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debe la importante idea de usar una simple letra para denotar una cantidad, que lo mismo puede ser positiva que negativa, siendo reconocida la utilidad de esta notación por Newton en carta dirigida á Leibnitz.

La historia de los símbolos representativos de los números fué hecha en el artículo ARITME

TICA.

Las palabras más y menos, indicadoras de adición y sustracción, se expresaron en Italia y Francia por sus iniciales py m, y no aparecen representadas por los signos + y en Alemania hasta la segunda mitad del siglo xv. Estos signos no pueden atribuirse á ningún inventor en particular, siendo lo más probable que pro vengan de las letras p y m deformadas.

La unión de los factores de un producto sin signo alguno de cálculo ú operatorio se encuentra en Stiefel (1544); el uso del aspa (x) como signo de multiplicación es debido á Oughtred (1631), y Leibnitz, hacia la mitad del siglo XVII, fué quien simplificó este signo de la multiplicación reduciéndolo á un punto (.). La notación

a

como expresiva del cocien

" b te de los números a y b, aparece simultáneamente con las cifras índicas, y se halló ya en el Liber Abaci de Leonardo de Pisa. El colon se usaba como signo de separación ó diéresis entre los ingleses en el siglo XVII, pero su empleo actual como signo de división data de Leibnitz, El signo de Pell, que debía posponerse al dividendo, aparece en Inglaterra en el siglo XVII, pero no tuvo aceptación.

La notación de las potencias fué preparada por Stiefel, que escribió, sobre los términos de la serie 1, 14, 1AA, 1AAA, ... los números 0, 1, 2, 3..., á los cuales dió el nombre de exponentes. Después que Stevin, en 1585, hubo introducido las denominaciones de las potencias según sus exponentes, fué extendido el uso de la designación actual de las potencias por Herigogne y por Descartes.

A principios del siglo XVI usaban algunos matemáticos para las raíces signos particulares, mientras otros ya comenzaron á colocar los índices al lado ó encima del sigo radical √

Las cantidades polinómicas se encierran muchas veces en un paréntesis cuando se quiere indicar que una cierta operación afecta á toda ella. Vieta trazó líneas sobre los términos pertenecientes á una forma, como hoy se usa en las raíces de los polinomios. El uso de los paréntesis, que comenzó en el siglo XVII, no se generali. zó hasta el siguiente.

Otros varios signos se emplean para la representación de formas analíticas determinadas y para la indicación de operaciones más complejas que las fundamentales, pero es imposible hacer una descripción completa de todos estos signos particulares que, por otra parte, en su lugar correspondiente quedan indicados.

Los signos principales para relacionar las cantidades son: el de igualdad, y los de desigualdad: mayor que >>, menor que

no mayor que

, no menor que 4. El signo de igualdad fué empleado primeramente por Recorde en 1552, pero no se generalizó su uso hasta cien años después. Los signos de desigualdad yaparecen á principios del siglo XVII en Harriot.

El empleo de todos estos signos facilita extraordinariamente el enlace de las ideas en los raciocinios que hay que hacer para demostrar un teorema ó para hallar la solución de un problema, y este lenguaje especial tan sencillo de las Matemáticas ha influído poderosamente, tanto en el gran desarrollo de estas ciencias como en el rigorismo de sus conclusiones.

-SIGNO: Geog. Aldea de la ayuda de parroquia de Santa Marina de Villar, ayunt. de Serantes, p. j. del Ferrol, prov. de la Coruña; 68 habits.

- SIGNO (EL) 6 TANQUILLO: Geog. Caserío del ayunt. de Realejo Alto, p. j. de La Orotava, provincia de Canarias; 55 habits.

SIGNORELLI (LUCAS): Biog. Pintor italiano

llamado Luca de Cortona. N. en Cortona hacia 1440. M. en 1525. Discípulo de Mateo de Siena, y después de Pietro della Francesca, fué uno de los primeros pintores de la escuela florentina que dibujaron el cuerpo humano con verdadero conocimiento de la Anatomía, y supo juntar á la corrección del dibujo la expresión en las figu

ras. Signorelli ejecutó gran número de obras, ya al óleo, ya al fresco, tanto en su ciudad natal como en otras varias ciudades de Italia, especialmente en Roma, á donde en 1474 fué llamado por el Papa Sixto IV para que adornase con pinturas la Capilla Sixtina, y en Orvieto, en donde terminó el decorado de la capilla de la Madonadi-San-Brizio, que fra Angélico había dejado sin concluir. Conto Lucas Signorelli varios discípulos distinguidos, entre ellos Arcángelo Bernabei, T. Zaccagni y su hijo Antonio. Llevó una vida austera y gozó de gran consideración como hombre y como artista. Entre sus frescos se citan los que ejecutó en 1472 en San Lorenzo de Arezzo, hoy destruídos; Viaje de Moisés á Egipto; Muerte de Moisés; Una Circuncisión; La Resurrección universal; El Juicio final, etc. De sus lienzos merecen mencionarse: El Huerto de los Olivos; La Flagelación; La Cena; La Virgen; San Agustín y la Trinidad; La Sagrada Familia; La Anunciación; La Adoración de los magos; La Nativi dad de la Virgen; La Adoración de los pasto

res, etc.

SIGNY-L'-ABBAYE: Geog. Cantón del dist. de Mezieres, dep. de las Ardenas, Francia; 12 municipios y 8500 habits. Restos de una abadía fundada por San Bernardo en 1134.

SIGNY-LE-PETIT: Geog. Cantón del dist. de

Rocroi, dep. de los Ardenas, Francia; 10 municipios y 7500 habits.

SIGOFKA: Geog. V. SIG.

SIGONIO (CARLOS): Biog. Arqueólogo italiano. N. en Módena en 1524. M. en 1584. Tomó lecciones de griego de Portici ó Porto; estudió Filosofía y Medicina en Bolonia, y estuvo durante algún tiempo al servicio del cardenal Grimani (1545). A los veintidós años de edad era profesor de Letras griegas en su ciudad natal. En 1552 fué á enseñar Literatura á Venecia, en donde estuvo ocho años; entró en relaciones con Panvinio, y adquirió como erudito una reputación que le valió ser llamado á Padua en 1560 á enseñar Elocuencia. Allí fundó, bajo los auspicios de la República de Venecia, una escuela que pronto llegó á ser célebre (Gymnasium patavinum), y tuvo por compañero al ilustre latinista Bonamico. En 1563, á consecuencia de altercados con Robertello, abandonó á Padua para ir á residir en Bolonia. Estudió especialmente las antigue dades políticas, y prestó en el dominio de la Historia excelentes servicios á la Ciencia. Fué el primero que puso en claro las cuestiones relativas al Derecho antiguo y á las instituciones de Italia y de Roma. Además se le deben notables trabajos sobre Tito Livio. Sus principales obras son: Regum, consulum, dictatorum ac censorum romanorum fasti; De nominibus romanorum; Fragmenta e libris deperditis Ciceronis collecta; Orationes VII; De antiquo jure civium romanorum; De antiquo jure Italia; De dialogo; Disputationum patavinarum libri II, De republica atheniensium; De judiciis romanorum; De regno Italia libri XX; De occidentali imperio; Historiarum bononiensium libri VI; De republica hebræorum, etc.

SIGOULES: Geog. Cantón del dist. de Bergerac, dep. del Dordoña, Francia; 17 municips. y

9500 habits.

SIGRÁS: Geog. V. SANTIAGO DE SIGRÁS.

- SIGRÁS DE ABAJO. Geog. Aldea de la parroquia de Santiago de Sigrás, ayunt. de Cambre, P. j. y prov. de la Coruña; 149 habits.

- SIGRÁS DE ARRIBA: Geog. Aldea de la pa rroquia de Santiago de Sigrás, ayunt. de Cambre, p. j. y prov. de la Coruña; 27 habits.

SIGTUNA: Geog. C. de la prov. de Estocolmo, Suecia, sit. al O. de la entrada del Garnviken, que es una bahía del Sigtunafjord, ramificación N. E. del lago Mälar. Hoy no tiene más que unos 600 habits., pero ha sido una de las principales c. de Suecia, fundada á principios del siglo XI por el rey Olaf Ericsson, y destruída por los estonios en 1187. Aún se ven ruinas de varias

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que es su parte hondable, la cual apenas refresca la brisa se cierra completamente formando una rompiente corrida; figura un sector de 2 cables escasos de radio; es de fondo escaso y desigual, se halla dividido en dos mitades, de las cuales en la primera hay, entre piedras, pozas de arena con 3,3 á 5 m. de agua encima, al lado de otras de 1,1 á 1,4, mientras que en la segunda la profundidad media sólo es de 0,84 y está todo cercado de orillas de soboruco, si se exceptúa en su cabecera un corto trecho de manglar y una playi ta como de 170 m. de largo, en cuya medianía se encuentra un estero llamado embarcadero de Sigua. La costa, desde el puerto de Sigua hasta la punta de Maraví, extremidad oriental de la boca del puerto de este nombre, corre media milla como al O.; es toda de piedra, y forma un caletón que se llama de Sigua (Derrotero de las Antillas).

SIGUANEA (LA): Geog. Río de la isla de Pinos, Antillas españolas. Nace al S.O. de la sierra de la Cañada, corre al S.O. y luego al S. hasta la gran ciénaga en que derrama, formando varios esteros y lagunatos. | Gran ensenada en la costa occidental de la isla de Pinos, Antillas españolas. La ensenada de la Siguanea tiene 25 kms. de abra, se interna 33 al S. E. con 5 á 11,7 m. de agua sobre hierba; desde Cayo Francés tiende de N.O. á S. E., en distancia de 30 kilómetros, su costa S.O., que es toda anegadiza y sembrada de multitud de cayos, y desde la punta de Buenavista, extremidad N. E. de la boca, tiende la costa opuesta, primero 17 kms. al S. 30° E. hasta la puntilla oriental del río de los Indios, luego 12 kms. al S. 16.° E. hasta la punta del estero de la Siguanea, y últimamente 13 kms. al S.S.O. hasta la cab.; ofrece abrigo de los vientos generales á su banda N. E., especialmente ante el río de los Indios y el estero de la Siguanea. El río de los Indios, que por 5 m. de agua, y como á 7 cables al S.S.E. de su boca, ofrece buen fondeadero, expuesto únicamente al O.S.O., descarga en la ensenada por los 21° 42′ lat. N., aunque se halla cerrado por una barra de fango que ni botes pueden salvar sin ayuda de marea, dentro profundiza de 1,6 á 5 m., permitiendo así que suban por él hasta 7knis.; en los 4 primeros corre por entre manglares anegadizos, que luego hacen lugar á pinares, en que pueden cortarse muy buenas perchas para masteleros, y en seguida ofrece en sus orillas gran abundancia de cocodrilos, jutias y palomas, y en los bosques de sus riberas grandes piaras de cochinos cimarrones. El estero de la Siguanea, que es el desagie de la ciénaga que corriendo de E. á O. divide la isla por mitad, sale á corta distancia al S. de los cerros de su nombre; y aunque dentro tiene de 6,7 á 10 m. de profundidad, en su boca no tiene más de 2,5 de agua. Al pie de dichos cerros, y á corta distancia de la playa, hay buen agua en dos manantiales, y otro tanto sucede con las cacimbas de la falda del monte de San Pedro, que está inmediato (Derrotero de las Antillas). Gran valle de la isla de Cuba, prov. de Santa Clara, sit. en los grupos del Guamuhaya. Tiene unos 15 kms. de E. à O. desde el abra por donde sale el Jibacoa (río del Ay) hasta el Saltadero ó cascada de la Siguanea, por donde corre el río de la Hanabanilla para confluir con el Arimao. La mayor anchura del valle es de una legua, y está sumamente cerrado por varias cadenas de lomas: las cadenas Siguanea por el S., las del Alcalde y de la Helladura del Cuabal al O., la sierra de la Jara por el N. y las lomas de Orano al E.; limitan también al valle el abra del río Negro, por donde entra éste y le baña; el abra de Guanayaro al E. N.E., entre la sierra de Jara y las lomas de Orano, y el abra largo y sinuoso de Jibacoa, que se halla separado del de Siguanea por dichas lomas de Orano. Como el valle es muy bajo con respecto á las alturas que le ciñen, y le riegan, además del Hanabanillo, del río de los Negros y de los arroyos Siguanea y de Guanayara varios manantiales, está casi siempre anegado y lleno de lagunas, por lo que apenas es habitable. En las guerras modernas promovidas por los filibusteros contra España, este valle, sus pantanos y los montes que lo rodean, han sido refugio de las bandas de forajidos del país y de aventureros y presidiarios extranjeros cuyos jefes pretenden vender la isla á los Estados Unidos de América. Allí establecieron campamentos y obras de defensa, fiados en que las pésimas

condiciones del terreno para la guerra habían de hacerlas inexpugnables. No obstante, á principios de 1896 unos cuantos centenares de soldados españoles, á las órdenes del bravo corozel Segura, penetraron en la Siguanea, destruyeron campamentos y defensas y causaron más de 500 bajas al enemigo, salvándose el resto por haber apelado á la desbandada. || Río del part. de Cárdenas, Cuba. Es una corriente muy sinuosa y de bastante long. Nace, con el nombre de río del Hático, al S. E., cerca de la loma del Cautel; corre al S. E. por los corrales de la sierra del Sabango y de Lagunillas; recibe por la dra. el arroyo de la Majagua, en cuyo lugar se le conoce con el nombre de la Siguanea, y dobla al N. directamente para desaguar, formando una zanja, en la ensenada del Júcaro, entre este embarcadero y Cárdenas. Algunos afluentes del río de San Antón le envían varios brazos. || Pequeña ensenada en la prov. de Cárdenas, 2 millas á barlovento del embarcadero del Júcaro. | Laguna de Cuba, en la prov. de Pinar del Río, la mayor de la isla y de las muchas que ocupan el istmo de la península de Guanacabibes. Su forma es casi cuadrada y se levantan en ella algunos cayos. || Ciénaga en la misma prov., en la costa occidental del Golfo de Guaniguanico, entre la punta de Piedra y la boca del Cuyaguatege. En parte profundiza en el interior de la sierra, ocupando no pequeña porción de las de la hacienda Serranos (Pezuela, Dic. de la isla de Cuba).

SIGUAPA (LA): Geog. Pequeño cerro del grupo camagüeyano, Cuba, sit. no lejos y al N. de Puerto Príncipe, á la izq. del Caunao. || Embarcadero, en el seno occidental de la ensenada de Cárdenas, Cuba, resguardado por el cayo de su nombre, también llamado de los Guaumos.

SIGUAS: Geog. Río del Perú, nace en los cerros de Ampato, corre hacia el S. hasta el pueblo de Siguas y luego al S.O., y se une al río Vitor ó Chili. Dist. de la prov. de Caylloma, dep. Arequipa, Perú; 1300 habits. Su cap., el pueblo del mismo nombre, tiene 700 habits. || Dist. de la prov. de Camaná, dep. Arequipa, Perú; 400 habits.

SIGUATANEJO: Geog. V. SIHUATANEJO. SIGUATEPEQUE: Geog. Dist. del dep. de Comayagua, Honduras; 1950 habits, en los dos municips. de Siguatepeque y San José. Siguatepeque está á orillas del río Guaratoro, tiene 1050 habits., y en su término, muy fértil y ameno, hay minas de cobre y níquel.

- SIGUATEPEQUE: Geog. Volcán de la Rep. del Salvador, en el dep. de San Vicente, sit. al N. de la confl. del Acahuapa y el Lempa; mide 1300 m. de alt. sobre el nivel del mar.

SIGUEIRO: Geog. Aldea de la parroquia de San Andrés de Barciela, ayunt. de Enfesta, p. j. de Santiago, prov. de la Coruña; 93 habits. | Lugar de la parroquia de San Martín de Oroso, p. j. de Ordenes, prov. de la Coruña; 97 habits. SIGUENZA: Geog. Dióc. episcopal sufragánea del arzobispado de Toledo. Comprende territorios de las provs. de Guadalajara, Soria, Segovia y Zaragoza, distribuídos en los arciprestazgos de Siguenza, Almazán, Ariza, Atienza, Ayllón, Barahona, Berlanga, Caracena, Cifuentes, Galves, Hiendelaencina, Hortezuela de Océn, Jadraque, Maranchón, Medinaceli, Milmarcos, Molina y Tordecilos. Hay conventos de Ursulinas en Sigiienza y Molina, de Franciscanas en Siguenza, Medinaceli y Cifuentes, de Clarisas en Molina y Almazán, de Jerónimas en Medinaceli, de Concepcionistas en Berlanga y Ayllón, de Benedictinas en Valfermoso y de Bernardas en Buenafuente. El primer obispo de que se conserva memoria es Protógenes, cuyo nombre figura entre los asistentes al concilio III de Toledo. Alfonso VI restauró la sede, y D. Bernardo reanudó la serie de los prelados de Sigüenza.

-SIGÜENZA: Geog. Part. jud. de la prov. de Guadalajara. Comprende los ayunts. de Aguilar de Anguita, Alboreca, Alcolea del Pinar, Alcuneza, Algora, Almadrones, Anguita, Atance, Baides, Bujalaro, Bujarrabal, Carabias, Castejón de Henares, Castilblanco, Cendajas de Enmedio, Cendajas de la Torre, Cortes, Fuensavinán (La), Carvajosa, Guijosa, Huérmeces, Imón, Jadraque, Jirnegue, Laranueva, Luzaga, Mandayona, Mirabueno, Moratilla de Henares, Navalpotro, Negredo, Olmeda de Jadraque (La), Olmedillas, Orna, Palazuelos, Pelegrina, Pinilla de Jadraque,

Pozapeos, Ríosalido, Santiuste, Sauca, Sigüenza,
Tertonda, Torre de Valdealmendras, Torremo-
cha de Jadraque, Torremocha del Campo, To-
rresaviñán (La), Viana de Jadraque, Villacorza,
Villaseca de Henares y Villaverde del Ducado;
22881 habits. Sit. en el centro de la parte sep-
tentrional de la prov. y en los confines de la de
Soria.

sepulcrales. Las naves de ambas iglesias han sufrido restauración, especialmente la de Santiago, que agregada desde el siglo XVI al convento de monjas Franciscas, y cesando en su parroquial destino, sin duda por aquel tiempo revistió su bóveda de crucería. A la dra. yace el fundador del convento, D. Francisco de Villanuño, arcediano de Soria, cuya tendida estatua en traje sacerdotal cobija un nicho plateresco ( Castilla la Nueva, por D. José María Quadrado).

- SIGÜENZA: Geog. C. con ayunt., al que se halla agregado el lugar de Barbatona, cap. de La catedral, sit. en uno de los frentes de la pladióc, episcopal y cab. de p. j., prov. de Guada- za Mayor, es un edif. gótico muy sólido, construílajara; 4930 habits. Sit. al N. E. de Guadalajara, do con piedra de sillería y de grandísimo mérito. cerca de la prov. de Soria, en el f. c. de Madrid Su fachada principal tiene tres puertas precedidas á Zaragoza, con estación intermedia entre las de de un espacioso atrio enverjado, en cuyos pies Baides y Alcuneza, bañada al O. por el río He. se ven leones y otras figuras de piedra. Un prenares, que fecundiza su vega, y defendida al N. cioso medallón, bajo relieve, representando la por un barranco á cuyo pie hay hermosas huer- aparición de la Virgen á San Ildefonso, corona tas. Al Poniente y al S. ha rebasado la población la puerta central; á los costados de la fachada de su primer recinto, dejando de pie é incrustada se clevan dos cuadradas y macizas torres, con en sus edifs. la fuerte cerca de sus murallas, y almenas terminadas en gruesas bolas, ambas metidas en lo interior, á la entrada de angostas se comunican por una balaustrada de piedra socalles, sus antiguas puertas, flanqueadas de to- bre la fachada. El interior del templo, también rreones. Descuella en la cúspide de la c. el im- de estilo gótico, recibe luz en primer término ponente alcázar, destinado desde remotos tiem- por una vistosa claraboya colocada en la parte pos á palacio de los obispos. En una de sus al- superior de la puerta del medio; tiene tres naves menadas torres se halla el gabinete, adornado sostenidas por robustos pilares revestidos de más tarde con labores del Renacimiento, en que multitud de columnitas, algunos á media altura estuvo recluída la infortunada reina doña Blan- engalanados con doble capitel, otros torneados ca. Las pendientes calles y tortuosas travesías y macizos, ceñidos de una guirnalda ó modillode la c. alta, y lo general del caserío, aun cuando nes. Las naves laterales, iguales en amplitud á desnudo de arquitectónicos detalles, opaco y seve la mayor y en altura inferiores, la acompañan ro, le imprimen un grave sello de antigüedad. Al- hasta su intersección con el crucero. Según Ponz rededor de San Vicente nótanse casas de remotí- y Ceán Bermúdez, tiene la nave principal 98 sima fecha, cuyos arcos semicirculares parecen pies de alt. y las laterales 63; la longitud del los unos remontarse al género bizantino, los otros templo es de 313 pies; su total anchura 112, y tocar ya al Renacimiento, con molduras de per- cada uno de sus 10 pilares aislados tiene 50 de las en los tres cuerpos del edif. No lejos de allí circunferencia. En el mismo crucero empieza la se forma una irregular plazuela cercada de so- capilla Mayor como continuación de la nave portales, en la cual estuvo la antigua casa del principal; linda verja cierra la entrada, y arrimaConsistorio. Sobre todo en la espaciosa plaza de dos á los pilares de ésta hay dos púlpitos de alala Catedral abundan las fachadas de la decaden- bastro, en uno de los cuales se ven las armas del cia gótica ó plateresca, levantadas sobre arquea- cardenal Mendoza, que lo mandó construir. El do pórtico y fabricadas en su mayor parte por altar mayor está formado de tres cuerpos, jóni. el opulento cabildo. Entre ellas se distingue la co, corintio y compuesto, con un antiguo y predel Ayuntamiento. Más nuevo y desahogado as- cioso tabernáculo, adornados con sepulcros, esta pecto presenta la parte baja de la población, com- tuas y esculturas perfectamente trabajadas y de puesta de uniformes manzanas, que á fines del grandísimo mérito artístico. En el crucero hay pasado siglo hizo levantar el obispo D. Juan una capilla con un retablo magnífico dedicado á Díaz de la Guerra, y cuya propiedad cedió gene- Santa Librada, patrona de la c., en la que se rosamente al hospital. Una grata y frondosa ala- veneran sus reliquias, y allí también, contigua meda tiende allí sus umbrías calles á las márge-á la puerta del Mercado, la capilla de Santa Canes del río, bordando la opuesta orilla huertos amenísimos al pie de eriales cuestas. De ellos toma su nombre la antigua ermita de Nuestra Señora, que á un lado del paseo ostenta su portada del Renacimiento y el flanco de su larga nave, cuyos estribos adornan en vez de botareles toscas figuras, y cuya fábrica del siglo XVI no fué sino reedificación de otra que, según tradiciones, sirvió interinamente de catedral. Varios templos y edifs. rodean aquel sitio espacioso por donde principió á remozarse Sigüenza; el Humilladero, pequeña ermita gótica contemporánea de la de los Huertos; el churrigueresco convento de Franciscanos con su convexa fachada; el moderno de Ursulinas, antes casas de los infantes de coro; el Hospicio y el Cuartel de Milicias, obras ambas episcopales; más adelante el renovado Colegio de Jeronimos y el contiguo de San Antonio, fundado por 13 colegiales en 1477 por el arcediano de Almazán Juan López de Medina, criado del cardenal Mendoza, en los cuales residió Universidad de estudios por más de tres siglos, y en el centro del arrabal la nueva parroquia de Santa María, erigida á expensas de un obispo en la presente centuria. Las parroquias primitivas de Santiago y San Vicente conservan su monumental carácter en armonía con el de la antigua c.: paredones denegridos, torres bajas y gruesas, portadas de arcos semicirculares en degradación, esculpidos con estrellas, tableros y entrelazos, sostenidos ya por seis, ya por tres columnas á cada lado con capiteles de tosco follaje; en el testero de la de San Vicente una estatua gótica de la Virgen bajo afiligranado doselete, y en el de la portada de Santiago un busto del Apóstol de escultura más adelantada. Una y otra capilla mayor, de cuadrada forma, apoya el arco ojivo de su entrada sobre pareadas columnas bizantinas, y los cruzados arcos de su bóveda sobre otras semejantes en los ángulos colocadas; en sus muros laterales ábrense rosetones ó ventanas de medio punto flanqueadas también de columnitas, y en la parte inferior de ellos nótanse vestigios de hornacinas

talina, antes dedicada á Santo Tomás de Cantorbery. El coro está situado en el centro de la iglesia, tiene preciosas sillerías con profusión de adornos tallados con mucha maestría, con dos excelentes órganos en los arcos laterales; detrás del coro está el suntuoso altar de Nuestra Señora la Mayor, de jaspes negros y rojos, y por sus inmediaciones el crucero de la iglesia se comunica con el hermoso claustro, de estilo gótico florido y de bellísimo dibujo, con menudos y exquisitos calados en todas sus ventanas cubiertas de cristales. Hay otras capillas de mucho mérito, con varios enterramientos, y por la Mayor se va á la sacristía ó sagrario, espaciosa sala cubierta de esculturas y mascarones labrados en piedra arenisca, preciosos en su mayoría y cuya bóveda está primorosamente cincelada; en su interior está la capilla de las Reliquias, que contiene una escogida colección, preciosos ornamentos y alhajas, entre ellas la riquísima custodia y viril, regalo del cardenal Mendoza. Su Sala Capitular posee muy notables pinturas, y otros buenos cuadros están repartidos por todas sus capillas y dependencias. No hay noticia exacta de la época en que empezó á construirse este magnífico templo, si bien se supone que fué en el siglo XII; lo que queda es muy posterior. En el siglo XV se construyó el altar mayor, de mármol blanco, que yace destrozado detrás del construído á fines del XVI y principios del XVII. La efigie llamada de Santa María la Mayor, que fué la titular, se talló en el siglo XI; á fines del xv se la llevó al trascoro, sustituyéndola en el nuevo retablo de madera con una efigie en el misterio de la Asunción.

El término de Sigüenza, fertilizado por el Henares, presenta algunos montes y bastante amenidad. Las producciones principales son: cereales, hortalizas, legumbres, frutas, cera y miel; críase algún ganado, y hay fábs. de bebidas gaseosas, chocolates, jabón, curtidos, tejidos de hilo lana y alfarerías. Los establecimientos de enseñanza son: el Seminario Conciliar de San

Bartolomé, fundado en 1651; el Seminario Menor de la Purísima Concepción; un colegio dirigido por PP. de San Vicente de Paul; la Escuela Superior Elemental y otras particulares. Hist. Según consigna Quadrado en su descripción de la prov. de Guadalajara, á media legua de la c., en el sitio llamado Villavieja, existió la antigua Segoncia ó Saguncia, fundada, á lo que suponen, por colonos griegos ó fugitivos de Sagunto, cuya reducción á la actual Sigüenza, entre las varias de aquel nombre, comprueban las distancias del Itinerario de Antonino; pero tampoco han quedado de ella más noticias que los nombres de sus qbispos en la época goda y la mención harto confusa de la victoria que en sus cerranías consiguieron los caudillos del rey Witerico á principios del siglo VII contra las agonizantes fuerzas del Imperio romano en la península. Sometida por Tarik en su tránsito de las riberas del Tajo á las del Ebro, la vemos nombrada á la vez por los sarracenos Segoncia ó Secunda, y en las sangrientas guerras que precedieron al establecimiento de los Omeyas en España figura como residencia del poderoso Samail, gualí de Toledo, jefe de la facción egipcia y sostén del gobernador Yusuf el Fehrí. Allí, en su magnífico palacio, ofreció el gualí pérfida hospitalidad á su enemigo Amer-ben-Amrú, quien advertido de la traición durante la cena, por los alaridos de su comitiva, bárbaramente degollada en el patio, se le escapó abriéndose paso con la espada; allí mismo fué preso Samail en 759 de orden del primer califa Abderraman, temeroso éste de su inquieta ambición y poco confiado en su aparente sosiego. En el siglo IX subsistía Segoncia, tolerada por los sarracenos su numerosa cristiandad, y era su obispo el prudentisimo Sisemundo cuando la visitó de paso San Eulogio; pero sin duda en posteriores tiempos decayó mucho de su rango o se despobló en teramente, pues su nombre no aparece más en las crónicas, ni suena aún entre las conquistas de Alfonso VI, que sometió toda la comarca. La historia de su restauración es obscurísima; pues si bien noticias más recientes la atribuyen al rey citado por los años de 1102 al 1106, ora recayese en poder de los mahometanos, ora fuese repoblándose lentamente, hasta veinte años más tarde no se reanuda la serie de sus prelados en D. Bernardo, natural de Agén, traído de Francía, y formado en Toledo por el arzobispo de su mismo nombre. Para remediar la necesidad de aquella iglesia, por cuatrocientos y más años destruída de raíz, según expresión de los privilegios, concedióle la reina Urraca, en 1.° de febrero de 1124, la décima parte de todo el portazgo, y en 14 de marzo de 1140, hallándose en Atienza Alfonso VII, hizo donación al obispo y cabildo de los nuevos pobladores que se habían establecido cerca de la iglesia, con sus casas y heredades, otorgando permiso de avecindamien to á 100 familias más y dándoles el fuero de Medinaceli. De ahí aparece que la catedral se fijó desde luego en su actual sitio, inaugurando la nueva población, mientras que la vieja, reducida á la aldea de Medina, fué perdiendo ya su corto vecindario; y estas dos partes ó barrios de Siguenza dispuso el monarca en 1146 que formasen un solo concejo y se rigieran por un fuero mismo al trocar con el obispo el señorío de ella, por los lugares de Caracena y Alcubilla. La tenencia del Castillo, la percepción de rentas é impuestos, el nombramiento de alcaldes y jurados y demás oficios concejiles, fueron desde entonces atribuciones del prelado, única autoridad en la cual se refundieron todos los poderes. A Bernardo, tras de su largo episcopado, sucedió Pedro, á éste Cerebruno, que viendo la población de la vieja Sigüenza transmigrada ya entera. mente á la nueva erigió en ésta las dos parro quias de Santiago y San Vicente, y dió principio, según parece, á la fábrica de la actual catedral. Después de éstos ciñeron la mitra el inglés Jocelino, que asistió con el rey á la toma de Cuenca; Arderico trasladado á Palencia, el santo Abad de Huerta, Martín de Hinojosa, que renunció su dignidad en 1192 para volver al monasterio, y su inmediato sucesor Rodrigo, de largo y glorioso pontificado. Ilustres prelados en los siglos posteriores gobernaron aquella iglesia, vasta por su jurisdicción, riquísima por sus productos; muchos vistieron la púrpura cardenalicia, los más fueron desde allí promovidos á las principales sillas metropolitanas, y algunos por este simple obispado abdicaron la dignidad ar

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zobispal. Figuró Sigüenza en las guerras civiles de los siglos XIII y XIV. En 1297 los partidarios de los Cerdas escalaron el Alcázar, del que fueron expulsados por los ciudadanos. En 1465 el deán Diego López de Madrid se hizo fuerte en la ciudad, disputando el obispado á los cardenales Juan de Mella y Pedro González de Mendoza. Este fué obispo de Sigüenza, á la vez que de Toledo, hasta su muerte en 1495. Su sucesor, don Bernardino de Carvajal, fué uno de los promotores del conciliábulo de Pisa, por lo que Julio II lo declaró cismático y lo desposeyó de la mitra.

En los tiempos modernos no registra la historia de Siguenza hechos de importancia. Sus inmediaciones fueron teatro de las campañas de D. Juan Martín el Empecinado en 1812, y en la c. entraron los carlistas en 1836 para aban. donarla en breve. El escudo de armas de Siguenza ostenta á la dra, un castillo sobre peñas, y á la izq. un águila coronada, con un hueso en las garras.

- SIGÜENZA (FRAY JOSÉ DE): Biog. Poeta é historiador español. N. en Siguenza (Guadala jara) en 1540 o 1544. M. en El Escorial á 22 de mayo de 1606. Desde la edad primera mostró gran amor á los estudios. Parece que se pensó dedicarle á la carrera de las armas, pero es lo cierto que ingresó en la Orden de San Jerónimo, recibiendo el hábito en el monasterio del Parral de Segovia, donde estaba un religioso que era tío de José. Este, siguiendo la costumbre de los Jerónimos, dejó el nombre patronímico, que ig noramos, y adoptó el de su pueblo natal, por lo que se le llamó el Padre Sigüenza. Del Parral marchó al Real Colegio de San Lorenzo, que había sido trasladado desde Parraces al magnífico monasterio del Escorial, en el que tuvo la fortuna de encontrar al célebre Arias Montano, de quien se hizo discípulo. Juan González, en el Discurso preliminar inserto en la última edición de la Vida de San Jerónimo escrita por Sigüenza, afirma que este último adelantó tanto en los idiomas hebreo y griego y en la ciencia de las Sagradas Escrituras, que una de las glorias de tal maestro fué el dejar tal discípulo y sucesor. >> Consta, en efecto, la extraordinaria aplicación del Padre Sigüenza, que bajo la dirección de Arias Montano aprendió el griego y el hebreo, y que llegó á ser habilísimo en el conocimiento de la Historia y de la Elocuencia Sagrada. Sucesor de Arias Montano como profesor y como bibliotecario mayor del monasterio del Escorial, probó el Padre Sigüenza en este último cargo su ilustración y actividad, ya ordenando los libros de la biblioteca, ya dando al italiano Peregrín de Peregrini asuntos para las pinturas de la bóveda y paredes de la misma. Fué elocuente predicador. Felipe II oía siempre con profundo respeto sus sermones, y le estimaba mucho por su talento, mcdestia y vida ejemplar. Despertada por estas causas la envidia de sus hermanos, Fray José hubo de comparecer ante el Tribunal de la Inquisición, y estuvo preso poco menos de un año en el monasterio de la Sisla por suponer que había manifestado sentimientos luteranos en un comentario del Eclesiastés, titulado Jesus heri et hodie ipse et in sæcula; pero logró justificarse y recobró sus cargos. Volvió en triunfo al monasterio del Escorial, en el que desempeñó las funciones de superior de su Orden, y allí acabó sus días. Felipe II, refiriéndose al soberbio monasterio construído en memoria de la batalla de San Quintín, decía: «Los que vienen á ver esta maravilla del mundo, no ven lo principal que hay en ella si no ven á Fr. José de Siguenza, y, según lo que merece, durará su fama más que el mismo edificio, aunque tiene tantas circunstancias de perpetuidad y firmeza.» Cierto día que los Ministros hablaban del Padre Sigüenza, calificándole unos de santo, otros de sabio, les interrumpió el rey diciendo: «¿Para qué os cansáis en eso? Decid lo que no es Fray José y lo que no sabe, y acabaréis más pronto.» Razón tenía Felipe II, pues el Padre Siguenza cultivó con fruto las Matemáticas y la Geografía, fué muy versado en los idiomas orientales, muy aficionado á la Música, como también á la Poesía; sobresalió como profundo teólogo, y para historiador tuvo tan excelentes condiciones que, á juicio de Gil y Zárate, «si en lugar de escribir vidas de santos escribiera Historia, aventajara al mismo Padre Mariana. Y un extranjero, Puibusque, en su Historia comparada de las literaturas españo

la y francesa (t. I), escribió, refiriéndose al Padre Sigüenza: «Talento superior, que supo escribir la historia de su Orden de modo que obliga á lamentar que no se le confiara la historia general de la península.» Por el esmero y buen gusto con que están escritas, merecen recuerdo las poesías religiosas de Fray José, quien no sobresalió por la elevación de su numen poético; casi todas sus composiciones, cuyo mayor número se guarda en la Biblioteca Escurialense, son parafrasis de los Salmos. Como historiador el Padre Sigüenza eligió por modelos á Salustio, Tito Livio y Tácito, acreditando en sus obras buen gusto literario, á pesar de su anhelo de aparecer erudito. Escribió Fray José: La vida de San Jerónimo, doctor de la Santa Iglesia (Madrid, 1595, en 4.°; íd., 1629, en 4.o, é íd., 1853, en fol.). Es obra erudita en el fondo y elegante en la forma. Los Jerónimos costearon la última edición citada, en la que la obra consta de un prólogo y seis libros, subdivididos en varios discursos, estando precedida de dos discursos preliminares por el presbítero Juan González, de dos composiciones poéticas del Padre Sigüenza tituladas Parafrasis del Miserere y Encomio á N. P. San Jerónimo, y de la dedicatoria á la Orden. Historia de la Orden de San Jerónimo (Madrid, 1595-1600, 3 t., el I en 4.o, los otros dos en fol. ; íd., 1600-1605, 2 vol. en 4.°). En la primera edición, que acaso es distinta de la segunda, el tomo I comprende la vida de San Jerónimo. Esta Historia, que fué continuada (1680) por Francisco de los Santos, da muchas é interesantes noticias acerca de la fundación del Escorial. Dícese que cuando la obra llegó á manos de Felipe III agradó al rey su lectura de tal suerte, que la aurora del nuevo día le sorprendió con el libro en las manos. Escuela de novicios, dedicada, como indica su título, á la instrucción de los novicios. De otras obras que pensaba escribir, entre ellas una Historia eclesiástica, hace el Padre Sigüenza algunas indicaciones en la Vida de San Jerónimo, pero no llegó á realizar sus propósitos. Con carácter dudoso le atribuye algún otro libro Nicolás Antonio. - De la Historia de la Orden de San Jerónimo se ha sacado sin duda esta otra, publicada en nuestro tiempo: Historia primitiva y exacta del monasterio del Escorial, la más rica en detalles de cuantas se han publicado, escrita en el siglo XVI por el Padre Fray José de Sigüenza, arreglada por Miguel Sánchez y Pinillos (Madrid, 1881, en 8.°), con el retrato del autor. - El nombre de Fray José de Sigüenza figura en el Catálogo de autoridades de la lengua publicado por la Academia Española.

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- SIGÜENZA Y CHAVARRIETA (JOAQUÍN): Biog. Pintor español. N. en El Peral (Cuenca) á 5 de junio de 1825. Fué en Madrid alumno de la Academia de San Fernando, y completó sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de París. En esta última capital recibió las lecciones de León Cogniet. Concurrió con las siguientes obras á las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes celebradas en Madrid en 1862, 1864 y 1866: Una liebre muerta; Un pato y un ánade: Los trofeos ganados por las tropas españolas en la toma de Tetuán, paseados triunfalmente por delante de los reyes; Entusiasmo del pueblo de Madrid al saberse la noticia de la toma de Tetuán, obra, como la anterior, adquirida por Isabel II, que concedió al artista los honores de pintor de cámara; Grupo de caza muerta; Procesión en una iglesia (efecto de luna); Entrada de la procesión en el templo; Entrada triunfal en Madrid del ejército de Africa en 11 de mayo de 1860; Gallina y pollos en su gallinero; Unos pollos. En las dos últimas Exposiciones citadas obtuvo Sigüenza dos menciones honoríficas, y el Estado adquirió para el Museo Nacional su Entrada de la procesión en el templo. El Ministerio de la Guerra conserva su Entrada triunfal en Madrid del ejército de Africa. Las dos obras compradas por Isabel II, otra de la Batalla de Wad-Ras, del mismo artista, se hallan en el Real Palacio de Madrid. Otro lienzo de Siguenza: Jura del duque de la Torre como regente del reido ante la Cámara Constituyente en 18 de junio de 1869, figuró en la Exposición madrileña de 1871 y valió á su autor una encomienda de Isabel la Católica. Sigüenza fué nombrado (1872) conservador del monasterio del Escorial y profesor de Dibujo del colegio establecido en aquel monasterio. Son cuadros suyos: La entrada de Alfonso XII por la calle de Alcalá (Madrid) en

1875, y El acto solemne de ser investido Alfon so XII con las insignias de Gran Maestre de las Ordenes Militares. En Madrid fué profesor del citado monarca y del Colegio de Santa Isabel. También desempeñó la plaza de inspector general de la Compañía General de Minas de España. Está condecorado con el título de caballero de la Orden portuguesa de Cristo y de la española de Carlos III. En la Exposición Nacional de Bellas Artes verificada en Madrid en 1887 presentó su cuadro del Interior de la sacristía de la Real basílica del Escorial, con varias figuras.

-SIGÜENZA Y GÓNGORA (CARLOS DE): Biog. Poeta y escritor español. N. en Méjico en 1645. M. á 22 de agosto de 1700. Era hijo de padres españoles. Estudió con los Jesuítas, y á los diecisiete años de edad compuso una descripción de la primavera bajo la zona tórrida, en versos latinos, la cual reveló su genio poético. Abrazó el estado eclesiástico y se dedicó á la instrucción pública. Enseñó más de veinte años en la Universidad de Méjico Filosofía y Ciencias exactas. En el incendio que hubo en Méjico en 1692 perecieron varios escritos de este ilustre americano sobre los caracteres jeroglíficos que usaban los indígenas, los cuales eran hijos de muchos años de investigaciones y descubrimientos. De sus obras en verso se imprimieron en distintos años: Ver indicum ó Verindicum, poema sacro-epicum (Mejico, 1660, en 8.°); Las glorias de Querétaro; La primavera indiana; Triumphus partheniens (Mejico, 1684, en 8.o); Orientalis Planeta, epopeia sacro-panegyrica Indiarum apostolo magno San Francisco Xaverio (1700, en 4.o). Las demás en prosa sobre asuntos científicos y literarios, que se imprimieron también, son las siguientes: El Belerofonte matemático, contra la quimera astrológica de Martín de la Torre; Expositio philosophica adversus cometes (1681, en 4.o); Libra astronómica et philosophica (1690, en 4.°); Mercurius volans et novum Mexicum restauratum præ se ferens, que otros titulan Mercurio volante, viendo en él un periódico, el primero que se imprimió en Méjico; Relación histórica de los sucesos de la armada de Barlovento, desde fines de 1690 á fines de 1691; Trofeo de la justicia española contra la perfidia francesa; Los infortunios de Alonso Ramírez, que después de haber dado la vuelta al mundo arribó náufrago en las costas de Yucatán; El Paraíso occidental.

De 1668, año en que comenzó sus investigaciones científicas sobre la historia azteca, y en el que contaba apenas veintitrés años, á 1681, en que vio el público su Libra astronómica, cuya impresión fué costeada por Sebastián de Guzmán, habían transcurrido trece años, durante los cuales la fama de Sigüenza pasó los mares y llegó á la metrópoli. Carlos II, para premiar su talento, le nombró cosmógrafo regio, catedrático de Matemáticas de la Universidad de Méjico, y le confirió sucesivamente otros empleos, todo por cédulas reales fechadas en Madrid. Mas incansable

su fama, no detuvo su vuelo en la península, si no que, pasando los Pirineos, llegó á la corte de Luis XIV, deslumbró á aquel monarca, que viendo durante su reinado descollar tantos ingenios, se había apresurado á proteger el talento, y le inspiró la idea de escribir á Siguenza y de invitarle á que pasase á su corte, donde sería colmado de honores y riquezas. Sigüenza rehusó, con vivas muestras de reconocimiento y gratitud hacia aquel monarca. Siguió entregado al ejercicio de su ministerio, publicando algunos opúsculos, escribiendo sus obras sobre la historia y antiguedades de los indios, y desempeñando igualmente el cargo de examinador general de artilleros desde 1681 hasta 1693. En 12 de enero de este último año fué llamado á palacio por el virrey Gaspar de Sandoval, conde de Galve, quien le anunció le había nombrado para que formase parte de la comisión científica encargada del reconocimiento del Seno Mejicano, bajo la direción del general almirante de la armada de Barlovento, Andrés de Pes ó Pez, gobernador del Real Consejo de Indias y secretario del Despacho Universal de la Marina. Siguenza no pudo negarse, y abandonó su retiro para ir a servir á su patria en expedición de tanta utilidad. A fines de febrero del mismo

que

año salió de Méjico para Veracruz, y en 25 de marzo, día en que había reunido todo lo que necesitaba para el reconocimiento, se hizo á la vela en dicho puerto. Desempeñó su comisión y volvió á Méjico, en donde publicó un tomo

ΤΟΜΟ ΧΙΧ

que se imprimió luego en folio, con el título de Descripción de la bahía de Santa María de Galve, de la Movila y río de la Palizada 6 Mississippi, en la costa septentrional del seno mejicano. En sus manuscritos se ve patente el fruto de sus estudios y trabajos durante toda su vida, objeto de sus más detenidas y escrupulosas investigaciones. En ellos, dice el americano Cortés, «el ingenio de Sigüenza había desplegado su vuelo de águila para remontarse hasta las generaciones más remotas y seguir los pasos de las naciones que po blaron nuestro continente, desde el Diluvio hasta que sucumbieron bajo el yugo de los conquistadores españoles, y en los que, si no se resuelven del todo tantos problemas como con respecto á los antepasados de Méjico han ocupado y aún ocupan à tantos y tan distinguidos sabios, derrama al menos sobre ellos una vivísima luz.» Los títulos de los manuscritos de Sigüenza son los siguientes: La piedad heroica de Fernando Cortés; Tratado sobre los eclipses de sol; Tratado de la esfera, Elogio fúnebre de sor Juana de la Cruz; Vila del arzobispo Alonso Cuevas Dávalos; Teatro de la Santa Iglesia metropolitana de Mejico; Historia de la Universidad de Mejico; Tribunal histórico; Historia de la provincia de Tejas; Anotaciones críticas á las obras de Bernal Díaz del Castillo y Torquemada; El Fénix de Occidente; Genealogía de los reyes mejicanos; Ciclografía mejicana; Historia del Imperio de los chichimecas; Calendario de los meses y fiestas mejicanos; Año mejicano. Durante su vida Sigüenza trató con frecuencia y con intimidad á la poetisa sor Juana Inés de la Cruz, y con motivo de su muerte escribió un Elogio fúnebre en correspondencia tal vez de un hermoso Soneto en que ella tributa justos elogios á su reconocido mérito. En los últimos cinco años de su vida Sigüenza se decidió á volver al seno de la Compañía de Jesús, en donde siguió entregado á sus estudios y en donde se le confirió el empleo de corrector general del Santo Oficio. Además de un gran número de opúsculos que compuso, existe de él un Plan topográfico de las cercanías de Méjico. Todas las obras que publicó fueron impresas en Méjico.

– SIGÜENZA Y ORTIZ (MARIANO): Biog. Pinde los primeros años del presente siglo. M. hator y grabador español. N. en Valencia en uno

cia 1860 Individuo de una familia dedicada al arte de la sedería, asistió en su ciudad natal á las clases de la Academia de San Carlos, hacien do en ellas notables adelantos en el Dibujo y la Pintura, como lo acredita su lienzo La Virgen con el Niño, copia de Mengs, que se conserva en el Museo provincial de la capital citada. Dedicado después exclusivamente al ejercicio del grabado en cobre, llevó á efecto numerosos y muy apreciables trabajos de este género, entre los que sobresale El Niño Jesús, copia del cuadro de Murillo, por cuyo mérito fué nombrado individuo de esta clase de la Academia de San Carlos y posteriormente director de la enseñanza del Grabado en la misma. Las luchas políticas le privaron de aquella plaza; y reducido al ejercicio particular del arte, que no le bastaba para satisfacer sus más perentorias necesidades, hubo de volver a ejercitarse en la Pintura, trabajando algunos asuntos de devoción. En los últimos años de su vida, perdida toda su fortuna y obscurecida su razón, mendigó el sustento de puerta en puerta. Falleció en un establecimiento de beneficencia por el año citado.

SIGUERO: Geog. V. con ayunt., al que está agregado el lugar de Aldealapeña, p. j. de Sepúlveda, prov. y dióc. de Segovia; 309 habitantes. Sit. al pie de la sierra Carpetovetónica, en terreno pedregoso regado por arroyos que forman el río Duratón. Cereales, hortalizas y lino.

SIGUERUELO: Geog. Lugar con ayunt., p. j. de Sepúlveda, prov. y dióc. de Segovia; 193 habitantes. Sit. al pie de la sierra Carpetovetónica, cerca de Siguero. Terreno montuoso; cereales, legumbres y lino.

SIGÜES: Geog. Lugar con ayunt., al que está agregado el lugar de Asoberal, p. j. de Sos, provincia de Zaragoza, dióc. de Jaca; 816 habits. de hecho y 618 de derecho. Sit. á la izq. del río Esca, cerca de Navarra. Terreno montuoso con algún llano; cereales, vino, cáñamo y hortalizas.

SIGÜEYA: Geog. Lugar del ayunt. de Benuza, p. j. de Ponferrada, prov. de León; 465 habits. Ha sido cab. del ayunt.

SIGUIENTE (del lat. sequens, sequentis): p. a. de SEGUIR. Que sigue.

- SIGUIENTE: adj. POSTERIOR.

... serán dignos de loable memoria... así como Hércules lo fué temporalmente á los presentes y SIGUIENTES. ENRIQUE DE VILLENA.

SIGUILA: Geog. V. SAN MIGUEL SIGÜILÁ.

SIGURDO I: Biog. Rey de Noruega. N. hacia 1089. M. en 1130. Fué proclamado rey de las Hébridas, de las Orcadas y de otras islas; en 1098 sucedió á su padre en el trono de Noruega y repartió con su hermano los productos del país. Tomó (1107) el mando de una escuadra compuesta de 60 barcos, é hizo rumbo á Palestina, no volviendo hasta 1110, después de haberle ocurrido innumerables aventuras. Combatió con los ribereños de Galicia y Portugal, derrotando una escuadra sarracena en el Estrecho de Gibraltar.

Ayudó al rey Balduíno, que le hizo una buena acogida, en la toma de Sidón, y volvió á Noruega después de haber cedido su escuadra al emperador de Constantinopla. Durante su ausencia gobernó su hermano sus Estados con mucha prudencia. Decretó Sigurdo leyes eclesiásticas, y hacia el fin de sus días repudió á su mujer para casarse con una joven noruega. Le sucedió Magno IV, hijo ilegítimo.

- SIGURDO II: Biog. Rey de Noruega. M. en 1139. Hijo natural de Magno III, abandonó la carrera eclesiástica, en la cual estaba bastante adelantado, para dedicarse á viajar por Europa en busca de aventuras, dirigiéndose á Jerusalén. De vuelta en Noruega formó un partido conspirador contra la vida de su hermano Haroldo IV, el cual fué asesinado durante la noche en su palacio de Bergem en 1136, vién. dose Sigurdo obligado á huir para librarse de las iras del pueblo. Mientras le aclamaban rey en las ciudades del Este, Sigurdo III, hijo de Haroldo, de cuatro años de edad, era proclamado por el distrito de Drontheim. Viendo la imposibilidad de sostenerse contra los hijos de Haroldo, reclutó scldados en Suecia y Dinamarca y dió un combate, en el cual quedó Sigurdo II vencido y muerto.

- SIGURDO III: Biog. Rey de Noruega. N. en 1132. M. en 1155. Asoció consigo en el trono á su hermano Ingón, viéndose ambos en la preciilegítimo Eystein II. Bien pronto se alió Sigursión de dar también participación á su hermano do con Eystein para destronar á Ingón, que estaba enfermo; pero el hábil y experto general Gregorio tomó la defensa del último, consiguien do una victoria sobre Sigurdo, á quien mató.

SIGVA & SYGVA: Geog. Río de la Siberia. Nace en la vertiente oriental del Ural, en la parte O. del gobierno de Tobolsk; corre al S.S.O. y luego al S. E. en una long. de 240 kms. ; pasa por Horum-Paul ó Sukker-Ia-Paul; recibe por ambas orillas numerosos afl., siendo los más importantes, por la dra., el Man-Ia, el Sukker-la y el Iatria-la, y por la izq. el Saraj-Ia, y vierte sus aguas en el Sosva.

SIHANAKAS: m. pl. Enog. Tribu malgache, cuyo nombre significa las Gentes del lago. Habitan en la depresión comprendida entre las sierras del litoral E. de Madagascar, cuyo fondo ocupa el lago Alaotra. Su país lleva el nombre de prov. ó dist. de Antsianaka.

SIHL: Geog. Río de Suiza. Nace en el collado de Pragel, en la parte oriental del cantón de Schwyz; dirigese al N.O., corre por profundo desfiladero entre los macizos del Drusberg y del Biet al O. y del Flühberg y Auberg y el monte Pfiffegg al E.; recibe por la izq. el Gurgeltbobel y el Amsel, y después el Alp unido con el Bibenbach; atraviesa el desfiladero de Schindellegghi, sale del cantón de Schwyz, forma el límite entre los de Zurich y Zong, entra en el primero, y desagua en el Limmat después de un curso de 65 kms.

SIHNAH: Geog. V. SENNA.

SIHOR: Geog. C. del principado de Baunagar, en el Gohilvar, Kattivar, India, sit. cerca y al O.S.O. de Baunagar, en los montes Sihor, y en el f. c. de Baunagar á Vadvan; 9600 habits. Llamóse primeramente Singpur ó Ciudad del León.

- SIHOR Ó SEHORE: Geog. C. del principado de Bopal, Malva, India, sit. al O.S.O. de Bòpal,

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en la orilla dra. del Saven; 5 200 habits. Manufactura de muselinas estampadas.

SIHORA: Geog. C. del dist. de Yabalpur, Provincias Centrales, India, sit. cerca de la orilla dra. del Hiran y en el f.c. de Bombay á Allahabad; 6000 habits. Comercio de cereales y otros productos de la región.

SIHSUR: Geog. Monte del Himalaya meridional, sit. en el Nepal, á 23 kms. N.S. E. del Gaurisankar; por su alt. de 8475 m. es uno de los montes más altos de la Tierra.

SIHUAS: Geog. Río del Perú, en el dep. de Ancachs; es tributario del Rupac. | Dist. de la prov. de Pomabamba, dep. de Ancachs, Perú; 8000 habits. La v. cap. de este dist. lo fué de la prov. de Conchucos, está en la orilla izq. del río de su nombre y tiene 700 habits.

SIHUATANEJO: Geog. Puerto de Méjico en las costas del Mar del Sur, á 336 kms. al N.O. de Acapulco, est. de Guerrero. Tiene fondeadero limpio y lleno de conchas de perlas y capaz de recibir toda clase de embarcaciones, pero en abril y mayo se le considera desabrigado en parte, expuesto á los temibles vientos del S., pudiendo dar tan sólo abrigo á dos ó tres buques á la espalda de uno de los cerros que limitan el canal de la entrada. De este puerto se hizo á la vela, en 1527, y víspera de Todos los Santos, la expedición española dirigida por Alvaro de Saavedra. SIHÚN Ó DIYUN: Geog. Nombre árabe del río Sir-Daria, Turquestán ruso.

SIJA: Geog. V. SAN CARLOS SIJA.
SIJÁN: Geog. V. SIGEÁN.

fueron bárbaramente sacrificados por los maho- pecies habitan en Madagascar y en la isla Mau-
metanos. Banda, el último apóstol ó guru, reunió ricio, y son plantas arbóreas, con las hojas opues-
hind y cruzó el Satley y el Yemna, consumando oblongo y enterísimo; estípulas envainadoras,
á sus compañeros, y á su frente invadió el Sir- tas, pecioladas, sencillas, con limbo coriaceo,
haranpur, fué á refugiarse entre las montañas y
terribles represalias hasta que, rechazado en Sa- cilíndricas, enteras ó filamentosas en el ápice, y
flores dispuestas en cimas terminales, apanoja-
Ludiana, desde donde continuó guerreando hasta das ó corimbiformes; cáliz provisto en su base de
que fué preso y ejecutado en Dehli. Los sijs esta- dos bracteitas, corto, acampanado, con cinco
ban entonces amenazados de un exterminio com. dientes persistentes; corola hipogina, embudada,
pleto; pero la muerte de Bahadur en 1712, y la con limbo quinquéfido, con las lacinias arrolla-
anarquía del Imperio, les salvó y se constituyeron das en la estivación y casi patentes en la ante-
definitivamente en nación. La invasión de Nadir sis; cinco estambres insertos en la garganta de
Xa en 1738-39 casi no se sintió en el territorio la corola, incluídos, con los filamentos muy cor-
de los sijs, pero en 1762 el afgano Ahmed Ohah tos ó casi nulos y las anteras oblongas y ergui-
Durani los derrotó completamente, saqueó á Am- das; ovario bilocular, con óvulos anátropos, soli-
ritsar, incendió el templo y mandó cegar el es- tarios en las celdas, erguidos é insertos sobre una
tanque; sin embargo, como las monarquías afga placenta muy pequeña situada en la base del
nas descuidaron por demasiado alejada la parte tabique medianero y en ambas caras de éste;
oriental del Penyab, los sijs se hicieron poco á estilo filiforme saliente; estigma bífido, con las
poco dueños de ella. Rangit Singh, para extender lacinias aleznadas y patentes. El fruto es una
sus dominios, reclamó la protección de los ingle-baya seca, con dos núcleos papiráceos, convexos
ses, y concertó con éstos un tratado en 1809 por
el cual quedó reconocido como rey de toda la
orilla dra. del Satley; con un ejército organizado
por oficiales europeos puso todo su empeño en
conquistar, Multan y Peichaver en 1818, y luego
el Dera Yat y Cachemira. Muerto este rey, y
envenenado su hijo y sucesor, el partido militar,
aprovechando los disturbios interiores, logró im-
ponerse y declaró la guerra á los ingleses, apres-
tando un ejército de 60000 hombres con 150
cañones. Fueron vencidos en Mudki, los ingleses
entraron en Lahore é impusieron la paz, recono-
ciendo por rey á Dhulip Singh, niño de corta
edad, hijo de Rangit. La corrupción del Consejo
de Regencia y sus abusos; la inmoralidad de la
reina madre; la sublevación de Multan y la
muerte de dos oficiales ingleses motivaron una
nueva expedición de éstos, cuyo resultado fué la
anexión del Penyab á Inglaterra, señalando al

SIJOTA-ALÍN: Geog. Cordillera de la provincia Primorskaia ó del Litoral, Manchuria rusa, Siberia, sit. en el litoral N. del Mar del Japón y de la Manga de Tartaria, desde la frontera meridional de la prov. Primorskaia hasta la des-rey destituído una pensión de 5000000 de reales á 1200 m., pero algunas de sus cimas meridioembocadura del Amur. Su alt. media es de 900

nales se elevan á 1500.

SIJS Ó SEIJS: Geog. é Hist. Secta religiosa de la India. Durante un siglo fué una verdadera nación militar y tuvo gran preponderancia en el Penyab; en la actualidad sólo conserva los seis principados de Yind, Faridkot, Kapurtala, Kalsia, Nabha y Petiala; pertenecen esta secta, según el censo de 1881, 1853 426 individuos; de ellos la mayoría, ó sean 1121004, viven en los dists. ingleses del Penyab, y 595110 en los diversos principados tributarios sijs, hindus y ma. hometanos. Aglomerados en Penyab alrededor de su ciudad santa, en el dist. de Amritsar forman el 24 por 100 de la población; en los de Yalandav, Lahore, Ludiana y Firozpur del 11 al 26, y en el principado de Petiala el 28; mas en la población total del Penyab sólo representan el 7,5, y el 5,3 en la de Sindi. Todos los sijs están unidos por las tradiciones, y ejercen verdadera influencia religiosa sobre sus vecinos; los mismos brahmanes leen con reverencia sus libros sagrados ó Grantah, y algunos ingleses se han iniciado en el culto predicado por Baba Nanek, indio de elevado origen, que nació en Lahore en 1469 y murió en Dera en 1539; fué el fundador de la secta religiosa de los sijs, predicando, con poca diferencia, la doctrina de Kabir, uno de los apóstoles de Bengala. Las bases de esta doctrina eran: el monoteísmo, la supresión de la mayor parte de las prácticas especiales, la abolición de las castas y la obligación de observar una vida de pureza. Angad, sucesor de Nanek, escribió el primer Grantah ó libro sagrado; más tarde Ram-Das consiguió del rey Akbar terreno para hacer el Amrita Sara ó Estanque de la Inmortalidad, en cuyo centro comenzó á erigir un templo, que fue el origen de Amritsar, y el cual terminó su hijo Aryún Mall, celebrándolo con tanto esplendor que excitó la envidia de los mongoles, ya inquietos por el rápido progreso de la secta. A causa de una cuestión con el gobernador de Lahore, Aryún Mall fué hecho prisionero. A su muerte, en 1606, el rumor de que había sido envenenado bastó para convertir á los pacíficos sijs en guerreros fanáticos; y vencedores primero y vencidos después, tuvieron que refugiarse en las montañas, en donde se inició su división en varias sectas. Organizados en comunidad religiosa y militar por Govind, emprenden de nuevo la lucha con desastrosos resultados; los hombres se dispersaron, y las mujeres y niños

anuales. En los sucesos de 1857 á 58, que se
sijs permanecieron fieles, y algunos principados
desarrollaron principalmente en el Indostan, los
contribuyeron con un contingente de tropas irre-
gulares.

Los sijs son muy refractarios al estudio y su
educación muy deficiente; el número de los que
saben leer y escribir no llega al 6 por 100 de la
población total; el carácter guerrero es el distin-
tivo de este pueblo. Extraordinariamente her-
mosos por lo general, cubiertos de armas bri-
llantes y dejando flotar sus largas cabelleras, que
nunca se tonsuran, los leones ó sijs se hacen dis-
tinguir desde lejos en las batallas por su mar-
cial aspecto, en el que no tienen rival.

SIKAIANA Ó STEWART: Geog. Isla del Archipiélago Salomón, Melanesia, Oceanía, sit. al E. de Malaita. Es un arrecife de forma triangular, de 10 kms.2, en el que hay dos grandes tierras, Sikaiana al E. y Faole ó Faore al O., y algunos islotes cubiertos de vegetación.

SIKAK: Geog. V. SAF-SAF.

SIKAMATS: Geog. C. del ken de Hiogo, pro-
Japón, sit. cerca y al E.S. E. de Himedsi, en la
vincia de Harima, región meridional de Hondo,

desembocadura del brazo derecho del delta del
Itsi-Gava; 8000 habits.

SIKANDARABAD: Geog. V. SEKANDERABAD.
SIKANDARPUR: Geog V. SEKANDERPUR.

SIKAR: Geog. C. y plaza fuerte del principado
de Yeipur, Rayputana, India, sit. á 454 m. de
alt., en el camino de Yodpur á Sirsa; 17900 ha-

bitantes.

SIKASO: Geog. C. del Sudán francés, cap. de los estados de Tieba ó Thieba, sit. en la orilla dra. del Koba Diela, en los 11° 19' de lat. N.; 5000 habits. La rodea un muro de tierra de 4 kms. de circuito, gracias al cual pudo la ciudad sostener victoriosamente en 1887 un sitio de más de un año contra las fuerzas de Samori, soberano del Uassulu.

SIKAYAM: Geog. Río de la prov. Oeste de Borneo, Indias holandesas, Archip. Asiático. Nace en la vertiente E. del monte Bayang-Miut; corre al E., baña á Sikayam; tuerce bruscamente al S.; atraviesa un ancho valle, y va á desaguar en el Kapuas, cerca de la c. de Sanggau 6 Sang

guw.

SIKESIA: f. Bot. Género de plantas pertene. ciente à la familia de las Loganiáceas, cuyas es

por el dorso y planos por la cara ventral, monospermos; semillas erguidas, con el ombligo situado cerca de la base de la cara ventral; embrión ortótropo y casi recto situado en la base de un albumen cartilaginoso; cotiledones aleznados, engrosados en la base, y raicilla apeonzada, próxima al ombligo é ínfera.

SIKIA: Geog. Canal en la costa O. del Peloponeso ó Morea, Grecia, sit. unos 13 kms. al S. de Staguia; es la entrada N. de la bahía de Navala isla Proti, formado entre la costa y la isla rino, y las costas de ambos lados son bajas, llenas de piedras y bajos fondos, viéndose tierra adentro terrenos cultivados. Este canal fué obstruído en 1571 con barcos y piedras para refugiarse en él las galeras turcas escapadas del combate de Lepanto, y sólo tiene en la actualidad 2 pies de agua. En un cerro cónico, sit. á 0,5 milla al N. de este canal, cortado á pique por el N. y O., se encuentra Paleo Averino, antiguo

Nestor, y en la pendiente que da al N. hay una Pilos, restos de un fuerte castillo elevado á 137 cueva que lleva su nombre. Al pie del castillo, por su parte N., existe una ensenada llamada puerto Voithio Kilia, frecuentado sólo por los pescadores, que comunica por un paso estrecho con el pantano de Dagh (Derrotero del Mediterráneo).

m. sobre el nivel del mar; fué la residencia de

SI-KIANG: Geog. Río de la región meridional de China, llamado también Sei-kong y Puékiang. La falta de una nomenclatura precisa ha inducido á que se cometan muchos errores por los viajeros que pretendiendo seguir el curso del brazo principal del Si-kiang han navegado por aguas de otros ríos; así Huc y Gabet siguieron guhoun y otros exploradores remontaron el curel Pe-kiang, que nace al pie del Mei-ling; Colbrazos, que uno viene del Tonkín y otro de so del río Yu ó Yuh-kiang, formado por dos Kuang-si, y todos refieren estos viajes como si los hubiesen realizado siguiendo el Si-kiang. Desde la preponderancia que los franceses han adquirido en el Tonkín, en todos los documentos oficiales se considera el Yu-kiang como el curso principal del Si-kiang, no obstante tener mucha menos longitud que el Hung-chui, que es al que los mapas chinos dan aquella importancia; pero la exactitud de estos mapas es muy dudosa. Bourne, que ha recorrido uno y otro río, no vacila en afirmar que el Hung-chui no es más que un afl. del Yu-kiang, y que éste es el curso principal del Si-kiang. Pero mientras la cuestión se resuelve se considera que forma el río dos brazos: el septentrional el Hungchui, y el meridional de Yu-kiang, que se reunen cerca de la ciudad de U-chu y toman el nombre de Si-kiang, que con el Pe-kiang forma el delta del río de las Perlas ó de Cantón.

El Hung-chui nace en el Yun-nañ, en la meseta de Hai-tsu-pu, y con el nombre de Ta-chenkiang corre hacia el S. O.; recibe dos afls: el Inko-chu, el Lin-ñan, y después de rodear los escarpes de las montañas metalíferas del Yunnañ cambia de dirección, primero hacia el N. y luego al E. con el nombre de Pa-ta-ho, y entra en la prov. de Kuang-si, en cuya frontera se le une un aff. importante, el Ching-ho, que viene de las montañas del N., habitadas por los salvajes mantsé é y-yen. Desde este punto hasta el centro de la prov. el curso del Hung-chui es completamente desconocido por los europeos; los mapas chinos indican que pasa por la ciudad de

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