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bastante cantidad, fijando el encintado y las maestras y sentando el material comprimiéndole de modo que rebase por las juntas. Los ladrillos se usan ya muy poco en pavimentos exteriores, y pueden colocarse de plano ó á sardinel, admitiendo multitud de combinaciones en ambos casos, pero la más usada es la llamada de espiga (fig. 1), que también se emplea en los ladrillos de canto; para pisos bajos el sardinel es más conveniente, ya por tener más resistencia ya también porque eleva más el pavimento sobre el suelo natural, y es una garantía algo mayor de defensa contra la humedad, el mortero, para el exterior, debe ser hidráulico, ó mejor de cemento. Los baldosines y azulejos llevan por la parte inferior ó lecho de asiento una nerviación ó cuadrícula en relieve para que agarre el mortero, y se colocan como las baldosas, pero guardando los dibujos y combinación de colores en su colocación, de modo que resulten los que se presentaron en los planos, los azulejos ó manises no convienen en general en los solados, porque hacen difícil la circulación sobre ellos á causa del barniz que los recubre, siendo necesaria una práctica especial para marchar sobre ellos, como la que adquieren los naturales de los países en que se destinan aquéllos á este uso, que son las provincias de Valencia y Murcia.

Hay mosaicos de piedra artificial ó cerámica, y pueden ser baldosines ordinarios, pero cuya cara presenta un dibujo de mosaicos, que por tanto son de imitación, y en rigor pueden considerarse como azulejos sin barnizar, no difiriendo entonces su colocación de la de aquéllos;

Fig. 1

también se hacen verdaderos mosaicos de tierra cocida, que son pequeños prismas de secciones poligonales, que no difieren más de los verdaderos mosaicos que en el material y en que están moldeados en lugar de labrados; entre éstos es notable el célebre mosaico Nolla, que presenta variedad de colores y formas, permitiendo hacer combinaciones del mejor aspecto y multiplicar al infinito los dibujos, teniendo la ventaja de ser bastante resistentes; y aunque es un solado caro, resulta el que con ellos se practique más barato que el que se hace con mosaicos de piedra labrada.

Cuando el suelo es de madera se emplean para hacer el solado los productos cerámicos, cuyo peso es bastante menor que el de la piedra, teniendo muy poco que añadir á lo que llevamos dicho respecto de la colocación de baldosas, baldosines, azulejos y mosaicos; cuando el suelo de asiento haya de ser de madera pueden sentarse directamente sobre el suelo á baño flotante de mortero de yeso, ó bien sobre el forjado con yeso también empleado en la misma forma, agregan. do al yeso, para disminuir su fuerza, algo de tierra blanca, arena ú hollín, ó bien sentar los prismas cerámicos sobre una capa de virutas cuando no hay forjado, pero empleando siempre el mortero según hemos dicho, o ya, finalmente, elevando un enlatado formado por tablas colocadas de plano y clavadas á los maderos del piso, sobre la que se tiende el baño de yeso, y se termina el solado como ya hemos dicho.

En muchos puntos de España, sobre todo en Andalucía, se hacen pavimentos de yeso imitando otros materiales o solados al natural, resultando sumamente económicos; al efecto, sobre el forjado del suelo se tiende una capa de yeso negro sin aeribar, ó mejor agregándole granzas procedentes del cribado; cuando igualada esta capa está perfectamente seca y ha hecho ya todos los movimientos que son propios de este material, y después de nivelado el piso, se amasa en grandes cantidades yeso negro sin acribar, teñido con ocre rojo ó pavonazo, de modo que resulte una mezcla bien íntima y de color igual; colocando unas reglas de madera, en la misma forma que si se fuera á tender un pavimento asfáltico, se

vierte toda la masa contenida en el cuezo, que debe hallarse bastante fluida para que por sí sola busque el plano de nivel, y se deja reposar algún minuto hasta que comience el fraguado, en cuyo momento se levantan las reglas y se vierte nueva masa para ir cubriendo todo el piso, que se construye rápidamente; cuando está á punto de terminar el fraguado se abrillanta con la llana, é inmediatamente después se tiende una cuerda á la distancia á que debe quedar el encintado, y con la punta de un clavo se va marcando esta línea, así como las baldosas que quiera imitar este pavimento; hechas las cintas se hace la división del centro con la misma cuerda, que se atiranta en sentido diagonal y á distancias convenientes al objeto que el solador se propone conseguir; una vez hecha la distribución indicada, y habiendo señalado con un clavo y un reglón las líneas divisorias que han de representar las juntas de las baldosas, se coge con la llana, y por el lado más largo, un filete de yeso blanco tamizado y amasado, y se va aplicando con el canto de aquélla á los surcos señalados por el clavo, para imitar las llagas. Antes de tender el yeso que ha de formar este solado de imitación, hay que tener cuidado de regar bien la capa que se había colocado como cimiento para que no absorba el agua de la masa, que se desagregaría entonces por sí sola; este pavimento, aunque modesto, resulta bastante agradable, conviniendo pintarlo al óleo para darle mayor duración, pero entonces encarece mucho, perdiéndose la gran ventaja que presenta. El otro pavimento de yeso de que hemos hablado resulta más económico, y consiste sencillamente en sen. tar una capa de yeso negro sobre un enlatado que se fija á las vigas del piso, que en este caso no se cuaja de cascote; el yeso amasado con las granzas, y tendido con una regla que se apoya sobre maestras, forma un piso cómodo y silencio. so como el anterior, pero resulta muy sucio, porque da mucho polvo, y es de muy poca duración, pues el enlatado tiene movimientos por efecto de la humedad, movimientos que se transmiten al yeso, que se agrieta por todas partes. Se hace un solado de imitación de mucha más resistencia

los anteriores mezclando á seis volúmenes yeso blanco uno de cal grasa apagada por aspiración y tamizada; el yeso debe estar sin tamizar; esta mezcla se amasa y extiende como si fuera yeso sólo, según hemos dicho en el primer procedimiento, dando á la capa que forma el solado un espesor de 6 milímetros; una vez seco, se le baña ó riega fuertemente con una disolución de sulfato de hierro, que produce al principio un tinte verdoso, pero que después se convierte en un amarillento rojizo ó rojo amarillento, según que la solución salina se haya empleado después de completamente seca la masa tendida ó cuando aún no lo está; el sulfato, en contacto con la cal, se desdobla en ácido sulfú rico, que forma con la cal una nueva cantidad de sulfato de cal, y se precipita el peróxido de hierro que rellena los poros de la masa; el sulfato de zinc puede sustituir al de hierro, y entonces resulta el solado blanco; las soluciones salinas deben darse con la masa muy seca y aquéllas concentradas á saturación, regando repetidas veces; con esta preparación aumenta la resistencia del piso de un modo considerable, y se obtiene el máximo de dureza de que es susceptible si el batido de la masa se ha hecho con gran rapidez y en poca cantidad de agua; el color final, que resulta siempre de aspecto mohoso, desapa rece si después se da una mano de litargirio disuelta en aceite de linaza, con lo que adquiere el piso el aspecto de la caoba, que se completa, si se juzga conveniente, dándole una mano de barniz copal.

Los solados de losa ó enlosados de que hablamos en un principio pueden emplearse en interiores, y también al exterior en patios y aceras de las calles y para el centro de ellas, cuando no haya de permitirse el tránsito de carruajes, y en uno y otro caso son aplicables los preceptos que hemos dado al ocuparnos de esta clase de material; el mortero siempre debe ser de cal grasa, hidráulica ó cemento, según los casos, empleando el último en los países húmedos y para solado de estanques y en pozas de lavaderos; en las calles, colocándose las aceras más elevadas que el resto del piso, necesitan un encintado exterior, que se hace con losas colocadas de canto ó sillares que, penetrando bastante en el suelo, permitan hacer un encajonamiento en la parte que

debe ocupar la acera, en el que se forma el cimiento de arena á la altura conveniente, según hemos dicho ya, y después se sientan las losas en aparejo de sepultura si la acera es estrecha, y en diagonal cuando tiene anchura suficiente.

En cuanto a la higiene de los solados y otras clases de pisos, Mr. Rahts, doctor alemán, ha estudiado la influencia que su relleno ó cimiento puede ejercer en las condiciones de las habitaciones; las filtraciones de las aguas que se vierten, ó con que se lavan los suelos, desarrollan los gérmenes orgánicos que pueda haber en el entrepiso ó llevar á él mismo, y es frecuente observar, sobre todo en países cálidos, al levantar el solado el desarrollo de microorganismos, que pueden contribuir á la producción de enfermedades infecciosas, que sólo se evitan levantando y saneando el pavimento; por esto conviene, al construir un solado, de cualquier clase que sea, hacer que las juntas sean perfectas, y si es posible impermeables; no emplear en el relleno tierras vegetales, ni basuras, ni otras substancias que puedan contener gérmenes fermentescibles, y á ser posible establecer debajo del solado una capa de asfalto, linóleum, tela embreada, encerado, ú otra materia impermeable cualquiera que produzca análogo resultado, evitando así los riesgos que de otra manera habría.

Conservación y reparación de los solados. - Para la conservación constante de un solado la primera condición es una esmerada limpieza, pero que no vaya ésta más allá de donde debe llegar, para no desgastar la superficie de las piezas que componen aquél, y especialmente si son baldosas, ladrillos, baldosines, azulejos ó mosaicos, ni un exceso de riego que pudiera reblandecer las superficies acelerando su desgaste, ni un barrido que descarne las juntas; evitar que los pies de los muebles se hallen en el encuentro de las juntas, pues pudieran partirse los ángulos; no producir molinetes, haciendo, como es frecuente, que gire rápidamente una silla sobre uno de sus pies, pues produce, á poco que se repita el ensayo, un verdadero taladro; procurar que queden bien sentadas todas las piezas al colocarlas, sin caliches ni piedras ó cascotes, que servirían de puntos de apoyo aislados, y al cargar peso en una de las puntas de la loseta la romperían ó la harían girar sobre dicho punto desprendiéndola del mortero; conviene de tiempo en tiempo hacer el retundido de juntas con buen mortero, limpiando antes con el corte de una llana vieja, ó con la punta de la paleta ó el palustre, la junta para quitar el mortero viejo, y barriendo y regando antes de colocar el nuevo, para quitar el polvo y que no sea absorbido por el material el agua del mortero, que se convirtiría en polvo al secarse. Además es preciso reponer las partes destrozadas, y en el momento que se sienta que se mueve una de las losetas ó mosaicos sacarla, examinar si las intermedias están bien seguras, acabándolas de arrancar á la menor duda, picando y retirando el mortero viejo, y bien limpias las piezas separadas, así como el hueco, regar éste y lavar aquellas, poniendo buen mortero recién fabricado y volviendo á colocar las piezas en el sitio que ocupaban. En cuanto á las reparaciones no son más que la reproducción de los trabajos que acabamos de enumerar, cuando se hacen en gran escala, es decir cuando la mayor parte del solado se encuentra en mal estado, teniendo á veces que levantar todo el pavimento, aprovechando de él sólo las piezas útiles y en buen estado después de bien limpias y lavadas, levantando y quitando todo el mortero viejo y hasta el cimiento muchas veces para sustituirle por otro, es decir, haciendo un nuevo solado, para el que se procura utilizar la mayor parte posible del material existente, y á este fin deberá examinarse si del material retirado que se juzgaba inservible hay alguna parte que con nueva labra ó aserrándole podrá dar otras piezas útiles, aunque más pequeñas que las prime

ras.

Para terminar, diremos que cuando se acaba una obra de esta clase, ya sea solado completo ó algún trabajo parcial de conservación ó reparación, conviene arrojar encima algo de tierra blanca, ó yeso muerto, que se pasa con la escoba por todo el solado para que penetre en las juntas y las cierre, y además para que absorba la humedad sobrante, y retirar después la tierra que haya quedado con la llana arrastrada de canto y á través, ó con una escoba nueva que no pueda descarnar las juntas, con lo que se habrá termi

nado, no quedando más que lavar el suelo cuando esté bien seco todo el solado.

por

más

Solado de azoteas. El solado de las azoteas es una operación que requiere bastantes cuidados, pues de su buena ejecución depende la conservación del edificio, toda vez que las filtraciones que un mal solado produce pueden dar lugar á que se pudran las vigas del piso inferior sobre que descansa la azotea y que se desmoronen las fábricas, sin que se observen estas acciones hasta que el mal se ha producido; no conviene emplear la baldosa, que siempre da lugar á filtraciones, al cabo de algún tiempo las mateque rias que en suspensión ó en disolución llevan algunas aguas de lluvia cubran los poros y resulten aquellas perfectamente impermeables, siendo mucho mejor el empleo de pizarras, de cuyo uso ya nos hemos ocupado en el artículo correspondiente (V. PIZARRA); mas como allí lo hicimos de una manera general, como correspon día, procede que aquí indiquemos un procedimiento especial que se emplea con muy buen éxito en algunas localidades de América, y especialmente en el Vermont, Estado de la Unión, situado entre el Canadá, el New Hampshire, el Massachusets, el de Nueva York y el lago Champlain, así como también se emplea mucho en Burlington, ciudad del Estado de Iowa, sobre el Mississippi: consiste el procedimiento en cubrir el techo con tablas ensambladas á ranura y lengueta en la forma que representa la fig. 2, y después de terminar el entarimado verter so

Fig. 2

bre éste una mezcla de alquitrán procedente de la destilación de la hulla, y cemento Portland en cantidad suficiente á fin de que adquiera la pasta la consistencia necesaria para que pueda adherirse á ella la pizarra, impidiendo que se agriete al enfriarse; otras veces reemplazan el cemento con polvo de pizarra, siendo conveniente añadir algo de cal en polvo, para que neutralice el ácido que suele tener mezclado el alquitrán; con este mortero se hace el solado por fajas, colocando las pizarras por líneas horizontales con juntas de medio centímetro entre dos pizarras de la misma fila y al tope en el sentido de la pendiente y con juntas encontradas; por este medio queda descubierta toda la superficie de las pizarras, cuya reposición es fácil por lo tanto, sin que se produz can goteras. En la unión con los muros que forman el antepecho se colocan las pizarras con inclinación, para que no se estanque el agua en dichos puntos.

Utiles y herramientas. - Los útiles y herramientas que emplea el solador son: un cuezo de madera, cubos de zinc para el agua, espuertas, regla y reglones, clavos, cuerdas de atirantar, un metro, llana, paleta y palustre, una sierra de hoja de lata ó palastro de dientes grandes, y el aciche, que es la herramienta característica propia sólo de esta clase de obreros, por lo la que vamos á describir: consiste en un útil de dos bocas afiladas en corte (fig. 3) con un agujero, según un plano diametral y muy oblicuo al eje del

Fig. 3

útil, por cuyo agujero pasa el mango, que resulta con una gran inclinación respecto del cuerpo de la herramienta; se emplea para partir las baldosas, ladrillos, pizarras, azulejos y todos los demás materiales que necesita emplear el solador en la práctica de su oficio; se maneja á golpe como el martillo, y con el mango se sientan las piezas en el sitio que han de ocupar.

SOLADOR: m. El que tiene por oficio solar los pisos con baldosa, ladrillo, losas, azulejos, etc. SOLADURA: f. Acción, ó efecto, de solar el piso de un edificio.

- SOLADURA: Material que sirve para solar. SOLAGA Geog. Pueblo con agencia municipal del dist. de Villa Alta, est. de Oaxaca, Méjico; 1140 habits. Sit. en la falda de un cerro, á 22 kms. al O. de la cab. del dist. y 132 N.E. de la cap. del est.

SÖLAGER Geog. Territorio del litoral de la isla Seeland, Dinamarca, en la costa S. de la peninsula que separa el fiordo de Roskilde, brazo del Isefjord, del Kattegat, al O. de Frederiks verk. País notable, por encontrarse en él una interesante serie de Kjockkenmoeddinger, ó sea montones de conchas marinas que el hombre cuaternario arrojaba después de haber comido los moluscos que contenían

SOLAGO Y NAVAFUENTE: Geog. Caserío del ayunt. de Poza de la Sal, p j. de Bribiesca, provincia de Burgos; 57 habits.

SOLALINDO: Geog. Dep. de la gobernación del Chaco, Rep. Argentina, limitado al N. por el riacho de Oro, al E. por el río Paraguay, al S. E. por el riacho del Atajo, y al O. por el meridiano de 56° 20′ O Madrid.

SOLAMENTE: adv m. De un solo modo, en una sola cosa, ó sin otra cosa.

Las armas defensivas, de que usaban SOLAMENTE los capitanes y personas de cuenta, eran colchados de algodón, etc.

Huélgame; que no soy yo SOLAMENTE el desdeñado.

SOLIS.

RUIZ DE ALARCÓN.

- SOLAMENTE QUE: loc. adv. Con sólo que, con la única condición de que. SOLANA: f. Sitio ó paraje donde el sol da de lleno.

Si en lugares que algo declinan fríos los han de poner, sea en SOLANAS ó lugares abrigados del frio.

GABRIEL DE HERRERA.

...; estándose paseando (David) una siesta por un corredor, vió á Bersabé que se bañaba en una SOLANA á otra parte, etc.

que sostienen la armadura, y el resto cubierto de ventanas con sus vidrieras que, cerradas casi constantemente, preservan del ambiente exterior y permiten la entrada del sol; bien alfombrada ó esterada, y con buenas cortinas de lona, resultan un sitio delicioso durante los días claros del invierno; esta clase de solanas, vulgarmente llamadas galerías de cristales, se acostumbra en algunos países, como por ejemplo las Vascongadas de España, á hacerlas en todos los pisos, en correspondencia unas de otras, y entonces son una construcción suplementaria que se adosa al muro exterior del edificio, excepto el inferior que está cerrado por un tabique de carga, y he cha una distribución de habitaciones con los huecos necesarios para dar luz, partiendo de éste los pies derechos, prolongación de los que nacen del suelo, y que se van empalmando hasta llegar á la parte más elevada de la construcción, siendo frecuente, que si hay un terrado, desde la solana del último piso se pueda salir á aquél.

En puntos en que el calor es grande y las lluvias escasas, y en que por tanto son frecuentes los terrados ó azoteas (V. TERRADO), dan á éstos el nombre de solana, la que se cubre con toldos que se corren en el centro del día y se retiran cuando cae el sol á su ocaso, y entonces se emplean, no como parece indicar su nombre, sino, muy al contrario, para gozar del fresco ó ligera brisa que suele sentirse durante la noche; la entrada tiene lugar por una especie de garita situada en un ángulo, garita en que termina la escalera y que se halla cerrada por una fuerte puerta.

Los materiales que conviene emplear para las solanas propiamente dichas son los corrientes en la localidad, tanto más ligeros cuanto más elevada se halla la construcción, pudiendo aprove. charse para el relleno de tabiques entramados los cascotes ó yesones procedentes de derribos, que sobre no tener coste alguno en muchos casos resultan sumamente ligeros y no cargan notablemente la obra.

- SOLANA: Geog. Caserío del ayunt. de Hon- SOLANA: Corredor ó pieza destinada en la dón de las Nieves, p. j. de Novelda, prov. de casa para tomar el sol. Alicante; 141 habits. Caserío del ayunt. de Jalón, p. j. de Denia, prov. de Alicante; 65 habitantes. | Caserío del ayunt. de Vélez Blanco, p. j. de Vélez Rubio, prov. de Almería; 114 habitantes. Aldea del ayunt. de Cabañas, p. j. de Logrosán, prov de Cáceres; 230 habits. | Caserío del ayunt. de Miera, p. j. de Santoña, provincia de Santander; 110 habits.

MALÓN DE CHAIDE.

pasaban la tarde tirando la barra en el huerto, jugando á la pelota en los patios, ó saltando la mula en la SOLANA, etc.

ANTONIO FLORES.

-SOLANA: Arq y Const. En los países meri. dionales se hace mucho uso de las solanas, que comprenden generalmente todo ó casi todo el último piso de la casa, el que destinan á tender las ropas, colocar los frutos que pueden conservarse para que se sequen, etc. Lo ordinario es en estos sitios elevar un piso superior que no abarca todo el solar del edificio, sino que deja todo alrededor, ó al menos por la parte de la fachada, el espacio de una crujía ó algo menos, como terrado ó azotea, que se defiende con un antepecho de hierro ó un ático de fábrica más ó menos elegante y de mejor ó peor gusto, y detrás de éste, donde termina el terrado, se levantan los muros de la solana, de pequeño espesor, muchas veces de tabique de entramado, y algu nas por la parte de la calle, reducido el frente à unos pies derechos para sostener la cubierta ó armadura del tejado, que queda al descubierto por la parte interior; cuando se hacen muros se cuajan éstos de ventanales para que circule bien el aire y penetre el sol por todas partes; una pequeña escalera sirve de acceso desde el piso inmediatamente inferior, escalera que termina en el piso de la solana si es cerrada y que se cubre por una trampa cerrada con candado de cerrojo para seguridad del interior de la vivienda, y que si la solana está abierta termina aquélla en una pequeña estancia aislada por los muros de la solana y con una fuerte puerta para el acceso á la misma.

En otros puntos, donde los rigores del invierno se hacen sentir con mayor intensidad, la solana se reduce á una galería orientada á Mediodía á ser posible, y en caso contrario á Saliente ó á Poniente (es la peor orientación), con el frente cerrado en su parte inferior, hasta la altura de un metro ó poco más, por un fuerte tabique que cubre los espacios que dejan los pies derechos

- SOLANA: Geog. Pueblo de la prov. de Caga. yán de Luzón, Filipinas; 6074 habits. Sit. á la izq. del río Grande y al N.O. de Tuguegarao.

SOLANA (LA): Geog. Aldea del ayunt. de Peñas de San Pedro, p. j. de Chinchilla, pro vincia de Albacete; 431 habits. Caserío del ayunt. de Pinoso, p. j. de Monóvar, prov. de Alicante; 149 habits. Caserío del ayunt. de Albox, p. j. de Huércal-Overa, prov. de Almería; 96 habits. | Caserío del ayunt. de Tejeda, p. j. de Guía, prov. de Canarias; 110 habits. Establecimiento de baños del ayunt. de Agaete, p. j. de Guía, prov. de Canarias; 7 habitantes. V. con ayunt., p. j. de Manzanares, prov, y dióc. de Ciudad Real; 7508 habits. Sit. al S. E. de Manzanares, cerca y á la dra. del río Azuel, á 13 kms. de la estación de f. c. de Manzanares. Terreno llano, con algunas lomas; cereales, vino, aceite, azafrán, hortalizas y legumbres; fábs. de aguardiente, curtidos y loza. La Solana fué aldea

de la v. de Alhambra hasta 1565. Barrio del ayunt. de Saceda del Río, p. j. de Huete, provincia de Cuenca; 51 habits. | Territorio ó valle de la prov. de Huesca; es país expuesto al Mediodía, con una docena de pueblos esparcidos entre montes y barrancos, casi siempre secos, y enclavado entre los valles de Broto y Vió y la ribera de Fiscal. Es pobre y sombrío; se reducen sus producciones á un poco de centeno, y sus árboles y pastos son muy escasos. Corresponde al p. j. de Boltaña, y su localidad principal es Burgasé. Valle de la prov. de Navarra, en el partido judicial de Estella, sit. á orillas del río Fga y al S. E. de Montejurra. Comprende las v. de Oteiza, Zúñiga, Villatuerta y Arellano, y el lugar y caseríos de Aberín.

- SOLANA ALTA (LA): Geog. Caserío del ayuntamiento y p. j. de Novelda, prov. de Alicante;

111 habits.

- SOLANA BAJA (LA): Geog. Caserío del ayun

tamiento y p. j. de Novelda, prov. de Alicante; 71 habits.

- SOLANA DE AGUADERAS: Geog. Caserío del ayunt. y p. j. de Lorca, prov. de Murcia, 66

habits.

- SOLANA DE BÉJAR: Geog. Lugar con ayuntamiento, al que están agregados los lugares de Casas del Rey y los Narros, p. j. de Barco de Avila, prov. de Avila, dióc. de Plasencia; 556 habits. Sit. en el extremo S. O. de la prov., cerca de la de Salamanca. Terreno escabroso y de sierra; cereales, garbanzos, cáñamo, hortalizas y

castañas.

- SOLANA DE FENAR: Geog. Lugar del ayun. tamiento de La Robla, p. j. de La Vecilla, provincia de León; 146 habits.

-SOLANA DE LAS CASILLAS (LA): Geog Caserío del ayunt. de Valsequillo, p. j. de Las Palmas, prov. de Canarias: 55 habits.

--SOLANA DE LAS LAGUNETAS: Geog. Caserío del ayunt. de San Mateo, p j. de Las Palmas, prov. de Canarias; 76 habits.

- SOLANA DEL BARRANCO DEL PINAR. Geog. Caserío del ayunt. y p. j. de Guía, prov de Canarias; 62 habits

-SOLANA DEL LOMO DEL MARCO: Geog Ca serío del ayunt de Moya, p. j. de Guía, provincia de Canarias, 66 habits

- SOLANA DE LOS BARROS: Geog V con ayunfamiento, p. j de Almendralejo, prov. y dióc. de Badajoz, 557 habits. Sit. al O. de Almendraleio, á orilla del río Guadajira, en la carretera de Almendralejo á Talavera la Real. Terreno montuoso en parte; cereales, vino y hortalizas.

-SOLANA DEL PINO: Geog V. del ayunt de Mestanza, pj. de Almodóvar del Campo, provincia de Ciudad Real. 951 habits.

SOLANA DE PONTES: Geog. Caserío del ayuntamiento de Vélez Blanco, p. 3 de Vélez Rubio, rov de Almería, 94 habits.

- SOLANA DE RÍOALMAR: Geog. Lugar con ayunt. p. j. de Piedrahita, prov de Avila, diócesis de Avila; 463 habits. Sit en la falda de un cerro, en terreno bañado por el río Almar; cereales, algarrobas, garbanzos y legumbres.

- SOLANA DE UTIACA: Geog. Caserío del ayun. tamiento de San Mateo, p. j de Las Palmas, prov de Canarias, 174 habits.

SOLANÁCEO, CEA: adj. Bot. Aplícase á hierbas, matas y arbustos vasculares que se distinguen por sus hojas simples alternas, corola acampanada y baya ó caja de muchas semillas provistas de albumen; como la tomatera, la patata, la berenjena, el pimiento, el tabaco, la cambronera y otras. U. t. c. s.

-SOLANACEAS: f. pl. Bot. Familia de plantas perteneciente al tipo de las fanerógamas, subtipo de las angiospermas, clase de las dicotiledóneas, orden de las gamopétalas superováricas. Son plantas herbáceas, anuales (Solanum nigrum) orizocarpicas (Mandragora), leñosas, trepadoras (Solanum Dulcamara, Jasminoides, etcéte1a), algunas veces arbóreas (ciertas especies de Dunalia y Acnistus). Sus hojas están esparcidas, frecuentemente aproximadas de dos en dos en la parte superior, rara vez verticiladas (Ret), sencillas, con limbo entero ó dividido de varios modos; sus hacecillos fibrosovasculares del tallo y de las hojas son bicolaterales, es deeir, que están provistos de líber, tanto en la parte que mira hacia el interior como en la que mira hacia el exterior.

Las flores son hermafroditas, regulares, alguna vez con la corola irregular (Hyoscyamus) ó con la corola y el andróceo irregulares (Schizanthus, Salpiglossis), con el plano de simetría oblieuo, pasando por uno de los anteriores; están solitarias en la extremidad del tallo y de las ramas, y con frecuencia debajo de la flor termi. nal se forman otras dos (Datura) ó varias dispuestas en umbela (Atropa, Nicandra) ó en racimo (Solanum tuberosum, Nicotiana), las cuales no llevan sino hojas en número de dos y terminan por una flor; la hoja superior produce de igual manera una rama con dos hojas y se termina también por una flor, lo que repitiéndose indefinidamente origina un simpodio, y la ramificación comenzada como cima bípara ó multípara se continúa en cima unípara helicoidea; en esta cima las diferentes hojas madres pueden quedar en su sitio (Petunia), pero generalmente

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se sueldan con el primer entrenudo de su rama
axilar, de modo que en toda la longitud del sim-
podio las hojas resultan, como se ha indicado
antes, situadas de dos en dos en cada nudo
(Atropa, Solanum, Datura). En las especies del
género tipo cada artejo del simpodio se termina,
no por una flor sencilla, sino por una cima; ade-
más el pedicelo está soldado con la rama nacida
debajo de él hasta la mitad del primer entrenu-
do. Las flores son pentameras en sus verticilos
exteriores, con el gineceo dímero, y sus flores
corresponden, salvo rarísima excepción, á la si-
guiente fórmula general:

El cáliz es gamosépalo, con el segundo sépalo
situado en la línea media y en la parte posterior.
La corola es siempre gamopétala, unas veces
muy ligeramente irregular (Petunia, Hyoscya-
mus) y alguna vez sumamente irregular (Schi
zanthus). El andróceo consta de cinco estambres
alternos con los pétalos, generalmente todos fér-
tiles y de igual longitud (Atropa, Datura, Ly
cium, Solanum) Algunas veces son desiguales,
ya porque el que corresponde al primer sépalo
sea más corto, los dos laterales más largos y los
dos posteriores medianos (Physalis, Petunia,
Scopolia), ó ya porque à partir del tercer sépalo
van disminuyendo (Hyoscyamus) ó aumentando
(Salpiglosis) progresivamente de tamaño. A esta
desigualdad se agrega á veces una esterilidad
parcial; los dos mayores posteriores, los dos
medianos laterales, son entonces los únicos férti-

les, y el anterior, superpuesto al primer pétalo,
queda estéril (Salpiglossis, Anthocercis) y aun
abortan completamente (Brunfelsia, Browe-
llia, Franciscea), y aun puede suceder que los
dos posteriores queden estériles á su vez y los
laterales sean los únicos fértiles (Schizanthus). |
Puede notarse que el andróceo ofrece irregulari-
dades más o menos acusadas con relación al
plano oblicuo que pase por uno de los dos sépalos
anteriores, el primero ó el tercero. Los filamen-
tos están siempre soldados con el tubo de la co-
rola y á veces entre sí hasta un poco más arriba
por medio de una membrana corta y plegada
(Capsicum, Nicandra); las anteras son introrsas
y constan de cuatro sacos polínicos que ordina-
riamente se abren de dos en dos por medio de
grietas longitudinales y algunas veces por poros
terminales (Solanum). Entre el androceo y el
pistilo el pedicelo se ensancha dando origen á
un disco nectarífero anular ó casi dividido en
lóbulos alternos con los estambres (Nicandra,

Se divide en cuatro tribus, de la siguiente ma

nera:

1. Atropeas: Estambres todos fértiles, fruto baya, embrión arrollado. Solanum, Lycopersicum, Physalis, Atropa, Lycium, Capsicum, Nicandra.

2.a Hiosciameas: Todos los estambres fértiles; fruto caja loculicida, embrión arrollado. Datura, Scopolia, Hyoscyamus.

3.a Cestreas: Estambres todos fértiles; embrión recto. Cestrum, Fabiana, Nicotiana. 4.a Salpiglosideas: Estambres estériles en parte; embrión recto. Petunia, Nierenbergia, Salpiglosis Brunfelsia, Schizanthus.

Las plantas de la familia de las Solanáceas producen en sus tejidos diversos alcaloides á los cuales deben propiedades venenosas, como son la atropina, nicotina, nicocianina y solanina; pero al lado de las plantas venenosas existen especies cuyos frutos son comestibles, como los pimientos, tomates y berenjenas.

SOLANAR m. prov Ar. SOLANA.

SOLANAS DEL CARRASCAL (LAS): Geog. Lugar del ayunt. de la Aldehuela, p. j. de Barco de Avila, prov. de Avila; 50 habits.

- SOLANAS DEL MARCHAL: Geog. Cortijada del ayunt. de Lubrín, p. j. de Vera, prov. de Almería, 327 habits.

- SOLANAS DE VALDELUCIO: Geog. Lugar del ayunt. de Valle de Valdelucio, p. j. de Villadiego, prov. de Burgos; 109 habits.

SOLÁN DE CABRAS: Geog. Establecimiento de baños en la prov de Cuenca. Brotan las aguas en el profundo y sombrío valle de Solán de Cabras, término de Beteta (5,5 kms.), p. j. de Priego (16), á 40° de lat. N., 1° 48' de long. E. del meridiano de Madrid, y á 940 m. de alt. sobre el mar. Se va por f. c. hasta Guadalajara y en carruaje á los baños. También puede efectuarse el viaje por la vía férrea á Cuenca, y desde allí en caballerías y por malos caminos. El caudal es muy abundante, hasta el punto que el Dr. Córdoba (Memoria de 1861) calculó que salían de la Roqueta para surtir la fuente y los baños 5154 litros por minuto, marchando por el derrame otra gran cantidad de agua que se precipita en el río Cuervo. Hay un manantial ferruginoso, poco usado, en el sitio llamado El Rebollar. La temperatura es de 21°, 25 centígrados. El agua es clara, diáfana, inodora, de sabor suave y algo

SOLANDER: Geog. Isleta del Archip. de la Nueva Zelanda, sit. al S.S.O. de la punta Sandhill de la isla del Sur y al O.N.O. de la isla Stewart ó Rakiura.

Salpiglossis, Nocotiana), el cual puede reducir- acídulo, templada y untuosa al tacto; desprende
se á dos protuberancias alternas con los carpe- muchas burbujas, y en el nacimiento se nota un
los. El pistilo comprende algunas veces cinco ruido explosivo, intermitente, que se percibe á
carpelos epipétalos (Nicandra, Jaborosa), ó cua- alguna distancia. Están clasificadas como bicar-
tro diagonales (Nicotiana quadrivalvis), ó un bonatadascálcicas, variedad ferruginosa, é indi-
número mayor hasta 10 y aún más (Lycopersicadas contra las dispepsias, gastralgias, infartos
cum esculentum), pero generalmente consta de viscerales y cistitis catarrales. La instalación es
dos carpelos solamente, de modo que su plano regular desde el punto de vista balneoterápico;
medio pasa normalmente por el primer sépalo, hay hospedería con buenos cuartos. Temporada
rara vez por el tercero (Hyoscyamus), lo que le oficial de 15 de junio á 15 de septiembre.
hace coincidir siempre con el plano de simetría
y el andróceo, aun en los casos en que hay irre-
gularidad. Los carpelos están cerrados y solda-
dos en un ovario generalmente bilocular, cuyo
ángulo interno de cada celda presenta una pla-
centa grande y saliente, sobre la cual se inserta
un gran número de óvulos anátropos ó ligera-
mente campilótropos; las celdas alguna vez están
subdivididas por falsos tabiques que, partiendo
de la línea dorsal de cada carpelo, llegan hasta
la línea media de la placenta respectiva (Datu-
ra, Solandra, Grabowskia), y pueden ser pau-
ciovulados (Grabowskia) y uniovulados (Sele-
roschylax). El ovario está coronado por un estilo
único filiforme, terminado por un estigma entero
ó bilobulado.

SOLANDER (DANIEL): Biog. Naturalista sueco, discípulo de Linneo. N. en la provincia

de Nordland en 1736. M. en 1781. Visitó la La

ponia, Rusia y las islas Canarias; reunió preciosas colecciones de Historia Natural, y fué nombrado profesor suplente en el Museo Británico é individuo de la Sociedad Real. En 1768 acom

pañó al célebre Cook en su viaje alrededor del
mundo; recogió numerosas plantas raras, y á su
regreso recibió el nombramiento de subbibliote
cario del Museo. Se ha dado su nombre á varias

El fruto es una baya (Atropa, Solanum, Ly
copersicum) á veces envuelta por el cáliz acres-
cente (Physalis), ó una cápsula septicida (Nico-
tiana, Datura), y rara vez un pigidio (Hyoscya-tradas en la provincia de Hampshire.
mus, Scopolia, Physochlaina). La semilla con-
tiene un albumen carnoso y un embrión, á veces
recto ó poco encorvado, con los cotiledones an-
chos (Cestrum) y generalmente arrollado alre-
dedor del albumen, con los cotiledones estrechos;
su plano medio coincide con el plano de simetría
de la semilla.

plantas, y también á una isla del Gran Océano

Austral. Se debe á Daniel Solander una obra titulada Descripción de las petrificaciones encon

Esta familia comprende más de 1250 especies esparcidas por todas las regiones cálidas del globo, especialmente en América, y con las cuales se han formado 66 géneros; solamente el género Solanum comprende más de 600 especies; sólo se conoce una especie fósil de la época terciaria.

SOLANDERIA (de Solander, n. pr.): f. Zool. Género de moluscos gasterópodos del orden prosobranquios, familia tróquidos. Sus caracteres más notables son los siguientes: cabeza, tentáculos largos, anillados y ciliados; la línea epipodial provista de tres pares de cirros; los pedúnculos oculares muy cortos; maxilas no constantes; otolitos múltiples en cada otocisto; la rádula con el diente central impar romboidal ▾ estrecho en el vértice; el diente lateral irregular la concha generalmente umbilicada, conoidal con las vueltas convexas y generalmente gibosas cerca de las suturas; la espira poco elevada; la

última vuelta de la espira algo angulosa; la abertura algo romboidal; la columnilla oblicua, sinuosa ó tuberculosa en la base; el labro agudo y oblicuo; el opérculo multiespirado.

El tipo de este género es la Solanderia nucleus, de la Oceanía.

SOLANDRA (de Solander, n. pr.): f. Bot. Género de plantas perteneciente á la familia de las Solanáceas, tribu de las solaneas, cuyas especies habitan en la América tropical, y son plantas fruticosas, sarmentosas, con las hojas alternas, aproximadas en los ápices de las ramas, trasovadas, oblongas, enterísimas, casi carnosas, y las flores muy grandes, solitarias y terminales; cáliz tubuloso, tri ó quinquéfido y persistente; corola hipogina, embudada, ventruda, con el limbo plegado, quinquéfido y los lóbulos ondeados; cinco estambres insertos en el tubo de la corola, ascendentes, erguidos, con las anteras longitudinalmente dehiscentes y versátiles; ovario partido incompletamente en cuatro celdas, porque uno de los tabiques se reabsorbe en la parte superior y el otro que queda, que es el verdadero, ó sea el formado por las hojas carpelares, presenta en ambas caras placentas engrosadas multiovuladas; estilo sencillo y estigma casi acabezuelado. El fruto es una baya incluída dentro del cáliz, cuadrilocular y pulposa, con semillas numerosas arriñonadas; embrión arqueado dentro de un albumen carnoso.

Nicandra physalodes Gaertn. - Planta anual propia del Perú, ramificada, con las hojas aovado-oblongas y sinuosas, y las floros de color liláceo claro, con la garganta blanca. Se multiplica por medio de semillas, y florece en ve

rano.

-SOLANDRA: Bot. Género de plantas perteneciente á la familia de las Ericáceas, cuyas es

pecies habitan en Nueva Caledonia, y son plantas fruticosas, inermes, lampiñas, con las hojas opuestas, cortamente pecioladas, aovado-oblongas, coriáceas, con estípulas anchas, cortas, acuminadas, y flores dispuestas en corimbo terminal y casi tirsoideo; cáliz con el tubo soldado con el ovario, y el limbo súpero, muy corto y quinquedentado; corola súpera, casi enrodada, con el tubo corto y peloso interiormente, y el limbo quinquéfido, con los lóbulos linealeslanceolados y revueltos por la margen; cuatro estambres insertos en la garganta de la corola,

SOLANI: Geog. Río del alto Doab, India. Nace en los Sivalik, al O. y cerca del paso de Mohan, y corre hacia el S.S. E. y el S., en la prov. de Mirat. Sale luego del dist. de Dehra Dun, atraviesa el de Sahranpur, y después de un curso de 90 kms. vierte sus aguas en el Ganges, junto á Muzaffargarh.

SOLANIDINA (de solanina): f. Quím. Base orgánica que resulta al desdoblarse el glucósido denominado solanina, ya por la acción del calor, ya por la de los ácidos sulfúrico ó clorhídrico diluídos que actúan como hidratantes. Para prepararla pueden seguirse dos procedimientos según el ácido que se emplee, lo que hace variar necesariamente el conjunto de operaciones indispensables para aislarla en estado de pureza; cuando se usa el ácido sulfúrico se disuelve la solanina en aquel cuerpo diluído en gran cantidad de agua y se hace hervir el líquido, manteniendo la ebullición, hasta que adquiera color amarillo y comience á enturbiarse; llegado este punto no debe continuar la acción del calor, para evitar que el sulfato de solanidina que se ha formado se deposite al estado de masa resinosa blanda, pues si bien ésta adquiere estructura cristalina humedeciéndola con agua fría, se lava, sin embargo, con dificultad. Deteniendo la ebullición en el momento oportuno, y dejando enfriar la disolución, cristaliza la mayor parte de la sal citada, cuya base se aisla disolviendo aquélla en alcohol diluído y descomponiéndola por carbonato bárico; el precipitado producido, compuesto de sulfato barico, carbonato del mismo metal y solanidina, se lava y se deseca al aire para luego agotarle por alcohol hirviendo, que disuelve al alcaloide; la disolución alcohólica filtrada en caliente abandona al enfriarse cristales blancos de sola

| la expresa por CHO, suponiendo que el desdoblamiento de la primera tiene lugar en una molécula de la segunda y otra de glucosa, Zwenger y Kindt prefieren formularla CH1NO, en cuyo caso la solanina citada sería un glucósido compuesto de una molécula de solanidina y tres de glucosa, con eliminación de tres de agua. Finalmente Hilger, teniendo en cuenta la composición de un derivado pentacetilado del cuerpo de que se trata, cristalizable en largas agujas, propone la fórmula CHANO, correspondiente á CHINO16, por la que el mismo autor representa la solanina.

SOLANILLA: Geog. Aldea del ayunt. y p. j. de Alcaraz, prov. de Albacete; 331 habits. Aldea del ayunt. de Abizanda, p. j. de Boltaña, provincia de Huesca; 43 habits. | Lugar del ayuntamiento de Gésera, p. j. de Jaca, provincia de Huesca; 45 habits. Aldea del ayunt. de Morillo de Monclús, p. j. de Boltaña, provincia de Huesca; 29 habits. Lugar del ayunt. de Valdefresno, p. j. y prov. de León; 112 habits.

- SOLANILLA DEL TAMARAL: Geog. Aldea del ayunt. de Mestanza, p. j. de Almodóvar del Campo, prov. de Ciudad Real; 160 habits.

SOLANILLAS (LAS): Geog. Lugar del ayuntamiento de la Aldehuela, p. j. de Barco de Avila, prov. de Avila; 39 habits.

SOLANILLOS DEL EXTREMO: Geog. V. con ayunt., p. j. de Brihuega, prov. de Guadalajara, dióc. de Sigüenza; 219 habits. Sit. en un cerro, cerca de Masegoso y Cifuentes. Terreno escabroso; cereales, vino, aceite y patatas; cera y miel.

SOLANINA (de solano): f. Quím. Cuerpo perteneciente al grupo de los glucósidos, que se encuentra en los órganos de diversas plantas pertenecientes á la familia de las Solanáceas. Des(Solanum nigrum) por Desfosses, farmacéntico cubierto en 1821 en las bayas de la hierba mora de Besanzón, no es aquél el único vegetal del género Solanum que la contiene, pues Legripha demostrado su existencia en los tallos, las hojas y las bayas de la dulcamara (Solanum dulcama

dola en éter á la temperatura ordinaria y aban-
nidina, cuya purificación se consigue disolvien-
donando el líquido á la evaporación espontánea
para que cristalice. Si se sustituye el ácido sul-
fúrico por el clorhídrico para operar el desdo-
blamiento se produce clorhidrato de solanidina
menos soluble que el sulfato, razón por la cual
se deposita con mayor facilidad y prontitud, yra); Chevalier y Payen en el Solanum verbas
es además muy fácil de purificar sin otra cosa
que disolverle en alchol y precipitarle por éter;
puede aislarse la base de este clorhidrato disol-
viéndole en alcohol diluído, tratándole por amo-

cifolium; Fodéré y Hecht en los frutos del Solanum licopersicum, y Pelletier en los del Solanum ferox; además Otto por primera vez, y después la mayoría de los químicos anteriores,

con los filamentos muy cortos, y las anteras li- níaco, y haciendo cristalizar el precipitado gela- lograron aislar la substancia de que se trata de

neales y salientes; ovario cuadrilocular, con disco urceolar, epigino y carnoso, y óvulos numerosos en las celdas; estilo filiforme, y estigma mazudo y entero. El fruto es una baya lampiña coronada por el limbo del cáliz y por el disco epigino, cuadrilocular; semillas numerosas, pequeñas, elípticas é interpuestas en una substancia pulposa.

- SOLANDRA: Bot. Género de plantas perteneciente á la familia de las Cariofíleas, tribu de las silencas, cuyas especies habitan en los países templados del Antiguo Mundo, y son plantas herbáceas ó sufruticosas, con los tallos nudosos, articulados, las hojas opuestas, generalmente soldadas en la base, estrechas, casi lineales y enteras ó casi enteras; flores solitarias ó fasciculadas, con involucro general formado por cuatro hojuelas escariosas, con el hacecillo floral central pedicelado y sin brácteas; cáliz apeonzado ó tubuloso, mazudo, casi membranoso, herbáceo, pentagonal y con cinco dientes profundos; corola de cinco pétalos sobre un carpóforo corto y con las uñas bruscamente ensanchadas para formar el limbo; 10 estambres insertos con los pétalos, con los filamentos filiformes y las anteras biloculares y longitudinalmente dehiscentes; ovario unilocular, con óvulos numerosos insertos sobre una columnita central; dos estilos filiformes, estigmatosos por su cara interna; el fruto es una cápsula papirácea, cilíndrica ú oblonga, unilocular, dentada en el ápice y abriéndose hasta su mitad en cuatro valvas; semillas numerosas ú horizontales, ó empizarradas oblicuamente sobre una columnita central algo carnosa, convexas por el dorso, más ó menos claramente aquilladas, con la cara ventral marginada y el ombligo central; embrión dentro de un albumen feculento, excéntrico, próximo al ombligo y con los cotiledones planoconvexos y la raicilla cilíndrica alargada.

SOLANELL: Geog. Lugar del ayunt. de Valle de Castellbó, p. j. de Seo de Urgel, prov. de Lérida; 72 habits.

tinoso que se forma, primero en el alcohol y después en el éter.

La solanidina es incolora, y por lo común se presenta en agujas largas, muy finas y sedosas, si bien puede presentarse en cristales menos voluminosos constituídos por prismas cuadriláteros cuando se depositan de su disolución etérea abandonada á la evaporación lenta; insoluble en agua fría y apenas soluble en dicho líquido hirviente, se disuelve con facilidad en el éter frío y en el alcohol concentrado y caliente, presentando la disolución alcohólica sabor amargo y algún tanto astringente. Inalterable á 400°, se funde á temperatura superior á 200 y se la puede sublimar, sobre todo por medio de una corriente de aire, calentándola más allá de su punto de fusión.

á

No se altera el cuerpo de que se trata por la acción de la potasa cáustica ni reduce el nitrato de plata, el cloruro de oro ni los tartratos cuproalcalinos; en presencia del ácido sulfúrico concentrado adquiere matiz rojo y se disuelve poco poco, formando un líquido de idéntica coloración, en el que existen dos nuevos alcaloides precipitables por el agua. La reacción más sensible de la solanidina consiste en tratarla por una mezcla compuesta de volúmenes iguales de ácido sulfúrico concentrado y alcohol, con lo que se colorea de rojo más o menos intenso según la

cantidad de alcaloide.

Las disoluciones de solanidina, de igual manera que las de solanina, vuelven azul el papel rojo de tornasol, si bien esta reacción alcalina es más enérgica con la primera que con la segunda. Además es susceptible de combinarse con los ácidos, formando sales neutras ó ácidas, generalmente cristalizables, y de las que las primeras son neutras á los papeles reactivos y se distinguen por su débil solubilidad en el agua y en los ácidos.

Las dudas existentes acerca de la fórmula sopor que debe representarse la composición de la lanina han trascendido también á su derivado la solanidina, y así se observa que mientras Delif's

los renuevos desarrollados durante el invierno ó la primavera en las patatas conservadas en cue. vas ó sitios húmedos mal ventilados, y á los que llega con exceso la acción de la luz, debiendo tenerse presente que, según las observaciones de Haaf, encuéntrase la solanina de preferencia en las patatas demasiado jóvenes ó excesivamente viejas, y especialmente hacia la parte exterior de las mismas. Según este último autor, las proporciones de glucosido contenidas en 500 gramos de tubérculos, son:

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Aunque, como se ve, son varias las plantas que contienen solanina, se la extrae de ordinario de los renuevos de la patata, y entre los distintos procedimientos propuestos deben seguirse los de Reuling ó de Otto por ser los más ventajosos, no sólo por el rendimiento sino también por la pureza del producto: para seguir el método del primero de estos químicos se dividen convenientemente los renuevos frescos y se los agota por agua hirviendo, débilmente acidulada con ácido sulfúrico, que disuelve el glucósido al estado de sulfato; á la decocción, colada por un paño tupido, ó mejor aún filtrada, se añade amoníaco cuando todavía está caliente, con objeto de precipitar la solanina unida á cierta cantidad de sulfato cálcico. El precipitado recogido sobre un filtro, y convenientemente lavado, se deseca en la estufa de Gay-Lussac, y después se agota por alcohol hirviendo, filtrando la disolución y dejándola enfriar para que se deposite la subs tancia buscada, que luego se purifica por tres ó cuatro cristalizaciones en el alcohol. Las aguas madres alcohólicas contienen aún solanina, en virtud de lo cual, al concentrarlas, se convierten en una masa gelatinosa cuando está húmeda y

ecuación á la que no debe concederse, sin embargo, confianza absoluta, por no estar de acuerdo con ella las cantidades de los productos obtenidos como resultado de la reacción. Finalmente, Hilger, apoyándose sobre nuevos análisis de una solanina cristalizada en el alcohol y fusible á 235°, así como en el de su derivado exacetilado obtenido calentándola á 160° con cinco veces su peso de anhidrido acético, modifica la fórmula de Zwenger y Kind, que era la más admitida, y la expresa por C2H7NO15, proponiendo para la solanidina la expresión CH, NO.

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córnea una vez desecada; de esta masa se puede extraer la base cristalizada disolviéndola en un ácido, precipitando la disolución por lechada de cal, agotando el precipitado desecado por alcohol hirviendo y dejando enfriar el líquido filtrado. Otto aconseja tratar los renuevos de la patata por agua acidulada con ácido sulfúrico y precipitar en seguida las materias gomosas y colorantes, así como los ácidos sulfúrico y fosfórico contenidos en la disolución, mediante el acetato de plomo; después se satura el líquido filtrado por lechada de cal, y el precipitado, recogido, lavado y seco, se hace hervir con alcohol SALES DE SOLANINA. - Según se ha dicho ande 80° centesimales; volviendo á filtrar y dejan- teriormente, la solanina se combina con los ácido enfriar la disolución alcohólica, se depositados para formar sales neutras ó ácidas, y amor. poco a poco la solanina, cuya purificación se completa por nuevas cristalizaciones en alcohol. Tanto en este método como en el de Reuling es condición esencial no emplear sino renuevos frescos y cortos, y puede reconocerse la pureza del producto obtenido observando si es completamente soluble en el ácido clorhídrico frío y de concentración media.

La solanina es una substancia blanca que se deposita por enfriamiento de su disolución alcohólica hirviendo en agujas muy finas de lustre sedoso, y que observadas al microscopio tienen la forma de prismas rectos rectangulares (sistema ortorrómbico); precipitada de sus sales por un álcali mineral se presenta en copos gelatinosos, que por la desecación se vuelven córneos, perdiendo el agua de hidratación, y que la inspección microscópica demuestra hallarse constituídos por agujas entrecruzadas. Es casi insoluble en agua, poco soluble en el éter, los aceites y el alcohol, y su mejor disolvente entre los cuerpos de reacción neutra es este último líquido à la temperatura de la ebullición. La solanina cuando está seca es inodora, pero al hidratarse adquiere olor débil y semejante al del agua en la que se han hecho cocer patatas; su saber es acre, amargo y nauseabundo, y deja en la faringe persistente sensación de acritud. Fusible à 240° se descompone á temperaturas más elevadas, despidiendo olor de caramelo y dando un sublimado de solanidina, y cuando se la somete á la destilación seca produce una masa espesa de reacción ácida, y en la que además de productos aromáticos existe esta misma solanina en suspensión.

á

fas por lo general; las primeras enrojecen el papel de tornasol, tienen sabor amargo y quemante, se disuelven fácilmente en el alcohol y en pequeña cantidad de agua, pero un gran exceso de este último líquido, sobre todo en caliente, las descompone, produciendo un precipita o blanco y coposo formado por la base; las más importantes son las siguientes:

Clorhidrato de solanina. - Cuerpo gelatinoso, muy soluble en agua, que se obtiene disolviendo el glucosido en alcohol adicionado de ácido clorhídrico y precipitando la disolución alcohólica por el éter.

Cloroplatinato de solanina,

2(C2HNO15, HCl)PtCl

- Esta sal constituye un precipitado coposo, de color amarilo, insoluble en el éter, y se obtiene añadiendo cloruro platínico á la disolución de clorhidrato de solanina.

Fosfato de solanina. - Se presenta bajo forma de polvo blanco y cristalino, que se prepara por doble descomposición, y puede servir, según Kletzinsky, para el análisis de la base.

Sulfatos de solanina. - El ácido, obtenido como el clorhidrato, constituye, después de desecado, una masa blanca, amorfa, de reacción fuertemente ácida, y cuya fórmula es

CHNO15, SO,H,.

La sal neutra, único compuesto de este género inalterable por el agua, aun hirviendo, constituye, después de evaporar en el vacío su disolución, una materia incolora, caseosa, transparente, y que responde á la fórmula

2(C42H7NO15)SO H2.

La solanina no se altera calentándola con potasa caustica; reduce el cloruro de oro y el nitrato de plata á la temperatura de la ebullición Tanto la solanina como sus sales son sumadel agua, y no precipita los líquidos cuproalcamente venenosas, y su ingestión en el tubo dilinos; el ácido sulfúrico concentrado la colora de gestivo determina, según Magendie, vómitos viorojo anaranjado, matiz que pasa poco a poco al lentos, y después la somnolencia y la muerte; violeta obscuro y al pardo; el ácido clorhídrico esta acción parece ser muy distinta á la de los concentrado la da tinte amarillo, y el nítrico en otros álcalis de las solanáceas, pues no dilata la el mismo estado de concentración la disuelve en pupila y produce á dosis un poco elevadas la pafrío, formando un líquido incoloro en un princi-rálisis casi completa de las extremidades abdopio, pero que no tarda en tomar magnífico color purpureo, aunque fugaz.

La solanina, en presencia de los ácidos, actúa á la manera de los alcaloides, pues se combina con ellos formando sales neutras ó ácidas, y además presenta débil reacción alcalina con el papel de tornasol; pero el carácter que ha hecho incluir á esta substancia en el grupo de los glu. sósidos es la facilidad con que se desdobla en solanidina y en glucosa por la acción de los áci dos sulfúrico ó clorhídrico diluídos y en exceso, debiendo hacer notar que es el primer alcaloide incluído en esta clase de compuestos. En cuanto á su composición y á la fórmula por que debe representarse, no están todos los químicos de acuerdo: Delffs supone que carece de nitrógeno y la formula CH3207, si bien esta expresión parece defectuosa por fundarse en que su desdoblamiento en azúcar y solanidina se supone tiene lugar sin absorción de los elementos del agua, cosa que hasta el presente no se ha observado con ninguno de los glucósidos conocidos. Zwenger y Kind la representan por C4H70NO16, ó mejor por CH, NO16, fórmula que se aparta algún tanto de los resultados del análisis; y Kletzinsky admite la expresión C, H5NO7, basándose en que, sometido el alcaloide á la acción del hidrógeno naciente desprendido por la amalgama de sodio en presencia dei agua, se desdobla en nicotina y ácido butírico, según la ccuación

2CHNO7+2H2+ 2H2O=8C1HO2
Solanina

TOMO XIX

+C10H14N2, Nicotina

Ac. butirico

minales. El Dr. Vulpián ha comprobado con exquisito cuidado la ausencia de toda acción midriática en los enfermos sometidos al tratamiento de la solanina pura y bien cristalizada, habiendo observado, sin embargo, que el extracto de dulcamara dilata enérgicamente la pupila, lo que parece indicar la existencia en esta planta de algún cuerpo que comunica á dicho extracto la citada propiedad.

SOLANO (del lat. solānus): m. Viento que corre de donde nace el sol.

- Porque en los muchachos
Es la inclinación un viento
Que hoy es SOLANO, y mañana
O está al poniente ó es cierzo.
RAMÓN DE LA CRUZ.

Se descolora la infeliz (Rosa), se arruga,
Y una ráfaga recia de SOLANO
Desparramó sus hojas por el llano.
HARTZENBUSCH.

- SOLANO: Geog. Barrio del ayunt. de Las Hormazas, p. j. y prov. de Burgos; 109 habitantes. Barrio del ayunt. de Ölsón, p. j. de Boltaña, prov. de Huesca; 66 habits. | Aldea de la parroquia de San Bartolomé de Nava, ayuntamiento de Nava, p. j. de Infiesto, prov. de Oviedo; 56 habits.

-SOLANO: Geog. Pueblo de la prov. de Nueva Vizcaya, Luzón, Filipinas; 5331 habits. Sit. entre los ríos Magat y Lanod, cerca y al N. E. de Bayombong.

- SOLANO: Geog. Condado del est. de California, Estados Unidos, limitado al E. por el Sa

cramento y al S. por la bahía Suisun; 2434 kilómetros cuadrados y 20500 habits. Es uno de los dist. más fértiles del est. Cereales; viña; cría de ganados; mármol; cal hidráulica. Atraviesan el condado los f. c. de Sacramento á Saucelito (San Francisco) y á Oakland. Cap. Suisun City.

-SOLANO (JUAN): Biog. Conquistador espa ñol. Aún vivía en 1601, según consta de un documento publicado por León Fernández en su Colección de documentos para la historia de Costa Rica (San José de Costa Rica, t. I, 1881, pági nas 161 y sig.). Dicho documento es una Provanza de Francisco de Ocampo Golfín, vecino de Cartago (Costa Rica) y yerno de Solano. Uno de los testigos, Domingo Jiménez, confirmando lo que otros habían dicho, declaró así: «Dixo que conoce al capitán Joan Solano de treinta y cuatro años á esta parte (la declaración se hacía en 1600), y que cuando este testigo entró en esta tierra, que habrá el dicho tiempo, fué á casa del dicho Joan Solano y estuvieron siempre de camaradas hasta que el dicho capitán Joan Solano se casó, que habrá los dichos veinticuatro años que tiene dichos; el cual sabe este testigo que era uno de los primeros conquistadores, pobladores y descubridores desta provincia (Costa Rica), y entró con el Licdo. Cavallón, y se halló con él en algunas entradas, y en particular la que dieron al Licdo. Cavallón los indios del pueblo de Garabito; y este testigo ha ido con el dicho capitán Joan Solano por su camarada, yendo el dicho capitán Joan Solano por maese de campo, y otras veces por capitán, y otras por caudillo; y este testigo á ido á otras entradas á servir á Su Mag. por mandado del dicho capitán Joan Solano, acaudillando á los soldados; y que por esta razón y por haber visto al dicho capitán Joan Solano que en todo el dicho tiempo tenía y tiene su casa poblada con sus armas y caballos, y siempre fué à servir á Su Mag. á su costa y minsión, teniendo soldados á su costa y minsión, todo en servicio de Su Mag.; y este testigo supo que al dicho Joan Solano le pasaron un pie por la planta, yendo con el Liedo. Joan pacificación y población de la provincia de Costa Cavallón; el cual ha trabajado en la conquista, Rica en servicio de Su Mag., como muy buen capitán y vasallo de Su Mag. ; y que este testigo siempre vido en esta tierra mandarla siendo teniente general en esta provincia y tesorero de la real hacienda; y este testigo le tiene por hombre muy principal, caballero, hijodalgo, de solar conocido, porque este testigo conoce en los reinos de España á muchos deudos suyos, y por tales eran tenidos; y el dicho capitán Joan Solano por tal es habido, tenido y comúnmente reputado en esta tierra; y que sabe que así en las jornadas que el dicho Joan Solano hizo en tiempo del Licdo. Cavallón y de Joan Vázquez de Coronado y Perafán de Ribera y Alonso de Anguciana, el dicho Joan Solano fué uno de los que mejor sirvieron á Su Mag. y trabajaron en la tierra; y en la jornada que Perafán de Ribera hizo la tierra adentro por la costa del Norte y muchos y excesivos trabajos, porque este testigo del Sur, el dicho capitán Joan Solano padeció siempre fué camarada suyo, y lo vido ser y pasar

como tiene dicho.» Solano había casado con doña Mayor de Benavides, que le dió una hija, más tarde esposa de Francisco de Ocampo Golfín, que en 1600 vivía con su mujer en casa y á costa de su suegro. Por las declaraciones de otros testigos consta que Solano había recibido muchas heridas en las luchas contra los indígenas, y puede calcularse que llegó á Costa Rica por los años de 1560. No fueron Juan Solano y Alvaro de Acuña los conquistadores de Costa Rica, aunque así lo han creído Juarros, Molina y Montúfar; pero Solano, como dice León Fernández, se contó entre «los primeros conquistadores que vinieron (á Costa Rica) desde León de Nicaragua, por tierra, con el Lic. Cavallón, sirvió bajo sus órdenes y continuó prestando sus servicios en tiempo de Coronado, de Ribera, de Anguciana y de otros, porque alcanzó una edad muy avanzada; y Solano es, sin duda, una de las figu ras más prominentes y simpáticas de la conquista de Costa Rica, por su honradez, desprendimiento y larga é importante hoja de servicios, siempre limpia y sin mancilla alguna.»>

-SOLANO (FRANCISCO CONSTANCIO): Biog. V. CONSTANCIO (FRANCISCO SOLANO).

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