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drán dar más luz que el mismo examen del cadáver.

Si se trata de un suicidio por estrangulación, hay que recordar que puede efectuarse estando suspenso el sujeto ó sin estarlo. La estrangulación tiene signos exteriores é interiores; aquéllos son: comunes à todos los medios con que se ejecute, y particulares á cada medio. Los comunes son: la cara tumefacta, violácea y jaspeada; salida de sangre espumosa por la nariz; muchas equimosis pequeñas en la cara, articulaciones y parte anterior del cuello y pecho; en ocasiones pueden faltar. Los vestigios interiores son más característicos y exclusivos, y consisten en extravasaciones sanguíneas en el tejido celular subcutáneo, espesor de los músculos de la región supra é infrahioidea, cara externa de la laringe y trá quea, contrastando á las veces su intensidad con la falta de signos exteriores. Aunque esto es raro, puede haber roturas y desgarros en los cartílagos de la laringe y del hioides. Su cara interna está congestionada, de color rojo uniforme ó violado; hay abundante espuma, fina y sanguinolenta, ó sangre pura en las vías aéreas; el es

tado de los pulmones es variable, ya congestionado, ya sin congestión, según la rapidez de la muerte, etc. V. ESTRANGULACIÓN.

Si el sujeto no presenta vestigios de violencias en su cuerpo ni vestidos, ó no tiene otras lesiones, ni hay en los alrededores (en el campo ó en el domicilio de la víctima) huellas ó vestigios de agresores, y se ve que ha podido subirse á la altura en que se le encuentra y atarse como está, etc., el suicidio tendrá su fundamento. Si sucediese lo contrario, podría afirmarse el homicidio. Para declarar el suicidio por un lazo, cuerda, pañuelo, etc., ó un aparato, es menester que no haya vestigios de agresiones en las cercanías, vestidos y otras partes del cuerpo, y posibilidad de que el sujeto se haya aplicado esos lazos, cuerdas ó aparatos. Los datos generales acabarán de aclararlo. Conviene advertir que algunos suicidas se hieren, antes de ahorcarse ó estrangu larse sin suspensión, ya con armas blancas, ya con armas de fuego. En estos casos siempre ofrecerán dichas lesiones, lo mismo que las de la estrangulación, los caracteres vitales.

Respecto á la asfixia por sofocación es forma muy rara de suicidio, casi imposible por lo demás.

El suicidio por armas es más o menos frecuente, según cuáles sean ellas (V. HERIDA). Así, por ejemplo, es rara el arma perforante, y en cambio la cortante resulta muy común entre los suicidas. La navaja de afeitar, las demás navajas, cuchillos, cortaplumas, tijeras, se ven con frecuencia en la práctica. Las regiones escogidas en tales casos son el cuello, las ingles, flexura del brazo, pecho ó vientre; en otras oca. siones hay varios y muchos de poca entidad. No es raro ver heridos que se trasladan á puntos algo distantes de aquel en que se han herido, ó que, no muriendo en seguida, se ahorcan, tiran de un balcón ó echan al agua.

Si el arma es contundente, en la mayoría de los casos no habrá suicidio. Sólo en cierto conjunto de circunstancias muy accidentales podrá herirse á sí mismo un sujeto con arma contun dente ó dándose golpes en la cabeza contra la pared: esto no se ve en la práctica más que en algún loco.

Otro tanto puede decirse de las armas dislacerantes. No son escogidas por los que atentan contra sí mismos, y son muy contados los casos de esa especie. Las circunstancias accesorias y los datos generales suplirán lo que no arroje el caso, respecto de los datos relativos á la especie de arma empleada. Los aplastamientos por carruajes y máquinas, y las caídas ó precipitacio nes de lugares más o menos elevados, son los que producen lesiones propias de las armas contun dentes y dislacerantes: se ven estos hechos con gran frecuencia, como medio para matarse, sobre todo entre las mujeres y personas pusilánimes; sin embargo, como es posible que el criminal acuda á esos recursos para asesinar, habrá que tener presentes en tales casos las circunstancias accesorias y los datos generales. Mata recuerda á este objeto que los niños, albañiles, carpinteros y pintores están muy expuestos á caídas mortales, y que los vahidos, la embriaguez, una apoplejía, un ataque epiléptico, histérico, etcétera, pueden dar lugar á ellas, como los aplas

tamientos.

Merecen especial mencion las armas de fuego:

éstas son con frecuencia instrumento del suicidio, pero también lo son del homicidio y de accidentes involuntarios. Determinado que un sujeto ha muerto por la acción de un arma de fuego, se empieza á ver si el tiro ha sido á distancia ó á quemarropa. Si lo primero, puede afirmarse que no es un suicidio, a menos que se pruebe que el infeliz ha dispuesto algún aparato á propósito para ello. Si el tiro es á quemarropa, será difícil resolver si hay accidente, suicidio ó asesinato, por los solos efectos del tiro, si se ha disparado con una pistola. Cuando se trate de fusil ó escopeta, regularmente el suicida se aplica el arma en la barba, boca ó frente. Si es soldado, cazador, etc., y el tiro ha lesionado otras partes, cabe sospechar un accidente, saltando, pasando por un matorral, etc. El tiro descargado dentro de la boca constituye una gran presunción á favor del suicidio. Sigue siéndolo en la frente, ojos y sienes; es más raro en el pecho y vientre; el suicida no se hiere nunca los miembros con arma de fuego, como no yerre la dirección al disparar. Si la bala entra por regiones que no se alcance un suicida, es un grave indicio

de que no ha habido suicidio. No hay que juzgar en absoluto (dice Mata, loc. cit.), ó de un modo terminante, por los diversos efectos del tiro, sujetos á mil rarezas. Así como hay casos en los que nada se ve al exterior, en otros hasta parece decapitado el cadáver. El arma muy cargada y que revienta, lastimando la mano del sujeto, indica por lo común el suicidio. Manchas de pólvora no quemada en la mano, pueden significar que el sujeto ha cargado el arma. Las de pólvora quemada, si existen, pueden significar que el sujeto se ha disparado el tiro; pero la falta de esas manchas no arguye que no se le haya disparado. No siempre se mancha la mano disparando un arma, sobre todo con las modernas.

La posición del cadáver no arguye suicidio ni asesinato; son posibles todas las posiciones. La presencia del arma junto al cadáver, ó en su mano, no demuestra un suicidio. Es más propio de éste, especialmente si el cadáver empuña con fuerza el arma; pero el descuido ó el artificio pueden dejar el arma homicida en el sitio y hasta en la mano, si bien jamás la empuñará con fuerza el cadáver en este último caso. El arma de un solo tiro ó de más de un tiro no descargada que se encuentre junto al cadáver indica que no ha sido el instrumento de muerte: el caso podrá ser un duelo, ó una riña, ó bien un asesisato. Si está descargada, la fecha de la descarga y su relación con las de las lesiones y los demás datos accesorios revelarán la naturaleza moral del hecho.

Hay suicidas que después de haberse herido con arma blanca se hieren con arma de fuego, y no muriendo todavía se tiran de una altura ó arrojan al agua. Siempre que el examen del caso ofrezca dudas, se apelará á las circunstancias accesorias y á los datos generales.

Es raro que haya asesinatos por medio de que madura; lo es también que haya suicidios por este medio; por lo común, trátase entonces de accidentes involuntarios. Los asesinos emplean el fuego para borrar las huellas de su crimen, perpetrado con otros medios.

La intoxicación involuntaria es casi tan frecuente como la voluntaria, y ésta puede ser debida á un asesinato lo mismo que á un suicidio. La intoxicación por el tufo del carbón, además de ser una desgracia bastante común en las familias, constituye un medio muy usado para suicidarse, en especial por las mujeres, y más en el extranjero que en España. Determinada la causa de la muerte, si realmente es por el tufo del carbón, se examina con detenimiento el local, todas sus condiciones, todas las circunstancias accesorias, y se aplican los datos generales. Si el sujeto no resulta muerto por ese tufo, ó se le encuentran otras lesiones, y no hay prueba clara de que se las haya hecho él, se presentará el caso como obra de mano ajena.

Aunque es frecente el envenenamiento por otras substancias mezcladas con alimentos y bebidas, no son muchas las que se usan con tal objeto. Casi se reducen á los fósforos, ácido sulfúrico, nítrico, ácido arsenioso, sublimado corrosivo, opio, laudano, etc. Cuando el veneno se revela por sus propiedades físicas, estado, olor, sabor, color ó alteración de las bebidas y comidas, no puede ser obra del asesinato; la víctima lo rechaza, porque lo conoce. Sólo un niño ó un loco se envenenará así. Si no se revela hasta

después de ingerido, es muy posible el asesinato. De todos modos, se resolverán los casos difíciles aplicando las reglas generales ya indicadas.

Hay casos en que el suicidio, lo mismo que el accidente ó el asesinato, es doble ó triple, y alguno de los suicidas se encarga de matar á los demás: esto es muy común entre los amantes y familias desgraciadas. El modo de conducirse en esos casos el médico legista no se diferencia, en el fondo, de los casos sencillos, ó en los que no hay más que una víctima. Determinando cuál es la causa inmediata de la muerte de cada uno, luego la naturaleza moral del hecho (accidente, suicidio ó asesinato), y aplicando á esos dobles ó triples las reglas indicadas, se resolverá fácilmente la cuestión.

Tanto en unos casos como en otros, si á pesar del examen más completo y minucioso y de la aplicación de todas las reglas no se puede determinar la naturaleza general del hecho, lo manifestará el perito al tribunal, sin usar frases anfibológicas ni evasivas.

SUIDAS: Biog. Lexicógrafo griego. Vivía en el siglo XI después de J. C. No se sabe nada de su vida, y la obra que se conoce con su nombre es á la vez un diccionario de palabras, de cosas y de hombres, un léxicon, una enciclopedia y una obra de biografía, pero estas tres partes sólo están bosquejadas de una manera imperfecta; el orden alfabético que se sigue también es defectuoso; las citas tomadas de los escritores anticontienen cosas muy raras. A pesar de estos deguos parecen puestas al azar, y las biografías fectos, la obra de Suidas es bastante apreciable por contener datos que en vano se buscarían en otra parte. Es una compilación mal hecha, pero preciosa por no existir ya las obras que le sirvieron de base. Se supone que Suidas no hizo más que aumentar un diccionario mucho más antiguo. La obra de Suidas fué publicada por prime ra vez por Demetrio Chalcondyle (Milán, 1499, en fol.); luego por Aldo (Venecia, 1514, en fol.). L. Küster (Cambridge, 1705, 3 vol. en fol.). A La primera edición crítica de Suidas es la de ésta siguió la de Gaisford (Oxford, 1834, 3 volúmenes en fol.).

SUIDEOS (de sus): m. pl. Zool. Familia de mamíferos del orden de los artidáctilos, cuyos principales caracteres son los siguientes: dientes (en general)

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caninos de la mandíbula superior, en los machos, torcidos hacia fuera y arriba y dirigidos así los de la inferior; molares con las coronas rugosas, presentando, cuando están gastados, aéreas aisladas profundamente sinuosas; los verdaderos de la mandíbula superior de coronas oblongas, con lóbulos principales subcónicos otros accesorios más pequeños; calavera con el eje palatino maxilar poco desviado y casi paralelo con el occipito-esfenoide; basiesfenoides normal y sus cavidades bursarias; órbitas dirigidas afuera y adelante; pómulo prolongado y con una larga apo fisis inferior; occipital con apófisis poroccipitales largas, separadas y estiliformes, enfrente de los cóndilos occipitales y emitiendo protuberancias transversas é internas en las que están los agu. jeros condiloideos; escamosos con sus apófisis articulares saliendo directamente fuera de sus bases (y por esto fuera de las vesículas auditivas) y con las apófisis cigomáticas cubriendo superficialmente los pómulos; terigoideos dirigidos hacia afuera; la cresta continuada por arriba y por detrás dentro de la región temporal; superficie articular para la mandíbula inferior transversalmente cóncava, anteroposteriormente convexa y sin apófisis postglenoidea; condilos de la mandíbula triangulares, unguligrados y con los dedos externos reducidos en tamaño y no sirviendo para la progresión; las últimas falanges prolongadas y triedras; mano con el hueso unciforme pequeño ó más ancho que alto y con la segunda falanje no interpuesta entre el trapezoide y el grande; pie con el cuboide más alto que ancho y escotado por detrás; hocico en forina de disco y con las narices abiertas en él por delante; mamas ventrales é inguinales.

Fijan su habitual residencia en los grandes bosques húmedos y pantanosos de la llanura y de la montaña, en las espesuras, en los jarales y en los prados de altas hierbas. Todos buscan las inmediaciones del agua; se albergan en los pan

tanos y á orillas de los lagos y ríos; se revuelcan en el cieno y reposan en el fango ó en el agua. Una especie se refugia en los agujeros y debajo de las raíces de los árboles.

Los más de estos animales son sociables, pero rara vez forman manadas muy numerosas; los individuos de una especie viven apareados.

Sus costumbres son generalmente nocturnas, hasta el punto de que donde no temen peligro alguno sólo andan por la noche. No son ciertamente tan pesados y torpes como parecen; muévense relativamente con facilidad; andan con soltura, y su carrera es rápida. Todos nadan muy bien, aunque no largo tiempo, si bien hay una especie que va de una á otra isla á través de los brazos de mar. Su galope consiste en una especie de saltos regulares.

De todos sus sentidos, el oído y el olfato son los de más perfecto desarrollo; los ojos pequeños y la expresión estúpida, no deben tener mucho alcance visual; el gusto y el tacto parecen bastante ob. tusos. Todos estos animales son prudentes y hasta tími los; huyen del peligro, pero cuando se les persigue defiéndense con valor; acometen á su vez al adversario, procurando derribarle ó herirle con sus colmillos, de los cuales se sirven con tanta destreza como vigor. Los machos defienden á la hembra á su progenie y se sacrifican por ellas. Su inteligencia es limitada; no son susceptibles de aprender, y además no agradan por sus facultades.

Su voz consiste en un gruñido particular; no se puede decir que sea armónica, pero al menos parece una expresión de contento.

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ordinario, no sólo por sí, sino por las formas que
con ella se relacionan. Partiendo del género Sus,
se puede seguir muy directamente la serie de sus
formas precursoras hasta llegar á las más anti-
guas; no ocurre lo mismo con la babirusa de las
islas Célebes y el facóceras africano, que presen-
tan en su dentadura particularidades que son el
resultado de adaptaciones especiales más recien-
tes, y demuestran la existencia de una serie la-
teral hasta hoy desconocida.

La cabeza del cerdo es notablemente larga,
debido indudablemente al género de vida á que
se halla sometido, y realizando la comparación
entre el jabalí y el cerdo se ve la diferencia de
un animal estabulante á otro libre y obligado á
buscar su subsistencia; el trabajo realizado por
la cabeza del cerdo cuando hoza la tierra, y la
consiguiente tracción ejercida por los múscu
los de la nuca insertos en la cara occipital de la
cabeza, tienen un gran valor, sobre todo en los
individuos jovenes, en que esta parte del cuerpo,
todavía bastante plástica, se alarga por una ac-
ción puramente mecánica. La estructura y la
extensión del hocico resultan así en parte de la
presión ejercida durante la busca de los alimen-
tos, pero especialmente dependen y están en
armonía con el gran número y la serie completa
de los dientes, cuya fórmula es:

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Los incisivos inferiores, colocados casi horizon-
talmente como en muchos herbívoros, sirven
para arrancar la hierba, no contribuyendo para
nada la lengua á su introducción en la boca; los

Actual.

Los suideos son omnívoros en toda la extensión de la palabra: todo cuanto es comestible les conviene. Un reducido número de ellos se alimentan exclusivamente de vegetales, raíces, hierbas, frutos, bulbos y setas; los otros devoran además insectos, orugas, moluscos, gusanos, lagartos, ratones y hasta peces, y sobre todo restos putrefactos. Ninguno puede vivir sin agua; su voracidad es tan conocida, que parece inútil hablar de ella; resume todas las propiedades del animal, exceptuando su desaseo, que ha va- Cuaternario lido á las razas domésticas el desprecio del hom. bre.

Figuran estos animales entre los mamíferos más fecundos; el número de los hijuelos varía de uno a 24, y son pocas las especies que dan á luz una reducida progenie. Son los pequeños unos bonitos animales, graciosos y ágiles, y des de luego agradarían si apenas nacidos no fueran ya tan sucios como sus padres.

Habitan estos animales en todas las partes del mundo, excepto Nueva Holanda.

Los suideos ocasionan grandes destrozos en los cultivos; su presencia es incompatible con el desarrollo de la agricultura, y por esto han desaparecido casi de Europa y se les persigue activamente doquiera el hombre ha fijado sus dominios. Considérase su caza como uno de los más nobles placeres; ofrece atractivos, porque se trata de animales que saben vender cara su vida.

Plioceno.

Mioceno su-
perior..

Anthracotherium

Mioceno hippoideum Suiza

medio..

ferior.

El hombre es en el N. el enemigo más temible de los suideos salvajes; en el S. de los trópicos le persiguen también activamente los grandes Mioceno infelinos y los perros, los cuales exterminan gran número. Los zorros, los gatos de poca talla y las aves de rapiña no acometen sino á los pequeños, y aun con mucha prudencia, porque la madre los defiende valerosamente.

Pocos seres son tan fáciles de domesticar como éstos, pero pocos también vuelven tan pronto al estado salvaje. Un jabalí joven se acostumbra rápidamente á su establo obscuro y sucio; el cerdo pequeño que se deja en libertad se asemeja al cabo de pocos años á un jabalí, y hasta es más maligno y valeroso.

Los daños que causan las especies salvajes exceden en mucho á la utilidad que puedan reportarnos su piel y su carne, pero las especies que viven cautivas nos han llegado á ser indispensables, y se cuentan con razón en el número de los animales domésticos más apreciados por lo exquisito de su carne.

Comprende esta familia los géneros siguientes: Porcus Wagl. ó Babirusa de F. C., Potamochoerus Gray., Sus, y Porcula Hodgs.

De las dos formas que actualmente representau á los suideos, la del Viejo Mundo, Sus ó cerdo, y la del Nuevo Mundo, pécari ó Dicotyles, tan sólo la primera tiene importancia paleontológica, pero de un valor verdaderamente extra

TOMO XIX

Mioceno úl
timo..

Eoceno su-
perior.

A. Onoideum
Orleans

A. magnum
Cadibona

A. alsatium
Lobsann

Mericopotamus

dissimilis

premolares tienen un carácter completamente diferente y su importancia es del todo secundaria, tanto para la prehensión como para la masticación de los alimentos; los molares, por el contrario, por su forma y por su función, ocupan un lugar intermedio entre los molares de los carniceros y los de los verdaderos herbívoros; sin embargo, y á pesar de su semejanza con los últimos, la estructura les aproxima más á los carniceros; en una palabra, la dentadura corres ponde á un animal de régimen variable, ó sea

omnívoro.

El género Sus no existe más que en el Antiguo Continente, y llega hasta encontrarse en los estratos del mioceno medio; la tan rica fauna de Pikermi ha dado á conocer una especie de gran talla descubierta por Gaudry, que le ha dado el nombre de Jabalí de Erymantha. La serie de las formas provistas de una dentadura análoga á la de los porcinos, y cuyos pies están cada vez más reducidos, ó son más completos, se une á los suideos de la época eocena por los géneros Paelœochoerus y Charotherium. Ya la especie tipo del primero de estos géneros, procedentes del terreno mioceno inferior de la Francia meridional, presentaba una dentadura de porcino bien diferenciada, pues se componía en cada lado de tres in, cisivos, un canino bastante aparente, cuatro premolares y tres molares. Una forma más antigua aún del grupo de los bunodontes es el género Charotherium, provisto de cuatro dedos casi igualmente desarrollados. La serie precursora de los porcinos en las anteriores épocas geológicas se halla hoy bastante bien conocida, como lo indica el siguiente cuadro genealógico, debido á la gran autoridad de Gaudry:

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fieren notablemente de los molares por su pequeñez y su forma comprimida; el primer premolar existe aunque se encuentra bastante alejado del segundo, y es tan débil y se reduce hasta el punto que generalmente se cae, lo que indica la tendencia á la desaparición definitiva y completa de este diente. El pécari, por el contrario, no posee generalmente más que tres premolares, y la pérdida del primero es un hecho completamente realizado; por el contrario, los premolares restantes se parecen á los molares, y

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da en territorio ruso, corre al E.S. E., S. E. y S.,
y desagua en el Golfo de Pedro el Grande, Mar
del Japón, después de un curso de 150 kms.

otra.

con los honores de la guerra, y Suintila reunió la península toda bajo la dominación goda. Cubierto de gloria por la completa expulsión de los imperiales, Suintila intentó vincular la corona en su familia, y asocióse en el poder su hijo Recimiro. Sin embargo, no todos sus súb

la corona de todos ellos, aunque presentando indudablemente el carácter bunodonte, permite reconocer por su aspecto que el pécari ha abandonado el régimen omnívoro y resulta un verdadero herbívoro. Por la estructura del pie el cerSUIGAON: Geog. C. cap. del principado de su do se une íntimamente con el pécari, que puede nombre, Guyerate, Bombay, India, sit. cerca de citarse como ejemplo animal de forma completa. la orilla oriental del Rann de Kach. El princi- ditos vieron con buenos ojos semejante elevamente adaptiva; sin embargo, en el pécari la pado de Suigaon está limitado al N. y E. porción, que pareció un atentado contra las prerroVao, al S. por Santal pur-Chadchat y al O. por gativas nacionales. Desde aquel momento Suinadaptación de los huesos del tarso á los dos princ pales dedos es mucho más completa que en el el Rann de Kach; 570 kms.2 y 14 000 habits. tila vino á ser tenido en poco por los godos, y si cerdo; entre el segundo y el quinto dedos, sin te- SUI GENERIS: expr. lat. que significa de su hemos dar fe á muchos historiadores, y entre ner verdadera importancia para el sostenimiento género ó especie, y que se usa en castellano para ellos al P. Mariana, desde aquel momento perdel animal, revindican casi completamente toda denotar que la cosa á que se aplica es de un gé- dió también sus virtudes. Los vicios y los deleila parte de sostén dada por el carpo. De las re- nero muy singular y no se parece á ninguna tes le dominaron; hízose déspota, violó las lelaciones que existen entre el carpo y el metacaryes fundamentales de la nación, y en poco po resulta que el Dicotyles ha progresado mu cho más que el cerdo en esta simplificación de tiempo hízose objeto del odio universal. Consconspiradores enveneno la contienda; el número piróse contra él, y el rigor con que castigó á los los miembros, realizada para la carrera, y por eso es mucho mejor corredor que el cerdo, y que los dos son, sin duda alguna, mucho más ágiles de sus enemigos aumentó, y Sisenando (véase) le quitó la corona, pero no la vida (631). Suinque sus precursores, provistos de pies más comtila no había muerto en 633, pues en este año el pletos y menos reducidos. Si después de un transconcilio IV de Toledo le excomulgó, como tam. curso de tiempo el pie del pécari de América y bién á su mujer y á su hermano, por los males del cerdo de Europa deben haber perdido com. que cometieron en el tiempo de su dominación, pletamente el segundo y el quinto dedos, teney declaró á él y á sus hijos incapaces para ejermos aquí un ejemplo muy comprensible y evicer cargos públicos. Ausente de España después dente de una convergencia homogenética; pero de su destronamiento, Suintila regresó á nuessi el cerdo y el pécari actuales llegaran á ser destra península, permaneció alejado de la política, conocidos por los zoólogos del porvenir, es vey falleció en la obscuridad, probablemente á rosímil que considerarían los pies paradigitados fines de 634. de estos animales como órganos transmitidos por vía hereditaria.

SUIGLESIA: Geog. Aldea de la parroquia de
San Salvador de Neiras, ayunt. de Sober, par
tido judicial de Monforte, prov. de Lugo; 78
Benquerencia, ayunt. de Barreiros, p. j. de Ri-
habits. || Aldea de la parroquia de San Pedro de
badeo, prov. de Lugo; 83 habits.

SUILS: Geog. Aldea del ayunt. de Laspaules,
p. j. de Benabarre, prov. de Huesca; 60 habits.
SUIME: Geog. Lugar de la parroquia de Santa
Marina de Pescoso, ayunt. de Rodeiro, p. j. de
Lalín, prov. de Pontevedra; 80 habits.

SUINDÍNUM: Geog. ant. C. de la Galia Lione.
sa Tercera, cap. de los cenomanos; hoy es Le
Mans.

SUINTILA: Biog. Rey de los visigodos en EsEn América existe también otra serie de por-paña desde 621 hasta 631. Mariana y otros hiscinos que pueden seguirse desde el período eoce- toriadores dicen que era hijo de Recaredo I, heno hasta la época actual, caracterizada por el cho que niega Ferreras, y del cual, en efecto, último representante que es el citado pécari, y nada hablan los escritores contemporáneos. Al esta serie es, salvo en algunos géneros, comple- principio de su reinado Suintila formó varios tamente diferente de la del Viejo Mundo, si bien reglamentos para la buena administración de se hace notar la misma transformación y la mis. justicia; dispuso que se distribuyesen socorros á ma reducción que la señalada para aquéllos. El los necesitados, y de estas pacíficas tareas le dispaleontólogo americano Marsh, que es al que se trajo una sublevación de los vascones. Suindeben casi todos los trabajos sobre los vertebra- tila dió orden á los gobernadores de las provindos fósiles de América, considera formada la cias de marchar con tropas á cortar la retiraserie, à partir desde el terreno eoceno, por los da á las fuerzas sublevadas, mientras que él las siguientes géneros: Echyus, Helchyus, Percharus, atacaría por el frente. Este plan tuvo un éxito Tinchyus y Dicotyles. Preséntase por tanto una satisfactorio: los vascones, que se vieron envuelcuestión verdaderamente importante y aún no tos, se sometieron, y el rey se limitó á quitarles resuelta, pues se trata de saber, en efecto, si el el botín que habían recogido y á obligarles á cambio que ha tenido lugar y que ha dado origen que aprontasen cierto número de trabajadores á la formación de los diferentes géneros, aparte para la construcción de una ciudad nueva, á la de la amplitud que presenta, ha tenido su origen que se dió el nombre de Ologitis, que algunos en Europa, en Asia ó en América, ó sea en los suponen ser Olite, de Navarra. Los imperiales tres continentes en que existen representantes no poseían más territorio que el ángulo que forde los animales que venimos estudiando; pero ma el Cabo de San Viceute, y Suintila resolvió cabe también preguntar si lo realmente ocurrido arrojarlos de allí. Dice el P. Mariana que dos ha sido un desenvolvimiento paralelo é indepen- patricios gobernaban el débil resto de las posediente del Charopotamus ó cerdo de una parte, y el Echyus ó pécari de la otra. La Geologia tiene datos suficientes para permitir afirmar por completo que desde el período terciario más antiguo hasta el mioceno inferior ha existido una verdadera continuidad entre el Antiguo y el Nuevo Continente del mismo, que también existía en la época cuaternaria; el cambio pudo tener, ó mejor lo tuvo ciertamente, durante el período eoceno, pues una prueba de ello se halla en la presencia simultánea en la América del Norte y en Europa del Coryphodon, y en Europa y en la América del Sur del Palatherium y el Anoplotherium; pero durante el período eoceno la comunicación entre los dos continentes se interrumpió por un largo tiempo, lo mismo que entre las dos partes del Continente Americano. Durante esta interrupción se produjo indudablemente un progreso en el desarrollo de estos paringulados, no sólo en lo que afecta á la dentadura, sino á las extremidades de dichos animales.

SUIDUN 6 SUI-TING-CHENG: Geog. C. cap. de

la antigua prov. de Kulya, hoy círculo ó distrito del Ili, China, sit. al O. N.O. de la antigua Kulya y al N.O. de la nueva, en uno de los brazos del Ak-Su y muy cerca de la frontera rusa; 4500 habits. Construída por los chinos en 1762, la rodea una muralla cuadrada de 600 m. de lado, con tres puertas.

SUIENGA: Geog. Río del gobierno de Tomsk, Siberia occidental. Corre por un estrecho valle de la vertiente occidental de los montes Salair entre orillas abruptas, donde hay granates, y su valle encierra ricos yacimientos de oro.

SUIFUN: Geog. Río de la prov. Primorskaia ó del Litoral, Siberia. Nace en la región S. E. de la Manchuria china, corre al E., entra en segui

N

Moneda de oro de Suintila

العيا

siones del Imperio griego en la península, y que
el rey, logrando dividirlos, hizo más fácil la
realización de su proyecto. Sin embargo, no es
probable que el emperador griego tuviera dos
gobernadores para tan corta extensión de territo-
rio. Otros historiadores refieren, y esto parece
lo más probable, que el único patricio que allí
mandaba salió al encuentro de Suintila, le pre-
sentó batalla y la perdió con la vida. Entonces
un oficial tomó el título de patricio y el mando
de las tropas, mientras se esperaban de Cons-
tantinopla otro gobernador y refuerzos. De todos
modos parece acreditado que hubo una batalla
en la que murió un patricio, y que Heraclio,
que no pudo enviar refuerzos, se limitó á nom.
brar un nuevo gobernador con plenos poderes
para hacer cuanto le pareciese conveniente se-
gún las circunstancias. Suintila en tanto estre-
chaba al enemigo muy de cerca, y el patricio
encontró á su llegada fuerzas insuficientes. Vi-
vamente atacado, concentró su gente y lo dispuso
todo para hacer comprar cara la victoria á los go-
dos, quienes, no queriendo reducir á sus enemi-
gos á la desesperación, consintieron en entrar en
negociaciones. Los bizantinos abandonaron cuan-
tas plazas poseían aún en España en nombre del
emperador, á condición de que podrían retirarse

SUIONES 6 SUYONES: m. pl. Geog. ant. Pueblo de la Escandinavia. Según Tácito, eran suevos y habitaban al otro lado de las costas del Mar Báltico, en el reino actual de Suecia. «Sus flotas, dice, sus guerreros y sus armas, son muy temibles: tienen un rey, cuyo poder es ilimitado; la mar es pacífica y casi nunca se agita del otro lado de estos pueblos. Créese que aquel es el confín de la Tierra, porque los últimos rayos del Sol se prolongan de tal modo, hasta que vuelve á aparecer en el horizonte, que obscurecen las estrellas. Con los suiones estaba unida también la raza de los sitones, que eran gobernados por mujeres. En ellos, añade, termina el pueblo suevo, y los considera como descendientes de raza alemana, y tal vez de los godos, como lo demues. tran bastante los nombres de la isla Gothland y de otras varias de Suecia. Por el contrario, Jornandés, historiador de los godos, los hace proceder de la Scanzia (así denomina á Suecia), transportados en buques y desembarcados en el Vístula; pero estas noticias de los primeros tiempos son poco exactas y poco dignas de fe. Más bien podía creerse que los godos salieran de Alemania para ir á Suecia (Koblraucs, Hist. de Alemania).

SUIPACHA: Geog. Part. de la prov. de Buenos Aires, Rep. Argentina, sit. al O. de Buenos Aires; 917 kms.2 y 5000 habits. Lo riegan los arroyos Leones, Las Saladas, y varias lagunas. La cab. del part. es Suipacha, sit. sobre el f. c. del Oeste, á cuatro horas y media de Buenos Aires. Fué fundada en 1879 y tiene 800 habits. Las estaciones Rivas y Castilla se hallan dentro del part.

- SUIPACHA Ó TALINA: Geog. Río de Bolivia, en la prov. de Sur-Chichas, dep. de Potosí. Es afl. del río de Tupiza. Hay en esta prov. una aldea y vicecantón de igual nombre. Los campos de Suipacha fueron teatro de uno de los combates librados durante la guerra de Independencia. Vencedor en Cotagaita, Córdoba marchó contra Tupiza; en Suipacha halló á los rebeldes mandados por Balcarce, y tras combate empeñado quedó este último vencedor. Esta victoria dió grandes alientos á los insurrectos, y pocos días des pués fueron fusilados el gobernador intendente de Potosí D. Francisco de P. Sanz, el Mariscal de Campo D. Vicente Nieto y el capitán de fragata D. José Córdova.

SUIPPE: Geog. Río de Francia, en la antigua Champaña y deps. actuales del Marne y del Aisne. Nace en Somme-Suippes, corre al N.O. por el Suippes, Saint-Hilaire-le-Grand, Dontrieu y Saint Masmes, y desagua por Condé en el Aisne, orilla izq., con 83 kms. de curso.

SUIPPES: Geog. Cantón del dist. de Chalóns, dep. del Marne, Francia; 16 municips. y 12000

habits.

SUIR: Geog. Río de Irlanda. Nace en el condado de Tipperary, al N. E. de los montes Devil Bit; corre hacia el S., N. y E., formando límite con el condado de Waterford; pasa por Clonmel y Carrick-on-Suir; separa al Waterford del con

dado de Kilkenny, y se une al Barrow en el abra | valle del Ródano y la cuenca del Dranse y del del Waterford.

SUISAR: Geog. Isla del litoral N.O. del lago Onega, gobierno de Olonetz, Rusia, sit. á la entrada y cerca de la orilla O. de la bahía de Kon. dopajskaia, fiordo estrecho y profundo que escota la margen N.O. del lago; 12 kms2.

SUISUN: Geog. Bahía del est. de California, Estados Unidos, sit. entre el condado de Solano al N. y el de Contra Costa al S. En ella desembocan los ríos Sacramento y San Joaquín.

SUI-TING-CHENG: Geog. V. SUIDUN.

SUIZA: Geog. País de la Europa central. Es un Estado federal republicano, también llamado Confederación helvética. Su nombre es el de uno de los primitivos cantones que forman la Confederación: Schwyz ó Schweiz.

Situación, limites y fronteras. - Hállase, como se ha indicado, en la parte central de Europa, en la montañosa zona de los Alpes, entre los 45° 48′ y 47° 48' lat. N. y los 9° 38' y 14° 10' long. E. Madrid, y entre cuatro naciones: Alemania, Austria, Italia y Francia. La frontera O. se extiende de Pfetterhausen hasta el lugar en que el Ródano abandona el territorio suizo, y desde este punto hasta el monte Dolent en Valais; esta es la frontara franco-suiza. La frontera S. ó italo-suiza va desde el monte Dolent hasta el collado del Stelvio. La frontera E. ó austro-suiza comienza en el collado del Stelvio, para acabar en la entrada del Rhin en el lago de Constanza. La frontera N. se extiende desde Reineck hasta la altura de Pfetterhauson; separa la Alemania del Sur de Suiza. La frontera O. se divide en dos partes: la primera se extiende desde el saliente del país de Porrentruy (altura de Pfetterhausen) hasta el Ródano, aguas abajo de Ginebra; fué determinada por el tratado de París del 20 de noviembre de 1815, que restableció las fronteras como existían en 1. de enero de 1790. Esta frontera sólo se ha modificado en el cantón de Ginebra y en 8 de diciembre de 1862 en el valle des Dappes. En el cantón de Berna la línea frontera comienza en la altura sit. al N. de Bonfol; sigue la dirección O. hasta una media legua más allá de Boncourt; volviendo entonces hacia el S. atraviesa la me seta del Ajoie y se eleva cerca de Damvant sobre la última cadena del Jura, con cuya cresta coincide. En Bremoncourt desciende al valle del Doubs para tomar en seguida la dirección S.O., atravesando la altura de los Epiquerez y volviendo á caer en el valle del Doubs, cuya margen derecha sigue hasta la frontera de Neuchatel. En este lugar la frontera se encuentra en medio del Doubs, remontándolo hasta el lago de los Brenets, ó más exactamente hasta la desembocadura del Rançoniere; sigue este pequeño río hasta el collado des Roches, y se eleva sobre la cadena de montañas que separa los valles del Brevine y del Doubs. Desde aquí se dirige á Pontarlier, pero á unos 7 kms. antes de esta localidad atraviesa la cadena del Larmont y el valle de Verrieres para alcanzar en la meseta de Saint-Croix (cerca de los Bourquins) la frontera de Vaux. Dirigiéndose hacia el S. atraviesa el Jougnenaz, se levanta sobre la vertiente O. del monte Suchet, atraviesa el valle de Jougne y sube por la cresta del Risoux, que sigue hasta la parte superior del valle de Joux. Volviendo entonces en ángulo recto atraviesa el fondo del valle, cuyo lado oriental acompaña, pasando al pie del Noirmont, hasta el punto de unión de la carretera Nyon-Saint-Cergues con la del valle de los Dappes. En un espacio de 6 kms. sigue la carretera, hoy francesa, del valle de los Dappes á distancia de unos 150 m., abandonándola luego para pasar la cordillera del Dole, y llegando á la İlanura desciende el curso del Versoix hasta la frontera de Ginebra (Chavannes des Bois). Contorneando mediante una línea poligonal la altura de Satigny vuelve á ganar el Ródano, cuya mitad ocupa hasta unos 6 kms. más abajo de Chancy. La segunda parte de esta frontera, antiguamente frontera sarda, va desde Chancy hasta el monte Dolent, cantón del Valais. Esta línea atraviesa el valle del Ródano en la dirección E., toca al pie de Saleve y pasa el Arve en Sierne para alcanzar el lago Lemán en Hermance. La parte central del lago forma la frontera entre Suiza y Francia. La frontera vuelve á la orilla izq. del lago en Saint-Gingolph, en Valais; remonta el Morge, y atraviesa en dirección S. E. la cadena de montañas que se encuentra entre el

Arve. Sin embargo, la línea divisoria de las aguas no es allí frontera natural. Así, el valle de Valorcino, en la vertiente del Valais, está cortado por la línea fronteriza de tal modo que su parte superior es del territorio saboyano. En Valais la frontera S. se dirige al E., desde el monte Dolent hasta el monte Rosa; desde éste vuelve hacia el N. E., para terminar en el Grieshorn. Entre el monte Dolent y el monte Rosa separa el cauce superior del Ródano de la cuenca del Dora Baltea, y desde el monte Rosa hasta el Grieshorn separa el Rodano del Tosa. En todo este trayecto la línea divisoria de las aguas, señalada por la cresta de los Alpes y los diferentes pasos de montaña, forma una frontera natural. La verdadera frontera sólo se separa de la línea diviso ria de las aguas en el Simplón, dirigiéndose á la vertiente S.; desde el Portjengrat, en el valle de Saas, la línea divisoria de las aguas pasa por el Fletschhorn, el Faulhorn, el Simplón y el monte Leone, en tanto que la frontera se dirige desde el Portjengrat hacia el N. E. para dar á Suiza los valles de Zwischenbergen (Gondo-Ruden), Laquín (Algaby), Simplón y los desfiladeros de Gondo, en la carretera del Simplón. En el monte Leone esta frontera se une de nuevo con la línea divisoria de las aguas del Ródano y las del Tosa. En el Grieshorn comienza la frontera del Tesino. Sigue aún hasta el collado de San Giacomo (unos 5 kms.) la dirección E., y vuelve en seguida al S. para formar el gran avance en el cual están situados el Tesino y el valle de Misocco. La frontera continúa hasta el Sonnenhorn la línea divisoria de las aguas del Tosa y del Maggia; después, atravesando el Val Onsernone y el Val Centovalli, se levanta sobre el monte Ghiridone, donde se separa en ángulo recto para alcanzar la orilla dra. del lago Mayor. De la orilla izq. de este lago la frontera, encontrando de nuevo los antiguos límites del ducado de Milán y de los bailíos de Locarno, Lugano y Mendrisio, se levanta sobre el monte Tamaro y uno de sus contrafuertes alcanza el Tresa, río que pone en comunicación el lago de Lugano con el lago Mayor. La parte inferior del curso del Tresa y toda su orilla izq. pertenecen á Italia. Al S. del lago de Lugano se encuentra el Mendrissiotto, que forma la extremidad S. de Suiza. La frontera toma la dirección N. E. para subir las pendientes occidentales del monte Generoso; vuelve en seguida al brazo E. del lago de Luga. no, para elevarse de nuevo más allá del barranco del Val Orocco, sobre la cadena de montañas que separa el Val Solda del valle di Colla; sigue esta cadena hasta el collado del Jorio, en donde encuentra de nuevo la frontera grisona. Desde el collado del Jorio la frontera se dirige al N., hasta el Piz Tambo, siguiendo la línea divisoria de las aguas que separa el Misocco del territorio de Chiavenna y del Val Giacomo. La comunicación entre los valles que se encuentran á entrambos lados de la frontera no puede hacerse sino por senderos ó veredas muy difíciles. Al pasar por la depresión del paso del Splügen la frontera se levanta sobre los montes Suretta, y dirigiéndose luego hacia el Piz Timun baja de nuevo hasta el Rhin de Avers y sigue en dirección al S. por la montaña que termina en la cima del Lago; el Val di Lei, que pertenece a la cuenca del Rhin, es territorio italiano. Alcanzando de nuevo la línea divisoria de las aguas entre el Rhin y el Adda, la frontera atraviesa cerca de Castasegna el Val Bregaglia, del que sólo la parte superior pertenece a Suiza; elévase en seguida sobre la cima de la cadena del Bernina; la sigue hasta el Piz Palu, para encerrar el dist. de Poschiavo, que pertenece á la cuenca del Adda. Dirigiéndose de nuevo hacia el N. atraviesa la línea divisoria de las aguas del Adda, dejando hacia la parte de Italia el Val Livigno, cuyas aguas se reunen con el Spöl, afl. del Inn. En su última parte la frontera sigue la línea divisoria entre el Adda y el Adigio, y pasa el collado de Worms para terminar en el del Stelvio.

La vaguada del Rhin desde Rheineck hasta el Flascherberg forma la frontera entre el cantón de Saint-Gall y el Vorarlberg (comprendido en éste el principado de Lichtenstein). Enfrente de Sargans abandona el Rhin para seguir la alta montaña; rodea el Flascherberg y el Luziensteig, elévase sobre el Falkniss hasta el monte Silvretta y sigue la cadena principal del Rhätikon. Ningún tratado ni límite fija en este lugar la frontera de una manera precisa. Desde el Silvretta se dirige

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al E. hasta el Futschöl, montaña que separa los Grisones del Tirol, rodea el territorio grisón del Fimber, se dirige hasta el monte Gribelle, y abandona la cresta de la montaña para atravesar el valle del Inn. La frontera alcanza primero el arroyo del Schergen, corre á lo largo de él hasta el Inn, remonta la orilla dra. de éste hasta Finstermünz, y toma por mitad de dicha corriente para llegar á Martinsbrük. Desde este punto se eleva sobre el Piz Lat y sigue la montaña que separa las fuentes del Adigio del Val d'Uino y del Val da Scarl, pasando por el collado da Scarl hasta la cima de Urtiola; de allí desciende al valle del Munster, atraviesa el arroyo de Ram entre Taufers y Munster, y se eleva de nuevo sobre el Piz Ciavalatsch. Desde este lugar hasta el collado del Stelvio la frontera sigue la línea de división de las aguas.

Una línea que se dirige por mitad del lago de Constanza, continuándose más lejos por el Rhin, forma al N la frontera entre Alemania y Suiza; sin embargo, esta línea frontera deja en la ribera alemana los territorios suizos de Stein, Schaffhouse, Eglisau y Basilea, y en la margen suiza el territorio badense de Constanza. En Basilea la frontera se separa de la línea del Rhin se dirige hacia Pfetterhausen. Los cantones cuya frontera está formada por el lago de Constanza y el Rhin son: Turgovia (hasta el antiguo convento de Paradis), Zurich (hasta Kaiserstuhl), Argovia (hasta Basel-angst) y Basilea-Campiña (hasta Birsfelden). El territorio de la c., de Constanza, muy pequeño, está limitado por un antiguo foso de fortificación que termina por una parte en el lago, cerca de la estación del f. c. y por la otra en el Rhin. El enclave de Stein comprende las dos vertientes del valle del Biber en su parte inferior, con las aldeas de Hemmishofen, Ramsen y Buch. El valle de Klettgau y la montaña del Randen constituyen la parte principal del cantón de Schaffhouse. El Randen está formado por una sucesión de mesetas, separadas las unas de las otras por valles profundos que convergen todos hacia la cap. La vertiente N.O. del Randen acaba en el valle del Wuttach, y la vertiente S. E. en el Rhin. En esta comarca la frontera, muy irregular, apenas sigue líneas naturales. Aquí se encuentra el pequeño enclave badense de Busingen, sit, en las orillas del Rhin y limitado al S. por el cantón de Turgovia. El enclave de Eglisau se compone: 1.° Del Buchberg, sit. cn el ángulo del Rhin, con las aldeas de Rudlingen y Buchberg, perteneciente á Schaffhouse. 2. De la gran llanura del Rafzerfeld, con las pendientes que la limitan al O. y al pie de las cuales se encuentran las cuatro aldeas zurichenses de Rafz, Wyl, Huntwangan y Wasterkingen. El pequeño territorio basilense sit. en la orilla dra, del Rhin comprende la parte inferior de valle del Wiese, como también la cima y la vertiente O. del monte Crischona. Además del pequeño Basilea, se encuentran también allí las aldeas del pequeño Huningue y de Riehen. La frontera pasa por medio del Rhin sobre el Schusterinsel, remonta un poco el río, lo abandona á la altura de Burgfelden y continúa por una línea poligonal que atraviesa la llanura del Rhin y la montaña del Blauen hasta el valle del Lucelle, donde se une á la frontera bernesa; desde allí se dirige hacia el punto de reunión de las fronteras de Francia, Alemania y Suiza al O. de Pfetterhausen y al N. de Bontol (H. Bollinger, Geog. militaire de la Suisse).

Extensión y población. - La sup. de Suiza es de 41346 kms.2 y su población de 2917754 habitantes, lo que da una población relativa de 71 habits. por km2. Los extranjeros son 230000, casi la mitad alemanes. Los datos del movi

miento de la población relativos á 1893 ofrecen las siguientes cifras: nacimientos, 88099; matrimonios, 21884; defunciones, 64272. El excedente de nacimientos es de 23827. En el año citado emigraron á países de ultramar 6177 suizos, de los cuales la gran mayoría fueron á la América del Norte. La emigración tiende á disminuir, puesto que en 1892, 1891, 1890 y 1889 los emigrantes fueron 7835, 7516, 7712 y 8430 respectivamente.

Orografía é hidrografía. – Suiza es un país montañoso; sólo se encuentran pequeñas llanuras á lo largo de algunos ríos y á orillas de ciertos largos. Desde el punto de vista orográfico se divide en tres partes, que son los Alpes, el Jura

la meseta suiza. Los Alpes ocupan una gran parte, quizás la mayor, del territorio suizo. Su

La región baja comprende el fondo de los valles, ordinariamente atravesados por un río más o menos ancho y ostenta vegetación rica y muy desarrollada. Encuéntranse en esta región numerosas localidades habitadas, y buenas vías de comunicación perfectamente practicables. En la región de los montes el terreno es muy des. igual; se ele va del fondo de los valles por pendientes acentuadas y frecuentemente difíciles. Los árboles de estos montes son en su mayor parte resinosos. A excepción de las carreteras, por donde se pasan los principales collados de fos Alpes, sólo se ven caminos de herradura y veredas. La región alpestre se compone especialmente de mesetas débilmente inclinadas, que suministran excelentes pastos. En verano se ven cubiertas de ganados, encontrándose esparcidos, además, gran número de chalets, que no se habitan en invierno. Multitud de veredas cruzan el país en todas direcciones.

dirección general es al E. N. E.; al dejar á Suiza horn; sigue el Bürgenstock y el Vitznauerstock,
se tienden al E. y se enlazan entre el Danubio continuación del Pilatos, y más al N. el Rigi
y el Mar Adriático á otras cordilleras. Los Alpes (1800 m.), el Rossberg (1582), el Hohe Rhone
se dividen en Alpes Occidentales, Alpes Cen- (1 232), y el Etzel (1 102). El grupo del Todi
trales y Alpes Orientales. Los Alpes Centrales limita con el valle del Rhin anterior y con los
pertenecen casi todos á Suiza y alcazan una al- del Reuss, del Schachen, del Linth y del Sernft;
titud de 2000 á 3000 m. El suelo suizo com- luego con el collado del Panix al S. E. Su for-
prende cuatro regiones, que se distinguen per-mación geológica es la misma que la de las cor-
fectamente unas de otras desde el punto de vista dilleras meridionales que vienen del Diente del
de los cultivos, movimiento del terreno y comu. Mediodía. Sus cumbres son el Windgelle, el Todi
nicaciones.
(3 623 m.), el Bifertenstock (3 189), el Scheer-
horn (3 296). Atraviesan este grupo los collados
del Kreuzli, de la Sandalp y del Kisten. El grn-
po del Sihl está sit. entre el valle del Linth
basta el lago superior de Zurich, el Todi y el
grupo del Aar; divídese en dos partes, separadas
por el Pragel: la parte más alta contiene el
Glarnisch (2913 m.); por la otra, más cultivada,
atraviesan el Sihl y el Alb. El grupo del Sardo-
na es la continuación E. del Todi, limitado por
los valles de Ilanz, Coire, Sargans y del lago de
Walen. El valle de Weisstannen y el collado de
Foo lo dividen en dos partes: la parte S. es más
elevada que la del N. En la primera se encuen
tran el Sardona (Saurenstock) (3 056 m.), el
Ringelspitz (3 249), el Calanda (2 808), los Graue
Hörner (2847); y en la segunda el Spitzmeilen
(2305 m.); el Murtschen (2442), y el Schild
(2 287). El grupo del Santis se eleva entre el
Seez, el lago de Walen, el Linth y el Rhin; su
parte S., que es de formación caliza, se halla se-
parada de la parte N. por el Thour y el Simme.
En la parte S. se alzan los Churfirsten (Selun,
2207 m.), el Alvier (2363) y el Gonzen (1833);
en la parte N. el Santis (2504). Al S. de la gran
depresión formada por el Ródano y el Rhin se
encuentran: el grupo del Chablais y del Mont-
Blanc, limitado por el Ródano, el lago Lemán,
el Arve y una línea que pasa por el valle de
Montjoie; el collado del Bonhomme, el pequeño
y grande San Bernardo y el valle de Entre-
mont; sólo una pequeña parte de este grupo está
en el territorio suizo. Dividelo en dos partes una
línea que empieza en Cluses en el Arve y pasa
por Samoens, el collado de Coux y el valle de
Illiez. El grupo del Chablais comprende el Môle,
los Cornettes, el Dent de Oche, y el grupo del
Mont-Blanc los Aiguilles Rouges, etc. El gru
po del Cervino está situado entre el grupo del
Mont-Blanc, el Ródano, el camino del Simplón,
el Anza y el Dora Baltea. Los dos tercios de este
macizo están en territorio suizo. Sus cumbres

principales son el Combin (4 317 m.), el Cervino
(4 482), el Monte Rosa (4 638), el Weisshorn
(4512) y el Mischabel (4 554). El grupo del San
Gotardo limita al O. con el grupo del Cervino, al
N. con los valles del Rhin y del Ródano, al S. con
el Tosa y el lago Mayor, y al E. con el Tesino y
el camino del Lukmanier. El grupo de los lagos
italianos se eleva entre el lago de Como y el lago
Mayor, rodeando el lago de Lugano. Es el grupo
más meridional de los Alpes, y su vegetación se
asimila á la de Italia. Sus cumbres: el Tamaro
(1 961 m.), el Mont Camoghé (2 226) y el Gene-
roso (1695). El grupo del Adula limita al O. con
el Lukmanier, al S. con el grupo de los lagos (co-
llado del Jorio), al E. con el camino del Splügen

La región de las rocas y de las nieves está formada por la parte más alta de los Alpes; casi no se ve allí otra cosa que montañas escarpadas y glaciares. Los griegos y romanos dieron nombres especiales á algunas de las grandes cordilleras alpinas, como son: Alpes Ligurios, Alpes Marítimos, Alpes Peninos, Alpes Lepontienos, Alpes Réticos, etc. (V. ALPES). Hoy se abandona esta clasificación y se suele adoptar la propuesta por el profesor Studer, que divide los diferentes macizos según sus límites naturales, lagos, ríos y valles, del modo siguiente: Grupos sit. al N. de las llanuras del Ródano y del Rhin. Grupo Wildhorn, macizo que limita al O. y al S. con el Ródano, al E. con la garganta del Gemmi y al N. por una línea que va de Frutigen al Grande Eau, pasando por Adelboden y el collado del Pillon. Las cimas principales de este grupo son: los Diablerets (3 251 m.), el Wildhorn (3 268) y el Wildstrubel (3 266). El collado del Sanetsch separa los diablerets del Wildhorn, y el collado del Rawyl separa el Wildhorn del Wildstrubel; estos dos pasos conducen uno y otro del cantón del Valais al cantón de Berna. El grupo de los valles del Simme y del Sarine confina: del lado S. con la línea citada, del lado E. con el Kander, y sigue al N.O. hasta la meseta de la Suiza central. El grupo del Finsteraarhorn está sit. entre el Ródano, el curso superior del Aar, los lagos berneses y el collado del Gemmi. Sus cumbres principales son el Finsteraarhorn (4 275 m.), el el Viescherhorn (4048), el Aletschhorn (4 198), el Breithorn (3 774), el Wetterhorn (3 708), el Schreckhorn (4080), el Eiger (3 975), el Mönch (4 104), el Jungfrau (4167), el Balmhorn (3688), el Attels (3 634) y el Rinderhorn (3 466). El expresado grupo comprende además las cordilleras calizas del Blümlisalp (3 670 m.), y del Faulhorn (2 683). El grupo del Emme se encuentra en las fuentes del Grande y Pequeño Emme, limita al S. con los lagos de Thoune y de Brienz, al E. con el camino del Brunig, y se reune en los alrededores de Buonas á la zona de molasa del N. Este grupo es en su mayor prrte continuación de las cordilleras calizas del grupo del Simme y del Sarine. Sus cumbres más elevadas son el Rothhorn de Brientz (2 351 m.), el Hohgant (2 199), y el Pilatos (2123). El grupo del Damma debe su nombre á la cima principal; está comprendido entre la línea Genthal, Joch, Su-sión, pero semejante por su altitud y su aspecto resnes al N. y los cursos del Reuss y del Aar al E., al S. y al O. Este grupo continúa el del Finsteraarhorn y las cordilleras calizas sit. del lado septentrional. Las cumbres principales son el Damma (3630 m.), cuya continuación al otro lado del collado del Sousten se llama el Titlis (3 239). El grupo del Aa está atravesado por los dos Aa de Unterwalden y limitado de una parte por los pasos de Joch y de Suresnes, y de otra por una línea que parte del lago de Uri y va por Brunnen y Rothenthurm á Pfaffikon, á la orilla del lago de Zurich. Se ven en este grupo las cumbres siguientes: el Hohenstollen (2 484 m.), y el Urirothstock (2 933), ambos continuación del Faul

y

al N. con el Rhin anterior. Sus cumbres principales'son: el Adula (Rheinwaldhorn ó Piz Valrhein) (3 398 m.), el Piz Tambo (3 276) y el Piz Medels (3 203). Los pasos más importantes son: el camino del Bernardino, los varios que terminan en el Misocco y los collados del Greina, de Savien y del Valserberg. El grupo del Albigna y de Disgrazia está entre el valle Bregaglia, la Valtelina, el valle de Malenco y el collado de Muretto. Sus cumbres: el monte de Oro, la cima di Rossa y la cima del Largo. El grupo del Bernina limita al E. con el camino del Bernina y forma un macizo independiente y de poca exten

ters, el collado de Schlappina, el Flüela y el Inn. La cumbre más conocida del grupo es el Piz Linard (3416 m.). El grupo del Plessur esta entre el Davos, el Landquart, el Rhin y el Rhin posterior. El grupo del Rhatikon está separado de sus inmediatos por el Landquart y el collado de Schlappina y termina en el Rhin por el Falkniss (2 566 m.). El Seesaplana (2968 m.) forma parte de este grupo.

Respecto al Jura, referimos al lector al artículo correspondiente. En cuanto á la meseta suiza, es un cuadrado irregular, cuyos lados son los Alpes, el lago de Constanza, el Jura y el lago Lemán. El terreno va bajando desde el pie de los Alpes hasta la parte del río Aar que corre al pie del Jura. Es la parte de Suiza más habitada, la que tiene mejores y más vías de comunicación y la de mayor importancia agrícola é industrial. Al N. del lago Lemán se alza el monte Jorat, cuya falda meridional está llena de viñe dos; baja suavemente hacia el N. y acaba en los pantanos del Seeland. Entre el Jura y el Sarine hay una meseta con mucho bosque, atravesada por pequeñas cordilleras de colinas y seguida por barrancos; sólo un macizo montañoso, el Gibloux (1 203 m.), se alza en este terreno, a! N. de Bulle. Hallanse llanos pantanosos al S.O. de los lagos de Neuchatel y de Morat, y al E. del Sarine el terreno se eleva rápidameete hasta el valle transversal del Aar y los contrafuertes de los Alpes Berneses. Entre el Aar y el Reuss, en la zona O. de la gran meseta suiza, hay llanuras y colinas de suaves pendientes; las más elevadas son las que están entre el Emme y el Vigger, donde el monte Napf llega á 1 408 m. de altura. Todos los valles que confluyen hacia el Aar son anchos, y algunos pantanosos y con pequeños lagos. Entre el Reuss y el lago de Constanza hay varias cordilleras paralelas á este lago y al de Zurich: tales son las del Albis, Pfannenstiel, Allmann, Hörnli y Seerüeken; la del Hornli es la más ancha y alta (1317) m.) y con mayor nú mero de ramificaciones.

Suiza se divide en cuatro cuencas fluviales: 1. La del Rhin, á la que pertenecen los ríos procedentes de la vertiente N. de los Alpes: 2. La del Ródano, que comprende los que proceden de la vertiente S.O. 3. Las del Adigio y del Pó, que reunen los ríos de la vertiente Sur. 4. La del Danubio, que recibe los de la vertiente N. E.

y

El Rhin está formado por la reunión de dos corrientes principales: el Rhin anterior y el Rhin posterior. El anterior procede del Mont Badus recibe por la dra, en Dissentis el Rhin de Medels, en Ilanz el Glenner y 2 leguas más abajo el Rabinsa, y por la izq. numerosos torrentes. El Rhin posterior procede del Adula (Rheinwalhorn ó Piz Valrhein), atraviesa los valles de Schams y Domleschg, recibe aguas arriba de Andeer el Rhin de Avers y aguas abajo de Thousis el Albula, y se une al Rhin anterior en Reichenau. El mismo Albula, antes de unirse al Rhin posterior, recoge el Landwasser de Davos y el Rhin de Obershalbstein.

El Rhin se abre paso tortuosamente á través de las alturas montañosas; su valle tiene una anchura de 1 à 3 kms., y su curso está ordinariamente contenido por diques. Al abandonar los Alpes Grisones el valle se hace más ancho, es con frecuencia pantanoso, y el Rhin se arroja en el lago de Constanza, que abandona cerca de la ciudad de este nombre. Poco después de su salida del lago se ensancha de nuevo para formar el Untersee (lago inferior), y en Stein vuelve á encerrarse de nuevo en un cauce regular. Aguas abajo de Schaffhouse forma un recodo_brusco hacia el S. y vuelve á tomar su dirección O. cerca de la confl. del Töss; al dejar la c. de Basilea se dirige hacia el N. y abandona el territorio suizo.

Los afl. del Rhin en Suiza son: entre Richenan y el lago de Constanza, en la orilla dra., el Plessur, que desciende el valle de Schanfigg y desagua en el Rhin junto á Coire. El Landquart, que pasa por el Prättigan y se une al Rhin cerca de Zollbrücke; y en la orilla izq. el Tamina, que nace en el macizo de la Sardona (Saurenstock,

montuoso al grupo del Finsteraarhorn. La altu-
ra del Piz Bernina es de 4052 m. El grupo del
Ofen se encuentra al N. E. del Bernina y en la
orilla derecha del Inn: es un macizo elevado
que rodea el valle Livigno. Vense en este grupo
las cumbres de Casana, de Murterol y el Piz vierte sus aguas en el Rhin cerca de Ragaz.
Umbrail. El grupo del Piz de Err está situado Varios torrentes que bajan del macizo del Santis
entre el Fluela, el valle Bregaglia, la Engadina van por un canal del Rhin. El más importante
superior, el camino del Splugen y una línea que es el Simmi, que nace en el Wildhaus. El lago
va de Thusis á Davos. Sus cumbres son: el P'iz de Constanza recibe ríos poco importantes. Solo
Vadred (3 234 m.), el Piz Kesch (3 407) y los gla- merecen citarse el Steinach y el Goldach, que
ciares de la cima de Flex (3 206). El grupo de desaguan entre Rorschach y Arbon. Desde Stein
Silvretta llega hasta Vorarlberg. La parte suiza á Basilea: por la orilla dra, el Biber en Hem-
está situada entre el camino de Davos á Klos-mishofen, y en Thiengen el Wuttach: este rio

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