y recibimos su acción, surge como gon, en la que desemboca el río Montreal, fron- consecuencia de la continuidad real de la causa tera entre el est. de Wisconsin y el de Michi- con su efecto la relación jerárquica, cualitativa gan, al que pertenece todo el resto del litoral de la primera respecto á la inferioridad del sedel S. llamado península del Noroeste, que sepa-gundo. La relación implícita en lo superior, cora los lagos Michigan. En el origen de esta gran península se destaca otra, la de Keweenaw, de 125 kms. de longitud, abrigando la bahía del mismo nombre situada al E.; encuéntrase después la bahía de Marquette, ciudad minera y la más importante de este litoral; presenta éste hombre SUPERIOR que tiene altas miras por la luego varias ensenadas y termina en la bahía de prosperidad del reino, etc. Tequamenen, de la que, formando el río Santa! Maria, escapan las aguas desde el lago Superior para verterse en el lago Hurón.

... de los hombres más diestros en andar á caballo en las dos sillas que habia en España, salió SUPERIOR hombre en este ejercicio.

CASTILLO SOLÓRZANO.

(Estruansé) es un hombre de talento, un

LARRA.

- SUPERIOR: Astron. Dicese de los planetas que, como Saturno y Júpiter, están a mayor dis tancia del Sol que la Tierra.

- SUPERIOR: Geog. Aplícase á algunos luga res ó tierras que están más altas respecto de

otras.

Alemania SUPERIOR.

Diccionario de la Academia.

- SUPERIOR: m. El que manda, gobierna ó dirige una congregación o comunidad, principalmente religiosa.

Frente à la desembocadura del río Pichón se encuentra la isla Real, la mayor que contiene el lago y única por su formación, de muros doleríticos de desigual altura, pero sin pasar de 180 m., y que se alinean adelgazados y cortantes como hojas de cuchillo sobrepuestas, dejando pequeños intervalos que ocupan las praderas, lagos y pantanos.

Los vientos del N., del N. E. y del N.O., que soplan del Mar Polar ó del Mar de Hudson y las brumas extremadamente frías que se forman en las orillas, hacen muy peligrosa y molesta la na..., los SUPERIORES (de la comunidad)... iban vegación por el lago Superior; la comunicación comercial entre éste y los demás del grupo del San Lorenzo, que impedía la corriente torrencial del río Santa María, se efectúa por dos canales de navegación, uno en territorio canadiense y otro en el de los Estados Unidos.

ejecitando poco a poco, y por partes, el vasto plan concebido al principio, JOVETIANOS.

SUPERIOR: Geog. Lago de la América del Norte, sit. entre los 46-23′ 49° 1' lat. y 92° 51'100° 35′ long. O. Madrid, limitado al N.O., N. y N. E. por la provincia canadiense de Ontario, y al N.O. y al S. por los estados de Minnesota, Wisconsin y Michigan; su mayor longitud, medida según la curva de su eje, es de 590 kilometros; la anchura, de N. à S., mide 260, y la superficie se calcula en 83 000 km.2, tomando el termino medio de diferentes mediciones. Este lago, que no sólo es el mayor de los que forman el grupo lacustre del San Lorenzo, sino también el mayor depósito de agua dulce que se conoce en todo el mundo, tiene la forma de una me dia luna convexa hacia el Canada. El fondo está

formado por roeas silurianas al S. y al NO. y por rocas primitivas al E. y al N. E. En varios parajes estas rocas desaparecen bajo una capa de arena arrastrada por las aguas, pero en general las costas son escarpadas, especialmente al N. El mayor fondo hasta ahora reconocido (307 metros se encuentra al N. E. de la punta de Keweenaw. Alimentado el lago por varios torrentes que surgen de la roca viva, sus aguas tienen una gran pureza: las lluvias y las creci das de los afluentes arrastran pocos aluviones, y éstos quedan depositados en los deltas. Los numerosos establecimientos balnearios instalados en las orillas del lago desmienten la creencia de que sea peligroso bañarse en él por la excesiva frialdad de sus aguas; la temperatura normal en la superficie es de 10 a 13 y de 4 á 65 metros de profundidad; son muy abundantes en pescados, principalmente truchas asalmonadas y peces blancos de diversas especies.

Pertenece al Canadá toda la orilla septentrional del lago, des le el paralelo 48, al O., donde desagua el río Pichon engrosado con el Arrow, hasta la bahía de Tequamenen, en la extremidad oriental. Abrense en ella extensas bahías, como la de Thunder, de 52 kms. de larga y 23 de ancha; la Bahía Negra (Black Bay), tan larga como la anterior, pero más estrecha; la Nipigon, la mayor, la más profunda y la más segura de todas: en ella desagua el afluente más importante del lago Superior, el río Nipigon, efluente del lago del mismo nombre; después de esta última bahía la costa sólo presenta una escotadura de importancia, en cuyo fondo se encuentra el abra de Michipicoten, å 50 kms. al E. de la isla de igual nombre, la segunda por su extensión de las que salen sobre la superficie del lago, y á 35 kms. al S. de ésta se destaca la isla del Caribu, la menor de todas.

A los Estados Unidos corresponde la orilla N.O. desde la desembocadura del río Pichón y todo el litoral del S.; en el vértice del ángulo agudo que forman aquélla y éste, ó sea la extremidad occidental, en la bahía llamada Fondo del

TOMO XIX

|

- SUPERIOR CITY: Geog. C. cap. del condado de Douglas, est. de Wisconsin, Estados Unidos, sit. en la costa S. de la bahía de Fond du Lac, parte O. del lago Superior, y á la dra. del río San Luis; 12000 habits. Astilleros. Es población moderna; ocupa gran superficie y tiene calles de 5 kms. de largo. Sostiene activo comercio, y exporta maderas, cereales, harinas, etc.

SUPERIORATO: m. Empleo ó dignidad de superior, especialmente en las comunidades. - SUPERIORATO: Tiempo que dura. excelencia ó exceso en una persona ó cosa resSUPERIORIDAD (de superior ): f. Preeminencia, pecto de otra.

ha ganado tanto dominio y SUPERIORIDAD el demonio, crudelisimo tirano, sobre ella (sobre el alma), que la guía y lleva por donde y adonde quiere y manda, etc.

MALÓN DE CHAIDE.

... á poco vino E-truansé con aquel aire de SUPERIORIDAD... de seguridad... dirigiéndome al paso una sonrisa de triunfo, etc.

LARRA.

á poco que ayudase la fortuna, un desca labro, una desgracia en alguna de las divisio

nes enemigas bastan para trastornar su plan, quitarles la SUPERIORIDAD que por el pronto tenian, y dar otro aspecto á la guerra.

QUINTANA.

- SUPERIORIDAD: Persona ó personas de su perior autoridad.

- SUPERIORIDAD: Fil. La superioridad, término correlativo con el de inferioridad, indica la relación del todo respecto á las partes (V. LIMITE) como condición del orden real (continuo) de las cosas y del mental (racionalidad) de las ideas. La presencia del todo (sea del género que quiera) en los objetos, que dentro de él se limitan, los une entre sí porque recíprocamente se condicionan. Se concibe lo superior como principio explicativo ó antecedente lógico (V. ANTECEDENTE) de lo inferior. Es evidente que tan pronto como reconocemos un cambio, efecto ó fenómeno de una sensación (desde el vagido del niño al salir del claustro materno hasta el gongorismo de impresiones refinadas en una sensibilidad que ya se estragó por el abuso), lo percibimos como un estado, dato para el intelecto, campanillazo que solicita la atención, nota acor. de ó desacorde que vibra en las cuerdas del arpa eólica de nuestro organismo, que no es producido por nosotros, sino en nosotros recibido, y que existe á veces (en todas las sensaciones dolorosas señaladamente) a pesar nuestro. Término preciso

mo nexo de lo discreto con lo discreto dentro de lo continuo, es fundamento de la racionalidad y base del sentimiento de subordinación, asiento á su vez del religioso. Lo mental y lo racional, flor y fruto los más preciados de la vida, no aparecen, no se desarrollan ni subsisten sin la jerar. quía interno-externa que la idea de superioridad impone al intelecto desde la tierra laborable de la sensibilidad, comenzando por el fenómeno de la sensación más rudimentaria, hasta las más altas especulaciones. Averiguemos cuantos hechos queramos y la sucesión en que aparecen; reduzcamos el intelecto á un registro y el saber á una estadística, álgebra ilegible sin la aritmética que la concreta; ínterin no determinemos el orden jerárquico de los hechos (de superior á inferior ó viceversa), qué relaciones de sucesión son las de causalidad, ni se despierta el sentido cientifico ni se obtiene principio explicativo del orden que hemos de suponer en el montón de datos recogidos como materiales informes. Pero obedeciendo á la verdad que encierra el proverbio francés, de que cuando se prescinde de lo natural ello se impone, la inteligencia humana, que espontáneamente aspira á explicar y prever, asigna el principio explicativo del fenómeno que in actu percibe al que le precede, haciendo equivalente el antecedente ó condición del fenómeno á su causa productora, cayendo en el sofisma post hoc, ergo propter hoc; después de esto, luego á causa de esto (aparece el cometa y después una peste, luego... superstición al canto), confun

diendo la condición con la causa. La confusión y el desorden que engendra la ausencia de la idea de lo superior (aun en la falsa parsimonia con que precipitadamente se la declara incognoscible) procede de que se refiere sólo a lo exterior, á lo que viene de fuera, cual si su génesis exclu sivo se hallara en el juicio de exterioridad y no pudiéramos concebir jerarquía y orden internos, en nosotros mismos, que no somos exclusivamente pasivos. Desde luego, y razonando en el supuesto de la analogía existente entre las ideas de causa y de superioridad, habremos de reconocer que tiene en nosotros la idea de causa también un origen inmediato, ya referido por Maine de de Birán al sentimiento del esfuerzo. Para comprobarlo basta citar los hechos bien frecuentes de la herida que nos producimos voluntariamente ó de las sensaciones que proceden, no de causa exterior, sino de la reacción propia de nuestro organismo. El reconocimiento de que somos causa de nuestros actos, al sentirnos y percibirnos en nuestro sér como centro de reacción de fuerzas ó como energía viva, autoriza la inducción de que la causalidad (y por tanto lo superior) es relación esencial de todo lo que existe (todo efecto supone una causa), inducción que no contradice, sino que confirma, la experiencia, atestiguando que todo sér actúa y tiene una causa conocida ó ignorada. Expresa, por tanto, lo superior (y lo mismo la causa) el punto homogéneo de conjunción de lo subjetivo con lo objetivo, de lo discreto con lo discreto, dentro de lo continuo.

Cuando cuestionamos el por qué de las cosas, aparentemente salimos de nosotros mismos (sentido erróneo de una trascendencia inexplicable que se completa con la ilusión de que lo superior es siempre lo que está arriba, el Norte, por ejem. plo, en el techo ó por encima de la cabeza), y en realidad entramos y reentramos más y más en nuestro interior, puesto que en él y en lo que nos afecta buscamos lo que tienen de homogéneo la cosa y su principio explicativo. Así se corrige también el error de la Psicología inglesa, que considera la discrimination ó distinción base de todo lo mental, cuando por el contrario se observa que la racionalidad no distingue sino en supuesto de lo homogéneo. El complexus de los fenómenos, condiciones, causas concomitantes, circunstancias que les rodean, indicios que les preceden, señales que les acompañan, acciden tes más o menos variables que les siguen, todo aquello que constituye su complicada urdimbre, parece encrucijada donde coinciden varios ca

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minos. Ante ellos la experiencia titubea, sus in- lo superior, el todo, se hace plástico y presente
tentos ó ensayos se malogran, la recta percep para los objetos inanimados en las leyes físicas
ción es suplantada por un vago fantascar, los que penetran toda la fenómenología, y para las
intersticios se llenan con interpretaciones arbi- individualidades vivas en el medio que conexio-
trarias, y si se elige uno de los varios caminos na y enlaza la comunicación de la vida de unas
se acierta por casualidad. Pero si el point d'a- á otras. El medio, el todo de los metafísicos,
rrêt ó de parada de la reflexión sirve de freno al circumfusa de los fisiólogos, es especie ds océano
inquieto afán de las inducciones precipitadas; si inmenso en el cual el sér insondable descansa.
repitiendo la observación de los fenómenos re- Efecto de su difusión genérica es lo mismo que
cogemos en su complexus lo que les acompaña la atmósfera, cuyo peso sobrellevamos sin perci-
constantemente, revelando con ellos naturaleza birlo. El medio se siente de una manera uni-
idéntica y homogénea, esa circunstancia, y no forme, pues indica homogeneidad con nuestra
otra, será la que superiormente explique el orden existencia; no se percibe hasta que algún cam-
en que aparecen y según el cual los percibimos. bio, que lo diversifica y diferencia, solicita la
Reflexiva é irreflexivamente, tal es la marcha atención (variaciones de temperatura, ruidos
que seguimos. y ella es la única que justifica la repentinuos, viajes, etc.). Vive el individuo den-
causa explicativa de los fenómenos, y, aun en la tro del medio, pero no se anula en él; así, a todos
esfera de las teorías ó de las conjeturas, la que alumbra igualmente el sol, sin que lo admiren
nos facilita desechar unas por inadmisibles y en el mismo grado. Semejante al ave, que halla
aceptar otras por más conformes con lo experi- en la atmósfera, por encima de la cual no puede
mentado. Limitar el principio explicativo al volar, su único punto de apoyo (y no obstáculo),
antecedente cronológico (Asociacionismo inglés), el hombre encuentra en el medio el soporte y
refiriéndolo á la sucesión, secuencia uniforme, ó sostén de su propia vida. Recluído dentro de él,
á la circunstancia que acompaña al fenómeno, lo iguala con su propio destino (V. DESTINO y
simultaneidad, equivale á identificarlo con el MEDIO) para concebir la identidad de espíritu y
molde vacío del tiempo y de sus dimensiones de vida que se desenvuelve en formas diversas,
(V. ASOCIACIÓN). La sucesión del día y de la á través de las edades en el mundo y en los seres
noche no explica ninguno de los dos fenómenos, que le pueblan, como ley que rige á todos ellos,
ni la simultaneidad de la presión del gatillo y del aunque á cada cual según su naturaleza propia.
disparo da idea de la explosión. El todo conti- Sentir y percibir, en la relación de lo superior á
nuo de los fenómenos no puede ser interrumpido lo inferior, la sinovia que enlaza nuestra existen-
por esfuerzo de abstracción que haga la mente, ni cia con la de los demás, equivale á recoger y con-
tampoco puede recogerse con percepción minu- densar, en los límites de la propia individuali-
ciosa el momento en que comienza ó el instante dad, la resonancia de la vida cósmica. Nexo,
en el cual cesa de actuar lo que se concibe como mental y vivo, abstracto y real, el medio, lo su-
principio explicativo en la relación de lo supe-perior expresa el punto de cruce, el vértice don-
rior á lo inferior. Punto es este, el del tránsito de enlazan los términos de toda relación. Sea la
de lo interno á lo externo, por virtud de la con. que quiera su índole, desde la más rudimentaria
cepción de un orden jerárquico de lo superior á en la vida (nutrición y respiración) hasta la que
lo inferior, quizá el más difícil de percibir en supremamente concibe el intelecto (éxtasis, Deum
nuestra distracción habitual, porque pululan en passus est de los místicos), ínterin los términos
él los errores de interpretación en lo que se re- subsisten, como inconmensurables (sin principio
fiere al tiempo y al espacio. Desde luego se com- ó razón), la relación no se efectúa. Fuerzas inci-
prende que, sin negar la intervención del ele-
dentes y fuerzas de tensión ó vivas, circumfusa
mento subjetivo, de la interpretación, se ha de é ingesta, lo exterior y lo interior son términos
aceptar la existencia de algo (que la observación
extremos que, subordinados á una primordial
irá percibiendo) que al afectarnos de una manera unidad, constituyen la base sobre la cual des-
constante pone un freno al vano fantasear. Re-
cansan el orden y la vida.
hace el intelecto sobre sí, aparece la aurora de
la racionalidad, y el por qué de lo que nos afecta
coopera, con nosotros los por él impresionados,
á la compleja manifestación de la vida. El niño
y aun el hombre, con las duras lecciones que la
experiencia les suministra, aprenden con excesi-
va frecuencia, al conjuro del dolor, que su capri-
cho no es ley; que el intelecto ha de ver lo que
unía y no lo que arbitrariamente imagina; que
su voluntad no es el querer antojadizo, sino el
poder condicionado; que, en fin, al lado de un yo
que de ser el único factor se convertiría en satáni
co, existen otros y otros, y aun elementos que con
el primero colaboran á la producción de la vida.
Y saliendo de nosotros, y entrando y reentrando
en nosotros mismos, todo se muestra enlazado y
continuo y todo se percibe en la relación de su-
perior á inferior y viceversa, relación que equi-
vale á la continuidad que percibe la experiencia.
Todo desequilibrio, desde la nostalgia que sirve
de primer síntoma al histerismo, hasta la insa.
nia de la locura furiosa, tiene su raíz en la inte-
rrupción momentánea ó ruptura definitiva de la
continuidad de la existencia para sí (de lo psí-
quico con lo exterior.

SUPERIORMENTE: adv. m. Excelentemente, con modo singular ó excesivo.

sobrevestisteos de los accidentes de pan,
dijo S. Hilario SUPERIORMENTE.

FR. HORTENSIO PARAVICINO.
SUPERLATIVAMENTE: adv. m. En grado su-

perlativo.

SUPERLATIVO, VA (del lat. superlativus): adj. Muy grande y excelente en su línea.

- SUPERLATIVO: Gram. V. ADJETIVO SUPERLATIVO. U. t. c. s.

... hice imprimir en papel de Holanda algu nos centenares de esquelas, poniendo por cabeza de los invitantes al Excmo. Sr. secretario de Estado y del Despacho de la Guerra, por no sé qué fuero militar que disfrutaba el difunto por haber sido en su niñez oficial SUPERNUMERARIO de Milicias, etc.

MESONERO ROMANOS.

- SUPERNUMERARIO SIN SUELDO: Mil. Situación del oficial separado temporalmente de las filas del ejército para dedicarse á ocupaciones civiles, á trabajos particulares, pudiendo volver a su puesto en el escalafón y al servicio activo, al cabo de cierto tiempo, marcado ó indefinido.

En otro tiempo sólo los oficiales de los cuerpos facultativos, y especialmente del de ingenieros militares, pasaban á la situación de supernume rarios sin sueldo. En esta situación muchos de ellos tomaron parte en la dirección de importantes trabajos de construcción de vías férreas, de canales, puertos, etc., como ingenieros civiles, y cuando volvieron al servicio militar trajeron un caudal de práctica que distaba mucho de ser inútil para el ramo de guerra.

Posteriormente se regularizó este asunto, y, mediante ciertas limitaciones, se concedió el pase á la situación de supernumerario sin sueldo á los oficiales de todas las armas. Estos pueden dedicarse al servicio de empresas particulares, ya como ingenieros, administradores, agentes ó empleados de varias clases, ó bien á cuidar de sus propios intereses, bienes ó industrias, ó también pasar al servicio del Estado en otro ramo de la Administración, como algunos que han sido gobernadores civiles de provincia, secretarios de los gobiernos superiores de Ultramar, intendentes, ingenieros de obras públicas en Filipinas y Puerto Rico, geodestas del Instituto Geográfico y Estadístico, etc.

Los oficiales supernumerarios sin sueldo forman parte, mientras se encuentran en esta situación, de la reserva gratuita.

SUPERPOSICIÓN: f. Acción, ó efecto, de poner una cosa sobre otra, ó estado de lo que se halla sobrepuesto.

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...

LARRA.

la coquetería de la forma, la elección de las tintas, la SUPERPOSICIÓN de las telas, el casamiento y matiz de los colores, todo eso está tomado de las flores y de las aves, etc. CASTRO Y SERRANO.

- SUPERPOSICIÓN: Mec. Efecto pro lucido sobre una masa cualquiera sometida a la acción de varias fuerzas ó movimientos simultáneos. Muy poco tendríamos que decir sobre este punto que no se hubiera tratado bajo diferentes nombres en otros artículos, si no hubiera una teoría muy importante en el movimiento vibratorio molecu lar, y de ella nos vamos á ocupar con preferencia en este momento. El movimiento de cada molé.

- SUPERLATIVO: Gram. V. ADVERBIO SUPER- cula de un cuerpo flexible puede siempre consi.

LATIVO.

- SUPERLATIVO: Gram. V. GRADO SUPERLATIVO. U. t. c. s.

derarse como el resultante de tres movimientos diferentes, que son: el que dicha molécula posee arrastrada por el centro de gravedad del cuerpo, debido á la traslación de toda la masa; el mo

SUPERNO, NA (del lat. supernūs): adj. Supre- vimiento de rotación común con ésta, y un tercer

mo ó más alto.

Eterno, inefable, SUPERNO, bendito,
Que sólo entre todos te hallas sin mengua,
Allá á tus manjares convida mi lengua,
Despierta mis voces, ensalza mi grito.

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ALVAR GÓMEZ DE CIUDAD REAL.

estas especies de todas las cosas concebidas en la SUPERNA mente, llama Platón ideas; etc.

MALÓN DE CHAIDE.

SUPERNUMERARIO, RIA (del lat. supernumerarius): adj. Que está ó se pone sobre el número señalado ó establecido. U. t. c. s.

Aun los disparates que soñamos se explican por la interrupción de la continuidad. Lo discontinuo, lo incoherente, es lo que no puede explicarse, porque comienza por negar toda clase de explicación. Se interrumpe la continuidad, y reaparece ante el intelecto la incoherencia, cuando se concibe lo superior (que en último término es el todo, condicionando lo individual con lo individual) como lo que está arriba, cuando, por efecto de la complejidad inherente á lo real, es posible que lo superior se halle en los silenciosos limbos de lo aparentemente percibido como ínfiSUPERNUMERARIO: En algunos empleos, mo, aparte de que la continuidad de los fenó-dícese de la persona nombrada para suplir por menos establece de unos á otros relaciones de el propietario ó sucederle en su plaza cuando subordinación recíprocas, y puede, por tanto, un vaque. C. t. c. s. término ser superior á otro en un determinado respecto, y supeditado al mismo en otro (V. SuBORDINACIÓN. En efecto, lo orgánico en la realida i efectiva de las cosas, y lo racional en el orden de nuestros pensamientos, sugieren la idea luminosa de que el mundo es una esfera cuyo centro se halla en todas partes. En tal sentido,

- Por lo menos
Tengo tienda señalada,
Soy del número, y estoy
Como tal matriculada
En el gremio; pero tú
Eres SUPERNUMERARIA, etc.
RAMÓN DE LA CRUZ.

movimiento, que es el que produce los cambios de volumen y deformaciones del cuerpo, y por el cual la molécula tan pronto se aproxima como se aleja del centro de gravedad de aquél, á cuyo movimiento se le conoce con el nombre de vibratorio, y á éste es al que nos vamos á referir ahora, si bien no vamos á hacer el estudio de este movimiento, del que nos ocuparemos en otro artículo (V. VIBRACIÓN), pues dicho estudio comprende todos los fenómenos de producción y propagación de las ondulaciones, del sonido, del calor, de la luz, de la electricidad, del magnetismo, y acaso de la cristalización de los cuerpos que gozan de esta propiedad. Las vibraciones se presentan en los cuerpos elásticos, es decir, en aquellos en los cuales, separadas sus moléculas de su posición de equilibrio, dentro de ciertos límites, vuelven a ella, lo que no se verifica de una manera brusca y absoluta, sino por una serie de oscilaciones según las cuales, una vez que ha cesado la fuerza que producía la deformación del cuerpo, la reacción se hace con energía, las moléculas marchan hacia sus posiciones primitivas, pero en virtud de la inercia, no se detienen en ellas, sino que siguen su marcha pasando de este punto con movimiento retardado

hasta que vuelven á su posición primitiva, para camente considerándolas como compuestas de salvarla y volver á ella de nuevo, continuando es- un cierto número de vibraciones superpuestas, ta serie de oscilaciones hasta quedar anulado el isócronas cada una por sí misma, pero aisladamovimiento; sabemos que se llaman vibraciones mente, no siéndolo con las demás, como acabaisócronas de un cuerpo elastico las vibraciones, mos de ver; asimismo, se puede considerar que en que cada molécula del cuerpo efectúa una os- las fuerzas que producen estas vibraciones, recilación completa en el mismo período de tiem- sultantes de otras varias componentes, es proporpo, volviendo cada molécula á su posición relacional cada una á una componente paralela al tiva al fin de cada período, cualquiera que sea desplazamiento. Sentimos no poder entrar en la amplitud de la oscilación; para que masas los largos desarrollos necesarios para llegar al iguales puedan efectuar en el mismo tiempo os mejor esclarecimiento de lo que hemos dicho, cilaciones de amplitudes diferentes, es necesario, porque nos separaríamos demasiado del presente evidentemente, que las fuerzas que las solicitan artículo, por más que el asunto presente bastan sean proporcionales y directamente opuestas á te interés científico, cuyo estudio corresponde sus direcciones en cada instante, condición esenmás bien á tratados especiales, bastando aquí cial del isocronismo: si P es el peso de una mo- con lo que llevamos dicho. lécula yg la acción de la gravedad, será su masa; y designando por d la distancia entre su posición de equilibrio y el apartamiento ó separación de dicha presión, y por f la fuerza de atracción que tiende a llevarla á esta posición, designando por a2 una constante numérica, como al separarse la molécula de su posición tiende á llevarla á ella y es de sentido contrario á la dirección que lleva aquella, la condición indicada se explicará por la ecuación

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de oscilaciones en la mitad de tiempo está en razón inversa de la masa de la molécula y es directamente proporcional á la relación entre la fuerza que le queda y la distancia d ó separación en sentido opuesto; si la fuerza remanente, para vibraciones en una dirección dada, es opuesta y proporcional al desplazamiento ó desviación de la molécula, según demuestra la fórmula anterior, sucederá lo propio para otras varias direc ciones de vibración, y entonces también para un desplazamiento que será el resultante de las desviaciones en el sentido de las vibraciones, y la fuerza que obra sobre la molécula para producir este efecto, será á su vez la resultante de las fuerzas individuales correspondientes a los desplazamientos componentes, así como la velocidad en cada instante será la resultante de las

velocidades componentes. A esta proposición se la conoce con el nombre de teorema ó principio de la superposición de pequeños movimientos; si el coeficiente a fuese el mismo para las diferentes direcciones de los desplazamientos componentes, las vibraciones componentes, no sólo seran isocronas por sí mismas, sino también lo serán simultáneamente, sucediendo lo propio á la vibración resultante: si a tuviese valores dife rentes para las distintas direcciones de las vibraciones componentes, no serán ya éstas isócronas entre sí, aun cuando sí aisladamente; la fuerza remanente resultante no irá dirigida constantemente hacia la posición de equilibrio, y la vibración resultante se verificará según una curva de formas muy variadas. Las vibraciones no isúcronas se pueden representar matemáti

SUPERSTICIÓN (del lat. superstitio): f. Creencia extraña á la fe religiosa y contraria á la ra

zon.

Cierto judio llamado Moisés, de mucha erudición y que sabia muchas lenguas, en lo postrero del reinado de dou Alonso, abjurada la SUPERSTICIÓN de sus padres, se hizo cristiano. MARIANA.

Las poblaciones eran muchas y de nume rosa vecindad La gente inclinada desde la niñez à la SUPERSTICIÓN y al ejercicio de las

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SUPERSTICIOSO, SA (del lat. superstitiosus): adj. Perteneciente á la superstición ó que la incluye.

En medio de los mayores progresos de nuestra dramática, se conservó esta SUPERSTICIOSA costumbre hasta nuestros días, etc. JOVELLANOS.

- También puede suceder
Que sea un tuno que quiera
Jugar con la timidez
SUPERSTICIOSA del pueblo.
HARTZENBUSCH.

- SUPERSTICIOso: Que usa de ella. U. t. c. s. ... (eran los mejicanos)... gente ciega y su PERSTICIOSA que palpaba las tinieblas y se defendía de la razón con la costumbre.

SOLÍS.

... hubiera yo sido menos SUPERSTICIOSO en este punto, si viese mejores y más claros anuncios de la posibilidad del proyecto; etc. JOVELLANOS.

SUPERSUBSTANCIAL (del lat. supersubstantialis, que sustenta): adj. V. PAN SUPERSUBS

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para gozar una renta ó pensión después de haber fallecido el que la obtenía.

... no es la sociedad que te propongo una de esas sociedades en que á merced de ingeniosas combinaciones de SUPERVIVENCIA se obliga al suscritor á que esté constantemente deseando la muerte del mayor número de sus compañeros para aumentar sus ganancias; etc. CASTRO Y SERRANO.

SUPÍA: Geog. Dist. del municip. de Toro, departamento del Cauca, Colombia; se halla como encerrado en una especie de anfiteatro circular, formado por las montañas vecinas y á 1220 meblo están las afamadas minas de San Juan de tros de alt.; 3000 habits. Inmediatos á este pueMarmato, que todavía se explotan con provecho. La v. de la Vega de Supía figuraba ya como parroquia en 1794, pero se ignora la época precisa de su fundación, debida sin duda á los ricos minerales de oro y sal que encierra en su territorio (Esguerra).

SUPINACIÓN (del lat. supinus, boca arriba): f. Anat. y Fisiol. Actitud del cuerpo en la cual éste se halla colocado con la boca hacia arriba.

- SUPINACIÓN: Movimiento en virtud del cual queda la mano con la palma hacia arriba. SUPINADOR, RA: adj. Anat. Que contribuye á la supinación, que la efectúa.

Músculos supinadores. Son dos en cada antebrazo.

El supinador grande ó largo, oblongo y más grueso por arriba que por abajo, ocupa el borde externo del antebrazo. Fibras tendinosas muy cortas lo insertan á la parte inferior del borde anterior del húmero; pasando después sobre la parte inferior y externa del braquial interno, se dirige hacia el lado radial del antebrazo. El tendón largo y delgado en que degenera á una gran altura se inserta á la cara anterior del borde interno del radio, un poco por encima de la cara inferior de este hueso. El supinador largo, llevando el radio hacia atrás y adentro, coloca por consiguiente la mano en supinación. También contribuye á doblar el antebrazo.

El supinador pequeño ó corto, de forma triangular, nace de la parte superior de la cara anterior del cúbito, se dirige hacia abajo y adelante, contornea la parte superior del radio y se inserta á la parte anterior de la cápsula del cúbito, lo mismo que á la parte superior de las caras anterior é interna del radio, hasta el borde posterior de este hueso. Hace rodar el radio y la mano sobre su eje, de dentro á fuera.

SUPINO, NA (del lat. supinus): adj. Que está boca arriba.

- SUPINO: V. IGNORANCIA SUPINA.

- SUPINO: m. En la Gramática latina, forma verbal que hace veces de sustantivo y denota el término de la acción.

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Las palabras inglesas que parece derivarse del latin se forman del presente ó del su PINO, etc. JOVELLANOS, SUPLANTACIÓN (del lat. supplantatio): f. AcSUPERVACÁNEO, NEA (del lat. supervaca. ción, ó efecto, de suplantar. neus): adj. SUPERFLUO.

TANCIAL.

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ni el visto bueno del intendente, ni el atestado de los escribanos, estarán jamás libres de las SUPLANTACIONES que puede amañar el interés.

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- SUPLANTAR: Ocupar con malas artes el lugar de otro, defraudándole del empleo ó favor que disfrutaba.

¡Vaya que hay raras manías! Conmigo ojeriza tanta,

Y al quidam que le SUPLANTA

Le hará dos mil cortesías!

BRETÓN DE LOS HERREROS.

SUPLECIÓN (del lat. suppletio): f. ant. Acción, ó efecto, de suplir.

SUPLEFALTAS: com. fam. Persona que suple con frecuencia las faltas ajenas.

los otros dos de deseo, y de sangre sólo son, digámoslo así, SUPLEFALTAS.

P. JUAN MARTÍNEZ DE LA PARRA. ¿Estoy yo para SUPLEFALTAS de nadie? HARTZENBUSCH.

SUPLEMENTAL: adj. SUPLEMENTARIO. SUPLEMENTARIO, RIA (de suplemento): adj. Que sirve para suplir una cosa.

- SUPLEMENTARIO: Geom. V. ANGULO SUPLEMENTARIO.

- SUPLEMENTARIO: Geom. V. ARCO SUPLEMENTARIO.

SUPLEMENTO (del lat. supplemēntum): m. Acción, ó efecto, de suplir.

- SUPLEMENTO: Parte que se agrega ó añade á un todo para perfeccionarlo y suplir la falta que tenía.

...: bien lo prueba ésta (carta), que servirá de SUPLEMENTO á las otras, etc.

JOVELLANOS.

-¿Qué traes? ¿Qué papel es ese?
El SUPLEMENTO al Diario
Del Gobierno... etc.

BRETÓN DE LOS HERREROS.

- SUPLEMENTO: Geom. Angulo que falta á otro para componer dos rectos.

- SUPLEMENTO: Geom. Arco de este ángulo, ó sea el que falta á otro para completar una circunferencia.

- SUPLEMENTO: Gram. Modo de suplir con el verbo auxiliar la falta de una parte de otro verbo.

Oración de SUPLEMENTO, ó por SUPLEMENTO.
Diccionario de la Academia.

SUPLENTE: p. a. de SUPLIR. Que suple.
- Hasta

Darle celos se os consiente.
- Mas dados por un SUPLENTE,
Son celos de mala casta.

HARTZENBUSCH.

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LARRA.

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SUPLICATORIA (de suplicar): f. Carta ú oficio que se pasa de un tribunal ó juez á otro de igual clase ó autoridad.

SUPLICATORIO: m. Legisl. Cuando un Juez se dirige a otro de igual clase se usan las palabras exhorto ó encargo, y cuando de inferior á superior la de suplico, de cuyas palabras vienen los nombres de exhortos y suplicatorios. Según el artículo 184 de la ley de Enjuiciamiento criminal, los suplicatorios en causas en que se persigan delitos que no sean de los que sólo por querella privada pueden ser perseguidos, se expedirán de oficio y se cursarán directamente para su cumplimiento por el Juez ó Tribunal que los hubiere librado. Los que procedan de causas por delitos que sólo pueden ser perseguidos en virtud de querella particular, podrán entregarse bajo recibo al interesado ó á su representante á cuya instancia se librasen, fijandole término para presentarle á quien deba cumplirlos. Se exceptúan los casos en que expresamente disponga otra cosa la ley. Siguen los suplicatorios los mismos trámites que los exhortos.

Cuando las autoridades elesiásticas dirigen alSÚPLICA: f. Acción de suplicar, ó ruego ó pe- gún suplicatorio á Su Santidad, la fórmula acostición que se hace à uno.

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tumbrada es la siguiente: «A la Beatitud de nuestro muy Santo Padre y Señor Pío (el nombre del pontífice á quien se dirige), por la Divina Providencia Papa y demás Señores que sus veces y facultades tengan, salud en Nuestro Señor Jesucristo, y concluyen: «Por las presentes letras suplicamos á V. B. que en obsequio de la recta administración de justicia y urgencia que el asunto reclama, se digne facultar y en caso necesario mandar á la Autoridad encargada de la Secretaría de memoriales (haga tal cosa, etc.). Véase EXHORTO.

SUPLICIO (del lat. supplicium): m. Castigo ó pena que se da al delincuente por algún delito.

Dios por su misericordia se lo perdone al que no los dejó llevar al debido SUPLICIO. CERVANTES.

Viviendo en el SUPLICIO, que me ordena, Recompensé en los méritos la pena.

MIGUEL DE SILVEIRA.

- SUPLICIO: fig. Lugar donde el reo padece el castigo.

si uno, que estuviese condenado á dego. llar, cuidase mucho de que el capuz, con que había de ir al SUPLICIO, fuese de seda... ¡no le tuvieran todos por desatinado? ZAVALETA.

Vamos á morir, Pastor,
Justo, vamos al SUPLICIO;
Yo con valor el primero

Me he de arrojar al martirio.
MANUEL DE LEÓN.

- SUPLICIO: fig. Grave tormento ó dolor físico ó moral.

- ULTIMO SUPLICIO: El de pena capital. SUPLIDOR, RA: adj. Que suple. U. t. c. s. SUPLIR (del lat. supplére): a. Cumplir ó integrar lo que falta en una cosa.

... y SUPLIENDO las conjeturas por las noticias, buscaremos... el caráter de sus operacio.

nes.

...

GABRIEL ALVAREZ DE TOLEDO.

así será forzado á contarlo más en breve, y SUPLIR lo de Dión Casio, y otros, que también, aunque con más brevedad, lo escribieron. AMBROSIO DE MORALES.

- SUPLIR: Ponerse en lugar de uno para ejecutar lo que éste había de hacer.

Después, que sólo el alentar te falta,
Que pudiste SUPLIR sola mi falta.
JOSÉ DE VALDIVIESO.

- SUPLIR: Disimular uno un defecto á otro.
... fiado de que Dios es grande, todo lo su-
PLIRÁ su misericordia,

P. JUAN MARTÍNEZ DE LA PARRA.

- SUPLIR: Gram. Dar por supuesto y explí cito lo que sólo se contiene implícitamente en la oración ó frase.

SUPOI: Geog. Río de Rusia. Nace en la parte S. del gobierno de Chernigof, corre hacia el S., entra en el gobierno de Poltava, forma en Yagotin una vasta expansión lacustre en medio de la cual se levanta un islote cubierto de vegetación, inclínase al S. S. E. y de nuevo al S., y á los 160 kms. de curso desagua por cuatro brazos en el Dnieper, junto á Domantof.

SUPONEDOR, RA: adj. Que supone una cosa que no es. U. t. c. c.

SUPONER (del lat. supponere): a. Dar por sentada y existente una cosa para pasar á otra.

...

si los bienes se reciben, ¿por qué los males no se recibirán? SUPONE no hay quien pueda responder, porque lo primero es de advertir que ninguna cosa que da Dios es mala. QUEVEDO.

- SUPONER: Fingir una cosa.

Si se pudiese SUPONER un fruto sin consumo alguno, este fruto tampoco tendría valor. JOVELLANOS.

- SUPONER: n. Tener representación ó autoridad en una república ó comunidad.

SUPORTACIÓN: f. Acción, ó efecto, de suportar. SUPORTAR: a. SOPORTAR. SUPOSICIÓN (del lat. suppositio): f. Acción, ó efecto, de suponer.

así es SUPOSICIÓN de muchos doctores que, en siendo castrado el carnero, no hay que buscarle otra condición. JUAN DE SORAPÁN.

- SUPOSICIÓN: Lo que se supone ó da por sentado.

yo creia que había usted mudado de dictamen. -¿Cómo? ¿Qué significa eso? ¿Qué sabe Pero usted para...! - Serán SUPOSICIONES. hable usted.

HARTZENBUSCH.

- SUPOSICIÓN: Autoridad, distinción, lustre y talentos.

.. viendo prender á un ministro de aquella
SUPOSICIÓN, se hallaron (los capitanes y sol-
dados de mayor discurso) obligados á mirar
con cautela por el servicio del Rey, etc.
SOLIS.

... en reclusión
Le puso cruel decreto.
-¿Es el bachiller sujeto
De tanta SUPOSICIÓN?

HARTZENBUSCH.

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